José
de San Martín nació en Yapeyú, Corrientes, el 25 de febrero de 1778, de padre
español y militar, que en ese entonces era gobernador del mencionado pueblo; y
de madre de la misma procedencia, que ya habitaba nuestro suelo desde ya varios
años antes, Teniente Juan de San Martin, y Gregoria Matorras respectivamente.
Transcurrió sus primeros 5 años de vida entre los indios de la misión. Se
traslado a Bs As junto a su familia porque su padre fue emcomendado a una nueva
misión, allí estuvieron durante un corto tiempo ya que en 1783 viajaron rumbo a
España, donde él vivió por más de dos décadas; ingresó a la carrera militar
como cadete en el Regimiento de Murcia en el año 1789 y tuvo su bautismo de
fuego en el combate de Oran en 1791. En 1793 lo ascendieron a Subteniente, se
desempeño con creces en el Ejercito Español, durante las guerras
internacionales que tuvo ese país a fines del siglo XVIII, y también en la
defensa del mismo contra las invasiones napoleónicas. Pidió la baja en 1811
como teniente coronel de caballería. Había servido a España durante 22 años.
Regreso a la Argentina el 9 de marzo de 1812
para luchar por la emancipación, deseo que había ganado desde hace años su
pensamiento, y su corazón.
Se presento ante el Triunvirato que lo
confirmo en su grado y lo autorizo para formar una nueva unidad militar, a la
cual llamo Granaderos a Caballo, seleccionando hombres capacitados para formar
parte de sus filas. Tuvieron su primer combate el 3 de febrero de 1813 en San
Lorenzo (Santa Fe), venciendo a las fuerzas realistas que habían remontado el Paraná
en busca de provisiones.
El General San Martin hasta ese entonces ya había
contraído matrimonio con María Remedios de Escalada, y como militar lograba su
ascenso a Coronel.
En 1813, luego de que los realistas vencieron
a Belgrano en Vilcapugio, San Martin tomo el mando del Ejercito del Norte, y
creo en Tucumán una escuela de entrenamiento militar, donde instruyo a
militares y civiles a un nivel profesional nunca antes conocido en nuestro
País.
Hasta 1815 las fuerzas patrióticas de Bs As habían
fallado en tres intentos de llevar la campaña libertadora a Bolivia, y de allí
a Perú. Esta situación convenció a San Martin de que la victoria sobre los
realistas no se lograría abriéndose paso directamente por Bolivia hacia Perú, y
que la única forma de obtener la independencia seria cruzando los Andes, para
liberar a Chile, luego usarlo como base de operaciones, para organizar una
flota y transportar un ejército Argentino-Chileno hacia Lima, que destruyera el
centro de poder español allí instalado, mientras los Ponchos Colorados del General
Güemes podrían defender la frontera del norte del país contra cualquier invasión
realista y esté listo para contraatacar hacia el norte si esto se requiriese.
En 1814, siendo nombrado gobernador de Cuyo, comenzó
a organizar el ejercito de los Andes, en el actual territorio de Mendoza;
mientras hasta ese entonces había ocurrido la reconquista española de Chile, de
donde millones de soldados de O Higgins y Carreras (enfrentados, y cada uno con
sus propios hombres) pasaron hacia Cuyo. San Martin eligió al primero para que
lo ayudase en la campaña.
El Libertador intervino activamente en la
vida política de Cuyo y del nuestro País. Un ejemplo de ello fue que en 1816
presiono muchísimo para que en el congreso que iba a llevarse a cabo en Tucumán
se declarase la independencia Argentina, y así fue. Para comenzar con la
campaña emancipadora, San Martin recibió la generosa ayuda y colaboración de
todos los habitantes de la región de Cuyo y otras localidades, fuese poco o
mucho, material o de servicio, y de esa forma, parte del pueblo Argentino demostró
su patriotismo y adhesión a la causa Libertadora.
