martes, 30 de septiembre de 2014

Meinvielle y la Cristiandad - Dr. Sergio R. Castaño


Conferencia realizada el 19/09/2013 con el auspicio de
Nacionalismo Católico San Juan Bautista.

  El papel del Padre Julio Meinvielle, teólogo tomísta argentino, en lo que se podrían considerar los últimos años con vestigios de Cristiandad en el siglo pasado en Argentina.



  El Dr. Sergio R. Castaño es Investigador del CONICET; Prof. en Filosofía (UBA); Lic. en Filosofía (UBA); Diploma de Estudios Avanzados en Filosofía (U. de Barcelona); Dr. en Derecho Político (UBA); Dr. en Filosofía (U.Abat Oliba - Barcelo) entre otros muchos grados académicos y autor de varios libros y publicaciones sobre estas materias.



Nacionalismo Católico San Juan Bautista

lunes, 29 de septiembre de 2014

Blasfemias sin límites en la “primavera eclesial” – Josephmaryam (Lumen Mariae)


Una pareja de artistas argentinos, conocidos como Pool&Marianela, presentan a la Virgen como una Barbie y a Cristo como un Ken.
  

  En 11 de octubre, en la galería de arte contemporáneo POPA de Rosario (Argentina) exhibirán 33 figuras religiosas de una colección de arte titulada ‘Barbie, The Plastic Religion’.
  


  La exhibición también contará con un sin número de muñecas Barbie y Ken adaptadas a figuras inspiradas en el budismo, judaísmo, musulmán y otras representativas de en creencias populares argentinas.


 
  


  Esta es la explicación de su provocación:

  “Puede ser atrevido, pero el arte tiene estas cosas; quienes no lo entienden son cerrados (…)Frente a un mundo que nos enseña a pensar y sentir igual, nos rebelamos reafirmándonos distintos (…) Hay que rebelarse para revelar”

Ellos no van a representar a Mahoma:

  “Aclaramos que no vamos a representar a Mahoma. Eso ha sido una confusión y un malentendido ya que no sólo está prohibido sino que no hay imágenes de él. Respetamos a la comunidad musulmana tanto como a todas las demás y sus tradiciones. Nuestra obra trata de homenajear y no de causar ningún tipo de ofensas a ninguna de ellas”

Su última exposición fue de esta manera:

 



Tienen también un muñeco de Bergoglio:
  


  Es hacer de lo sagrado una profanación. Es dar a la gente el camino de una religión del hombre y sólo al gusto del hombre. Si el artista no es capaz de plasmar la fe en Cristo en lo que hace, se convierte en un falso profeta más en su trabajo, en su vida diaria.

Todo en la vida debe ser la obra divina de la fe. Si se obra humanamente, de manera profana, mundana, terrenal, es que no hay fe en el corazón, sino que la mente está llena de muchas ideas que impiden plasmar la fe en lo que se hace.

Ver fotos en su página de facebook:





Visto en: Lumen Mariae

Nacionalismo Católico San Juan Bautista


Poder Mundial y Soberanía de Estado - Dr. Sergio Raúl Castaño (Video)


Conferencia realizada el 19/09/2013 con el auspicio de
 Nacionalismo Católico San Juan Bautista.

  El Dr. Sergio R. Castaño es Investigador del CONICET; Prof. en Filosofía (UBA); Lic. en Filosofía (UBA); Diploma de Estudios Avanzados en Filosofía (U. de Barcelona); Dr. en Derecho Político (UBA); Dr. en Filosofía (U.Abat Oliba - Barcelo) entre otros muchos grados académicos y autor de varios libros y publicaciones sobre estas materias.


  "A partir de los fundamentos del orden político-jurídico y de las aporías señaladas por la sociología, la teoría del Estado y la teoría de las relaciones internacionales contemporáneas, el trabajo discute y cuestiona (buscando sustraerse a todo dogmatismo ideológico) los argumentos axiales que han servido para sustentar la legitimidad de la idea de un poder político mundial -sin detenerse en una propuesta particular de entre las varias y significativas que han aparecido a lo largo de los últimos siglos en sede teológica, filosófica, política y jurídica-."





Nacionalismo Católico San Juan Bautista

viernes, 26 de septiembre de 2014

Misericordia o condenación - Por Augusto TorchSon


  Leía estos días un articulista de nombre Marco Antonio Velásquez Uribe que defiende la propuesta del cardenal Kasper de dar la Comunión a los divorciados y vueltos a casar ya que según él, la Eucaristía no puede negársele a nadie (aquí). Su argumento está basado en el Evangelio de San Juan 13, 26-27 que al relatar la Última Cena nos cuenta: “…Y habiendo mojado el pan, se lo dio a Judas,…Después que tomó éste bocado, se apoderó de él Satanás. Y Jesús le dijo: “lo que piensas hacer, hazlo cuanto antes”, sosteniendo que Jesús sabía que Judas había perdido la gracia y sin embargo no le negó la Comunión Sacramental.

