martes, 8 de abril de 2014

Situación incómoda de Francisco ante Franciscanos de la Inmaculada - Por Sandro Magister

Algo inesperado para el papa en la Magliana: Los Franciscanos de la Inmaculada

Por Sandro Magister . Publicado en SETTIMO CIELO

  El icono de María "Salus Populi Romani" es el niño mimado del Papa Francisco. Así que quiso que su primer acto como Papa fuera dedicado a ella, yendo a orar en la Basílica de Santa María la Mayor, en la mañana después de su elección.

  Pero, por supuesto, Jorge Mario Bergoglio no esperaba recibir una copia del icono de las manos de los esposos Pío y Annamaria Manelli, padre y madre de nueve hijos, de los cuales dos hermanos y cuatro hermanas pertenecen a los Franciscanos de la Inmaculada, entre ellos el fundador de la congregación , Stephen.

  Esto ocurrió el domingo 6 de abril, al final de la misa celebrada por Francisco en la parroquia de San Gregorio el Grande, en la Magliana.

  En esta parroquia de los suburbios los Manelli están como en casa ya que el 30 de octubre pasado el padre Stefano celebró aquí sus 58 años de sacerdocio, junto con un gran número de monjes y monjas de los Franciscanos de la Inmaculada, autorizado para ello por su padre Fidenzio Volpi, comisario exterior al que la Santa Sede ha delegado el mando de la Congregación.

  Sí, porque el comisariado en los Franciscanos de la Inmaculada -con la decapitación de todos sus líderes - es uno de los actos que han caracterizado el comienzo del reinado de Francisco, incluida la prohibición impuesta a ellos para celebrar la misa según el rito romano.

  Un comisariado todavía inexplicable, dado el fervor de la joven Congregación, la abundancia de vocaciones y el raro espíritu de obediencia, incluso en la prueba.

  Presentar los esposos Manelli al papa estuvo a cargo del párroco de San Gregorio Magno, quien dijo: "tener una gran familia en la parroquia hoy es un regalo, y si además esta familia tiene en ella tantos sacerdotes y monjas se convierte en una fuente de orgullo que no puede ser escondido".

  Cara a cara con el Papa, los cónyuges Pío y Annamaria Manelli -esta última quien hizo la copia del ícono- le dijeron:

  "Santo Padre, tenemos nueve hijos, seis de los cuales están consagrados entre los Franciscanos de la Inmaculada. Os rogamos, sacarlos del sepulcro".

  A lo que Papa Francisco -que en la homilía de la Misa había hablado de Jesús que saca del sepulcro a Lázaro y a todos- un poco sorprendido sonrió y, palmeándolos, les dijo:" pronto, pronto".

  Qué cabe entender por este "pronto" no lo sabemos. Los más optimistas confían en un final pacífico e inminente del comisariado.



Visto en: “Hacia la Verdadera Cristiandad” http://vasquesconceta.blogspot.com.ar/



Nacionalismo Católico San Juan Bautista

9 comentarios:

  1. Todo lo que está sucediendo en la Iglesia es incomprensible, y los fieles deben saber, la obediencia en contra de la doctrina, la moral y "la revelación de Jesucristo"(1 P1,13), no hace al hombre un ser libre, sino un esclavo. " Y para ser libres nos ha liberado Cristo. Manteneos pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud"(Gal 5,1). En este caso, "hay que obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hch 5,24).
    La obediencia es una virtud excelente y Jesús obedeciendo " se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que obedecen( Heb 5,9). Pero tenemos que tener en cuenta que la virtud siempre es contraria al vicio. La obediencia queda viciada cuando el superior no tiene en cuenta ni la justicia ni la santidad e impone a un inferior el silencio, sobre ciertos temas importantes para la fé y la salvación del alma.
    Para no asustar a los fieles, no se habla de las postrimerías, del infierno, del adulterio y del pecado abominable de la homosexualidad. Sobre todo esto al sacerdote se le obliga a callar "como perro mudo que no sabe ladrar" (Is 56,10), bajo pena o función de sus funciones. El superior sabe mejor que nadie que está en peligro la fé, porque la doctrina es distorsionada y "la palabra de la verdad, la buena nueva de nuestra salvación" (Ef 1,13), se está vaciando de contenido espiritual.
    Sin embargo, "el silencio vergonzoso" (2 Cor 4,2), se impone con la excusa de no provocar escándalo. Pues bien: " Si la verdad ha de causar escándalo, es mejor permitir el escándalo que renunciar a la verdad". ( San Gregorio Magno).

