Nota
de NCSJB: Al igual que los protocolos de los Sabios de Sion, estos escritos
podrán se cuestionados en su origen pero de ninguna manera se puede desconocer
cómo estos planes se fueron cumpliendo
minuciosamente, de manera que resulta más razonable creer en su veracidad que
rechazarlos. Importantísimo en los tiempos que vivimos, recomendamos no dejar
de leer este artículo.
El
Doctor Jerónimo Domínguez es un prestigioso médico español radicado en Nueva
York
. Aparte de su muy prolífero ejercicio profesional, es un laico sumamente
consagrado a actividades en la Iglesia católica, a través de los medios de
comunicación. Maneja un programa de televisión divulgado en 485 estaciones en
el mundo, y un programa de radio. Ha escrito 102 libros sobre temas religiosos.
Hace casi 40 años, escribió este artículo, el que mantiene una vigencia muy
especial para estos tiempos, y hemos creído que es pertinente para entender la
crisis actual en la Iglesia Católica.
Veamos
sus palabras:
Alguien dejó olvidado
en mi oficina médica un sobre grande, cerrado. Después de dos meses nadie lo
reclamó. Lo abrí para averiguar la identidad de su dueño. ¡Lo que encontré fue
una gran sorpresa! El Masterplan para destruir la Iglesia. Nadie firmaba, no se
daba ninguna dirección, nada más que un plan riguroso para destruir la Iglesia
de Cristo. Se dice que hay más de 1300 comunistas que se han hecho sacerdotes
católicos para destruir la Iglesia de Cristo por dentro, para horadarla desde
sus entrañas. Yo no sé si es cierto, pero lo que sí es cierto es que el
“Masterplan” es una obra maestra de increíble audacia que, si llega a
funcionar, puede resquebrajar desde sus cimientos a la Iglesia Católica.
Según el Masterplan,
la Iglesia debe estar “arruinada” para el año 1980. Me he animado a publicarlo
porque estoy seguro que ayudará a abrir los ojos a muchos sacerdotes y buenos
cristianos antes de que sea demasiado tarde. Por su gravedad y trascendencia
merece la atención de todos, en particular de la Jerarquía Eclesiástica ¡Alerta
amigo! Resumamos en grandes rasgos la estrategia del Masterplan para conseguir
sus fines
FOMENTO DE UNA
IGLESIA ECUMÉNICA UNIVERSAL
El Masterplan señala
como principio que : de todas las Iglesias que se llaman cristianas, el bloque
más firme, el que mantiene a todas, es la Santa Iglesia Católica, una vez que
ésta se tambalee, toda la cristiandad caerá por su propio peso. Hay que
quitarle el nombre de Santa, porque esto está llamando constantemente la
atención sobre Dios, es algo sagrado, y esto sobra. Y para quitarlo es fácil,
basta insistir en que una Iglesia Santa ofende a los hermanos protestantes, y
por lo tanto, los católicos no deben insistir en eso.
Y así de fácil, para
el año 1980 nadie dirá: Una, Santa, etc. Otra palabra que sobra es “Católica,”
porque está muy arraigada con la adoración a Dios, a Cristo, y a la -veneración de la- Virgen, y eso hay que
derrumbarlo. Para hacerlo bastaría sustituir “Católico” por “Universal,” al fin
y al cabo es lo mismo, parece que dice lo mismo, pero se quita el sabor sagrado
de adoración a Dios y a Cristo que lleva el nombre católico, En el año 1980
quedaría en todo el mundo así la “Iglesia Universal” con todas las iglesias
unidas, donde quedarían incluidos también los judíos, los musulmanes, hindús,
etc. El primer mandamiento de esta “Iglesia Universal,” y el único, sería:
“amar al prójimo como a ti mismo. “¡Porque este seguiría existiendo un Dios
toda bondad!
AMOR Y ADORACIÓN AL
PRÓJIMO… SIN AMOR NI ADORACIÓN A DIOS
…Siempre hay que
hacer todo en el nombre del "amor", de la "caridad". Aunque
esta palabra "caridad" también sobra, porque habla del prójimo, pero
está ligada también con el amor a Dios... Así es que nada de
"caridad", sólo "amor". Será muy fácil sustituir una
palabra por otra, porque dicen lo mismo, y además, amor es más moderna, más
inteligible al pueblo y puede unir más a todos.