  Para reforzar su idea termina diciendo: “pareciera que Jesucristo, antes de padecer, estaba dejando a sus apóstoles un nuevo mandamiento pastoral: No negarás mi Cuerpo y mi Sangre; porque es impensado imaginar a Jesucristo que niegue la Comunión Sacramental a una mujer o un hombre, dejándolos hambrientos y sedientos del amor sacramental de Dios, especialmente cuando más necesitan del alimento fecundo de su Cuerpo y de su Sangre para animarlos a reemprender los duros desafíos de la vida y las obligaciones familiares”.

  Primero, cabe sostener que sus conclusiones, no solo implicarían tirarle perlas a los cerdos, ya que sería darle este inmenso beneficio a quienes por propia y consciente voluntad se autoexcluyeron del mismo; y después tenemos que observar que desde su misma argumentación, maliciosamente omite la cita “Después que tomó éste bocado, se apoderó de él Satanás” . Pero a pesar de la omisión del articulista, la institución de la Eucaristía se dio con posteridad a ese acto. Y de sostener la postura de Velásquez Uribe, tendríamos que tener en cuenta la Primera carta de San Pablo a los Corintios (11, 27) que nos advierte: “De modo que quien comiere el pan, o bebiere el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Pero pruébese cada uno a sí mismo, y así coma del pan y beba del cáliz; porque el que come y bebe no haciendo distinción del Cuerpo (del Señor), come y bebe su propia condenación.

  De las palabras del apóstol surge claramente el grave pecado de no estar en las debidas condiciones para recibir el Sacramento de la Eucaristía. El pecado en este caso se da, nada menos que contra el mismo Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor. Evidentemente que la postura del articulista es el “libre examen” y advirtiendo su afinidad con el luteranismo podemos entender la inmensa falta de respeto que tiene hacia el Divino Sacramento.

  Con toda lucidez enseñaba San Justino Martir en el año 160 en su Apología 1ra.: “Este alimento se llama entre nosotros Eucaristía del cual a ninguno le es lícito participar, sino al que cree que nuestra doctrina es verdadera y ha sido purificado por el Bautismo para perdón de pecados y regeneración…”. Evidentemente quienes promueven estas conductas no cree que nuestra doctrina sea la verdadera.

  Recordemos que claramente Nuestro Señor establece en Mateo 5,31-32 y con mayor explicitación en Marcos 10, 1-12 la cuestión de la indisolubilidad del matrimonio y el consiguiente adulterio al no respetar la misma. Y debemos recordar la sentencia “Mas no es que haya otro Evangelio, sino que hay algunos que os perturban, y quieren trastornar el Evangelio de Cristo. Pero aun cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo, os prediquen un Evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea maldito”. Y al respecto dice Mons. Straubinger en la exégesis de los antedichos versículos: “El Evangelio no ha de ser acomodado al siglo bajo pretexto de adaptación. La verdad no es condescendiente sino intransigente. El mismo Señor nos advierte contra los falsos cristos (Mt.24, 24), los lobos con piel de oveja (Mt.15), etc, y también San Pablo contra los falsos apóstoles de Cristo (II Cor.11,13) y los falsos doctores con apariencia de piedad (II Tim.3,1-5)”

  ¿Cómo podríamos considerar que la pastoral de la misericordia, o teología de rodillas (como dijo el obispo de Roma respecto a esta propuesta de Kasper) puede anular las mismas palabras de Cristo? ¿Miente San Pablo, miente Cristo, o el cardenal Kasper y quienes lo apoyan incluidos el propio Bergoglio?

  La sola consideración de la propuesta de Kasper ya resulta escandalosa. En este punto, no están en juego cuestiones discutibles ni tecnicismos doctrinales, sino la misma salvación de las almas al rechazar expresamente los mandatos divinos. Por lo que, si se entra en alevosa contradicción con las mismas Sagradas Escrituras, es hora de aplicar el anatema mencionado por San Pablo en Gálatas. 


  Si es dogma de fe que fuera de la Iglesia Católica no hay Salvación, y sabiendo que por promesa Divina las puertas del Infierno no prevalecerán sobre ella; tal vez haya llegado el momento de discernir sobre la verdadera naturaleza de la institución que, lejos de salvar, propone la paz sin Dios, la evangelización y educación sin Evangelio, el relativismo moral, el indiferentismo religioso y en este caso puntual, propone hasta el pecado mortal (y en contra del mismo Cuerpo y Sangre de Nuestro Redentor) como forma pastoral de misericordia.


Trabajando para que Cristo reine y vuelva pronto


Augusto TorchSon

Nacionalismo Católico San Juan Bautista

jueves, 25 de septiembre de 2014

El Papa tendrá que dar cuentas a Dios, ya que no a mí – Mons. Rogelio Livieres Plano


Al Cardenal Marc Ouellet
Prefecto de la Congregación para los Obispos
Palazzo della Congregazioni,
Piazza Pio XII, 10, 00193 Roma, Italia. 25 de septiembre de 2014

Eminencia Reverendísima:

  Le agradezco la cordialidad con que me recibió el lunes 22 y el martes 23 de este mes en el Dicasterio que preside. Igualmente, la comunicación por teléfono que me ha hecho hace unos momentos de la decisión del Papa de declarar a la Diócesis de Ciudad del Este sede vacante y de nombrar a Mons. Ricardo Valenzuela como Administrador Apostólico.

