Nuestro querido director
espiritual y mentor, Padre Emilio Parrado, solía insistir frecuentemente en sus
magistrales homilías que hasta para mendigar había que hacerlo con dignidad.
En una oportunidad mi
señora le comentó que le daba pena ver a los indigentes afuera del templo
(aunque muchas veces molestaban durante las Misas), y le preguntó sobre la
razón por la cual Dios no les daba la oportunidad de salir de ese estado. A lo
que el Padre Parrado le respondió con un tajante: “Porque no rezan”.
Como siempre le pasaba a
mucha gente que visitaba a este santo varón, les tomaba un tiempo entender
cabalmente el significado profundo de sus palabras, aunque estas fueran claras
y sencillas. Era el caso de mi señora y mío ya que teniendo el sentido común
bastante maltratado, requeríamos además del tiempo y reflección, instrucción para
poder interpretar adecuadamente lo que nos decía.
Este sacerdote ejemplar
pasaba más de 8 horas diarias confesando. Así, en su columna donde esperaba a
los penitentes, se produjeron inmensas conversiones (incluyendo la mía), tanto
de católicos renegados de su fe, como de judíos, musulmanes y hasta recuperando
fieles de los protestantes.
En una de sus siestas
esperando a quienes iban a confesarse, fui a visitarlo y comentándome sus viejas
anécdotas, se refirió a la época en la que les daba el desayuno y merienda a
los indigentes de la zona. Me explicó cómo consiguió “sponsores” que
contribuyeran para poder alimentar a
estas personas y de cómo los comensales fueron creciendo en número. Sin
embargo, ninguna de estas personas asistían a Misa ni querían recibir
catequesis, por lo que ante tal requerimiento del Padre a esta gente, las
mismas dejaron de ir a recibir sus gratuitos beneficios ya que, evidentemente
la contraprestación le parecía excesiva. Esta era, agradecer a Dios.
En dicha oportunidad me
dijo que la Iglesia
hace 50 años que se venía equivocando haciendo asistencialismo y regalando sus
bienes en vez de evangelizar, reconociendo que hasta él había caído en el
engaño de tan falaz forma de “cristianizar” de acuerdo al relato que acababa de
contarme.
Estos últimos tiempos
podemos observar como el error del humanismo desprovisto de la prédica
evangélica, se está llevado hasta el paroxismo en la Iglesia de la “cultura del encuentro”. Encuentro sin
Cristo, ya que su promotor, el obispo de Roma Jorge Mario
Bergoglio, les recomienda a los musulmanes seguir rezando el Corán, a los
judíos les dice que la
Antigua Alianza sigue vigente, con lo que no obviamente no
requieren ninguna conversión, a los protestantes que no somos católicos ni
luteranos sino simplemente cristianos y las diferencias están puestas en
doctrinas humanas, y a los ateos que sólo necesitan actuar bien para llegar al
cielo. De hecho resultan lógicas sus palabras en su audiencia general de ayer
cuando dijo: “Es muy bonito pensar esto, pensar en el Cielo. Y todos nos
encontraremos allí. Todos, todos... Allí, todos” (Rome Reports).
En ésta, su última
herejía, tal vez se resuman todas las anteriores y las que pudiera
pronunciar en el futuro, ya que con la misma hace completamente innecesaria la
vida Sacramental, la práctica de las virtudes, tanto teologales como
cardinales, y la existencia misma de la Santa Iglesia Católica, ya que
no sería ésta necesaria para salvarnos a pesar del dogma de “Extra
ecclesiam nullas sallus”, ya que “todos nos encontraremos allí”
Puedo entender que cueste
a los fieles católicos reconocer en la figura de un Papa a un enemigo de Dios,
pero las obras y palabras de Jorge Mario Bergoglio no dejan lugar a dudas el
desprecio que siente por el Magisterio eclesiástico y por la Santa Tradición de
la Iglesia. Pero
no podemos dejar de considerar que hay culpa, aunque sea por negligencia en el
conocimiento de las verdades básicas y esenciales de nuestra fe, en quienes no
advierten las herejías de ésta persona, y su apoyo a conductas que constituyen
pecados mortales y fueron condenadas en las Sagradas Escrituras y no por
preceptos “meramente humanos” como nos
quiere hacer creer. El inmenso peligro de un “papa” que no sólo justifica el pecado, sino que lo promueve.
