Milán,
3 de junio de 1989. Primer sábado y fiesta del Corazón Inmaculado de María.
…Ha llegado el tiempo en el cual mi Corazón
Inmaculado debe ser glorificado por la Iglesia y por toda la humanidad.
Porque en estos tiempos de la apostasía, de
la purificación y de la gran tribulación, mi Corazón Inmaculado es el único
refugio y el camino que os conduce al Dios de la salvación y de la paz.
Sobre todo, mi Corazón Inmaculado se vuelve
hoy el signo de mi segura victoria en la gran lucha que se combate entre los
seguidores del enorme Dragón Rojo y los seguidores de la Mujer vestida del Sol.
En esta terrible lucha sube del mar, en ayuda del Dragón, “una bestia semejante
a una pantera”. Si el Dragón Rojo es el ateísmo marxista, la bestia negra es la
Masonería.
El Dragón se manifiesta en el vigor de su
potencia; la bestia negra, en cambio, obra en la sombra, se esconde, se oculta,
para introducirse por este medio en todas partes.
Tiene las garras de oso y la boca de un león,
porque obra por doquier con la astucia y con los medios de comunicación social,
es decir, con la propaganda.
Las siete cabezas indican las varias logias
masónicas que obran en todas partes de una manera solapada y peligrosa.
Esta
bestia negra tiene diez cuernos y sobre los cuernos diez diademas, que son
dignos de dominio y de realeza. La masonería domina y gobierna en todo el mundo
por medio de los diez cuernos.
El cuerno, en el mundo bíblico, siempre ha
sido un instrumento de amplificación, un modo de hacer escuchar más fuertemente
la propia voz, un importante medio de comunicación.
…el objetivo de la masonería no es el de
negar a Dios, sino el de blasfemarlo…
La mayor de las Blasfemias es la de negar el
culto debido solo a Dios para darlo a las criaturas y al mismo Satanás. He aquí
porque en estos tiempos, tras la perversa acción de la masonería se difunden
por doquier misas negras y el culto satánico.
Además, la masonería obra, con todos los
medios, para impedir que las almas se salven y de este modo quiere volver
inútil la Obra de Redención llevada a cabo por Cristo.
Si el Señor ha comunicado su Ley con los diez
Mandamientos, la masonería difunde por todas partes, con la potencia de sus
diez cuernos, una ley que es completamente opuesta a la de Dios.
Al mandamiento del Señor: “No tendrás otro
Dios más que a Mí”, aquella construye otros falsos ídolos, frente a los cuales,
hoy muchos se postran en oración (sectas).
Al mandamiento: “No tomaras el nombre de Dios
en vano”, aquella se opone con las blasfemias contra Dios y su Cristo, de
muchas maneras engañosas y diabólicas, hasta reducir a una marca comercial
indecorosa su Nombre y hacer películas sacrílegas sobre su vida y su divina
Persona.
Al mandamiento: “Santificaras las fiestas”,
aquella transforma el domingo en week end, en el día del deporte, de las
competiciones, de los juegos, de las diversiones.
Al mandamiento: “Honraras a tu padre y a tu
madre”, aquella contrapone un modelo nuevo de familia fundado sobre la
convivencia incluso de homosexuales.
Al mandamiento: “No mataras”, aquella ha
logrado legitimar en todas ÷partes el aborto, hacer aceptar la eutanasia, hacer
casi desaparecer el respeto debido al valor de la vida humana.
Al mandamiento: “No cometerás actos impuros”,
aquella justifica, exalta y hace propaganda de toda forma de impureza, hasta
llegar a la justificación de los actos contra natura.
Al mandamiento: “No robarás”, ella obra para
que se difundan más los hurtos, la violencia, los secuestros, las rapiñas.
Al mandamiento: “No darás falso testimonio ni
mentiras”, aquella obra para que se propague cada vez más la ley del engaño, de
la mentira, de la doblez.
Al mandamiento: “No desearas los bienes
ajenos y a la mujer de tu prójimo”, actúa para corromper lo más profundo de la
conciencia, engañando la mente y el corazón del hombre.
