(El
título no corresponde a las publicaciones originales)
Nota de NCSJB: El siguiente posteo se compone de
extractos de 2 publicaciones del blog JUDICA ME, DOMINE, cuya extensión se hace necesaria
debido a lo delicado del tema. Quien tenga dudas puede “googlear” los nefastos
personajes aquí mencionados y comprobar sus perversos currículums, los cuales
incluyen escándalos públicos de homosexualidad y pedofilia.
La importancia del tema es vital para entender
lo que hoy se vive en la Iglesia en medio de una descomunal apostasía; y para
entender porque un tan oscuro personaje como J.M. Bergoglio no es sino parte de
un proceso masónico que se remonta hace mucho más de un siglo, pero que se
entronizó oficialmente a partir del Concilio Vaticano II.
Sabiendo que tenemos la promesa Divina que
las puertas del Hades no prevalecerán sobre la Iglesia, debemos prepararnos
para el cada vez más inminente retorno con toda majestad y gloria de Nuestro
Señor Jesucristo.
Monseñor Charamsa:
“Todo el Vaticano sabe que hubo un Papa gay”
“Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto,
ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz.” Lc 8, 17
Charamsa otra vez, y otra vez al ataque. Pero
hace en el fondo favor, ¡justamente en la dirección contraria de la que
pretende! A saber, el día 19 de octubre, o sea ya, sale con este titular (mejor
no pinchar en el enlace, contiene imágenes gravemente ofensivas para con la
mujer, y la decencia de cualquiera) en MDZ Online (Mendoza, Argentina): “Monseñor
Charamsa: ‘Todo el Vaticano sabe que hubo un Papa gay’”,
refiriéndose a Pablo VI.
El oficial de la Congregación para la
Doctrina de la Fe -la antigua “Inquisición”- el polaco Krzysztof Charamsa, fue
suspendido en sus funciones debido a que en la víspera del Sínodo de Obispos
sobre la familia anunciara su homosexualidad y presentara a su compañero de la
vida.
El hecho resultó un “balde de agua fría” en
el inicio de un encuentro que muchos expertos señalan como “histórico” por las
reformas que el papa Francisco busca introducir y por la resistencia de los
sectores más conservadores.
Charamsa, en diálogo con el programa
“Tormenta de ideas” por MDZ Radio, reveló lo que hasta ahora ningún alto
signatario de la Iglesia había admitido en público y que, sin embargo, está en
libros y publicaciones como un hecho real, pero acallado: que hubo un Papa que
era homosexual. Tal fue el caso -de acuerdo a lo subrayado por monseñor
Charamsa- de Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini, Paulo VI,
recientemente beatificado. De acuerdo con las versiones de algunos
historiadores, tomó el nombre “Paulo” para el pontificado no del apóstol, sino
de Paolo Carlini, un actor italiano que, se decía, era su “amante”.
La reveladora revelación de Charamsa:
el penúltimo paso de un largo y proyectado
recorrido de la penetración satánico-masónica-homosexual en la Iglesia
“La verdad os
hará libres”.(Jn.
8, 32)
“Hermanos, como
custodios de los misterios de Dios, alzaos y actuad. Vosotros que veis ante
vuestros ojos la devastación que otros están perpetrando”. (San Atanasio,
“Patrología griega”, XXVII, 219)
“Hablamos,
Venerables Hermanos, de un gran número de católicos seglares y, lo que es aún
más deplorable hasta sacerdotes, los cuales, so pretexto de amor a la Iglesia;
impregnados, por el contrario hasta la médula de los huesos de venenosos
errores bebidos en los escritos de los adversarios del Catolicismo, se jactan,
a despecho de todo sentimiento de modestia, como restauradores de la Iglesia, y
en apretada falange asaltan con audacia todo cuanto hay de más sagrado en la
obra de Jesucristo…”. (San Pío X, en “Pascendi”)
“LA FRANCMASONERÍA: Este es el enemigo”. (Leon XIII, “Humanum
Genus”)
Todas las personas en uso de razón y honestas
pueden entender con facilidad que la revelación de Charamasa obedece un plan
clarísimo: sirve de pretexto para colocar, definitivamente, determinadas ideas
en la Iglesia mediante este Sínodo contra familia como herramienta. No sé cómo
lo harán, pero lo intentarán hacer de forma que más daño pueda hacer. Supongo
que no habrá ninguna declaración “dogmática”, pero sí efectiva mediante la cual
confundirán la inmensa masa de católicos indefensos por la cobarde ausencia de
sus pastores. Allí naturalmente reside el error, y tales actuaciones de
Francisco y compañía serán facilitadas por todos aquellos que sostienen que al
papa hay que hacerle caso solamente en las cuestiones no opinables, no dándose
cuenta que un papa enseña la verdad de Cristo también desde el Magisterio
ordinario. Si no, ¿para qué queremos al papa? De donde, él que no enseña
ordinariamente la doctrina de Cristo, ese tal no puede ser papa, y no hay que
prestarle la obediencia. Es decir, la mayor necesidad posible para la Iglesia
es tener un papa verdadero, el que
va a enseñar la doctrina de siempre. Entiendo que eso no será posible hasta que
no se señalen y reconozcan con total claridad los errores de las últimas cinco
décadas posconciliares, debidas al mismo
Concilio y la infiltración en la Iglesia de los enemigos de Cristo y de su
doctrina.