  Tengo entendido que el Nuncio, prácticamente en simultáneo con el anuncio que Su Eminencia me acaba de dar, ha realizado una conferencia de prensa en el Paraguay y ya se dirige hacia la Diócesis para tomar control inmediato de la misma. El anuncio público por parte del Nuncio antes de que yo sea notificado por escrito del decreto es una irregularidad más en este anómalo proceso. La intervención fulminante de la Diócesis puede quizás deberse al temor de que la mayoría del pueblo fiel reaccione negativamente ante la decisión tomada, ya que han manifestado abiertamente su apoyo a mi persona y gestión durante la Visita Apostólica. En este sentido recuerdo las palabras de despedida del Cardenal Santos y Abril: «espero que reciban las decisiones de Roma con la misma apertura y docilidad con que me han recibido a mí». ¿Estaba indicando que el curso de acción estaba ya decidido antes de los informes finales y el examen del Santo Padre? En cualquier caso, no hay que temer rebeldía alguna.Los fieles han sido formados en la disciplina de la Iglesia y saben obedecer a las autoridades legítimas.

  Las conversaciones que hemos mantenido y, aparentemente ya que no los he visto, los documentos oficiales, dan por justificación para tan grave decisión la tensión en la comunión eclesial entre los Obispos del Paraguay y mi persona y Diócesis: «no estamos en comunión», habría declarado el Nuncio en su conferencia.

  Por mi parte, creo haber demostrado que los ataques y maniobras destituyentes de la que he sido objeto se iniciaron ya desde mi nombramiento como Obispo, antes incluso de que pudiera poner un pie en la Diócesis –hay correspondencia de la época entre los Obispos del Paraguay con el Dicasterio que Su Eminencia preside como prueba fehaciente de ello. Mi caso no ha sido el único en el que una Conferencia Episcopal se ha opuesto sistemáticamente a un nombramiento hecho por el Papa contra su parecer. Yo tuve la gracia de que, en mi caso, los Papas san Juan Pablo II y Benedicto XVI me apoyaran para seguir adelante. Entiendo ahora que el Papa Francisco haya decidido retirarme ese apoyo.

  Sólo quiero destacar que no recibí en ningún momento un informe escrito sobre la Visita Apostólica y, por consiguiente, tampoco he podido responder debidamente a él. A pesar de tanto discurso sobre diálogo, misericordia, apertura, descentralización y respeto por la autoridad de las Iglesias locales, tampoco he tenido oportunidad de hablar con el Papa Francisco, ni siquiera para aclararle alguna duda o preocupación. Consecuentemente, no pude recibir ninguna corrección paternal –o fraternal, como se prefiera– de su parte. Sin ánimo de quejas inútiles, tal proceder sin formalidades, de manera indefinida y súbita, no parece muy justa, ni da lugar a una legítima defensa, ni a la corrección adecuada de posibles errores. Sólo he recibido presiones orales para renunciar.

  Que mis opositores y la prensa local hayan recientemente estado informando en los medios, no de lo que había pasado, sino de lo que iba a suceder, incluso en los más mínimos detalles, es sin duda otro indicador de que algunas altas autoridades en el Vaticano, el Nuncio Apostólico y algunos Obispos del país estaban maniobrando de forma orquestada y dando filtraciones irresponsables para «orientar» el curso de acción y la opinión pública.

  Como hijo obediente de la Iglesia, acepto, sin embargo, esta decisión por más que la considero infundada y arbitraria y de la que el Papa tendrá que dar cuentas a Dios, ya que no a mí. Más allá de los muchos errores humanos que haya cometido, y por los cuales desde ya pido perdón a Dios y a quienes hayan sufrido por ello, afirmo una vez más ante quien quiera escucharlo que la substancia del caso ha sido una oposición y persecución ideológica.

  La verdadera unidad eclesial es la que se edifica a partir de la Eucaristía y el respeto, observancia y obediencia a la fe de la Iglesia enseñada normativamente por el Magisterio, articulada en la disciplina eclesial y vivida en la liturgia. Ahora, empero, se busca imponer una unidad basada, no sobre la ley divina, sino sobre acuerdos humanos y el mantenimiento del statu quo. En el Paraguay, concretamente, sobre la deficiente formación de un único Seminario Nacional –deficiencias señaladas no por mí, sino autoritativamente por la Congregación para la Educación Católica en carta a los Obispos de 2008. En contraposición, y sin criticar lo que hacían otros Obispos, aunque hay materia de sobra, yo me aboqué a establecer un Seminario diocesano según las normas de la Iglesia. Lo hice, además, no sólo porque tengo el deber y el derecho, reconocido por las leyes generales de la Iglesia, sino con la aprobación específica de la Santa Sede, inequívocamente ratificada durante la última visita ad limina de 2008.