A comienzos de 1817, el Libertador y su ejército
comenzaron a cruzar la Cordillera de Los Andes, marchando en dos columnas
principales que se internaron por el paso de Uspallata y el de Los Patos, y las
fuerzas auxiliares, por el norte y por el sur.
El General San Martin derroto a las fuerzas
realistas que estaban al mando de Marco del Pont, el 12 de febrero en la
batalla de Chacabuco, asegurándose con esta victoria la independencia de Chile.
Designo a O`Higgins como Director supremo de ese país, y mientras las campañas
contra las fuerzas españolas continuaban, realizo un fugaz viaje a Bs As para
organizar una invasión conjunta de Argentina y Chile al Perú, en el cual hubieron
demoras. Aprovechó esta situación el ejercito Realista para penetrar por el sur
de Chile (Talcahuano) dirigiéndose hacia Santiago (Capital) y vencieron a las
tropas de San Martin en Cancha Rayada, pero esta victoria se vio totalmente
opacada el 5 de abril de 1818, cuando San Martin y sus hombres vencieron a las
fuerzas realistas en Maipú, asegurando definitivamente la emancipación del
vecino país.
A pesar de no contar con el apoyo del
Gobierno nacional por conflictos internos y guerras civiles, negándose a
participar de estos, ya que tenia ordenes de Rondeau (en ese momento, Director
Supremo) de regresar al país para terminar con las revueltas internas, partió
hacia Perú el 20 de agosto de 1820, y desembarco junto a su ejército en Pisco, el
12 de septiembre del mismo año, se trasladaron en la flota adquirida por los
gobiernos de Argentina y Chile, que estaban al mando de Lord Cochrane.
Comenzó a organizar un ejército
Argentino-Chileno-Peruano, para completar la liberación de América del Sur,
expulsando al último baluarte de las fuerzas realistas en el Perú.
A mediados del año 1821 logra ingresar a Lima
y declara la independencia de Perú, luego de obligar a los realistas a
refugiarse en las sierras. San Martin se convirtió en el Protector del Perú,
con plena autoridad civil y militar.
El Libertador envió tropas para ayudar a Simón
Bolivar a liberar Ecuador. La entrevista entre ambos se dio recién en julio de
1822, en el puerto de Guayaquil, ya que a esa altura se la consideraba
necesaria. Después de eso San Martin regreso a Lima y renuncio a su cargo ante
el congreso en septiembre, luego de haber delegado el mando de sus tropas a
Bolivar para finalizar la campaña emancipadora.
Regresa a Chile hasta enero de 1823 y de ahí
se dirigió a su hogar en Mendoza. Le fue negada por Rivadavia la autorización
para ingresar a Bs As a pesar de la agonía de su esposa. Logro entrar en esa
ciudad luego del fallecimiento de esta e inmediatamente se embarcó hacia Bélgica
con su hija Mercedes. Regresó a Bs As en febrero de 1829 pero no desembarco al
haberse enterado del fusilamiento de Manuel Dorrego, y la gravedad del conflicto
civil en el cual estaba sumido el país en su totalidad; recibió visitas de
renombre, como la de Juan Lavalle.
Partió desde Bs As convencido de que el
enfrentamiento social solo terminaría cuando uno de los bandos elimine al otro
en un gran derramamiento de sangre, en el cual se negaba rotundamente a
participar, ya que esto significaba una matanza entre paisanos.
Se instalo en Francia, en Boulogne-sur-Mer
donde vivió hasta el día de su muerte, el 17 de agosto de 1850.En su testamento
legó su sable a Rosas, ya que consideraba que éste selló su lucha por la
independencia al defender la soberanía Argentina frente a las potencias extranjeras
que querían demostrar su poderío colonialista y someter a nuestro país a sus
humillantes pretensiones.
¡Que
Dios tenga en su Santa Gloria al General don José de San Martin, Padre de Nuestra
Gloriosa Patria Argentina, y del resto de América del Sur!
Preservemos
en ejemplo de su magnífica obra. ¡Viva el Libertador!
Esteban
Coronel
Nacionalismo Católico
San Juan Bautista
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