Esta
infiltración, queridísimos amigos, empezó visiblemente,
como dijimos, por la época de Juan XXIII; sí, nada menos y lo vamos a ilustrar
debidamente, pero con toda su fuerza entró de lleno durante el tiempo de Pablo
VI.
Hay tantas cosas que tratar, y en este
artículo, aunque fácilmente salen siempre bastante largos, intentaremos
ocuparnos principalmente de la ideología y presencia homosexualista en la
Iglesia. Aunque,… este fenómeno, como tantos, no va aislado.
Jesuita, exorcista y novelista, Malachi
Martín, era secretario del comprometido Cardenal Bea, relacionado con varios
asuntos turbios. Su nombre es uno de los eclesiásticos citados en la famosa
lista Pecorelli, de personajes italianos relacionados con la logia P2. Este
jesuita, por lo tanto, estaba al tanto de muchos asuntos turbios en los que
estaban implicados miembros destacados de la Iglesia. Al margen de la
credibilidad de todo lo que narra Malachi, su aporte tiene muchísimo peso, y lo
que es peor, concuerda en aspectos importantísimos con el desarrollo de los
acontecimientos relacionados con el Concilio y posconcilio.
En su libro, “La casa azotada por el viento”, o en su traducción comercial “El último papa”, narra un asunto
increíble: la entronización de Satanás en el Vaticano, en concreto en la
capilla de San Pablo el 29 de junio de 1963, fiesta de San Pedro y San Pablo.
Esta entronización fue un rito satánico que se desarrolló simultáneamente con
otro rito gemelo, que digamos, en EE. UU., formando en sí un único rito. Un
rito en el que se ofrecía un sacrificio humano a Lucifer, con el fin de
establecer su poderío, realeza que digamos, en el Vaticano. El sacrificio consistía
en la violación ritual de una niña, Agnes, traída allí por su propio padre,
miembro de la secta.
¿Increíble, verdad?, pero los acontecimientos
siguen, los sucesos se suceden uno tras otro, y no tienen explicación lógica:
los herejes tienen cátedras, enseñan errores y no se les corrige; la
homosexualidad avanza entre el clero, con especial acento en EE. UU., se
suceden uno tras otro verdaderos atentados contra la doctrina católica, y lo
que es pero, ¡totalmente impunes!
¿Esto tiene explicación si no es por medio y participación de las fuerzas del mal?
Pero lo peor es: ¿esto tiene explicación sin
la implicación de la misma cúspide de la Iglesia?
Hay un nombre que explica tantísimas cosas:
el de “Beato” Pablo VI. Como el tema nos lo pide, empezaremos con el asunto de
la homosexualidad.
¿Por
qué se dan tantos casos de la homosexualidad desde la época de Pablo VI?
¿Podría ser, simplemente, que él mismo lo era y que por eso promovió a los
“hermanos” en la tarea a los cargos más importantes en la Iglesia?
Pues bien, de eso se trata: abordaremos hoy
el caso de la homosexualidad de Pablo VI.
Me baso fundamentalmente en las obras de Dra.