  Nuestro Seminario diocesano ha dado excelentes frutos reconocidos por recientes cartas laudatorias de la Santa Sede en al menos tres oportunidades durante el pontificado anterior, por los Obispos que nos han visitado y, últimamente, por los Visitadores Apostólicos. Toda sugerencia hecha por la Santa Sede en relación a mejoras sobre el modo de llevar adelante el Seminario, se han cumplido fielmente.

  El otro criterio de unidad eclesiástica es la convivencia acrítica entre nosotros basada en la uniformidad de acción y pensamiento, lo que excluye el disentimiento por defensa de la verdad y la legítima variedad de dones y carismas. A esta uniformidad ideológica se la impone con el eufemismo de «colegialidad».

  El que sufre las últimas consecuencias de lo que describo es el pueblo fiel, ya que las Iglesias particulares se mantienen en estado de letargo, con gran éxodo a otras denominaciones, casi sin vocaciones sacerdotales o religiosas, y con pocas esperanzas de un dinamismo auténtico y un crecimiento perdurable.

  El verdadero problema de la Iglesia en el Paraguay es la crisis de fe y de vida moral que una mala formación del clero ha ido perpetuando, junto con la negligencia de los Pastores. Lugo no es sino un signo de los tiempos de esta problemática reducción de la vida de la fe a las ideologías de moda y al relajamiento cómplice de la vida y disciplina del clero. Como ya he dicho, no me ha sido dado conocer el informe del Cardenal Santos y Abril sobre la Visita Apostólica. Pero si fuera su opinión que el problema de la Iglesia en el Paraguay es un problema de sacristía que se resuelve cambiando al sacristán, estaría profunda y trágimente equivocado.

  La oposicion a toda renovación y cambio en la Iglesia en el Paraguay no sólo ha contado con Obispos, sino también con el apoyo de grupos políticos y asociaciones anti-católicas, además del apoyo de algunos religiosos de la Conferencia de Religiosos del Paraguay –los que conocen la crisis de la vida religiosa a nivel mundial no se sorprenderán de esto último. El vocero pagado y reiteradamente mentiroso para tales maniobras ha sido siempre un tal Javier Miranda. Todo esto se hizo con la pretensión de mostrar «divisón» dentro de la misma Iglesia diocesana. Aunque la verdad demostrada y probada es la amplia aceptación entre el laicado de la labor que veníamos haciendo.

  Del mismo modo que, antes de aceptar mi nombramiento como Obispo, me creí en la obligación de expresar vivamente mi sentimiento de incapacidad ante tamaña responsabilidad, después de haber aceptado dicha carga, con todo el peso de la autoridad divina y de los derechos y deberes que me asisten, he mantenido la gravísima responsabilidad moral de obedecer a Dios antes que a los hombres. Por eso me he negado a renunciar por propia iniciativa, queriendo así dar testimonio hasta el final de la verdad y la libertad espiritual que un Pastor debe tener. Tarea que espero continuar ahora desde mi nueva situación de servicio en la Iglesia.

  La Diócesis de Ciudad del Este es un caso a considerar que ha crecido y multiplicado sus frutos en todos los aspectos de la vida eclesial, para felicidad del pueblo fiel y devoto que busca las fuentes de la fe y de la vida espiritual, y no ideologías politizadas y diluídas creencias que se acomodan a las opiniones reinantes. Ese pueblo expresó abierta y públicamente su apoyo a la labor apostólica que hemos venido haciendo. El pueblo y yo hemos sido desoídos.

Suyo afectísimo en Cristo,
+ Rogelio Livieres
Ex obispo de Ciudad del Este (Paraguay)
Fonte: Diocese de Ciudad del Este





Agradecemos a Beatriz Reyes Oribe por acercarnos la información.

Nacionalismo Católico San Juan Bautista

miércoles, 24 de septiembre de 2014

OSKO: REGALITO DEL CIELO – Radio Cristiandad


Un monumento al mal gusto y algo más.


REGALITO DEL “CIELO”

Como se sabe, Bergoglio recibió a CFK una vez más. Entre los dichos populares que han hecho historia en la Argentina hay uno que queremos parafrasear de esta manera: “Dos impresentables se saludan”… nuevamente. Tal vez se las haya hecho hábito. Y, como bien se dice, los malos hábitos no son fáciles de erradicar.

En cada visita entre líderes mundiales es acostumbre, parece que forma parte del protocolo, intercambiar regalos, lo cual configura normalmente un hecho algo simbólico.

Cuando se regala “lo que vale es la intención” de regalar más que el regalo en si mismo. Al menos esa frase de cajón es la que suele utilizarse a la vista de un regalo modesto o de poco valor en pesos.

A primera vista parece un regalo costoso el “cuadrito” que le obsequiara CFK al Papa de la Iglesia Conciliar en esta última visita.

El encuentro aconteció apenas hace unas horas y sobre el se tejen no pocas conjeturas dada su condición de absolutamente “privado”.

No somos analistas políticos y no nos interesa eso que llaman “política” que muy lejos está de serlo. Política es otra cosa y no la partidocracia clientelar, corrupta y democraticoide actual.

Por lo cual no haremos ninguna especulación ni nos sumamos a ninguna de las tantas que se hacen por estos días.

