Y para entender correctamente el término
género hay que hablar de la Perspectiva
de Género.
Perspectiva de género es una ideología,
lamentablemente predominante en las políticas mundiales, por la cual se
considera que lo femenino y masculino no está dado por la naturaleza biológica
de las personas, sino que es una construcción cultural.
Sentada la base de la antropología de este
pensamiento liberal, se concluye que la mujer desde el comienzo de la humanidad
fue privada de los derechos que le corresponden “igualitariamente” con respecto
a los hombres por una malvada interpretación de los roles sexo-específicos que
estas sociedades machistas le impusieron.
Esta concepción que tiene sus bases en la
lucha de clases de Marx, se apoya en la afirmación de Engels que dice que la
primera lucha de clases es la de las mujeres por los hombres en el matrimonio monógamo.
Estas ideas se empezaron a oficializar ya en
la conferencia Mundial de las Naciones Unidas Sobre la Mujer en Pekin en 1995
(aquí empieza a aparecer uno de los principales protagonistas de la subversión
de valores que estamos viviendo). La directiva de la conferencia de la ONU
emitió la siguiente definición: "El
género se refiere a las relaciones entre mujeres y hombres basadas en roles
definidos socialmente que se asignan a uno u otro sexo". Por lo que la
palabra sexo debe evolucionar para transformarse en género que es más acorde a
la nueva realidad que implica que los roles masculino y femenino son solo
construcciones sociales y por lo tanto sujetas a cambio.
Para las feministas de género la sexualidad
debe ser polimorfa ya que ellas sostienen que la atracción por el sexo opuesto
no es natural sino impuesta por la sociedad. De esta conclusión estas personas
determinan 5 sexos diferentes, a saber: mujer heterosexual, mujer homosexual,
hombre heterosexual, hombre homosexual y hombre o mujer bisexual. Hoy en día se
le agregaron muchas otras categorías como transexual, pansexual, intersexual y
vaya saber cuantas categorías más van a agregarse de acuerdo a la preferencia
sexual caprichosa de cada uno. Aunque parezca extremo o gracioso en un futuro
no muy lejano al que le guste tener relaciones con su perro va a querer hacer
de la zoofilia otra categoría sexual aceptada más, de hecho ya feministas
extremas como Amelia Valcárcel, planteaban en los ’70 a esta, como una
posibilidad válida ya que se viene observando desde el principio de la
existencia del hombre. Pero, si consideramos que lo habitual es normal, podemos
llegar a aceptar cualquier tipo de perversión porque en la realidad se
practican, y de hecho hoy quieren legislar sobre muchas conductas perversas con
el pretexto que se dan lo mismo en la sociedad, cuando tienen que ser
desalentadas por ser nocivas, o penalizadas, como por ejemplo el consumo de
drogas que hoy se quiere legalizar en el mundo entero.
Esta
perspectiva si bien empezó a alcanzar su apogeo a partir de los últimos años
del siglo XX, tiene sus orígenes en el feminismo que se empezó a dar más
ferozmente, a mediados de ese mismo siglo. Así el feminismo de género considera
que el marxismo se queda corto en mencionar al matrimonio monógamo como causa
de la opresión de las mujeres por los hombres, sino que se debe atacar a la
familia que es la causante principal de estas desigualdades.
Hoy vemos plasmadas en la reforma del Código
Civil, impulsada por la presidente argentina, estos supuestos que avanzan en lo
que en la práctica va a significar otro importante paso en el deterioro de la
familia, basada como corresponde en el matrimonio entre varón y mujer. Así la
propuesta de la presidencia incluye, la desaparición del deber de fidelidad de
los cónyuges, la legalización de la homoparentalidad que implica que los niños
tengan dos padres o dos madres según el capricho de estos sin importar el
derecho preferente que tienen los infantes a que la ley procure su bienestar;
la inclusión del divorcio Express que elimina plazos y las causales para
solicitarlo, entre otras propuestas contrarias a la moral que no vienen al caso
en este tema.
Consecuencia de estas políticas, que no son
argentinas sino mundiales, hacen que el feminismo de género tenga como principales
objetivo:
-la
anticoncepción, esterilización y el aborto legal y gratuito para conseguir que
la mujer deje de ser una persona frustrada condenada a ser ama de casa y madre
sin “autorrealizarse”;
-
la difusión de la perspectiva de género en todos los medios de comunicación;
-
la educación infantil prescindiendo de estereotipos masculinos o femeninos, aun
en contra de la voluntad de los padres;
-
la unión de personas del mismo sexo y adopción de niños por las mismas como
medio de conseguir derechos igualitarios.
-La
promoción de conductas sexuales promiscuas para (supuestamente) terminar con la
hipocresía masculina en estas cuestiones e igualar derechos al goce venéreo.
Estas modernas concepciones igualitarias,
parten de la errónea base de considerar que hay que aplicar iguales derechos a
diferentes situaciones y traen como consecuencia, la pérdida de la armonía en
las relaciones humanas, proponiendo en cambio la confrontación. También
conllevan la pérdida de identidad para los niños por medio de adoctrinamiento
asumido por los Estados, supliendo el rol y derecho que les corresponde a los
padres en su Patria Potestad y por sobre todas las cosas la idea egoísta de
considerar felicidad a conductas hedonistas que consideran que las otras
personas son solo medios de los que debemos servirnos para buscar nuestra
satisfacción y realización. No como el amor oblativo sino únicamente en el amor
considerado desde el punto de vista del eros exclusivamente, o sea un amor
egoísta.
Las evidentes diferencias psicológicas y
físicas que existen entre uno y otro sexo no hacen sino enriquecer las
relaciones humanas entre ambos y contribuyen a la sana formación de las
familias que son el pilar fundamental de cualquier sociedad organizada y
pacífica. Las distintas características de uno y otro sexo no implica que la
mujer sea inferior al hombre, sino distinta.
Lo cierto es que Dios en su infinita
sabiduría le dio a la mujer la posibilidad y responsabilidad de ser transmisora
de vida y de valores. Y como ejemplo de ser humano, nos dio precisamente a una
mujer, la Santísima Virgen María, Reina y Madre de Cielo y Tierra. Nuestra
Señora no solo es modelo de mujer sino para toda la humanidad. Ejemplo de
generosidad, humildad, templanza, servicio incondicional y amor. Pero esto no
es bueno para estas personas sino más bien un engaño para promover la sumisión
femenina. Por eso las feministas de género proponen la deconstrucción de la
religión ya que consideran que esta solo es un invento para oprimir a las
mujeres. Y la verdad no es relativa como se nos quiere mostrar, no hay tantas
verdades como personas, la verdad es objetiva y para quienes somos cristianos
esta encarnada en Jesucristo mismo.
Confiemos en esa verdad transmitida por la
única Iglesia fundada por Cristo, la Católica Apostólica Romana, que es la
única que puede hacernos libres.
Augusto
TorchSon
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
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