Randy Engel, escritora y periodista católica americana; sacerdote italiano Don
Luigi Villa, encargado por Pío XII de investigar el influjo de la masonería en
la Iglesia; continuador de este, Ing. Franco Adessa – con el que el editor de
este blog tuvo la ocasión de intercambiar pareceres este mismo año, así como en
las obras y testimonios de otras personas, principalmente citadas en los
trabajos mencionados.
Creo que, en base a testimonios y obras
significativas que vamos a comentar, existen indicios con mucho peso sobre la
homosexualidad de Pablo VI; hay que decir que la referida argumentación es
convergente, no una prueba tipo
reconocimiento propio al estilo de Charamasa, o mediante una cámara oculta
autorizada por un juez, lo cual sabemos como imposible; convergente debido a la
concordancia de hechos y testimonios analizados, así como actos de gobierno de
la Iglesia realizados, con la implicación de personas señaladas.
Debo decir que cuando oí estas afirmaciones –
por primera vez lo fue de un apologeta -, me impactó tanto que puse en duda la
seriedad de sus argumentaciones. Ante la seguridad de la postura del escritor
en cuestión, cuyo nombre prefiero no mencionar, y en base a argumentos
aportados, superé el estado de shock. Investigué más sobre el asunto, y este
sería un resumen que hago sobre el particular:
Comenzamos
nuestra tarea presentando extractos del libro de la famosa investigadora Dra. Randy Engel, “El rito de la sodomía –
Homosexualidad y la Iglesia Católica Romana”.
“La voz que Montini se sentía atraído por
hombres jóvenes, circuló durante largo tiempo. El testimonio de Robin Bryans, escritor irlandés,
declaradamente homosexual, en su autobiografía de 1992, “The Dust Never Settles” (El polvo nunca se asienta”), afirma que su amigo Hugh Montgomery le dijo
que él y el joven Montini habían sido amantes, cuando él fue nombrado
diplomático en el Vaticano.
[Cubierta
del libro: “El rito de la sodomía”,
de la famosa y muy premiada escritora católica americana Dra. Randy Engel. El
libro, de 1282 páginas, provee los nombres y los detalles de todos lo
Cardenales, Obispos, Monseñores y Sacerdotes que ha tenido problemas con la
justicia americana por su vicio impuro y contra natura]
“El
escritor francés y ex Embajador, Roger Peyrefitte, homosexual confeso y
defensor de los “derechos gay”, en
1976, en una entrevista a D.W. Gunn y J.
Murat, representates de la “Gay
Sunshine Press”, habló de la homosexualidad de Paulo VI quien, cuando era
Arzobispo de Milán, iba a una casa apartada para reunirse con muchachos ad
hoc. Esta entrevista fue recuperada y reproducida por la Revista Italiana “Tempo” de Roma. El 26 de abril de
1976, el Vicario de Roma y la Conferencia Episcopal Italiana decretaron “un día de reparación” universal.
[El escritor y ex Embajador, Roger
Peyrefitte, homosexual confeso y defensor de los “derechos gay”, en 1976, en
una entrevista, habló de la homosexualidad del Arzobispo de Milán, Mons.
Montini.]
También Pablo VI, el Domingo de Ramos, hizo una declaración, desde su balcón, hablando
“de las cosas horribles y calumniosas” que se habían dicho de él. Pero no presentó ninguna denuncia por
aquellas presuntas calumnias, como debió haberlo hecho”. La noticia tuvo
eco por ejemplo en Observer &
Reporter de Washington, 1976:
“En “O
Vatican, A Slightly Wiched View of the Holy See” (El Vaticano, una visión
un poco maliciosa de la Santa Sede), el ex corresponsal de la oficina romana
del “New York Times” dio también el
nombre de un famoso actor italiano, Paolo Carlini, que se había convertido en
un visitante frecuente de Paulo VI, en sus apartamentos privados, en el
Vaticano. También la televisión inglesa entrevistó a Peyrefitte, quien echó leña al fuego declarándose sorprendido de
haber obtenido inesperadamente tanta publicidad a bajo costo.”
Pasamos ahora a otra obra de un gran escritor
e investigador, Franco Bellagrandi: “NICHITARONCALLI
– Controvita di un papa” (Edizioni Internazionali di Letteratura e Scienze,
Roma).
