En
el pasto - Lupus
«El
aborto nunca es solución. La vida es un derecho humano fundamental», dijo
recién el conjunto de los obispos, o sea el episcopado argentino, en vista a un
nuevo tratamiento de la ley de aborto por parte del conjunto de los políticos,
o sea el politicado argentino. Cumplen así los señores obispos con el oficio
apostólico de apercibir para santificar. Cordialmente.
«Nunca
es una solución»... No asesines, no violes, no robes, no estafes, no es un
camino acertado, fíjate si no se te ocurre algo mejor... ¿Cuánto más va a durar este lenguaje inútil,
diplomático y dócil? Sólo falta que consideremos herencia y patrimonio a
cualquier modalidad contra natura: a la inversión sexual por ejemplo, para
decir algo. Agregarle la perversión de adoptar niños sería demasiado, ¿no?
(Tampoco exageremos, sería ridículo imaginar que alguna vez pensarán en
impartir sacramentos a personas que pretenden haber cambiado de sexo...)
No
es de mucha ayuda la última exhortación papal, que habla de la vida humana como
«un fin en sí mismo», con lo cual se retira su verdadera finalidad y el
principal cimiento de su dignidad. Estamos hablando de un asesinato masivo que
nos convierte en enemigos del Creador. Un crimen horrendo cuya víctima es la
creatura más indefensa, un repudio del don divino. Ya pasamos de la «cultura de
la muerte» a gran velocidad y entramos de lleno en la Cultura del Crimen. Ésta es
una maldad atroz y extensiva, pues no sólo mata una vida en barbecho sino
también el alma de los que en él participan y de la sociedad toda. Esto nos
hunde, nos aplasta, nos tira al pasto.
Todo
lenguaje «ajustado» es definitivamente inservible y cómplice. Si la ley no
queda establecida (esta vez), queda cada vez más instalado el capricho y
promovida la putrefacción. Que ni siquiera estamos en el rango de los «derechos
humanos», sino en el de los «deberes humanos»: recuerden los señores obispos el
Mandato primero, nunca subrogado por ninguna negociación humana... ¿De qué
sirvieron los eufemismos, los rebujos de palabras? Tanto saludar y negociar, al
final se te llena de chucho el alma. Crimen, enfermedad, vicio, depravación,
torcedura y muerte: éste es uno entre tantos pecados que sigue acumulando una
sociedad idiota y contenta de conocer todos los ciclos de la miseria, una tribu
de animales pintados que pasea a sus animales domésticos y siempre acomoda el
culo pero a buen precio.
Da
lo mismo que al feto lo mate la madre. Que ella misma corte en pedazos la
minúscula vida. Si no sabe, que le enseñe el sepulturero que oficia de médico.
Y que la asista alguna de tantas degeneradas que claman por la libertad de su
cuerpo, que obtuvieron sólo porque alguien las dejó nacer. En lugar de perder
el tiempo organizando manifestaciones, mejor elijan cuchillos, afilen los
dientes y recorran las clínicas ofreciendo sus servicios. Háganse cargo,
vampiros.
Tal
vez hasta las ayudemos, mientras nos arrastramos.
Visto
en: Blogock
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Hemos padecido a los políticos y a esta jerarquía...Dios nos templo en el fuego de la tribulación total: los lobos rapiñandonos y los pastores huyendo...SÁLVANOS MADRE MÍA!
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