Una persona de débiles convicciones
religiosas, muere de un infarto, festejando el primer aniversario de Francisco,
con judíos, musulmanes, ateos y masones.
Al llegar a las puertas del Cielo se
encuentra con San Pedro y este le dice que ya que su vida estuvo más bien
signada por las indecisiones, se le va a dar la última oportunidad de elegir
entre quedarse en el Cielo o ir al Infierno. Con este motivo se le invita a un tour a uno y
otro lugar para decidir.
Comienza con el Cielo donde encuentra santos
llenos de paz y en perpetua adoración a su Creador. Entonces pensó: “este debe ser el lugar donde van los
neopelagianos restauracionistas que vivían con cara de pepinillos en vinagre”,
concluyendo que sería verdaderamente aburrido una eternidad en ese lugar.
Habiéndose dejado misericordear con inmanentes
y laxas concepciones sobre la fe, su idea de Cielo era bastante diferente de lo
que esperaba.
Entonces fue cuando un demonio lo condujo a
las puertas del Infierno. Si bien la entrada le produjo un poco de miedo, al
abrirse las puertas, el panorama cambió completamente: todo era diversión y
jolgorio sin límites en medio de hermosas y complacientes mujeres y música
estruendosa. Es más, encontró a muchas personas "religiosas" en medio de tanta “algarabía”.
Entonces reflexionó y llegó a la conclusión
que como bien suponía cuando estaba vivo; la idea que le habían inculcado sobre
el Infierno, no tenía otro propósito más que el limitarlo en sus posibilidades
de pasarla bien y ser feliz, a fin de hacerlo trabajar mientras otros gozaban de la vida.
Fue entonces a comunicarle a San Pedro que le
agradecía su invitación pero que declinaba su oferta en pos de los más emocionantes dominios del “Ángel de Luz”.
Pero al llegar al Infierno, el panorama con
el que se encontró era completamente diferente al que le fuera mostrado en su
visita anterior. El aire era irrespirable y agobiante, solo se escuchaban
gritos de desesperación y dolor.
Entonces increpó al demonio que lo estaba conduciendo preguntando por el lugar
que le mostraron anteriormente.
En ese momento el ángel
caído le explicó:
“Lo que pasa es que cuando viniste estábamos en campaña
electoral,
pero ahora YA
GANAMOS”
Augusto TorchSon
Nacionalismo Católico
San Juan Bautista
Muy bueno....Se necesita creatividad para que, con la que está cayendo, decir las cosas de modo que se entiendan sin que por ello el mensaje pierda veracidad y fuerza. Este estilo hace sonreir y calienta el corazón. Gracias Augusto.
ResponderBorrarGracias Carmen. Mejor tomarse algunas cosas con humor.
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