[Cubierta
del libro del Prof. Franco Bellegrandi que describe la “colonización
homosexual” del Vaticano, iniciada bajo el Pontificado de Juan XXIII y luego
acentuada bajo el Reinado de Pablo VI.]
Bellegrandi no es un escritor cualquiera. En
cu currículum consta que el citado profesor romano es “periodista e
investigador. Durante muchos años fue corresponsal viajero de L’Osservatore
Romano” y Camarero de Espada y Capa de Su Santidad. Además de escribir en
periódicos y revistas italianas y extranjeras, ha publicado libros de ensayos
históricos y de costumbres, como “Guida ai misteri e piaceri del Vaticano”, “Il
portone di piombo” sobre la Ospolitik de Pablo VI, editados por Sugar. Ha
trabajado en la Oficina de Prensa de los Caballeros del Trabajo. Fue vaticanista
en los programas religiosos de la RAI, luego responsable del cine de la primera
red y de la dirección de Tribuna Politica. Tenía la Cátedra de Historia Moderna
en la Universidad de Insbruck, y fue distinguido por el Presidente de la
República Austríaca con la Cruz de Oro y Plata.”
En su libro: “Nichitaroncalli – contravida de un Papa”, Bellegrandi escribe
(negritas mías): «Montini, se murmura en
Roma y en toda Italia, sería homosexual. Por lo tanto, chantajeable. Por lo tanto en el puño de aquellos que intentan
maniobrarlo para sus propios fines. En
Milán, habría sido detenido, de noche, por la policía, en ropas de civil y en
dudosa compañía. Está ligado por años de amistad particular con un actor
que se tiñe el cabello de rojo y que no hace un misterio de su relación con el
futuro Papa. Por otra parte, la relación continuará más estable con los años. Me confió un oficial del Servicio de
seguridad del Vaticano, que el predilecto de Montini, tenía autorización para
entrar y salir del apartamento del Papa a voluntad. Tanto que, con
frecuencia, se lo veía llegar al ascensor, en plena noche.”
El siguiente autor que traemos a colación es
el Abad Georges de Nantes, fundador
de la “Liga de la Contra-Reforma
Católica”.
[El Abad Georges de Nantes, fundador de la
“Liga de la Contra-Reforma Católica”, en 1969, expuso la acusación de
homosexualidad contra Paulo VI, citando diversas fuentes circunstanciadas.]
En Troyes (Francia), en 1969, en el número de
junio-julio de la publicación “La
Contrarreforma católica en el siglo XX”, expone la acusación de homosexualidad
contra Paulo VI, contenida en el citado número, comenzando por recordar la
acusación de Paul Hoffman en
relación con la “Mafia milanesa”;
luego, haciendo referencia a una cita tomada de un libro de bolsillo, que trata
de un Cardenal no italiano, un “hombre
afable y de ojos penetrantes, que Paulo VI había colocado en una posición
clave, que tenía reputación de pederastia en su trato con los “niños” y jóvenes
que vivían en el barrio detrás del Vaticano. También el Abad relata un episodio
ocurrido en la vigilia del Cónclave de 1963 que eligió Papa a Montini. La
tarde de la apertura del Cónclave, un Padre
de Sant-Avit de la Basílica de San Pablo Extramuros, lo había informado que
la Sección de Moral de la Policía de
Milán tenía un expediente sobre Montini. Luego, años después, el Abad de Nantes se dirigió a Juan Pablo II con estas palabras: «Así, después del escándalo de la elección
de un homosexual confeso al trono de Pedro, que ha envenenado la Iglesia, Usted,
Santísimo Padre, ¿lo quiere hacer
revivir, y hacerle alcanzar a este desventurado Pablo VI la gloria de los
altares, y ofrecer sus huesos como reliquia a los fieles para ser besados,
y presentar su rostro a los fieles para su ferviente mirada bajo la gloria del
Bernini? ¡Ah, no! ¡Esto es imposible!»
Atila
Sinke Guimarâes, en su obra: “Vaticano
II, Homosexualidad y Pedofilia”, habla de la homosexualidad de Paulo VI,
citando a Franco Bellegrandi quien informa la acusación que, durante el período
de Montini en Milán, “fue sorprendido en
flagrante por la Policia local” en una de las calles nocturnas de burdeles
masculinos de la ciudad, que el Arzobispo frecuentaba.