Pero antes de pasar
de ahí quiero que no se me olvide lo de la palabra "piedad". El
Masterplan dice también que sobra, que hay que sustituirla por la palabra
"comprensión", ya que dice lo mismo con relación a los hombres, con
los hermanos, pero conlleva el significado de unión con Dios, con Cristo, con
la Virgen, etc. Será fácil: hay que insistir en que eso de "piedad"
suena a gente hipócrita, a gente sin carácter. Hay que decir que
"piedad" suena a vieja beata que no tiene nada que hacer y que va a
pasar el tiempo en la Iglesia.
El plan es muy
atrayente porque se hace todo en nombre de una gran causa: "del amor al
prójimo". Y con este lema, nada menos que en nombre del "amor"
se consigue fácilmente la colaboración sincera de buenos católicos, de
Sacerdotes y de Obispos, para tratar de terminar con el amor a Dios, con el
amor a la fuente de todo amor.
Todo el propósito del
Masterplan es quitar en los hombres el amor a Dios, porque, razona, el amor al
prójimo no puede existir sin una razón; el amor al prójimo no puede subsistir,
es un imposible sin la base esencial del amor a Dios. Como muy bien reconoce el
Masterplan, al final si no ama a Dios nadie va a amar
al prójimo.
¡Y puede seguir
existiendo un Dios lejano, solo bondad, incapaz de castigar! De este Dios tan
bueno que no castiga; que no puede castigar, todo el mundo se olvidará muy
pronto.
Porque del Dios que no infunde respeto, al que no se le teme, la gente
lo olvida. Esto último, repito, es el fin del plan.
El plan debe ser una
cosa sencilla, ir quitando cosas "poco importantes", con el fin de
acercarse a los no católicos, abrir las puertas de la iglesia para atraer a los
que no lo son, quitar las cosas "sin importancia" que los pueda
herir.
Insistir en todo lo
que los pueda hacer olvidar un poco de Dios, de adorar a Dios... ¡Que adoren al
hombre!
Como ven, el
Masterplan es exquisitamente diabólico, porque se basa en cosas buenas, pero su
objetivo es quitar la adoración a Dios, que se olvide el Sacrificio de
Cristo... y al derrumbar los cimientos... también el mástil de la
"hermandad" se derrumbará.
El Masterplan razona
así: una vez que haya desaparecido el amor a Dios, los hombres no se pueden
amar, sino se odiarán en nombre del amor se trata de conseguir el odio a la
esencia del amor: a Dios.
ATAQUE A LA SANTA
MISA Y A LA EUCARISTÍA
La Eucaristía es lo
central en el catolicismo, dice el Masterplan, porque es, ¡nada menos! que el
mismo Cristo Dios hecho Pan, para hacer a los hombres amor. La Misa es ¡nada
menos! que la exacta renovación incruenta del Sacrificio de la Cruz.
No se pueden quitar
de una vez, porque ningún católico lo aceptaría. Pero propone un plan de ataque
que es sutilmente diabólico.
Dejar la misa
reducida nada más que a un banquete de confraternidad.
Todo el plan consiste
en quitarle el sentido "sagrado" de ser la renovación incruenta del
Sacrificio de la
Cruz, y dejarla reducida nada más que a un banquete de confraternidad.
El Masterplan dice:
los cristianos afirman que la Misa es banquete, pues, insistamos en eso, en
sólo eso, en que es un banquete de hermanos.
Para ello propone
muchos detalles. Cada uno de ellos parece que no le quita nada a la Misa, dice
el Masterplan, pero todos en conjunto la convertirán en banquete de
"hermanos", y cuando el Sacrificio del Calvario desaparezca de la
Santa Misa, la hermandad desaparecerá, como se derrumbaría un mástil al que se
le quita el cimiento… insistir en el elemento de hermandad, de comunión, de reunión
de hermanos... y continúa con ironía diciendo: ¡Dejad que los
"hermanos" se reúnan y se "amen"; en cuanto les falte lo sagrado,
esos "hermanos" van a terminar discutiendo, y van a terminar por
pelearse "¡hermanalmente!".
Insistir poco a poco
en lo del banquete. Sugerir que se pongan mesas en las Iglesias, para que los
cristianos se junten como en mesas de comer, lo mismo que Cristo y los Apóstoles
se sentaron en una mesa. Esto será el punto final, dice el Masterplan, y así Cristo
estará fuera, serán sólo los "hermanos" sentados en confraternidad.
