martes, 14 de mayo de 2013

PERSPECTIVA DE GÉNERO: OTRO ENGAÑO DE LA ONU - Por Augusto TorchSon

  Hoy escuchamos hasta el hartazgo el termino GÉNERO, y siempre en la defensa de las mujeres frente a los hombres o de los homosexuales frente a los heterosexuales.

  Y para entender correctamente el término género  hay que hablar de la Perspectiva de Género.

  Perspectiva de género es una ideología, lamentablemente predominante en las políticas mundiales, por la cual se considera que lo femenino y masculino no está dado por la naturaleza biológica de las personas, sino que es una construcción cultural.

  Sentada la base de la antropología de este pensamiento liberal, se concluye que la mujer desde el comienzo de la humanidad fue privada de los derechos que le corresponden “igualitariamente” con respecto a los hombres por una malvada interpretación de los roles sexo-específicos que estas sociedades machistas le impusieron.

  Esta concepción que tiene sus bases en la lucha de clases de Marx, se apoya en la afirmación de Engels que dice que la primera lucha de clases es la de las mujeres por los hombres en el matrimonio monógamo.

  Estas ideas se empezaron a oficializar ya en la conferencia Mundial de las Naciones Unidas Sobre la Mujer en Pekin en 1995 (aquí empieza a aparecer uno de los principales protagonistas de la subversión de valores que estamos viviendo). La directiva de la conferencia de la ONU emitió la siguiente definición:   "El género se refiere a las relaciones entre mujeres y hombres basadas en roles definidos socialmente que se asignan a uno u otro sexo". Por lo que la palabra sexo debe evolucionar para transformarse en género que es más acorde a la nueva realidad que implica que los roles masculino y femenino son solo construcciones sociales y por lo tanto sujetas a cambio.
  Para las feministas de género la sexualidad debe ser polimorfa ya que ellas sostienen que la atracción por el sexo opuesto no es natural sino impuesta por la sociedad. De esta conclusión estas personas determinan 5 sexos diferentes, a saber: mujer heterosexual, mujer homosexual, hombre heterosexual, hombre homosexual y hombre o mujer bisexual. Hoy en día se le agregaron muchas otras categorías como transexual, pansexual, intersexual y vaya saber cuantas categorías más van a agregarse de acuerdo a la preferencia sexual caprichosa de cada uno. Aunque parezca extremo o gracioso en un futuro no muy lejano al que le guste tener relaciones con su perro va a querer hacer de la zoofilia otra categoría sexual aceptada más, de hecho ya feministas extremas como Amelia Valcárcel, planteaban en los ’70 a esta, como una posibilidad válida ya que se viene observando desde el principio de la existencia del hombre. Pero, si consideramos que lo habitual es normal, podemos llegar a aceptar cualquier tipo de perversión porque en la realidad se practican, y de hecho hoy quieren legislar sobre muchas conductas perversas con el pretexto que se dan lo mismo en la sociedad, cuando tienen que ser desalentadas por ser nocivas, o penalizadas, como por ejemplo el consumo de drogas que hoy se quiere legalizar en el mundo entero.

   Esta perspectiva si bien empezó a alcanzar su apogeo a partir de los últimos años del siglo XX, tiene sus orígenes en el feminismo que se empezó a dar más ferozmente, a mediados de ese mismo siglo. Así el feminismo de género considera que el marxismo se queda corto en mencionar al matrimonio monógamo como causa de la opresión de las mujeres por los hombres, sino que se debe atacar a la familia que es la causante principal de estas desigualdades.

  Hoy vemos plasmadas en la reforma del Código Civil, impulsada por la presidente argentina, estos supuestos que avanzan en lo que en la práctica va a significar otro importante paso en el deterioro de la familia, basada como corresponde en el matrimonio entre varón y mujer. Así la propuesta de la presidencia incluye, la desaparición del deber de fidelidad de los cónyuges, la legalización de la homoparentalidad que implica que los niños tengan dos padres o dos madres según el capricho de estos sin importar el derecho preferente que tienen los infantes a que la ley procure su bienestar; la inclusión del divorcio Express que elimina plazos y las causales para solicitarlo, entre otras propuestas contrarias a la moral que no vienen al caso en este tema.

  Consecuencia de estas políticas, que no son argentinas sino mundiales, hacen que el feminismo de género tenga como principales objetivo:
-la anticoncepción, esterilización y el aborto legal y gratuito para conseguir que la mujer deje de ser una persona frustrada condenada a ser ama de casa y madre sin “autorrealizarse”;
- la difusión de la perspectiva de género en todos los medios de comunicación;
- la educación infantil prescindiendo de estereotipos masculinos o femeninos, aun en contra de la voluntad de los padres;
- la unión de personas del mismo sexo y adopción de niños por las mismas como medio de conseguir derechos igualitarios.
-La promoción de conductas sexuales promiscuas para (supuestamente) terminar con la hipocresía masculina en estas cuestiones e igualar derechos al goce venéreo.

  Estas modernas concepciones igualitarias, parten de la errónea base de considerar que hay que aplicar iguales derechos a diferentes situaciones y traen como consecuencia, la pérdida de la armonía en las relaciones humanas, proponiendo en cambio la confrontación. También conllevan la pérdida de identidad para los niños por medio de adoctrinamiento asumido por los Estados, supliendo el rol y derecho que les corresponde a los padres en su Patria Potestad y por sobre todas las cosas la idea egoísta de considerar felicidad a conductas hedonistas que consideran que las otras personas son solo medios de los que debemos servirnos para buscar nuestra satisfacción y realización. No como el amor oblativo sino únicamente en el amor considerado desde el punto de vista del eros exclusivamente, o sea un amor egoísta.

  Las evidentes diferencias psicológicas y físicas que existen entre uno y otro sexo no hacen sino enriquecer las relaciones humanas entre ambos y contribuyen a la sana formación de las familias que son el pilar fundamental de cualquier sociedad organizada y pacífica. Las distintas características de uno y otro sexo no implica que la mujer sea inferior al hombre, sino distinta.

  Lo cierto es que Dios en su infinita sabiduría le dio a la mujer la posibilidad y responsabilidad de ser transmisora de vida y de valores. Y como ejemplo de ser humano, nos dio precisamente a una mujer, la Santísima Virgen María, Reina y Madre de Cielo y Tierra. Nuestra Señora no solo es modelo de mujer sino para toda la humanidad. Ejemplo de generosidad, humildad, templanza, servicio incondicional y amor. Pero esto no es bueno para estas personas sino más bien un engaño para promover la sumisión femenina. Por eso las feministas de género proponen la deconstrucción de la religión ya que consideran que esta solo es un invento para oprimir a las mujeres. Y la verdad no es relativa como se nos quiere mostrar, no hay tantas verdades como personas, la verdad es objetiva y para quienes somos cristianos esta encarnada en Jesucristo mismo.

  Confiemos en esa verdad transmitida por la única Iglesia fundada por Cristo, la Católica Apostólica Romana, que es la única que puede hacernos libres. 

Augusto TorchSon

Nacionalismo Católico San Juan Bautista

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