Primer Mensaje
“Hay
que hacer mucho sacrificios y mucha penitencia, y tenemos que visitar mucho al
Santísimo, pero antes tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos vendrá un
castigo. Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos vendrá un castigo”.
Segundo Mensaje
La Santísima Virgen comunicó su “segundo
mensaje” cuatro años después, hacia el final de las apariciones. Nuestra Señora
le dijo a Conchita el 1ro de enero, de 1965 que el Arcángel San Miguel se
aparecería el 18 de junio y le daría un mensaje en su nombre, a todo el mundo.
Dijo la Virgen:
“Como
no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi mensaje del 18 de
octubre de 1961, os diré que éste es el último; antes la copa se estaba
llenando ahora está rebosando. Los sacerdotes van muchos por el camino de la
perdición, y con ellos llevan a muchas más almas. A la Eucaristía cada vez se
le da menos importancia. Debéis evitar la ira de Dios sobre vosotros con
vuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con vuestras almas sinceras El os
perdonará. Yo, vuestra Madre, por intercesión del Ángel San Miguel, os quiero
decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no
quiero vuestra condenación; pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos,
debéis sacrificaros más; pensad en la pasión de Jesús”.
El Aviso
El 1 de enero, del año 1965, Conchita tuvo
una nueva aparición de la Señora quién habló del “aviso” para que el mundo se enmiende.
Conchita nos dice: “No puedo decir en qué va a
consistir, pues Ella no me ha ordenado decirlo. Y ¿cuándo será?, no me lo ha
dicho, así que no lo sé. Si sé que será visible para todo el mundo; será obra
directa de Dios y tendrá lugar antes del milagro. Yo no sé si morirán personas.
Únicamente pueden morir, al verlo, de impresión.”
En
una de sus cartas habla así sobre el aviso:
“Ese
aviso es como un castigo, para los buenos y los malos: para los buenos, para
acercarlos más a Dios y para los malos, para anunciarles que viene el fin de
los tiempos y que estos son los últimos avisos.”
El aviso será fruto de la justicia de Dios y
de Su misericordia. De Su justicia, porque nos va a purificar de nuestros
pecados; de Su misericordia, porque nos dará la oportunidad de una mayor
conversión en nuestra vida espiritual. Este aviso será obra de la intervención
directa de Dios. El aviso que vendrá al mundo será algo externo a nosotros que
sucederá en el firmamento; será vista una luminosidad acompañada de un fuego
ardiente que se sentirá en toda la tierra. Internamente, y esto es lo más
importante, veremos nuestra conciencia ante la justicia de Dios; lo que hemos
hecho mal y lo que hemos dejado de hacer; en una palabra: una especie de juicio
particular en vida. También será la corrección de la conciencia del mundo, una
purificación antes del Milagro para ver si con el Aviso y el Milagro nos
convertimos.
El Milagro
Las niñas han pedido insistentemente un
milagro y la Virgen, como en Fátima, les ha dicho: “haré un milagro para que todos
crean”.
En
una nota Conchita escribe:
“Lo del milagro
me lo ha dicho, la Virgen, a mí sola. Ella me ha prohibido decir en qué
consistirá. Tampoco puedo decir la fecha hasta ocho días antes. Lo que sí puedo
decir es que coincidirá con un acontecimiento de la Iglesia y con la festividad
de un Santo mártir de la Eucaristía; será a la ocho y media de la tarde de un
jueves; será visible para todos los que estén en el pueblo y en las montañas de
los alrededores: los enfermos que asistan sanarán y los incrédulos creerán.
Será el milagro mayor que Jesús ha hecho para el mundo. No quedará la menor
duda de que es de Dios y para bien de la humanidad. Quedará una señal del
milagro, para siempre, en los pinos. Podrá ser filmado y televisado.
Después del
Milagro, si el mundo no se convierte, Dios enviará un Gran Castigo sobre la
humanidad endurecida e incrédula, salvo, consiguientemente, un pequeño resto
que será preservado.