El sacerdote se sentará en una mesa, como otro hermano. Será en definitiva
reunión de hermanos, pero no adoración a Dios, no acción de gracias a Dios. Se
conseguirá un banquete de "hermanos", pero se olvidarán
del Sacrificio de
Cristo. Se usará pan corriente, el que sobre se tirará a la basura como otro
pan cualquiera, ¡o que se dé a los perros!
Que Dios no sea el
Centro de la Misa, sino el hombre. Entonces, para conseguir que Cristo-Dios no
sea el centro de la Eucaristía, se debe resaltar en que la Eucaristía es una
cena de confraternidad, un banquete de comunión de los cristianos, donde se
reúnen para amarse.
Que el sacerdote mire
a la gente. Esto se aceptará fácil, dice el Masterplan, ¡no puede ser que el
sacerdote dé la espalda a los feligreses! Con esto tan sencillo el Masterplan pretende
conseguir cosas importantes: La primera es que Dios no sea el Centro de la
Misa, sino los hombres. Que el sacerdote no mire a Dios, sino a los hombres.
El sacerdote no daba
la espalda a los cristianos, sino la cara a Dios, como hacemos todos los
cristianos: el que está sentado en la segunda fila no da la espalda al que está
en la tercera fila, sino que da la cara a Dios.
Que no se recuerde
que la Santa Misa es la renovación incruenta del Santo Sacrificio de la Cruz. El caso es que el
Sacrificio del Calvario quede reducido a lo menos posible, que esto no sea lo
central. Que se digan muchos sermones, que se cante mucho, que se saluden los
hermanos, que se pida perdón...
Quitar de la Sta.
Misa todo lo que suene a "sagrado". El Masterplan ofrece
mil detalles que parecen "sin importancia", pero, razona el
Masterplan, ayudarán en conjunto a quitarle el sentido "sagrado" de
la Eucaristía. Lo primero, cosas sencillas, y que son razonables: que se diga
en el idioma de cada uno, para se entiendan mejor en el banquete. Con ello dice
el Masterplan, se consigue quitar un poco el misterio misterioso, lo sagrado de
la Santa Misa.
Un pre-requisito
esencial para decir la Santa Misa es que el sacerdote tenga un Crucifijo. Pero
ahora resulta que al mirar el sacerdote al público, el Crucifijo mira al sacerdote,
pero da la espalda a los cristianos. Así que se terminará por quitar el
Crucifijo del Altar.
En el Altar siempre
había reliquias de un Santo. Ahora no se necesita; sólo una simple mesa de
madera, ¡o de lo que sea! Porque es un banquete… Que en la Eucaristía
no se acepte la presencia real y adorable del cuerpo y la sangre de Cristo.
Esto se consigue poco
a poco, imperceptiblemente, con cosas como las siguientes: La Comunión de pie y
en la mano Que la gente no se arrodille para recibir la Comunión, por ejemplo,
insistiendo en que es una comida y hay que hacerla de forma natural.
Tomar la Comunión con
la mano ayudaría a quitarle también ese sentido misterioso, divino, sagrado...
es una comida... sólo a los niños les ponen la comida en la boca... y que se
use pan corriente, sin misterios, que nada suene a sagrado, sino natural, que
se coma, que se mastique... que se haga como en la Ultima Cena de Cristo… pero el fin es tratar de quitarle importancia
a la Eucaristía.
¡El Sagrario... fuera
del Centro! El Sagrario es un problema ahora. Porque al mirar el sacerdote al
público le está dando la espalda al Sagrario. Por lo tanto será mejor quitar el
Sagrario del Centro de la Iglesia, ponerlo a un lado, y así el sacerdote no le
dará la espalda durante la Misa. Con eso, dice el Masterplan, quitaremos los
Sagrarios del Centro de la Iglesia. ¡Esto será un gran paso...!