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    1. Muy bueno!

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    2. Catalina ¿qué piensas que se debe hacer si la Iglesia adultera sus enseñanzas? ¿Crees que hay signos de la abominación de la desolación? ¿En ese caso que debe hacer el creyente?

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  2. Pronto pronto fue para salir del paso, pero esperen sentados o lo que es mejor esperen haciendo una linda siestita... hay que ser ingenuos....eh?!!

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  3. "Os rogamos, sacarlos del sepulcro". Qué feo que suena rogarle a Francisco. Yo no lo haría. Este hombre no se merece la autoridad que le han dado.

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  4. Contesto a Alberto Althaus 12- 4-14 11:10. Por motivos ajenos a mi voluntad no he podido responder a sus preguntas. Para que mi respuesta sea la acertada, voy a ceñirme a "la Palabra de Dios eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos" (Heb 4,12).

    "Qué piensa que se debe hacer si la Iglesia adultera sus enseñanzas?

    No se deben seguir sus enseñanzas si no se atienen a la "verdad de Jesús" (Ef 4, 21)de esta forma agradará a Jesucristo y hará un bien extraordinario a su alma.
    Jesús dice: "Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado. Mi doctrina es de Dios. Yo no hablo por mi cuenta. El que habla por su cuenta busca su propia gloria" (Jn 7, 16-18).

    Por tanto como la doctrina es de Dios, ninguna autoridad eclesiástica por alta que esta sea, "no importa lo que fuesen, pues Dios no mira la condición de los hombres" (Gál 2,6), no puede adulterar la doctrina, ni puede acomodar la moral, a las circunstancias de los hombres de esta "generación adúltera y pecadora" ( Mc 8, 38). La Iglesia "no puede deformar el Evangelio de Cristo. Pues aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un Evangelio distinto del que os hemos anunciado, !sea maldito!" ( Gál 1,7.8).

    "Los llamados por Dios al sacerdocio, como Aarón" (Heb 5,4), "son servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios, y lo que se espera de un administrador es que sea fiel" (1Cor 4,1). Un administrador nunca es el dueño, de lo que administra, por tanto en cuestiones de fe y costumbres debe atenerse a "la Revelación de Jesucristo" ( 1Pe 1,13). No es posible entreabrir la puerta como dicen algunos, pues la experiencia nos dice: que cuando se abre una rendija para que entre por ella aire fresco, quien entra es el humo de Satanás. Esa pequeña abertura por donde entran y salen todas las concupiscencias "la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y las jactancia de las riquezas, no vienen del Padre, sino del mundo" 1Jn 2, 16) y conducen irremediablemente "a una entrada ancha y espaciosa que lleva a la perdición; y son muchos los que entran por ella" (Mt 7,13).
    "Cristo es cabeza de la Iglesia y el salvador del cuerpo. La Iglesia está sometida a Cristo" (Ef 5,25). No es Cristo quien está sometido a la Iglesia. La Iglesia es la Esposa de Cristo pero si no guarda fidelidad a su Esposo, y se dedica "a buscar el favor de los hombres y no de Dios, si tratara de agradar a los hombres, (Gál 1,10) dejaría de ser la esposa casta y fiel para convertirse en una meretriz, en una esposa adúltera, que ha prostituido el amor del su Esposo. !Ay, ay, la gran ciudad! Babilonia, ciudad poderosa, que en una hora ha llegado tu juicio" (Ap,18,10). "Quien tenga oídos para oír; que oiga" ( Mc 7,16).

