El
modo de hablar del Papa Francisco es probablemente uno de sus rasgos más
originales. Es sencillo, comprensible, comunicativo. Tiene la apariencia de la
improvisación, pero en realidad está cuidadosamente estudiado, tanto en la
invención de las fórmulas – la
"burbuja de jabón" con la que en Lampedusa ha representado el egoísmo
de los modernos Herodes – como en los fundamentos de la fe cristiana que él más
ama repetir y que se condensan en un consolador "todo es gracia", la
gracia de Dios que sin cesar perdona, aunque todos sigamos siendo pecadores.
Pero
además de las cosas dichas están las que han sido deliberadamente calladas. No
puede ser casualidad que tras ciento veinte días de pontificado no hayan salido
aún de los labios de Francisco las palabras aborto, eutanasia, matrimonio
homosexual.
Papa
Bergoglio ha conseguido esquivarlas incluso en la jornada que ha dedicado a la
"Evangelium vitae", la tremenda encíclica publicada por Juan Pablo II
en 1995, en el momento culminante de su épica batalla en defensa de la vida
"desde la concepción a la muerte natural".
Karol
Wojtyla y, después de él, Benedicto XVI se dedicaron incansablemente en primera
persona a hacer frente al desafío histórico que representa la hodierna
ideología del nacer y el morir, como también la disolución de la dualidad
“criatural” entre hombre y mujer. Bergoglio no. Parece ya comprobado que ha
decidido callar sobre estos temas que atañen la esfera política de todo
Occidente, incluida América Latina, convencido de que dichas intervenciones no
son competencia del Papa sino de los obispos de cada nación. A los italianos se
lo dijo con palabras inequívocas: "El diálogo con las instituciones
políticas es cosa vuestra".
El
riesgo de esta división de las tareas es alto para el mismo Francisco dado el
juicio poco halagador que parece tener sobre la calidad media de los obispos
del mundo, pero es un riesgo que quiere correr. Su silencio es otro de los
factores que explican la benevolencia de la opinión pública laica respecto a
él.
Fuente:
Chiesa.
Comentario
Druídico (autor de la página): Hace pocos meses en estas misma web se escribió,
con motivo de su elección: "Famoso por la inconsistencia (a veces
ininteligibilidad de sus alocuciones y homilías), dado al uso de expresiones
vulgares, demagógicas y ambiguas, su magisterio no puede decirse que sea
heterodoxo sino inexistente por lo confuso". (...) Esta elección es
incomprensible: no es políglota, no tiene experiencia curial, no brilla por su
santidad, es flojo en doctrina y liturgia, no ha combatido ni el aborto ni el
matrimonio homosexual, no tiene modales para honrar el Solio Pontificio. Nunca
se ha jugado por nada más allá de permanecer en posiciones de poder."
Debemos
una vez más disentir con un ilustre pensador español: Bergoglio No ha muerto.
Visto
en: http://panoramacatolico.info
Nota de NCSJB: Elaboradísimas “improvisaciones”
carentes completamente de definiciones o conceptos, preocupantemente en sintonía
con la imposición de una religión universal propuesta por la ONU (necesaria
para la aparición del anticristo) y el naturalismo y humanismo impulsado por la
masonería. ¿Son estas sus intenciones? Las intenciones no se juzgan, los hechos
hablan por sí mismos.
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
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