La cosa es que la tipa se le apersonó al tipo dada la invitación que el tipo le realizara oportunamente.

“Che Cris, como vos tenés que ir a Nueva York por el asunto ese de la reunión en la ONU, por que no te venís a verme, de pasada, que quiero conversar algunos asuntitos con vos.”… le habría dicho el tipo.

Y la tipa dijo, “Dale Jorge, decime que día tenés libre, así nos vemos”.

Se hizo un silencio al otro lado de la línea…

“Para vos – dijo él – todos los días, morocha”.

“Ja ja ja…. bueno Jorgito; dale… de paso tomamos unos mates.”

“¡YA estoy poniendo la pava!” contestó humoroso el tipo.

Tal el diálogo que suponemos; nuestra imaginación se enriquece con lo que vemos; hacemos notar que a la vista de lo que son la tipa y el tipo en cuestión, hemos sido sumamente generosos y moderados.

Como fuere que la conversación haya sido, (tal vez un poco más protocolar que lo que hemos imaginado), la cuestión es que el encuentro se produjo.

Y nos ha parecido interesante, por esta vez, dar cuenta solamente de los detalles.

Hay gente que no se fija en los detalles y eso está muy mal, porque es en los detalles donde se nota muchas veces la importancia que le damos a las personas en las distintas circunstancias en las que nos toca participar.

Hubo varios regalitos, en realidad.

El primero…

Una camiseta de la “Cámpora”… asociación ilícita (las de esa clase, casi todas lo son; a no ofenderse) que procura perpetuar el “cristinismo”… (dije “cristinismo”… no CRETINISMO), recibida por el tipo de manos de otro tipo; un dirigente de nombre… bah; ¡que importa!

Otro…

Un “bellísimo” y muy muy muy original retrato de Bergoglio, confeccionado en la “onda” (según dijo CFK) del “genial” (PUFFF!!!) Andy Wharol, artista emblemático de la “cultura” pop. Uno, entre los fatídicos subproductos del sesentismo.

Uno más…

Una “fotucha” enmarcada del célebre “cura” Mujica; infaltable, claro; un tercermundista de base.

Y por fin, el… ¿cómo llamarlo?

“¿Apabullante?”, (me “soplan”…)

Si pero…

“¿Horroroso?”, (intentan).

También, aunque…

“¿Blasfemo?”, (insisten mis amigos).

Claro, pero falta… algo.

“¿Diabólico?”

¡Ahí está! El regalo tiene todas las cualidades mencionadas anteriormente pero la que mejor le queda es DIABOLICO.

“Vos hablás por resentimiento”, (gritan los muchachos en la mesa pegada a la mía, en el bar desde el cual escribo). “porque a vos nunca nadie te regaló nunca uno como ese, y lo único que tenés de la Virgen es esa estampita vieja que usas como señalador de la Biblia”…

Tienen razón.

Los amigos del bar, que Dios me ha dado, y que me tienen por bicho raro al verme pasar largas horas leyendo y escribiendo, han resultado ser buena gente y buenos observadores.

Esa imagen de la Madre de Dios, ajada por cierto, tiene más de ochenta años pero se ve tan hermosa…

En cambio, ¡AY!…

Recorramos la imagen del regalo de CFK.

Esta es:
  


La imagen del cuadro es la que está a la derecha de la foto. Aclaramos por las dudas. A la izquierda (claro…) están “el de blanco” y “la de negro” con aires de “Papa” y “viuda alegre”, respectivamente.

Desconocemos el nombre del autor que perpetrara el adefesio. No, no… no nos referíamos a ninguno de… ¡no!; ni al de blanco y a la de negro, sino al cuadro.

Ya dijimos que no somos “politólogos” y ahora diremos que tampoco somos críticos de arte.

Solamente críticos, che.

No obstante, de la misma manera que aun sin ser analistas políticos nuestro sentido común nos indica que CFK es una calamidad para este país, (como los son todos los que integran la llamada “clase política”, ojo; ni más ni menos), ahora diremos también sin ser “críticos de arte” ni especialistas en pinturas (salvo la de la casa, que dicho sea de paso ya reclama una “mano por favor”), nos alcanza con el buen gusto para decir que se trata de una porquería.

Pero hablábamos de detalles, y para los detalles vamos a agrandar un poco la imagen.
  


Ya pueden apreciarse mejor algunas cosas, pero vamos a orientar la observación para facilitar el asunto.

Detalle del hombro desnudo.
  

  
No está del todo mal.

No se me malinterprete. El autor del cuadro ha debido estar atento a la gente que recibe Bergoglio en sus pintorescas audiencias (dije pintorescas… NO “PICARESCAS”). Un hombro desnudo más o menos no le hace bulla a nadie y menos a Bergoglio.

Claro que si nos ponemos serios podemos decir unas cuantas cosas. Se trata (al menos pretenden ellos que se trata) de una imagen de la Madre de Dios; para casi todo el mundo eso representa. Por lo que, para ser breves, diremos que es una imagen impropia, ofensiva y deshonrosa, reitero, si se pretende que se trata de una representación de la Reina del Cielo.

