Un tema del que pocos católicos quieren hablar es el del Fin de los Tiempos y de la Parusía. Si hay algo que realmente aterra al hombre moderno católico es el pensar que existe la posibilidad de que se termine su comodidad terrena y encima en medio de catástrofes y persecuciones.
El inmanentismo democrático en el que nos
sumergió la revolución francesa, es siempre más agradable que las predicas de
Nuestro Señor Jesucristo sobre el sacrificio salvífico. El hombre ya no lucha
para salvarse sino que eso es algo que parece que pasa automáticamente y el
objetivo es tratar, no de hacer el bien, sino de evitar hacer el mal y el
consuelo de la mayoría es “yo no mato ni robo” y eso es suficiente
justificativo para considerarse válidamente justificado. Siempre parangonando
nuestras conductas con las más terribles masacres que se pudieran cometer, para
minimizar nuestras inconductas. Y eso es algo que realmente conforta a las almas
tibias, “yo no le hago mal a nadie y solo hago la mía”.
Así empezamos a ver que
se parafrasea la Biblia de la forma más luterana posible, esto es
descontextualizando convenientemente todo a niveles ridículos con citas como
“misericordia quiero y no sacrificios” (Mt 12, 1-8), sin entender que esta
frase hace referencia a la confianza en la providencia y a liberarnos del miedo
por el mañana pero sin eximirnos de la lucha por una vida digna.
También se escucha frecuentemente aducir “Mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt 11, 28-30) interpretando que quien cree y confía en Jesús tiene asegurada las soluciones a sus mundano problemas, cuando en realidad lo que se nos enseña es que Nuestro Señor sabe de nuestras miserias y debilidades y si nos apoyamos en Él para sobrellevarlas vamos a tener las fuerzas necesarias para poder seguir con nuestra lucha hasta que esta llegue a su fin.
También se escucha frecuentemente aducir “Mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt 11, 28-30) interpretando que quien cree y confía en Jesús tiene asegurada las soluciones a sus mundano problemas, cuando en realidad lo que se nos enseña es que Nuestro Señor sabe de nuestras miserias y debilidades y si nos apoyamos en Él para sobrellevarlas vamos a tener las fuerzas necesarias para poder seguir con nuestra lucha hasta que esta llegue a su fin.
Una de las más escandalosas desde mi
perspectiva es la que niega que Dios castiga al descontextualizar Juan 3, 17
“Pues tanto amó Dios al mundo, que dio su Hijo Unigénito; a fin de que todos lo
que crean en Él no perezcan, sino para que por su propio medio el mundo se
salve”. Esta frase se escucha sin atender al versículo siguiente: “Quién cree
en Él no es juzgado, pero quién no cree, ya tiene sobre sí la condena”. Sin
embargo para señalar que el castigo divino no se contrapone a su amor como su
misericordia no se opone a su justicia, la Iglesia enseña que Nuestro Creador
castiga como padre que busca corregir a quienes ama, o sea por nuestro bien; y
también lo hace para evitar que el mal se propague. En este sentido es
necesario recordar algunas citas bíblicas como:
-Éxodo
20,7: “No tomarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque no dejará el
Señor sin castigo al que tomare en vano el nombre del Señor Dios suyo”.
-Ezequiel
30,19 “Y ejerceré mi juicio contra Egipto; y conocerán que Yo soy el Señor”.
-Mateo
25,46 “e irán estos al eterno suplicio, y los justos a la vida eterna”.
-Romanos
12,19 “pues está escrito, a Mi toca la venganza: Yo haré Justicia dice el
Señor”.
Decía al referirse a este tema San Alfonso
Maria de Ligorio: “Dios... aguarda pacientemente hasta que se cumpla la medida
de los pecados, y a partir de este día ya no espera, sino que castiga”
Como estas podríamos señalar muchísimas
protestantes invocaciones que pretenden disfrazarse de erudición bíblica cuando
es casualmente lo contrario. Pero
el objetivo realmente buscado es evitar el compromiso con la verdad que implica
necesariamente la lucha y en estos tiempos el peligro cada vez más patente del
martirio.
El cardenal George Arzobispo de Chicago quien
padece de un tumor maligno señaló en una reunión con sacerdotes que el morirá
en la cama, su sucesor en la cárcel y el que le siga será mártir en la plaza
pública.
