Es muy triste que como medio de evangelización,
en los últimos años, no se promuevan la lectura sistemática del catecismo de la
Iglesia Católica o las Sagradas Escrituras, el estudio de los Padres de la
Iglesia, la filosofía tomista o la lectura de los grandes santos. Por el
contrario, adecuando los métodos a la pereza contemporánea, se propone “catequizar”
a través de las sentimentaloides y progresistas “películas católicas”actuales.
Además de promover de esta forma un método que
no lleva a la reflexión y al análisis de
la información que, al ser audiovisual, ya viene la misma “digerida”; el gran
problema es la falacia con la que se encaran estas producciones filmográficas.
Por ejemplo en las referidas a la vida de santos, podríamos sospechar intereses
comerciales por los cuales se pretende edulcorar la realidad histórica de las
mismas a fin de captar mayor cantidad de público; sin embargo, nos permitimos
pensar mal y considerar que el trasfondo de dichas deformaciones responden a
perversos intereses que van más allá de generar mayores ingresos económicos.
Reconociendo
que hay algunas excepciones, la inmensa mayoría, fueron realizadas en la forma
que describimos.
Podemos así nombrar a las muy conocidas
películas sobre Santa Rita de Cascia, San Giuseppe Moscati, Santa Josefina
Bakita, San Felipe Neri, Santa Hildegarda, Santa Clara y San Francisco de Asís, las últimas
producciones sobre Santa Juana de Arco, y muchas más.
Reconociendo que hay honrosas excepciones
entre las nuevas producciones cinematográficas; no podemos dejar de reconocer
que la inmensa mayoría transmiten mensajes aggiornados a estos tiempos, es
decir, modernistas, sobre la vida de grandes santos. Por mucho que puedan agradar, son inmensas tergiversaciones de la realidad.
Asimismo son muy difundidas entre católicos, películas
hechas por no católicos, terriblemente blasfemas como “La Natividad”, en la
cual se retrata a la Santísima Virgen María como una adolescente maleducada y
rebelde a sus padres, en la que además incurre en groseros y maliciosos errores
como los alaridos que daría la misma en el momento del parto de Nuestro Señor.
Otro análisis se podría hacer respecto a
antiguas producciones, las cuales estaban imbuidas de un espíritu
verdaderamente católico, como el caso de Fray Escoba, o San José de Cupertino,
San Ignacio de Loyola, Santo Tomás Moro, Santo Tomás Becket, o las antiguas
realizaciones sobre Santa Juana de Arco, por citar algunos ejemplos.
Sin embargo, a modo de entretenimiento puede
ser válido y hasta enriquecedor el ver buenas películas con mensajes católicos;
pero mal haríamos en recomendar como modo de evangelización, esa opción que per se, presenta los inconvenientes
anteriormente señalados.
El motivo de realizar este artículo, surge después
de haber visto las producciones españolas sobre los mártires de la guerra
civil de dicho país: “Un dios prohibido” y “Bajo un manto de estrellas”.
Las mismas, dejando de lado las
consideraciones técnicas y las referidas a las condiciones histriónicas de los
protagonistas (pobrísimas producciones y muy malas actuaciones); lo que llama
poderosamente la atención, es el mensaje pacifista y hasta homosexual en las
mismas. En ambas películas, los actores que representan a sacerdotes y
seminaristas, se muestran, no sólo pusilánimes, cobardes y carentes de dignidad;
sino, lo más grave, en actitudes completamente femeninas, no sólo ante la
inminencia del martirio, sino hasta en la misma vida cotidiana.
Pudiendo entender que esto ocurriera en los
seminarios de la actualidad (de hecho tristemente ocurre), nos cuesta
considerar que esos mártires de la fe, tuvieron una actitud más de resignación
que de viril entrega de sus vidas por amor a Dios y a sus amigos. De hecho en
ambos trabajos, los personajes asisten impasibles ante los ultrajes a sus
compañeros aduciendo una falsa actitud pacífica. Sabemos bien que nuestra
obligación de poner la otra mejilla, de ninguna manera implica poner la de
nuestros compañeros, la de nuestras patrias y mucho menos la de Dios. Por eso,
resulta repugnante que, en la película “Bajo un manto de estrellas”, ante una
espantosa blasfemia hacia Nuestra Madre Celestial (esto con el innecesario
pretexto de darle realismo a la situación) los religiosos responden con llantos
y abrazándose nada virilmente.
Así como sospechamos anteriormente que los
malvados móviles de las películas “biográficas”
sobre santos, van más allá de lo pecuniario; en este caso, también creemos que las
propuestas de estas películas, más que ser el producto del sentimentalismo
reinante en la Iglesia desde el Concilio Vaticano II, tienen que ver con otros
oscuros y bien pensados objetivos.
En tiempos en donde la violencia se encuentra
desbordada en todo el mundo, ya sea por la inseguridad reinante en todo el
planeta convertido casi en su totalidad al ateísmo práctico, o ya sea por
ataques directos dirigidos hacia el cristianismo; se nos inculca a través de
estas producciones la idea que la única reacción válida es la de poner la otra
mejilla, que en la práctica implica la más absoluta pasividad.