El ex
guardia vaticano, también describe
el proceso de “colonización homosexual”, iniciado bajo el Pontificado de Juan
XXIII, pero que se aceutuó bajo el Reinado de Montini. Bellegrandi, luego
escribe que viejos y honrados empleados fueron jubilados, o transferidos a otro
lugar, para dejar su lugar a los
“cofrades” de Montini, afectos al mismo vicio, y que estos, a su vez, trajeron con ellos a sus favoritos,
“jovencitos afeminados de uniformes ajustados”.
Siempre Bellegrandi escribe que Montini, apenas asumió el cargo de
Pontífice, fue sometido al chantaje por
parte de la Masonería italiana. A cambio de su silencio por las furtivas
permanencias del Arzobispo Montini en un Hotel de Suiza, para sus
encuentros con su actor-amante, los
masones pidieron que el Papa eliminara la tradicional prohibición de la Iglesia
de la cremación después de la muerte. Pablo VI cumplimentó el pedido. Después de lo cual, la perversión sexual de
Montini se convirtió en blanco de chantaje.
En una
correspondencia con un escritor británico, familiarizado con las
operaciones del Servicio Secreto Inglés,
MIS, a Bellegrandi se le preguntó si la homosexualidad de Montini lo hacía
vulnerable al chantaje por parte de los Servicios Secretos Británicos o
Soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial. El escritor escribió que él
consideraba que los Británicos (MIS)
y los Americanos (OSS) sabían de la homosexualidad de Montini, y la usaban en
su contra para obtener su cooperación para hacer funcionar las redes Vaticano-Aliados después de la
guerra. Las informaciones sobre
chantajes a Montini, por parte de la KGB y GRU Soviéticos, luego de la
guerra, vinieron a su vez de otra fuente. Un anciano gentilhombre de París, que
trabajó como intérprete oficial para el Clero de alto nivel del Vaticano, le dijo que los soviéticos chantajeaban a
Montini para saber el nombre de los sacerdotes que el Vaticano mandaba,
clandestinamente, al otro lado de la Cortina de Hierro, para proveer a los
fieles católicos, en la Unión Soviética, durante la Guerra Fría. La Policía Secreta soviética, por lo
tanto, estaba siempre pronta y, apenas los sacerdotes clandestinos atravesaban
el confín ruso, eran tomados presos y
fusilados o mandados al Gulag.
Parecidos testimonios sobre la infiltración
comunista en la Iglesia ha aportado una conocida ex comunista americana,
conversa al catolicismo, Sra. Bella Dod. A principios de los años 1950, la
citada señora dio a conocer un gran testimonio sobre la infiltración comunista
en la Iglesia y el Estado ante el Comité de Actividades No-Americanas de la
Casa de Representantes, y también proveyó
explicaciones detalladas de la subversión comunista en la Iglesia.
Hablando como una antigua funcionaria de alto rango del Partido Comunista
Americano, la Sra. Dodd dijo: “En los
años treinta nosotros colocamos a mil cien hombres dentro del sacerdocio para
poder destruir la Iglesia desde dentro”. Doce años antes del Vaticano II,
ella dijo: “Ahora mismo ellos están en
los lugares más altos dentro de la Iglesia.” Ella predijo cambios en la
Iglesia que serían tan drásticos que “ustedes no reconocerán la Iglesia
Católica”.
La doctora Alice von Hildebrand recordó,
durante una entrevista con la revista Latin Mass (edición Verano 2001), que “Bella Dod le dijo a mi marido y a mí que
cuando ella era un miembro activo de partido, ella había tratado con no menos
de cuatro cardenales dentro del Vaticano ‘quienes estaban trabajando para
nosotros’.”
Sin embargo, por ahora, no entraremos en este
último asunto; lo mencionamos solamente de pasada porque simplemente es una
conexión con el tema que enfocamos aquí preferiblemente: el de la homosexualidad
de Pablo VI y sus implicaciones.
Pero llegados a este punto, debemos hacer la
siguiente reflexión: estos testimonios y críticas, ¿son realmente concluyentes?