Detalle del ángel “raro”.

 

Aquí la cosa nos parece ya muy sugerente. Un ángel con pechos femeninos. El BAFOMET también es un ángel y también tiene pechos femeninos. Pero el Bafomet es mucho más sincero; él no se pretende un servidor de la Virgen sino que muy por el contrario, se presenta como lo que es, el ENEMIGO de la Madre de Dios, de la Iglesia de Dios, y de Dios mismo.

Por si algunos de los lectores ignoran lo que es el Bafomet o Baphomet, diremos que se trata de una representación cabalística del demonio. Pueden corroborarlo AQUÍ.

Detalle del ángel con aspecto de varón
  


Tal vez el primero, que tiene una cierta apariencia hermafrodita, en realidad representa a una mujer mientras que, como puede verse, este otro es claramente varonil.

De todo lo cual pensamos que el autor quizás ha querido dejar bien en claro que en la parafernalia bergogliano-cristináica hay lugar para “todos y todas”. No se… es eso o vaya uno a saber que otro pérfido y críptico mensaje que no logramos interpretar.

Tratándose de los personajes de que hablamos no sería nada extraño que sea un mensaje solo para “iniciados”.

Detalle de la hipertrófica serpens y de su “aplastamiento” moderado.
  


Como puede verse el “bicho” está RE-GIGANTE, como dicen los pibes. Es enorme de verdad y tiene un destacado lugar en la obra.

Puede que se trate de dos cosas, a saber: a) Un símbolo con el que el autor quiso decirnos que el poder da la serpiente es muy grande por estos días. b) Una ironía… veremos ahora cual podría haber sido el motivo en el cual se inspirase el artista para esa ironía.

Detalle del rostro de “ella”. 



¿CRISTINA?… ¿SOS VOS?
  

  
Y… se nos hace imposible no ver que un cierto “aire” tiene. Los ojos cuando miran hacia abajo, como contemplando a la serpiente a la que con su pie, parece estar tocando o acariciando, más que aplastando, como ya vimos.

Pero no nos hagan caso, siempre imaginamos cosas.

Aunque deberán reconocer que de todas maneras, teníamos razón. Los detalles son lo que verdaderamente importa.

Breve noticia acerca de la llamada “advocación de la Virgen Desatanudos”.

La imagen de Nuestra Señora Desatanudos es un cuadro pintado por Johann Melchior Georg Schmittner y data del año 1700. En la misma puede verse a la virgen María rodeada por pequeños ángeles custodios, y protegida en lo alto por la luz del Espíritu Santo en forma de paloma.

En la parte inferior del cuadro puede apreciarse a un hombre caminando a oscuras, guiado por un ángel; lo cual nos remite al arcángel San Rafael cuando guía a Tobías, en su viaje para recobrar una deuda. Esta obra original se encuentra en la iglesia de San Peter am Perlach, ciudad de Augsburgo de la zona pre-alpina de Alemania. Acotemos que en la imagen del regalo de CFK que recibiera Bergoglio, este motivo que aparece en la pintura de Schimttner, no fue tenido en cuenta por el autor, quien quiera que este sea.

Se dice que luego de la ocurrencia de muchos milagros, la Iglesia alemana autorizó una copia del cuadro, a petición de una comunidad religiosa de Buenos Aires, Argentina.

Y esto ocurrió porque Jorge Mario Bergoglio, en plena década de los 90, llevó de Augsburgo a la Argentina una tarjeta postal con esta imagen. Ya en Buenos Aires encargó una copia de la imagen.

El 8 de diciembre de 1996 la Virgen Desatanudos fue entronizada en la iglesia San José del Talar, en el barrio porteño de Villa Devoto. Allí concurren cientos de personas para elevar sus oraciones.

Con la elevación de Bergoglio al cargo de máxima autoridad en la “Iglesia Conciliar”, la devoción, muchas veces supersticiosa, hacia esta imagen se potenció de manera incontenible.

Recorriendo la web los lectores podrán constatar fácilmente que se trata de una imagen que es especialmente apreciada por tarotistas, adivinadores, brujas y brujos de todos los colores y que aparece en gran cantidad de sitios especializados en “esoterismo”.

Visto en: Radio Cristiandad



Nacionalismo Católico San Juan Bautista

Yo no critico a Francisco - Por Alejandro Sosa Laprida


Muchos me reprochan el hecho de que critique a Francisco de manera incesante. Y me sugieren que deje de ver solamente lo negativo. Paso a responder brevemente en dos puntos, recurriendo a ejemplos, ya que ellos permiten comprender mejor la situación en la que nos hallamos y el porqué de mi actitud:

1. ¿Qué pensarían de alguien que sugeriría a la víctima de un secuestro que debería « cesar las críticas » hacia su secuestrador y ponerse a considerar los aspectos amables del delincuente que lo mantiene en cautiverio (por ejemplo, que le habla con amabilidad, le sonríe y lo alimenta)? Ese tipo de reacción es un mecanismo psicológico conocido con el nombre de Síndrome de Estocolmo. Se basa en la necesidad que experimenta la víctima de persuadirse a sí misma de que su victimario, en el fondo, es un ser bueno y humano, incapaz de hacerle daño. Ese pensamiento la tranquiliza y la ayuda a sobrellevar el mal momento por el que está pasando. Es un mecanismo de defensa perfectamente comprensible, pero totalmente ilusorio.

