Los que de una manera u otra enfrentamos
durante la década del 60 y 70 el Leviatan marxista y sus agresiones viperinas
preparadas en las Sodomas de Moscú y la Habana nos encontramos en los años que
corren con que la victoria militar fue sólo parcial. Y tal decimos porque el
frente cultural quedó intocado. El gramscismo, por esa brecha penetró
amparándose con la complicidad de la
clase política sentada en jugosas sinecuras del bufonesco circo llamado
parlamento mientras el Enemigo capta los centros culturales y sus satélites
para dominar mentes y sentimientos. Nuestras tradiciones empalidecen ante la amoralidad que penetra
subliminalmente. Los pueblos llegan a negar lo que antes había sido intocable.
Se produce un cambio de sentido solo para preparar el camino de lo que seguirá, empezando por la Verdad Cristiana que debe buscar compromisos con la corruptora ideología democrática. Para
seguir hacia el liberalismo, luego hacia el nihilismo anarco marxista que
finalmente exalta al Anticristo. El Estado soviético intentó aplicar esta idea
en los 70 apocalípticos años del “socialismo real”. La destrucción de las
tradiciones cristianas rusas y la misma historia del Imperio del Águila
Bicéfala golpearon brutalmente con el puño sangrante. Finalmente no pudieron porque
Dios sopló sobre la Bestia Soviética. Todo se derrumbó entre 1989 y 1992.
Muchos círculos oficiales pretenden hoy, como nunca, modificar la
sociedad destruyendo su ética y distorsionando su pasado. En este aspecto puede
ponerse el ejemplo de los EEUU. Su cine y TV encaminan al mundo, desde tiempo
atrás, hacia la peor decadencia. Su teoría política, esa que intentan imponer
al mundo con los misiles está mostrando
sus frutos. Caos y degeneraciones es lo que vemos en nuestro derredor. Este
horror que comprobamos día a día es nada más y nada menos que la receta de
Antonio Gramsci, el bolchevique italiano que, en sus 33 Cuadernos escritos
entre 1927 y 1930 señalaba que la forma de implantar el marxismo leninismo
planetario es destruyendo la Moral Católica, así como la Cultura edificada
sobre ella.
La historia de guerras amorales y
compras dudosas, le permitieron a los habitantes yanquis de las 13 colonias en
la costa Atlántica (1776) llegar en poco más de setenta años a la costa de
Pacífico. Cinco mil kilómetros de extensión prueban lo que es esa Babilonia. Explotando
la fiebre del oro de California (1848) llegaron al éxtasis. Continuaron arrebatando
a Méjico ricas extensiones. Luego financiaron al masón y falso nacionalista
llamado Benito Juárez para impedir el establecimiento de la monarquía de Maximiliano de Habsburgo la que con el apoyo
del fervoroso catolicismo mejicano impediría la expansión hacia el sur del
voraz yanqui para cumplir su calvinista “Destino manifiesto”. Nuestra
hispanidad fue la víctima. En ella las veinte repúblicas alienadas, primero al
inglés, luego al norteamericano. Pero corresponde nos instalemos en la XX
centuria y decir algo de aquellos años de FDR llegado al poder (1933) con
oscuros apoyos y en medio de una crisis que su programa del New Deal no podía
bajar de los 10 millones de desempleados. El hombre común norteamericano pensaba que el Estado no podía seguir
gastando y menos que el equipo que rodeaba a FDR siguiera favoreciendo la expansión de ideas
marxistas. Por ello FDR era muy
cuestionado. Y eso, como dice George Olivier
que no se conocía la nefasta influencia de su esposa Eleonor Roosevelt
(“vaca sagrada de la democracia” según la prensa española) notoria simpatizante
de la URSS y vinculada a grupos marxistas tales como el “Comité de no
Intervención”.
Cada triunfo de los nacionales en España
era un golpe al diabólico espíritu de FDR. En 1937 éste decidió, sin decirlo públicamente
comenzar el rearme con vistas a la guerra. Esta política armamentista le
permitió salir de la crisis y seguir presentándose en sus charlas radiales tituladas
“Junto al Fuego”, como partidario de seguir aislado de los asuntos europeos. Esta
Europa renacía con las Revoluciones Nacionales y sus “sociedades, fuertes, marciales,
lacónicas y más justas “Así lo expresa el Dr. Luis Togores Catedrático de Historia
Contemporánea de la Universidad San Pablo de Madrid quien continúa: “El Pueblo
italiano quedó progresivamente ganado por la retórica, la ética y los logros
del Fascismo. Italia entera vistió la Camisa Negra y con ella todo el mundo occidental”. “Pronto en toda Europa surgieron los
émulos de Mussolini… Había llegado la hora del Fascismo”. El Fariseo se encogió de hombros jurando en su
interior lanzar su veneno. Finalmente sus esfuerzos cristalizaron y estalló la
guerra del 1 al 3 de setiembre de 1939.
Ella, que según dice Mr. Forrestal, fue provocada por Delano Roosevelt. Así escribe
el 27 de diciembre de 1945 en su diario personal, luego publicado en Nueva York:
“Hoy he jugado al golf con Joe Kennedy que fue Embajador de Roosevelt en Gran
Bretaña y le pregunté acerca de sus conversaciones con Roosevelt y Chamberlain.
Kennedy me afirmó que Roosevelt y el mundo judío habían arrastrado al mundo a
la guerra” (Diario impreso en Nueva York Año 1951 por Vicking Press Pag.121).