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  5. Contestación a Alberto Athaus .Usted dice: ¿Cree que hay signos de la abominación de la desolación?
    Los signos son abundantes, y son como el cortejo que anuncian y acompañan la verdad anunciada. La abominación está instalada en muchos templos aunque una gran mayoría no lo adviertan. No hace falta poner el ídolo abominable echo de metal precioso en el lugar santo. Hoy día hay muchos ídolos de carne y de hueso que han usurpado la gloria de Dios y a esto se llama abominación. Cosa abominable para Dios, es que dos homosexuales tomen en sus manos el Cuerpo preciosísimo de Cristo y lo impartan a los fieles y después comulguen. Es una abominación que los adúlteros se acerquen a recibir el Pan de Vida, cuando ellos están muertos por el pecado. Es una gran abominación ver como la impiedad, se ha instalado en el templo, abriendo de par en par la puerta "al Hombre impío el Hijo de la perdición, el Adversario que se alza contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto" (2 Tes 2,4).
    Todas estas abominaciones nos conducen a pasos agigantados, a la abominación de la desolación anunciada por el profeta Daniel.
    Ël nos habla de un macho cabrío y de los cuernos que le crecieron "hasta alcanzar el ejército del cielo, derribó por tierra una parte del ejercito y pisoteó sus estrellas. Llegó incluso hasta el Jefe del ejército, suprimió el sacrificio perpetuo y socavó los cimientos del Santuario. Le entregaron el ejercito, en lugar del sacrifico instauró la iniquidad y tiró por tierra la verdad; y en todo cuanto emprendió tuvo existo" (Dn 8, 10-12).
    Como todavía podemos acudir a la Santa Misa y recibir en nuestra alma a Jesús, esto quiere de decir que estamos en los comienzos de un parto doloroso, pero antes de que todos esto suceda, debe generalizarse la apostasía. "Surgirán muchos falsos profetas que engañarán a muchos. Pero el que persevere hasta el fin se salvará" (Mt 24,11).


    ¿En ese caso qué debe hacer el creyente?

    Debe ser fiel a Jesucristo, confiar en Él y hacer su voluntad. Pero sobre todo debe amarlo, pues si lo "ama con todo el corazón con toda el alma y con todas las fuerzas" (Dt 6,5) ¿Quién lo separará del amor de
    Cristo? ¿La tribulación?, ¿la angustia? ¿la persecución ? ¿el hambre? ¿la desnudez? ¿los peligros? ¿la espada?
    Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni la altura ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro" (Rom 8,35.3839).

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    1. Gracias Catalina por su inteligente y meditada respuesta. Tengo otra idea sobre lo que debe hacer el creyente y la expongo en el mismo blog: "nacionalismo católico San Juan Bautista", a continuación. Dicen que la fe depende de la voluntad sería, tal vez, contradictorio de mi parte afirmar que quisiera creer lo mismo que Ud. pero no puedo. Lo que sí me da esperanzas es encontrar personas que creen en Cristo y en su segunda venida porque los que obran sin temor de Dios y tratan de manipular la religión en su beneficio en realidad no creen.

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  6. Catalina creo que el Cristo que nos presente ya la Iglesia de Francisco no es el verdadero Cristo sino uno adulterado, falsificado, entonces, nos encontraremos con un Falso Cristo que es el Anticristo que se sentará en el Templo de Dios independientemente de que el Anticristo pueda ser también una persona y un grupo social es sobre todo un espíritu de apostasía y, en ese caso, el dolor de parto será reconocer lo que es de Cristo y lo que no es de Cristo pero ocupa su lugar en el Templo. Jesús nos manda en los Evangelios sinópticos dejar el Templo y no mirar atrás porque el atrio y las naves serán pisoteadas y sólo se salvará el Tabernáculo (pequeño grupo de fieles). Usted cree que el Cristo que nos presenta Francisco y su Iglesia es el verdadero Cristo y que comulga con el verdadero Cristo. En mi caso tengo mis dudas y he emprendido ya la huida al desierto (a la soledad).

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