Nació
en 1788, en San Antonio, departamento de Los Llanos, en la provincia de La
Rioja. Como era habitual en los futuros caudillos, se dedico durante su niñez y
adolescencia a la vida del campo, manejando las estancias de su padre, José
Prudencio Quiroga. Luego, su patriotismo lo llevo a alistarse como voluntario
en el regimiento de granaderos a caballo, donde solo estuvo por un breve
periodo, y regreso a su provincia en 1816, donde colaboro proveyendo de ganado
y tropas al ejército del norte, que luchaba contra los realistas.
En
el año 1818 recibió el título de "Benemérito de la Patria" otorgado
por el entonces director supremo, Pueyrredón, ya fines de ese año intervino y
logro sofocar un motín de prisioneros realistas y españoles en San Luis.
En
1820, ya con el cargo de jefe de las milicias, comenzó su liderazgo en la
Rioja. Convertido en arbitro del a situación riojana, contribuyo a colocar en
el gobierno provisional a Nicolas Davila, quien luego lo traiciono tratando de
apoderarse de la artillería y del Parque de los Llanos. El caudillo riojano
derroto a Davila en el combate del puesto.
Quiroga
solo estuvo a cargo del gobierno de su provincia durante 3 meses, desde el 28
de marzo al 28 de junio de 1823. Aunque fue la autoridad riojana toda su vida.
Quiroga
brindo su apoyo al congreso de 1824 reunido en Bs As, pero al poco tiempo corto
relaciones con los porteños unitarios, cuando se entero de la forma de gobierno
que querían imponer.
Por
esos tiempos Quiroga, como comandante del departamento, se convirtió en
accionista de la explotación de las minas de plata en el cerro de Famatina,
cuando el gobierno riojano se asocio con un grupo de capitalistas nacionales, a
quienes les otorgo la concesión para realizar dicha explotación. Fue el
encargado de asegurarse de esto, con el metal extraído de las minas, pensaban
acuñar monedas a través del banco de rescate y la casa de monedas de la Rioja.
Pero cuando Rivadavia asumió como presidente, todo esto se trunco en 1826, ya
que este durante su estadía en Inglaterra había promovido la creación de una
compañía minera con capitales británicos, nacionalizo la riqueza del subsuelo y
también la moneda, prohibiendo la acuñación a toda institución que no fuese el
Banco Central por el mismo creado, donde Inglaterra poseía una oficina para
manejar dicha institución a su gusto. Quiroga reacciono inmediatamente y se
unió a los demás gobernadores provinciales que luchaban en contra de Rivadavia,
de los unitarios, y del gobierno central que estos proponían. La gota que
rebaso el vaso fue la sanción de la constitución unitaria, Quiroga en ese mismo
momento se alzaba en armas contra el presidente, enarbolando y haciendo famoso
el lema del cura Aldao: "Religión o
Muerte". Pero su lucha contra los unitarios había comenzado en realidad en 1825, cuando venció al usurpador del gobierno de Tucumán, Lamadrid, venciéndolo en El Tala, y en Rincón de Vallares.
Muerte". Pero su lucha contra los unitarios había comenzado en realidad en 1825, cuando venció al usurpador del gobierno de Tucumán, Lamadrid, venciéndolo en El Tala, y en Rincón de Vallares.
Cuando
Rivadavia cayó del poder, apoyo a Dorrego, cuyo fusilamiento desencadeno una
nueva guerra civil. Se había convertido para entonces en una figura descollante
del Federalismo del interior, donde enfrento y cayó derrotado por el Gral Paz
en La Tablada y en Oncativo. Viajo a Bs As, le reclamo exaltadamente a Rosas el
porqué no le había mandado los refuerzos, pero con la ayuda del Restaurador
formo una nueva fuerza llamada División de los Andes, con la cual ocupo San
Luis y Mendoza, en Córdoba persiguió a Lamadrid sin éxito, ya que este último
se había convertido en el jefe de las fuerzas Unitarias después de la captura
de Paz. Recién en Tucumán se volvieron a enfrentar, donde Quiroga derrota
completamente a Lamadrid en la Ciudadela.
Durante
el gobierno de Maza, participo de la preparación de la campaña del Desierto
realizada por Rosas, y junto a su familia permaneció en Bs As alojado en la
casa de don Juan Manuel. En 1834, a pedido del gobernador de Buenos Aires
(Maza), y de Rosas, Quiroga se dirigía a servir de mediador en el conflicto que
había estallado entre el gobernador de Tucumán, Heredia, y el de Salta, Latorre;
cuando en Santiago del Estero se entero de que Latorre había sido derrotado por
Heredia, y posteriormente fusilado, cumplida su misión regresaba a Bs As sin
escuchar las advertencias sobre la posibilidad de ser asesinado, y rechazando
la protección ofrecida por Juan F. Ibarra. El 16 de febrero de 1835, en ese
trayecto (hacia Bs As), pasando por Barranca Yaco, provincia de Córdoba, fue
asesinado en una emboscada tendida por un grupo de sicarios enviados por los
hermanos Reynafe, que prácticamente poseían todo el poder en esa provincia, el
País entero lloro su muerte.
Sin
duda alguna fue un grande, uno de los Pilares más fuertes del Interior, el más
fuerte y verdadero forjador de nuestra Nación a la cual amo y defendió.
¡Viva
el tigre de los Llanos!¡Viva Facundo Quiroga!
Esteban Coronel
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista
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