Eliminar Exposiciones
del Santísimo y hacer misas en las casas. Propone que se eliminen las
exposiciones del Santísimo porque ahí no hay "banquete" de
"hermanos"…
Manipulación de las
Hostias. Así propone que no se use Patena para distribuir la Comunión porque,
explica hay que decir que si se caen partículas de la Hostia, no importa, Dios
está en todas partes, al fin y al cabo…
Que la Misa se
parezca lo más posible a los servicios de los protestantes. Insistir en el amor a
los "hermanos" protestantes, dice el Masterplan. Que la Misa se parezca
lo más posible a sus servicios, para así atraer mejor a los
"hermanos" protestantes a la Iglesia Católica…
ATAQUE AL SACERDOCIO
Y A LOS CLAUSTROS
¡Fuera hábitos y
sotanas!
La estrategia del
Masterplan es quitar primero de la gente las cosas externas como el que los
sacerdotes y monjas usen hábitos.
Todas estas cosas
externas parecen "sin importancia", dice el Masterplan, pero son
testimonio de vidas que constantemente se mantienen en el ambiente de Dios, de
Cristo y de la Virgen... y eso es lo primero que hay que quitar. Hace 20 años
el Masterplan planeó quitar estos hábitos porque son testigo de vidas que se
dan a Dios. Cada hábito de una monja en la calle era el grito de una vida
entregada al amor de Dios, era el grito silencioso, pero constante, de que Dios
y Cristo existen en el siglo XX, de que existen millares de personas dispuestas
a sacrificar su única vida por amor a Cristo.
El Masterplan lo
planeó bien y se siente orgulloso de haber usado nada menos que el Concilio
Vaticano II para llevarlo a cabo. El plan era empezar a decir que los hábitos
son cosas anticuadas; luego divulgar la idea de que vestidos de seglares los
sacerdotes y monjas se pueden introducir e infiltrar en ambientes no católicos,
que el hábito eran una barrera que separaba a los "hermanos" protestantes
de los católicos.
La parte final del
plan es conseguir que no existan de verdad. El Masterplan espera que la gente
se olvide de la figura del sacerdote y
de la monja. Al no verlos está seguro que la juventud va a ignorar su
existencia y al ignorar su existencia a nadie se le va ocurrir ni pensar en la
posibilidad de hacerse sacerdote o monja.
Querido sacerdote o
Monja: por favor... por amor a Dios, pónganse otra vez su sotana y su hábito.
En cada paseo que dé por la ciudad estará gritando el amor a Dios y al prójimo
cien mil veces mejor que con mil discursos o con mil "obras" de
caridad; será un testimonio viviente del amor de Cristo que sigue existiendo
realmente en la vida de ustedes. Y siéntase orgulloso de ser lo que es, y
demuestre al mundo que se siente orgulloso de serlo…
¡Que se casen los
sacerdotes y religiosos!
El otro objetivo del
Masterplan es conseguir que los sacerdotes se casen. Si los sacerdotes se casan
es lo mismo que si no hubiera sacerdotes. Dejará de existir la figura del
hombre que sacrifica toda su vida por Cristo. Cualquiera podrá ser sacerdote, y
si lo es cualquiera, es lo mismo como si no lo fuese nadie. En esto el
Masterplan ha tenido poco éxito, pero espera tenerlo en abundancia antes del
año 1990.
¡Las monjas a la
calle!
Al plan contra los
hábitos y el celibato se une el de sacar a las monjas de sus claustros.
La idea es la misma.
Insinuar que los "hermanos" de la calle las necesitan, que una
carmelita puede hacer mucho bien curando enfermos y manejando escuelas, etc.
Realmente, como pueden ver, el plan parece estupendo, cautiva al más
inteligente.
¿Quién no se va a conmover
ante una llamada urgente del amor al prójimo, de asistir al que sufre, al que
llora, al que necesita, si es el mismo Cristo el que sufre y el que llora
cuando sufre y llora el "hermano?".
El Masterplan está
teniendo gran éxito en esto. Muchas clausuras ya no son clausuras.
Estos monolitos de
amor a Dios están dejando de existir. El masterplan quiere destruirlos del
todo, porque sabe muy bien que son ¡hogueras ardientes de amor a Dios y Cristo!
Porque sabe muy bien que estas almas enterradas en vida por Cristo son el fuego
que alienta a la cristiandad. Al salir a la calle
desaparecerán esos fuertes infranqueables; al vestirse de seglares pronto se darán
cuenta de que se puede "amar" mejor al "hermano" no siendo
monja.
El Plan está
trabajando muy bien. El fin es poner al hombre en el pedestal de Dios. El
hombre es Dios.