Esto nos lleva a ponernos en un estado de
indefensión mucho mayor del que de cualquier manera nos toca vivir. Y así, con
los musulmanes asesinando brutalmente cristianos bajo la influencia judía y
yanqui, los delincuentes con carta blanca para cometer cualquier tipo de
delitos al saberse amparado por los “derechos
humanos” y hasta las agresiones de los mismo gobiernos en estas dictaduras
democráticas en donde no se permite salir del "pensamiento único" impuesto a través de los medios de comunicación; se nos pide que no reaccionemos y que nos limitemos
a observar como destruyen nuestra fe, nuestras patrias, nuestras tradiciones, y
nuestras familias.
Y en este irenismo propuesto desde el
mismo Vaticano de Bergoglio, estamos siendo cómplices de nuestra propia
destrucción. En el mismo sentido, la promoción de la homosexualidad, que
reprime en los hombres su capacidad de naturales y masculinas reacciones ante
agresiones externas; vemos en esta neo-iglesia, que es su máxima autoridad
quien promueve y fomenta estas desordenadas y nefandas conductas. Todo esto,
dicho sea de paso sirve para reducir la población, objetivo inmediato de la
plutocracia globalista para la que parece trabajar Bergoglio (aquí).
No olvidemos que a los múltiples apoyos al colectivo “gay” de parte del "obispo de Roma" (aquí
y aquí),
tenemos que agregarle su más reciente invitación y apoyo a la transexual mujer
casada con otra mujer (aquí).
Tal vez sería tiempo de volver a leer los
libros de los Macabeos, tal cual citamos en nuestro artículo “El
pacifismo es cobardía o tibieza, nunca una actitud católica”, aprovechando
la oportunidad para recomendar el mismo.
Pero sabiendo que todo esto tenía que pasar y
que, a pesar de la verdadera Iglesia va a parecer desaparecer, es precisamente
cuando esto suceda cuando va a llegar la definitiva victoria sobre el mal.
Mucho escribimos al respecto, pero cabe recordar, sin miedo a parecer
reiterativos, que no podemos considerar como actitud cristiana, la impasible contemplación
del mal, en las cuales creemos que las oraciones sin acciones pueden ser
conducentes dejando a la Providencia Divina lo que precisamente Ella nos
encargó.
La victoria corresponde a Dios, pero las
batallas a los cristianos. Si luchamos y morimos por Cristo, viviremos por siempre con Él;
si por el contrario, nos escondemos y a pesar de lo que digan nuestros labios,
con nuestras actitudes le negamos, Él nos negará y malditos seremos por toda la eternidad.
Augusto
Descargar “Bajo un
manto de estrellas”: aquí
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Admirado Señor TorchSon:
ResponderBorrarMagnífico análisis ( y dramático) sobre las películas " católicas" de los últimos años.
En relación a las películas españolas sobre las matanzas católicas en nuestra cruzada nacional, nada de lo que reflejan nos ha de extrañar. Hace mucho, mucho tiempo que se cuenta nuestra historia desde la óptica desde los asesinos. Las nuevas generaciones aprenden una historia falseada. El cine español está en manos de los mismos.Qué pocos españoles conocen el alcance de ese gran martirio, comparable a la Vendée en la Revolución Francesa. La inmensa mayoría de los religiosos y laicos ( por no decir todos) asesinados murieron heroicamente, conscientes de su sacrificio. Perdonando a sus enemigos, pero con valor martirial. Fueron miles los que murieron proclamando valientemente: viva Cristo Rey!
Recomiendo el reciente libro del historiador Santiago Mata "Holocausto Católico". Es una obra objetiva, exhaustiva y conmovedora sobre aquellos hechos que muchos intentan tergiversar.
Muchas gracias.
Gracias por la recomendación.
BorrarViendo películas como "Sin novedad en el Alcazar", éstas últimas parecen parodias de mal gusto. En fin...
Saludos en Cristo y María.
qué es lo más grave en la película "Un Dios prohibido"? pregunto para tener argumento,porque me habían dicho que era buena y yo no la vi. Gracias. (andrea)
ResponderBorrarEl cuestionamiento es el mismo que le hago para "Bajo un manto de estrella". Actitudes poco masculinas, resignadas y no decididas actitudes ante la posibilidad del martirio, pacifismo y un sentimentalismo que ni la peor novela de la siesta puede igualar.
BorrarSaludos Andrea. Bendiciones
entiendo,gracias por su trabajo.
BorrarDon , Augusto, ¿qué opinión tiene acerca de la película Mary's land (tierra de María)? si es buena, como dicen algunos, ¿la podría descargar en algún sitio para que la podamos ver?es que parece de reciente estreno y no la he podido ver en internet. Gracias
ResponderBorrarNo vi la película, pero según me comentaron un transexual o travesti da un testimonio de su "amor" a la virgen mientras se prostituye.
BorrarEspero que si alguien la vio pueda comentarnos al respecto. Si es así es una película demoníaca.
Excelente análisis crítico de las películas.
ResponderBorrarPor qué no hay buen cine católico, como La Pasión, Sin novedades en el Alcázar, y las que mencionas?