Continúa
Conchita:
Como el castigo es muy, muy grande, como lo
merecemos, el milagro también es inmensamente grande, como el mundo lo
necesita. A mi me ha dicho la Virgen la fecha del milagro y en qué va a
consistir y ocho días antes tengo que decirlo a la gente para que venga. El
Papa lo verá desde donde esté y el Padre Pío. Los enfermos que asistan a él
sanarán, los pecadores se convertirán, y no quedará duda a quien vea este gran
milagro que Dios Nuestro Señor por intercesión de la Virgen hará. Y ahora todos
esperando ese gran día del milagro a ver si el mundo cambia y el castigo no
viene.
Tres Papas
Cuando la noticia de la muerte del Papa Juan
XXIII llegó al pueblo, las pequeñas campanas de la Iglesia anunciaron la muerte
del Papa con un tono fúnebre.
Conchita fue con su madre Aniceta y la Sra.
Ortiz de camino a la Iglesia. Surgió la siguiente conversación:
–
El Papa ha muerto.
Dijo
su madre.
Contestó
Conchita:
–
Ah,
que el Papa murió. Entonces quedan TRES papas.
Hasta aquí todo muy bien. Sin embargo, una
vez de vuelta a casa, Aniceta no estaba tranquila y quiso conocer más
profundamente los pensamientos de su hija que parecía reservarse en presencia
de la Sra. Ortiz.
En casa, a solas, temiendo un posible error
de su hija, le pregunta su madre:
–
¿De dónde sabes que solamente quedan TRES
papas?
Conchita
respondió:
–
De
la Santísima Virgen. En realidad me dijo que aún vendrían CUATRO papas pero que
Ella no contaba uno de ellos.
Dice
Aniceta:
–
Pero entonces, ¿por qué no tener en
cuenta UNO?
Responde
Conchita:
–
Ella
no lo dijo, solo me dijo que UNO no le tenía en cuenta. Sin embargo me dijo que
gobernaría la Iglesia por muy poco tiempo.
A
la pregunta:
–
¿Quizás por eso no lo cuenta?
Conchita
dice:
–
No
lo sé.
Su
madre:
–Y qué viene después.
–
Ella
no lo dijo.
El Castigo
El castigo fue anunciado por las niñas en el
primer mensaje el 18 de octubre, de 1961. Las niñas relataron que el castigo,
según pudieron “verlo” la noche del 19 y 20 de junio, de 1962:
“Era similar a ríos transformados en sangre,
fuego que baja del cielo y cosas peores; gran calor, sed abrasadora y el agua
que se evaporará; todos los hombres presos de la desesperación buscando matarse
unos a otros, pero al faltar las fuerzas, caerán: unos en las llamas y otros
lanzándose al mar, pero el agua parecerá hervir y activar las llamas”
Nos
cuenta Conchita en uno de sus escritos.
“El castigo está
condicionado a que la humanidad haga caso o no de los mensajes de la Virgen y
al milagro. En caso de que suceda, yo sé en qué va a consistir, porque yo he
visto el castigo; si puedo asegurar que si viene es peor que si estuviéramos
envueltos en fuego; peor que si tuviéramos lumbre por arriba y lumbre por
abajo. No sé el tiempo que pasará para que Dios lo envíe, después de hecho el
milagro”.
NCSJB: Agregamos dos videos documentales para mayor conocimiento de la historia de las apariciones.
Recomendamos dedicarle tiempo a los mismos, para poder sacar sus propias conclusiones, sobre la que consideramos una de las más importantes apariciones marianas del pasado siglo.
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Si solo quedaban cuatro papas, Francisco es el número cinco, luego es un papa ilegítimo y al mismo tiempo el falso profeta de apocalipsis 13, una de las bestias.
ResponderBorrarLa intención del artículo era mostrar esa situación.
Borrarhola, hay que tener claros que no dice que no van a existir mas papas, sino que quedan tres papas para el fin de los tiempos, eso del fin de los tiempos, se refiere al segundo ciclo. el primer ciclo es un tiempo, el segundo ciclo es tiempos, y el tercer ciclo es medio tiempo, osea, que el fin de los tiempos, es solo el fin del segundo ciclo, y se da inicio del tercer ciclo, por tanto, la cuenta de papas continua, en el tercer ciclo, y los papas tienen que llegar hasta el fin del teercer ciclo, hasta el fin del medio tiempo. el papa Francisco es legitimo papa.
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