Roosevelt siguió imperturbable. Incluso provocando como gánster a los
gobiernos del Eje, Roma, Berlín, Tokio. En los años 1940-41 se produjeron
misteriosos hundimientos de barcos norteamericanos acusando el gobierno del
“presidente vitalicio” a submarinos alemanes e italianos. Pero para desazón de Roosevelt no había reacciones populares reclamando la
declaración de guerra. El gran Fariseo jugó entonces una carta nueva. Ésta fue
conocida como la “Ley de Préstamos y Arriendos”. Mediante ella los EEUU proveerían de barcos de guerra
a Gran Bretaña la que de este modo aumentaría su control en el Atlántico que
estaba muy mermado y a punto de desastre. Se oponían a esta decisión belicista la
Convención de La Haya de 1907 que prohibía ceder buques a los beligerantes y
una ley norteamericana del 16 de junio de 1917, que no permitía ninguna clase de
acuerdo verbal ni escrito cediendo buques. Nada le importó a FD Roosevelt que a
través de su consejero Harry Hopkins (luego descubierto como agente soviético) le
comunicó a Churchill: “El presidente ha decidido que ganemos la guerra juntos.
No tengan dudas” Poco después aparecieron nuevas medidas que acercaban a la
guerra deseada por Franklin Delano Roosevelt ya perturbado de soberbia. Entre
otras disposiciones estaban la congelación de fondos italo-germanos, cierre
de consulados del Reich e italianos en EEUU, así como prohibición
de exportaciones hacia el Imperio del Sol Naciente. Cuando el mismo diablo posibilitó
el desciframiento del Código Secreto Japonés, Roosevelt tuvo la granada sin
espoleta en sus manos arteras y la arrojó en Pearl Harbor, sabiendo con
antelación que el buscado ataque con pertinacia diabólica se produciría el 7 de
diciembre de 1941 a determinada hora. El gran farsante con sus consejeros entre
los que estaba Hopkins y el general
Marshall que calculó con precisión la
hora del ataque (éste jerarca militar amén de Ministro de Roosevelt fue luego
Premio Nobel de la Paz) Desde ese momento sólo cabía esperar y dejar como carnada
miles de marinos norteamericanos. Este se produjo de acuerdo a los cálculos. Lo
demás vino por añadidura. FDR habló al
mundo del ataque por sorpresa mentando a
la democracia. En ningún momento el fariseo le tembló la voz cuando habló de
los caídos. Un gran actor para la tragedia más grande que los siglos habían
contemplado. El “Remember Pearl Harbor” corrió como reguero de pólvora para los
estadounidenses. Abrir campos de
concentración para japoneses, alemanes e italianos residentes, fue en los
EEUU cuestión de horas. El odio sembrado por el Iscariote Roosevelt dio sus frutos. El
marxismo y Stalin ya derrotados, por el formidable ataque de Eje, encontraron
en el capitalismo financiero su salvación. A Moscú voló Hopkins, ofreciendo
toda la ayuda necesaria y más. FDR había dispuesto 50.000 millones de dólares (que
luego serían 200.000 millones) para salvar la Revolución que venía del siglo
XVI con Lutero y habían continuado Robespierre y Marat, instaurándose como
potencia con Lenin, Stalin, Trotsky y Roosevelt el millonario cripto marxista
con su banda llamada el “Trust de Cerebros” (Brain Trust). Este era un nuevo
equipo gubernativo que no estaba previsto por la Constitución Federal pero que
F.D.R. había instaurado autoritariamente en su gobierno. W H Chamberlin señala en su libro “Segunda Cruzada
Americana” varios puntos con las etapas de F.D.R para lanzar a los EEUU a la
guerra: Cesión de decenas de torpederos contra el arriendo de bases en las
posesiones británicas (sept.1940); Organización de “patrullas” en el Atlántico
Norte (24 de abril de 1940), ley de Préstamos y Arriendos (marzo 1941) ocupación
de Islandia por tropas americanas (julio de 1941), autorización para armar a
los mercantes y enviarlos a zonas de guerra. Orden de abrir fuego dada a todos
los buques americanos (set de 1941). Conferencias Secretas con los Estados
Mayores Aliados (enero y febrero de 1941). Rosacampo, Rosenfeld, Roosevelt o
como se le quiera llamar degustaba el pandemónium desatado como un suave licor.
Estaba en “paz con su psiquis plena de hubris”. Esta palabra describe
exactamente a la personalidad de Roosevelt, su excesiva soberbia arrogancia y
autosuficiencia.
Falta algo por decir. Dios mediante proseguiremos.
Luis Alfredo Andregnette Capurro.
Desde el Real de la Muy Fiel y
Reconquistadora Ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Excelente, sin desperdicio y muy esclarecedor.
ResponderBorrarExcelente articulo! Sin duda quien destaca por su nivel de repugnancia en esta caterva de personajes es Harry Hopkins, no puede ocultarse de ninguna forma la complicidad y las comprometidas relaciones carnales de los aclamados defensores de la libertad con la tiranía y la carnicería soviética
ResponderBorrarSin duda quien destaca por su nivel de repugnancia en esta caterva de personajes es Harry Hopkins. No pueden negarse de ninguna forma la complicidad y las comprometidas relaciones carnales de los así aclamados defensores de la libertad con la tiranía y la carnicería soviética
ResponderBorrarOtro articulo imprescindible de don Luis Alfredo Andregnette Capurro !!!
ResponderBorrarExcelente articulo. Es increíble cuantas mentiras nos hicieron creer. Agradezco esta publicacion
ResponderBorrarExecelente articulo
ResponderBorrarQue personajes mas oscuros... Excelente articulo de don Luis Alfredo! Gracias por compartirlo.
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