2. Yo no critico a Francisco. Lo denuncio, lo combato y lo desenmascaro. Para explicarme, utilizaré nuevamente un ejemplo: ¿A quién en su sano juicio se le podría ocurrir « criticar » a un enemigo despiadado que busca apoderarse de sus bienes, destruyendo su propia vida y la de sus seres queridos? Pues bien, aquí nos encontramos ante un caso análogo. Haciendo la salvedad de que lo que está en juego es algo muchísimo más preciado que la vida corporal y los bienes materiales. Se trata ni más ni menos que de la salvaguarda de la fe y de la salvación eterna. Repito, al mal no se lo critica: se lo denuncia, se lo combate y se lo desenmascara... Quien es consciente de ello y no lo hace, ya sea por cobardía, por comodidad o por indiferencia, necesariamente se vuelve cómplice...

Me han echado en cara también que haya sostenido que Francisco es el falso profeta descripto por San Juan en el Apocalipsis (13, 11). Es cierto que en alguna ocasión he podido decirlo. El reproche es entonces justificado : reconozco que es imposible tener certezas al respecto. Digamos que, a mi entender, Francisco podría serlo. Más aún, debo confesar que me sorprendería mucho que no lo fuese. Dicho esto, la verdad es que no pueden descartarse virajes imprevisibles, incluso sorprendentes. Ignoro pues si Francisco es o no es « el » falso profeta…

Si él no lo fuese, lo será un sucesor suyo. O tal vez un predecesor : nunca se sabe… (por ejemplo, en caso de « cisma » entre « conservadores » y « progresistas » en la iglesia conciliar -hipótesis cada vez más verosímil-, o bien de atentado contra Francisco -¿perpetrado por Isis?-). Entonces, si es o no es « el » falso pofeta, no puedo saberlo a ciencia cierta. Pero afirmo categóricamente, y creo haberlo demostrado  (http://callmejorgebergoglio.blogspot.fr/2014/09/the-strange-papacy-of-pope-francis-by.html - http://nacionalismo-catolico-juan-bautista.blogspot.com.es/2014/09/dieciocho-meses-con-francisco-citas_13.html), que se trata manifiestamente de « un » falso profeta. Y es ése sobrado motivo para denunciarlo y para atacarlo públicamente. Para advertir a los católicos somnolientos. Para defender la verdad ultrajada. Y para no volverme cómplice de sus notorias y escandalosas fechorías…

Vivimos en una época crítica, dramática, de una gravedad inusitada. Dentro y fuera de la Iglesia. Y, a mi parecer, de carácter claramente escatológico... No pueden saber como preferiría que los tiempos que corren fuesen más benignos. Y que pudiese regocijarme por tener a un compatriota instalado en Roma: ¿O acaso se imaginan que, presa de un impulso irrepresible de masoquismo delirante, me he propuesto arruinar la extraordinaria oportunidad que se me presenta de disfrutar del primer « papa » argentino de la historia y seguramente el último?

Quiera Dios darnos la lucidez necesaria para poder ver la realidad tal cual es, la entereza de ánimo para soportarla y la paz interior que nos permita librar el buen combate sin amargura ni rencor, movidos exclusivamente por la caridad sobrenatural, virtud teologal por la cual el amor de la verdad y el amor del prójimo son una sola y misma cosa.


Alejandro Sosa Laprida

Nacionalismo Católico San Juan Bautista

martes, 23 de septiembre de 2014

El cristiano participa de la vida, muerte y existencia de Jesucristo - P.Gálvez Morillas


Homilía 21 de Septiembre de 2014

15° Domingo después de Pentecostés

Evangelio: Lc 7: 11-16

Padre Alfonso Gálvez Morlillas

 


Nota de NCSJB: Las homilías del Padre Gálvez Morillas se reproducen con autorización expresa de los propietarios de las mismas.



Nacionalismo Católico San Juan Bautista

domingo, 21 de septiembre de 2014

Misericordia y Justicia Divina. Las cosas en su lugar - Augusto TorchSon


  La mística y Beata Catalina Emmerick, al serle reveladas las circunstancias de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto de Getsemaní, pudo ver como el redentor de la humanidad era rodeado por demonios que representaban todos los pecados de todas las personas desde el principio al final de los tiempos. Incluso podía ver Catalina sus propios pecados. Jesús atormentado por los innumerables crímenes de los hombres y su ingratitud para con Dios, sintió terror como hombre ante los padecimientos de la expiación, y pronunció las ya conocidas palabras: “Padre mío, si es posible, aleja de Mí este caliz”, para luego agregar: “Hágase vuestra voluntad, no la Mía”.