DESTRONAMIENTO DE LA
VIRGEN MARÍA
El Masterplan dice
que es esencial destronar a la Virgen para destruir la Iglesia. Así sugiere que
se le quite el nombre de Madre de Dios, y se le llame sólo "mujer,"
que es como Cristo la llamó en la cruz. Sugiere que se diga a todos vientos lo
de "hermanos de Cristo" y de que la Virgen tuvo más hijos, quitándole
así el titulo de Virgen también. Dice que esto será fácil de meter entre la
gente sencilla, sin cultura. Sugiere que no se recen rosarios, porque eso aleja
a los "hermanos" protestantes. Que no se hagan novenas a la Virgen,
porque eso es de "beatos".
Pero la Virgen
Santísima está siendo un gran problema para el Masterplan. Tenía mil argumentos
para destronarla en el Concilio Ecuménico... pero le salieron mal las cosas.
Tenía razones: para acercar más a los "hermanos" protestantes no
insistir en la grandeza de la Virgen, no insistir en que es Madre de Dios;
basta con adorar a Cristo, lo demás no es necesario...
Iban las cosas bien
en el Concilio para el Masterplan; parecía que por primera vez en la historia
de la Iglesia, la Santísima Virgen iba a ser destronada de su lugar
privilegiado en la liturgia y en la cristiandad... pero vino el Papa Paulo VI
¡en persona! y la nombró "Madre de la Iglesia"... y el Concilio
entero respondió ensalzándola de nuevo como la Madre de Dios, reiterando su
inquebrantable veneración a tan grandiosa belleza, reafirmando todos los
grandes títulos de Madre, de Reina... y añadiendo
los de "Nuestra Abogada"... "Nuestra
Auxiliadora"..."Nuestro Socorro", y termina recomendándonos a
María "para que apoyados en su maternal protección, nos unamos más a
Jesús"... Y nos recuerda que la Virgen fue Asunta al Cielo en cuerpo y
alma, y que con su múltiple intercesión, continúa obteniéndonos los dones de la
salvación eterna, y continuará haciéndolo hasta la consumación de todos los
siglos.
Como lo del Concilio
le salió mal a este respecto el Masterplan sigue trabajando en el asunto, pero
ahora es tratando de cambiar el sentido de ciertas frases de la Sagrada Biblia.
Está tratando de publicar Biblias en que se altere el capitulo 1º de San Lucas.
¡No se ría, querido lector! Ya ha salido una Biblia católica que omite la frase
dirigida a María como la "llena de gracia", y esta Biblia está
recomendada, y tiene el "Nihil obstat", del Cardenal Patrick O'Boyle,
Arzobispo de Washington, editada en 1970…
Definitivamente la
Virgen les ha salido un "hueso" duro de roer a los planeadores del Masterplan.
En el corazón de los católicos sigue siendo la "llena de gracia", la
"bendita entre todas las mujeres", la "Madre de Dios y Madre
Nuestra"…
La Santísima Virgen
sigue estando, gracias a Dios, en el corazón de todo buen cristiano, y sigue
siendo el baluarte firme contra las asechanzas del enemigo.
DESTRUCCIÓN DE LAS
TRADICIONES Y DEVOCIONES
Dentro de la línea
del Masterplan de ir quitando las cosas externas, afirmando que son "sin
importancia," que ofenden la sensibilidad de los "hermanos" no
católicos, también hay un plan para hacer que las personas dejen de usar
medallas, los escapularios, los rosarios, etc. y que dejen de beneficiarse de
la intercesión de los santos.
El Masterplan
considera todo esto "importantísimo," porque estas cosas que parecen
sin importancia son las que mantienen en el ambiente la presencia de Dios, de
Cristo y de la Virgen... y a Ellos hay que destronarlos del ambiente. En cuanto
al escapulario y las medallas es fácil, dice el Masterplan: hay que insistir en
que son cosas de beatos, cosas externas, cosas "sin importancia",
pero que ofenden las ideas de los "hermanos" protestantes; por lo
tanto será mejor dejarlas, no usarlas, y así los protestantes se acercarán a la
Iglesia más fácilmente.