Pero lo cierto es que como vislumbraba nuestro muy querido Padre Parrado, hoy, la Iglesia se está
transformando en la institución filantrópica que propone Bergoglio, en donde
como dijo en la Unión Europea :
“ha llegado la hora de construir juntos la Europa que no gire en torno
a la economía, sino a la sacralidad
de la persona humana”, o sea, la divinización del hombre. Y así, olvidando la misión del Pontífice, del Pastor de pastores de ser el principal transmisor y defensor de la Fe; sólo dedica su prédica a la promoción del asistencialismo y solidaridad para con los pobres, los inmigrantes, desempleados, los sin techo, los sin tierra y
demás desposeídos del sistema democrático que por otro lado dice promover, pero
nunca hablando como Papa o simplemente como religioso, sino como político o asistente social, a pesar de repetir en
varias oportunidades que la
Iglesia no es una ONG.
Así con respecto a los
pecadores, nunca hace un llamado a la conversión abandonando los hábitos que los
alejan de Dios, sino que pretende acogerlos sin exigirle contraprestación a
cambio. Esto sería como ya dijimos, el agradecimiento a Dios viviendo en su Gracia.
Y en esta nueva orientación
antropocentrista de la fe que comenzó a institucionalizarse con el Concilio
Vaticano II, se busca la dignidad social de las personas, más no la más
importante, la de Hijos de Dios, hijos adoptivos por el bautismo, que se
mantienen en tal estado en la medida en la que vivan en la Gracia para no romper la
amistad con el Creador. Y probablemente el quid de la cuestión radique en la
conciencia de lo que implica esa dignidad y de quien nos viene. En ese sentido
el gran padre Parrado repetía casi en cada homilía: “Omnia
per ipsum facta sunt,et sine ipso factum est nihil quod factum est” (Todas las cosas fueron hechas por Él, y nada
de lo que fue hecho, se hizo sin Él). Y en esa convicción, reconociendo en
Dios sus atributos de Infinitud, Soberanía sobre todas las cosas que creó y
Fidelidad que se manifiesta en la seguridad que sus promesas se cumplirán, no
podemos, bajo pretexto de obediencia a una autoridad humana, desobedecer al
Alfa y Omega, al inmutable, para aggiornarlo a los nuevos tiempos dejando de
escucharlo a Él, para escuchar al mundo. Esto a pesar de las palabras del
Obispo de Roma cuando dijo: ““Porque si la Iglesia no escucha al
mundo, el mundo no escuchará a la
Iglesia ”. (Ciudad
del Vaticano, 7 octubre 2014 (News.va))
Lo que queda
claro es que todos los que cayeron en esta situación de contemporización con el
mundo en la Iglesia ,
aún desobedeciendo a los mandatos divinos, llegaron a esa situación “Porque no rezan”.
Aprovechemos entonces de
esa poderosa herramienta que Dios nos regaló, y pidamos la fortaleza para
alcanzar la Perseverancia
Final.
Augusto
TorchSon
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista
Excelente la nota, no tiene desperdicio.
ResponderBorrarExcelente! Gracias como siempre, Augusto.
ResponderBorrarLo penoso es que Francisco, Bergoglio, el actual Jefe de la Iglesia Católica, tampoco reza.. por eso no predica sobre la oración, ni la conversión, ni la Cruz, no cree que sea necesario para su plan neomodernista, que no es otro que el de fundar su propia iglesia ideologizada, de acuerdo con el "mundo" y sobre los escombros de la Iglesia que le eligió como "papa". Si tuviera "temor de Dios" no seguiría insistiendo en sus demencias, pero es que tampoco tiene vergüenza.
ResponderBorrarestimado augusto,qué alegría me saber que ud es amigo del padre Parrado, yo le conoci mucho,pertenecía a su parroquia en San Martín de Porres y después le seguí al Sagrado Corazón.Tengo otra amiga que me informa siempre de él,sé que está ya muy enfermo.Ahora ya no vivo en Tucumán.Cómo me gustaría saber qué diria Parrado ante tanta confusión que provocan hoy las ocurrencias de Bergoglio.Saludos. andrea
ResponderBorrarYo si sé que diría el Padre Parrado pero no puedo reproducirlo.
BorrarEste gran hombre sufrió el agravamiento de su enfermedad, por la acción ingrata y hasta vengativa de quienes ayudó en su momento.
Pero le hicieron un favor. Están coronando su vida con un verdadero martirio, y si bien no está lúcido en estos momentos, espero que pueda ver a Cristo Regresar como siempre deseó, y seguramente que lo abrazará como a uno de sus más fieles discípulos.