  Jesús conocía nuestras traiciones y las tribulaciones que iba a padecer su Santa Iglesia, y no obstante, sin desesperar, pero con enormes sufrimientos, aceptó voluntariamente su destino. Hoy sin embargo, nosotros mismos desconocemos nuestros dobleces, relativizamos nuestras traiciones, nuestros vicios, nuestra falta de Caridad. Pareciera que por efecto del nuevo concepto de misericordia que se pretende imponer; no importa el tipo de pecados que se cometan, no tenemos que sentirnos apesadumbrados por los mismos, sino más bien tenemos que considerarlos como parte de una manifestación clara de “nuestra humanidad”. Y Cristo sabía y reconocía nuestros pecados, y de hecho, sufría por los mismos siendo inocente, sin embargo nosotros, difícilmente sentimos el dolor que deberíamos al cometerlos. Entendible resulta esta situación si son los mismos sacerdotes y hasta las más altas jerarquías eclesiásticas las que nos invitan a no ser “escrupulosos” hasta diciendo sin una adecuada catequesis y ante una ignorante feligresía, que nuestro punto de encuentro con Jesús es en el “pecado”, como torpemente señaló el obispo de de Roma.

  Vagamente recuerdo la última vez que un sacerdote predicó en mi ciudad sobre las postrimerías, es decir, nuestros destinos finales: muerte, juicio, infierno y gloria. Y si no tenemos en cuenta que existe un infierno, y que si morimos con un solo pecado mortal sin confesar debidamente, descenderemos inmediatamente a él según nos lo enseña nuestra fe, ¿cómo pretender que la gente pueda sentir el adecuado dolor por sus pecados y recurrir a la gracia de Dios para enmendar el daño ocasionado?

  Se cuenta que el Padre Pio al confesarse lloraba amargamente, ante lo cual su confesor trataba de reconfortarlo señalándole que sus pecados no revestían mayor gravedad; sin embargo, el santo estigmatizado, con cabal conciencia de la plena pureza, belleza y bondad de Dios, entendía la cuestión cualitativa con respecto al ofendido y no con respecto a sus faltas.

  Enseña el Catecismo que ante nuestros pecados, hay dos formas de sentir dolor; la primera es el dolor imperfecto llamado “atrición” o “contrición imperfecta”, por el cual, por don de Dios, reconocemos la fealdad del pecado o sentimos temor por la condenación eterna. Y dice el Catecismo: “Tal conmoción de la conciencia puede ser el comienzo de una evolución interior que culmina, bajo la acción de la gracia, en la absolución sacramental. Sin embargo, por sí misma la contrición imperfecta (o atrición) no alcanza el perdón de los pecados graves, pero dispone a obtenerlo en el sacramento de la Penitencia” (N°1451-1452). La segunda forma de dolor es perfecta y se llama “contrición” por el cual el alma siente un dolor inmenso y detesta su pecado y esto resulta del amor a Dios por sobre todas las cosas, y conlleva el propósito firme de confesarse y evitar el pecado en lo sucesivo. Lamentablemente hoy, ante el relajamiento de las costumbres y la laxitud moral que se promueve como forma de misericordia, ya no se puede pretender que la gente siquiera sienta el dolor de atrición. Esto sucede porque se relativiza la existencia del infierno, y se consideran como normales pecados mortales como la homosexualidad o el adulterio (como el que proviene de nuevas nupcias en divorciados). Y hoy observamos como los religiosos que se atreven a cuestionar los cambios a los mandatos divinos, son oportunamente misericordeados, rebajándolos en sus cargos y responsabilidades a fin de que no molesten con cuestiones tan pasadas de moda como lo es el Magisterio de la Iglesia para estos modernos Judas.

  Así vemos hoy como se abandona el uso del término “sentido de la culpa” para reemplazarlo por el psicologista “sentimiento de culpa” que se nos invita a dejar atrás para no “torturarnos o ser masoquistas porque Cristo ya nos redimió”, según plantean estos modernos sofistas. Y en este punto es dable recordar la catequesis que el Papa Benedicto XVI dio a los desobedientes obispos alemanes que contradijeron la formula de la Consagración que dice respecto a la Sangre de Jesús que: será derramada por vosotros y “por muchos” para el perdón de los pecados” y los rebeldes reemplazaron el “por muchos” por la formula “por todos”. En dicha oportunidad S.S. Benedicto explicó que la expresión “por todos” daría a entender que la Redención de Jesucristo se extiende automáticamente a todos los hombres, sin importar la cooperación humana. Y en éste punto debemos recordar las palabras de San Agustín enseñándonos: “Dios que te creo sin ti, no te salvará sin ti”.

  Si por desidia dejamos convencernos por estos lobos vestidos de ovejas y falsos pastores que nos invitan a un cristianismo sin cruz y si no reconocemos y nos dolemos adecuadamente por nuestros pecados y luchamos diariamente por alcanzar la perseverancia final; vana será nuestra pretensión de compartir el eterno destino de Nuestro Salvador.

  Si la Misericordia de Dios no anula su Justicia, mucho menos la misericordia bergogliana puede hacerlo, aunque tenemos que reconocer que tiene la inmensa y mediática capacidad de amortiguar conciencias.

Augusto TorchSon
  

 Nacionalismo Católico San Juan Bautista