Estaba en los
primeros pasos del Master Masterplan: insistir en que sólo se debe adorar a
Dios, “no a la Virgen ni a los Santo”. El Masterplan es muy sutil en esto. Dice
que los católicos entendidos saben muy bien que la Iglesia Católica sólo adora a Dios, y que a los Santos los
venera como amigos de Dios, no se los adora. Pero que será muy fácil meter a la
gente sencilla la idea de que la Iglesia Católica adora a los Santos, ya que
los tienen en los Altares y que eso está muy mal; que sólo se debe adorar a
Dios.
En cuanto a los
Santos el Masterplan ya ha tenido éxito en muchos sitios. En la mayor parte de
las Iglesias de España ya no hay santos en los altares; en cada sitio dan una
razón distinta, pero el hecho es que los santos han desaparecido de muchas
Iglesias.
HACER OLVIDAR EL FIN
DE LA VIDA
El caso del
escapulario nos muestra el éxito del Másterplan para neutralizar los
sacramentales y las devociones, y más todavía hacer olvidar a los católicos el
fin de la vida.
El escapulario lo
trajo la Virgen en el año 1261 cuando se le apareció en Londres a San Simón
Stock, prometiéndole lo más que se puede prometer: la Virgen Santísima prometió
que el que muriera con el escapulario puesto no iría al infierno. No se puede
prometer más por hacer menos; promete el Cielo al que muera con su vestido, con
el escapulario. Es algo incomprensible, cosas de una Madre, himnos de amor.
Pero es cierto. La
Virgen lo prometió sin más condiciones, sin ninguna exigencia, sencilla,
impresionante: "el que muera con Mi escapulario irá al Cielo."
Si Kennedy y Cristóbal Colón están en el
Cielo, todo lo hicieron bien en su vida; si están en el infierno, hicieron
sencillamente el idiota en esta vida, aunque tuvieron muchos honores, muchas
riquezas y mucho poder. ¡Ganarse el Cielo es el fin de la vida de cada persona!
El que al final se
salve sabe todo, el que no, no sabe nada. Pues la Virgen María hizo el ofrecimiento
más inaudito en la historia de la humanidad: "el que muera con Mi
escapulario no irá al infierno", o lo que es lo mismo, irá al Cielo.
Más de treinta Papas
han recomendado el escapulario, lo han usado, lo han propagado con las palabras
más bonitas que el vocabulario humano permite.
Cientos de miles de
sacerdotes y Obispos lo han recomendado ardientemente por siete siglos y lo han
usado millones de católicos. Y, de repente, como por magia, hoy día nadie habla
de él. Va uno a conseguir un escapulario a las Iglesias católicas y no hay; los
Carmelitas tampoco tienen escapularios, ni siquiera se molestan en hacerlos…
Y, sin embargo, el
escapulario sigue siendo el arma sencilla de Nuestra Madre, el mimo más
cariñoso de la Virgen para sus hijos.
¡Querido amigo
católico!: ¿quieres ir al Cielo? Pues bien fácil:¡Muere con el escapulario; usa
el escapulario! Te lo dice tu Madre, la Virgen María, la Madre de Dios; te lo
dicen más de treinta Papas, incluido el actual Paulo VI. (refiérase al año en
que fue escrito el original)
LOS EJECUTORES DEL MASTERPLAN
Quizás ahora, querido
amigo, se percate de la trascendencia incalculable de este plan. Estoy seguro que
según ha ido conociendo los detalles se habrá dado cuenta de que es sencillamente
diabólico, que conduce a destronar a Cristo y a la destrucción de la Iglesia de
Cristo, en definitiva.
Es un plan que dura
25 años, en el que dice, hay que tener paciencia, constancia y, sobre todo,
conseguir la colaboración de los Obispos, de los Sacerdotes y de los buenos católicos.
Los ejecutores del
Masterplan serían los reales católicos que se dejan engañar, los buenos Obispos
y los buenos sacerdotes y las buenas monjas de verdad que se dejan engañar por
el "slogan" de "amor al prójimo".
Tú y yo, querido
amigo católico, son los que quiere usar el Masterplan para llevar a cabo sus
objetivos. A ti y a mí nos quieren embaucar con medias verdades que son las peores
mentiras, para que implantemos en el mundo amor al prójimo, sin el amor a Dios.
A tí y a mí nos quieren usar para suplantar a Dios por el hombre; para que se adore
al hombre y se olvide a Dios; para que se ame a la mujer y se olvide a la
Virgen.
Todo con la esperanza
de que, faltando el amor a Dios, se destruirá el amor al prójimo y se hundirá
la Iglesia de Cristo.