Saludos estimada Andrea en Cristo y la Patria.
Te pido muchas oraciones por el P. Parrado.
Estimado Sr. Torchson: Le agradezco mucho por su estupendo artículo, que nos ayuda en la comprensión de la situación dantesca en la que nos hallamos y a la vez nos sirve de estímulo espiritual e intelectual para no dejarnos vencer por las dificultades y para no cejar en el buen combate por Dios, por la Iglesia y por la Patria. Suyo en Cristo Rey y en María Santísima.
ResponderBorrar1) Que yo sepa, hay muchísimos ricos que tampoco rezan mucho que digamos... no?
ResponderBorrar2) Si esos pobres hubieran rezado, ¿habrían dejado de ser pobres o simplemente habrían obtenido la ayuda del sacerdote mencionado?
3) Es cierto que la oración ayuda a remediar el problema de la pobreza. Quizás, si quienes no somos tan pobres rezáramos más, en comunión con la Iglesia, nos daríamos cuenta de que podríamos hacer aunque sea un poco más por los que tienen menos...
Discurso bergogliano el suyo. Malinterpretó de punta a punta la idea del artículo.
BorrarNo es la solidaridad sino la fe la que salva.
Esperaba de todos modos algún comentario en ese sentido.
Evidentemente para usted, lo de tener la fe como un grano de mostaza, debe haber sido como piensan los modernista una exageración ilustrativa.
No se trata de conseguir riquezas con la oración, no somos neocalvinistas como los grupos "conservadores" de la Iglesia.
Tambien hay católicos que van a misa todos los domingos, pero a los pobres no les dan ni una moneda. La solidaridad es importante, Santiago dijo "somos salvos por las obras y no solo por la fe".
Borrar¿Sabes que siento? puedo estar equivocado...pero percibo que todo esto, esta tribulación, no es que no hace "mejores" católicos, sino que nos esta permitiendo entender que es ser "católico".
ResponderBorrarMira: estudie arte, soy pintor, trabaje de todo, durante toda mi vida; nunca me ha sobrado, y siempre sentí culpa por no poder ayudar mas a los que no tenían o hacerle mejores regalos a la gente que amo...me hacia sentir disconforme en mi relación con Dios...hasta que una vez, hace muy poco, me di cuenta de que rezo por ellos y es el mejor regalo que puedo hacerles y también acepte que sufro un poquito y estas lagrimas quizás los ayuden a llegar al Padre.
Ser católico es ser una PRESENCIA; constante, no fugaz con las manos llenas de dinero o de obsequios.
Dios y su Madre te bendigan a vos y a todos tus lectores
Antes que nada decir que aprecio el apoyo a mi blog y soy asiduo visitante del tuyo http://cespedplateado.blogspot.com.ar
BorrarSiempre admiré tus pinturas a la vez que me provocan una desazón que bien representa mi estado de ánimo en general al ver la perversión del mundo y de la Iglesia hodierna. Más que adecuados para tus posts. Felicitaciones.
COn respecto a tu comentario, puedo decir que es precisamente lo que se trataba de transmitir. No siento que me falte nada, sin embargo, como ya mencioné en un artículo anterior, no sólo trabajo en negro, sino que, aún juntando mis ingresos con los de mi señora, no llegamos al que correspondería al sueldo mínimo de un empleado de comercio. No se trata como plantea una persona en su crítica a la publicación de falta de oraciones nuestras por los demás o de solidaridad.
Como mencionaba en el artículo, a veces palabras tan simples no pueden ser interpretadas correctamente por el católico paganizado. No entender el pedido por el pan nuestro de cada día, y a esto agregarle que no sólo de pan vive el hombre. En fin...
Te mando un abrazo grande en Cristo Rey que vuelve pronto.
Gracias.
ResponderBorrarDios y la Virgen te bendigan....y como dicen las mujeres en mi familia: Dios proveerá!
Dios proveerá y provee.
BorrarGracias Matías. Bendiciones
Muchas veces he leído gente que dice que el amor de Dios es incondicional y siempre me quedó la duda de si eso es asi o no, tengo la impresión que es un concepto protestante pero lo dicen los católicos. Incondicional me parece que no por lo mismo que ud afirma en esta nota de la contraprestación. Por favor si alguien me lo puede aclarar desde ya mil gracias.
ResponderBorrarREGINA COELI CON BENEDICTO XVI , para descansar un poco, que la batalla es ardua y recien comienza.
ResponderBorrarhttps://www.youtube.com/watch?v=I12hAvxcaDA