De esta manera, las almas son impulsadas por
el camino perverso y malo de la desobediencia a la ley del Señor y sumergidas
en el pecado y así se les impide recibir el Don de la Gracia y de la Vida de
Dios.
A las Siete Virtudes teologales y cardinales,
que son el fruto de vivir en Gracia de Dios, la masonería opone la difusión de
los siete vicios capitales, que son el fruto de vivir habitualmente en estado
de pecado.
A la fe, aquella opone la soberbia; a la
esperanza, la lujuria; a la caridad, la avaricia; a la prudencia, la ira; a la
fortaleza, la pereza; a la justicia, la envidia; a la templanza, la gula.
Aquel que llega a ser víctima de los siete
vicios capitales es conducido gradualmente a abandonar el culto debido al único
Dios, para darlo a falsas divinidades, que son la personificación misma de
todos estos vicios. En esto consiste la blasfemia más grande y horrible…
He aquí porque sobre cada cabeza de la bestia
hay escrito un titulo blasfemo. Cada logia masónica tiene la tarea de hacer
adorar una divinidad distinta.
La primera cabeza lleva el título blasfemo de
la soberbia que se opone a la virtud de la fe y conduce a dar culto al dios de
la razón humana y del orgullo, de la técnica y del progreso.
La segunda cabeza lleva el título blasfemo de
la lujuria, que se opone a la virtud de la esperanza, y llevar a dar culto al
dios de la sensualidad y de la impureza.
La tercera cabeza lleva el título blasfemo de
la avaricia que se opone a la virtud de la caridad, y difunde por doquier el
culto al dios del dinero.
La cuarta cabeza lleva el título blasfemo de
la ira, que se opone a la virtud de la prudencia, y conduce a dar culto al dios
de la discordia y de la división.
La quinta cabeza lleva el título blasfemo de
la acidia (o pereza espiritual), que se opone a la virtud de la fortaleza, y
difunde el culto al ídolo del miedo de la opinión pública y de la explotación
del prójimo.
La sexta cabeza lleva el título blasfemo de
la envidia, que se opone a la virtud de la justicia, y lleva a dar culto al
ídolo de la violencia y de la guerra.
La séptima cabeza lleva el título blasfemo de
la gula, que se opone a la virtud de la templanza, y conduce a dar culto al
ídolo tan exaltado del hedonismo, del materialismo, del placer…
En mi Corazón Inmaculado se delinea la
táctica usada por vuestra Madre Celeste para contraatacar y vencer la astuta
trama usada por la bestia negra.
Es por esto que formo a todos mis hijos en la
observancia de los diez Mandamientos de Dios: a vivir al pie de la letra el
Evangelio; a recibir con frecuencia los sacramentos, especialmente la
Penitencia y la Comunión Eucarística, como auxilios necesarios para vivir en
gracia de Dios; para ejercitar de una manera fuerte las virtudes y para andar
siempre por el camino del bien, del amor, de la pureza y de la santidad.
De ese modo, me sirvo de vosotros, pequeños
hijos que os habéis consagrado a Mí, para desenmascarar todas estas insidias
disimuladas que la bestia negra os tiende y, en fin, anular el gran ataque que
la masonería hoy, ha desencadenado contra Cristo y su Iglesia. Y al final,
sobre todo, con su mayor derrota, aparecerá en todo su esplendor el triunfo de
mi Corazón Inmaculado en el mundo.
GUILLERMO
P. WALLACE – La bestia semejante a una pantera. Mundo Editorial 2011. Pags.
119-125
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Dicho mensaje y tales aclaraciones de los simbolos del apokalipsis no se condicen con la exegesis de los santos padres y exegetas a travez de los siglos. Vosotros direis que son aseveraciones acertadas, pueden serlo en algunos casos pero aun asi el tema de los cuernos como medio de amplificacion no es correcto.
ResponderBorrarYo no encuentro contradicción más allá de otras posibles interpretaciones. Me parecería bueno de todos modos que ofrezcas las que dices son correctas para poder tener mejores elementos de juicio. Desde ya gracias.
BorrarSaludos en Cristo, María y la Patria.