Te dirán que se puede ser Masón y Católico a la vez;
¡mentira, no les hagas caso!
Te dirán que se puede
ser Católico y a la vez espiritista; ¡mentira, te están engañando! Yo conozco a muchos
que ya se han dejado engañar en esto.
Te dirán que Cristo
es bueno, pero que los sacerdotes y la Iglesia no los son; ¡mentira disfrazada!
¡Es una media verdad... que es la mentira más mala!
Ya nos previno Cristo
que los hijos de las tinieblas son más audaces que los hijos de la luz. En
ocasiones muchos hijos de la luz se han dejado engañar por los hijos de las
tinieblas. ¡Alerta, amigo, no te dejes tú engañar!
Pero Cristo también
nos dijo que estaría con su Iglesia hasta la consumación de los siglos, y que
las puertas del Infierno no prevalecerán contra Ella... y que el cielo y la
tierra pasarán, pero "Mis palabras no pasarán."
Así es que
¡alerta!... y con confianza, que cuentas con Cristo... y con su Madre María, que
es también tu Madre.
Alguien está
trabajando muy activamente contra la Iglesia. ¡Abre tus ojos! No duermas que el
diablo está despierto. El "Masterplan" parece algo perfecto. Describe
cómo llevarlo a cabo paso a paso y quién lo va a realizar.
El Masterplan aspira
a que en el año 1980 se haya destronado el amor a Dios y que solo quede el amor
al prójimo, con la astuta esperanza de que el amor al prójimo, se hundirá al
faltar el cimiento del amor a Dios. Pero las puertas del infierno no
prevalecerán... y en el año 1980 seguirá existiendo el amor al prójimo, porque
los hombres adorarán a Dios, y lo amarán con todo su corazón, y con toda su
alma, y con toda su mente. ¡Por lo menos habrá dos personas, que somos tú y yo!
¿Verdad, querido lector?
Extraído del libro
de Carlos E. Rodriguez Cañon “Crisis en
la Iglesia Católica y su renovación profetizadas”
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
http://youtu.be/uW3O_yleQYc
ResponderBorrarMe parece tan preciso a la vez que maquiavélico este Masterplan, que lo único que hace es dar el convencimiento que todo es real. Que es casi calcado a lo que el Señor le está diciendo en el Libro de la Verdad a María de Misericordia, la profeta irlandesa. Ella recibe Mensajes de Dios Padre, de Jesucristo y de María Santísima desde noviembre de 2010 y que van explicando paso a paso todo este Plan que comenzó en los tiempos del Concilio Vaticano II, y que en Fátima fue el 3er. Secreto que nunca se divulgó por lo aterradoras de sus advertencias. Hoy, cuando ya son un hecho, estamos recién abriendo los ojos y los oídos. Dios nos ampare porque el engaño que se está dejando caer sobre la Iglesia Católica y en general sobre las iglesias cristianas, está siendo cada vez más evidente. Sólo falta el cisma y el Aviso anunciado en Garabandal para que el anticristo se deje caer y comience la persecusión de los fieles seguidores a las Enseñanazas de Jesús. El Castigo será una consecuencia para este mundo que ha abandonado las Leyes de Dios. Sin Dios ni Ley es un caos lo que nos espera. Oremos, arrepintámonos y preparémonos para el Gran Día en que Jesús nos rescate a su Reino lleno de amor y de paz.
ResponderBorrarLa verdad dicha por la misma masoneria , revelada y que ha sido profetizada.
ResponderBorrarEl Dr. Jerónimo Dominguez falleció en Mayo 2008. Su esposa Gladys falleció años antes que el y su hijo Jerome falleció en Nueva York durante el ataque de Septiembre 11 (era bombero.
ResponderBorrarExisten algunas paginas en la internet que tienen algunos de sus escrítos. Aqui os dejo una:
http://www.virgendegarabandal.org/mita160.htm
DIOS tenga en el cielo a este fiel y leal servidor y a sus seres queridos.
Amén.
ResponderBorrarDios bendiga, les de el eterno descanso y brille para ellos la luz perpetua. Que estas Santas almas intercedan por nosotros en estos momentos de tribulaciones, angustias. Gracias Señor por la Fe que nuestra batalla diaria ya fué ganada. Viva Cristo Rey!