El uso de la patena para la comunión de los fieles - ¿Que está pasando en Roma?

  Pareciera una obviedad tener que escribir sobre temas que deberían estar marcados a fuego para los católicos, en especial para los sacerdotes que ofician el santo sacrificio del altar, mas cuando se trata del cuidado que ha de tenerse con el santísimo cuerpo del Señor. 

  El uso de la patena o bandeja para la comunión de los fieles es de uso obligatorio a la hora de distribuir la santa comunión a los comulgantes. 

  Ya hemos hecho bastantes menciones aquí en lo referente a que la mejor y auténticamente católica manera de recibir a Nuestro Señor Sacramentado es de rodillas y en la boca, por tanto me limitare a reproducir el texto que trata al tema en cuestión el documento REDEMPTIONIS SACRAMENTUM sobre las observaciones litúrgicas. 


  Sobre la distribución de la sagrada comunión. 

[91.] En la distribución de la sagrada Comunión se debe recordar que «los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos».[177] Por consiguiente, cualquier bautizado católico, a quien el derecho no se lo prohíba, debe ser admitido a la sagrada Comunión. Así pues, no es lícito negar la sagrada Comunión a un fiel, por ejemplo, sólo por el hecho de querer recibir la Eucaristía arrodillado o de pie.

[93.] La bandeja para la Comunión de los fieles se debe mantener, para evitar el peligro de que caiga la hostia sagrada o algún fragmento.[180] 

Mucho nos aflige el hecho de que en Roma, el venerable y OBLIGATORIO uso de la bandeja para la comunión, se haya depuesto (algo incomprensible viniendo de donde viene), y nos preocupa el efecto que ha de tener en las iglesias particulares..." AHHHH si allá se hace, aquí también!" 

  Y es que el fondo de la cuestión, es definitiva profundamente teológico. Se trata de creer o no creer en la presencia real y verdadera de Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento del Altar. Mucho se habla pues de las diversas maneras de presencia de Cristo entre nosotros, y la que mas reluce hoy es la presencia en los "pobres". Fácilmente se aprecia que es de otro orden. Cristo dice: " lo que a uno de esto hagais, a mi me lo haceis" (Mt 25,34-46) En un pobre, sin embargo, que no ama a Cristo, no se da, sin duda esa presencia de "inhabitacion". Y por tanto será un acto grande de piedad para con un desvalido que pueda acercarlo a Dios, pero que Dios habite real y verdaderamente en el por el solo hecho de ser pobre, si no ama a Dios, Dios no vive en el, así como no todos somos hijos de Dios, sino solo por el bautismo, y el pecado mortal mismo puede romper esa filiación divina, y así lo enseña el magisterio en el catecismo mayor de San Pio X y los últimos catecismos, en definitiva, en el deposito infalible de la fe católica. 
  Lo que nos mueve es el celo por el Santísimo Cuerpo del Señor, presente todo entero en cada partícula que pudiera desprenderse de la Sagrada Hostia. La piedad eucarística de los fieles depende en buena medida de que sus sacerdotes la vivan, y consiguientemente la prediquen, pero esencialmente, y parecerá una cosa fuera de lugar tener que decirlo; es necesario que CREAN EN LA PRESENCIA REAL. Pues como duele ver el descuido con que muchos sacerdotes consagran y el trato que se les da a las sagradas especies, y luego la comunión en la mano, y luego los "ministros extraordinarios" que abren los sagrarios y sacan sagradas formas para llevarlas en viatico a los enfermos, pero sin olvidar pasar primero por el supermercado, el gimnasio, charlar con la comadre... Y si el enfermo necesita confesarse? Tema para otro día este. 
  El punto en cuestión es sencillo. Se cree o no se cree. Hay fe, o no hay fe. Si se cree, si hay fe me dirán. Fe en el mesianismo de la salvación universal por el amor y la paz que van a converger en la armonía del cosmos y todos vamos a andar por ahí haciendo viajes astrales con el cordón de plata. Pero por favor! Mientras se profana el Cuerpo de Nuestro Señor por demoníaca inspiración... Y esa guía hoy viene de Roma. 

  Mucho hemos de rezar porque el desgobierno se ha declarado, y al parecer está cerca el tiempo de correr a los montes. 

Ave María Purísima

Franco Mangarella

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