En el mismo sentido el Obispo de Peoria,
Illinois, Mons. Daniel Jenky, sostuvo que a pesar del mejor esfuerzo de sus
enemigos, la Iglesia sobrevivió dos mil años y por tanto sobrevivirá el odio de
Hollywood, la malicia de los medios de comunicación y la maldad embustera de la
industria del aborto. También sobrevivirá a la corrupción reinante y la
incompetencia de nuestro gobierno de Illinois, e incluso el desprecio calculado
del Presidente de los Estados Unidos, sus burócratas nombrados en el
departamento de Salud y Servicios Humanos, y de la actual mayoría del Senado
federal". Continúa diciendo: "Que Dios tenga misericordia de las
almas de aquellos políticos que fingen ser católicos en la Iglesia, pero en su
vida pública, como Judas Iscariote, traicionan a Jesucristo por la forma en que
votan y la forma en que voluntariamente cooperan con el mal intrínseco".
Pero lo que me interesa señalar es cuando dice que: tenemos que amar a nuestros
enemigos y rezar por quienes nos persiguen, "pero como cristianos debemos
también ponernos de pie por lo que creemos y siempre estar listos para pelear
por la fe". "Los días en que vivimos requieren de heroísmo católico,
no catolicismo ocasional. No podemos ser por más tiempo católicos por
accidente, sino católicos por convicción". También recordó que esta
batalla la podemos perder. Y es precisamente en este punto donde me interesa
ahondar.
La victoria prometida no es terrena. La
concepción mundana del auxilio de Dios siempre en el ámbito temporal obviando
cualquier sentido trascendente de nuestra lucha, tiene que ver con el sentido
de éxito moderno. De nuevo el luteranismo saduceo que promete bienes y
ganancias terrenas a los hijos de Dios vuelve a aflorar con el más rabioso de
los apegos a los bienes mundanos.
Estos discursos de los obispos
norteamericanos fueron hechos en el transcurso del 2012 lo que habla a las
claras del momento histórico en que vivimos.
Augusto
TorchSon
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista
Estados Unidos es un país en el que diría yo, más que ningún otro país salvo quizás China, se ve el NWO en toda su crudeza. Existen muchos blogs antiNWO denunciando que EEUU es de facto, casi un estado policial cuasi-bolchevique. Lo que dicen los Obispos es sintomático.
ResponderBorrarEstados Unidos durante mucho tiempo ha sido imagen de una "vida feliz" y proyecta imágenes de una vida apacible y entrañable, todo "bonito". Pero por detrás de las falsas libertades del liberalismo, se esconde una extremadamente siniestra elite masónica que, disfrazando de democracia y libertad el sistema, ha diseñado las mayores aberraciones y crímenes de la historia; financiado al comunismo, al nazismo, etc.
Pero la bestia anticristana oculta, ya se está manifestando. La población esta lo suficientemente manipulada y embrutecida para ver lo que sucede, el catolicismo está devastado("la viña devastada, Dietrich Von Hildebrand) y el protestantismo sigue predicando salvo excepciones, el evangelio de la prosperidad.
Es de destacar por cierto que muchos evangélicos tienen muy clara conciencia del tiempo profético y el NWO pero yerran en su enemigo, que no es la Iglesia sino la perversa masonería.
EEUU es un país que ha caído en la pura degeneración bajo el capitalismo "libre" y el progresismo, pero todo es diseñado y controlado por la elite. Si basta no más con escuchar la "música" y ver los vídeos de Lady Gaga, Britney Spears, Rihana y una larga larga lista para ver el grado de basuras con que "nos alimentan". Pocos se escandalizan de ver imagenes terribles en esos vídeos, si un padre viera lo que hay en esos vídeos, seguro que no le permitiría a sus hijos ver tales abominaciones. Ya no son implicitos como en los 60, no, ahora son abiertamente explícitos.
Arturo: El actual régimen chino de hoy, aunque se desconoce, se formó con asesoría de EEUU, sobre todo en el gobierno de Nixon.
BorrarSin lugar a duda que falta poco para que surja el anticristo, y al respecto decía ya hace más de 20 años Alice Von Heldebrand: "solo un católico estúpido puede ser optimista" pensando que esto podía cambiar para bien. Por supuesto que no descartamos con esto la esperanza que es otra cuestión.
Con respecto a los evangélicos, antes me proveía de algún material de ellos pero los maneja la masonería, que a su vez son los títeres de la judería. Fíjate como siempre hacen campañas en EEUU para mandar dinero para Tierra Santa (como si lo necesitaran) No descarto que pueda haber algo de buena información no obstante.
Con respecto a los artistas... y si, cada vez se muestran más abiertamente. Beyonce es otro caso. Hay que encomendarse en Dios y Nuestra Madre celestial y ser coherentes con nuestra fe. No se puede evitar esto porque es una cuestión teológica. Pero podemos ganar la batalla más importante de nuestra existencia: salvar nuestra alma.
Comparto tu forma de ver las cosas, te agradezco toda la información que me puedas acercar.
VIVA CRISTO REY