Lo que trajo el Capitalismo, a
saber la destrucción de los antiguos Gremios, la laicización de los Estados, el
amontonamiento de riquezas en manos de pocos, la ruina de las pequeñas
industrias y del comercio para dar paso a los monopolios;
y después señala el fondo de toda esta
férrea organización, que es la usura; no ya la usura superficial de los que llamamos
con desprecio usureros; sino la usura de fondo de los que llamamos
con respeto “financistas”…
Esta usura de fondo podemos resumirla en
tres operaciones principales:
-Primero, hacer pasar
al Dinero como productor, siendo así
que sólo es instrumento del Trabajo.
En efecto, el Dinero es un
instrumento, por el que se compran máquinas y materia prima; pero sin el Trabajo no puede producir nada.
Un peral produce peras y
una vaca produce terneros; pero la moneda no pare monedas: el trabajo es quien
produce.
El Capitalismo invirtió esta relación,
hizo al trabajador un instrumento y al Capital el productor, atribuyéndole
toda la ganancia, y dándole al obrero solamente lo necesario para que viva; y
hoy día, que los obreros se han organizado, lo necesario para que se queden
quietos; pero ya no se quedan nunca quietos, porque muchos de ellos son malos pobres…
-Segundo, convertir al Trabajo y al Dinero en mercancía, y comerciar,
no solamente con el Dinero, sino con
el Crédito, que es la sombra del Dinero.
Este proceso tiene una larga historia, mucho más compleja de lo
que digo, pero esto es el fondo.
-Después que consiguió comprar Trabajo, el Capitalismo empezó a vender Dinero, porque ya el dinero
es una cosa viva que engendra dinero. Y, lo que es peor aún, a vender la sombra del dinero, el Crédito: a vender dinero que de
hecho no existe.
Aparecieron todas esas engañifas y estafas, que nosotros ni
entendemos: estrangulación del mercado, alocamiento del mercado, maniobras con los valores, especulación, etc., a cargo de las Bolsas, los Bancos y los Grandes Prestamistas y Empresarios; acompañadas
por los crímenes políticos que se condensan
en una sola palabra: Soborno.
Uno se queda abismado por
la cantidad de crímenes ocultos que cubre ese brillante telón llamado “los Grandes Negocios”.
El P. Castellani se quedó en el enunciado del problema. No dijo nada desconocido. Le faltó lo que importa: proponer la solución. El dinero ni es bueno ni es malo; la intención final con que se quiera usar es lo bueno o lo malo. El capitalismo es malo, pero es el menos malo. Parodiando a Churchill, el capitalismo es el peor de los sistemas económicos que existen, exceptuando los demás.
ResponderBorrarGran masón por cierto, Churchill, colaborador para la dictadura de Mammon que hoy vivimos. Los bancos crean dinero ficticio de la nada y no hay dinero que no nazca de una deuda! La usurocracia en su máximo explendor
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