¿No se trata de una burda y asquerosa invención en contra de la figura de un
papa? ¿Puede ser siquiera posible algo así, es decir, como si todos de cuajo
fuéramos unos locos viviendo en Marte sin enterarnos de lo que pasa? ¿Y que
nadie de la curia, del pueblo llano, periodistas, escritores, y que nadie,
nadie, nadie… reacciones siquiera?
Bien, como vimos, no es que no había “nadie”
que denunciara esta situación, pero… ¿y qué? Si realmente fueran verdaderas sus
acusaciones, ¿se las tendría en cuenta? ¿No serían tapadas como lo están y como
estaban tapadas tantas cosas?
No obstante, al margen de todas estas
observaciones y reflexiones, existe otro tipo de argumentación. No una
argumentación de tipo pruebas judiciales, sino una argumentación de conexión
lógica entre fenómenos, a saber: si Pablo VI fuera homosexual, ¿podría ser que
promoviera el mismo tipo de personas a cargos importantes de la Iglesia,
inclusive mediante nombramientos de obispos y cardenales, sobre todo en EE. UU?
En definitiva, ¿podría ser que la
homosexualidad de Pablo VI fuese instrumental en la curva paradigmática que vio
el ascenso del “Colectivo Homosexual” en la Iglesia Católica de los Estados
Unidos? ¿Qué este rol fuese decisivo
en la selección y ascenso de grado de muchos miembros homosexuales de la
Jerarquía católica? Aunque, parece que solamente por ser homosexual no sería
causa y razón suficientes, sería necesario querer promover un determinado tipo
de ideas, que bien sabemos, Pablo VI sí lo hizo. Otro aspecto: ¿podría ser que
una parte del clero joven, con tendencias homosexuales no controladas, se
dejara “guiar” por su gran modelo? Todo eso son preguntas lógicas y
consecuentes que se pueden plantear aquí, y la cuestión es ver si de esas se
puede encontrar eco en los hechos reales. Lo peor es que sí. Vamos, pues, a
analizar algunos casos muy destacados.
Cardenal Joseph Bernardin
Después
de ser ordenado sacerdote en 1952, Bernardin,
dos años después se convirtió en secretario personal del Obispo de Charleston, Mons. John Joyce Russel. Entre sus
amigos más estrechos, estaban: Frederick
Hopwood, pederasta, acusado de un
centenar de casos de acosos sexuales; Justin Goodwin y Paul F. Seitz, que
abandonaron el sacerdocio, después de
haber sido abrumados por escándalos personales de pederastía.
[El Card. Joseph Bernardin que fue
secretario personal de Mons. J.J. Russel, obispo de Charleston, fue nominado
por Pablo VI Arzobispo de
Cincinnati, se convirtió en Secretario y Presidente de la Conferencia Episcopal
Americana y Arzobispo de Chicago. Bernardin era homosexual. Fue acusado de
violencia carnal, liberándose solo con un pago de millones de dólares. Fue acusado de violencia carnal contra una
niña, en el curso “misas negras”, celebradas con mons. J.J. Russell. Él sería por lo tanto uno de los personajes
descritos por Malachi Martín.]
En 1968, Bernardin
fue electo Primer Secretario General de la Conferencia Episcopal Americana.
El nombró su secretario a James S.
Rausch, homosexual. Los amigos y colaboradores más estrechos de Bernardin fueron: John Muthig, declaradamente homosexual; John Willig, famoso por su
homosexualidad; Michael J. Sheehan, convertido luego en Arzobispo de Santa Fe,
diócesis famosa como albañal de sacerdotes pedófilos.
En 1972, Pablo
VI nominó a Bernardin Arzobispo de Cincinnati (Ohio). Su Auxiliar era John R. Roach. Los dos, Bernardin y Roach, dominaron por
decenios la Conferencia Episcopal Americana; primero con sus cargos de Secretario y Presidente; luego, a
través de los clérigos que ellos promovieron a Obispos. En esto fueron ayudados
por Mons. Jean Jadot, Delegado
Apostólico en los Estados Unidos, desde 1973 a 1980, nombrado por Pablo VI.
Estos
tres Prelados tuvieron el encargo de elegir entre los candidatos a obispos, a
los que compartían la visión post-conciliar de Pablo VI; de hecho, durante
los siete años en el cargo, ellos seleccionaron una larga serie de obispos, no
solo por su visión post-conciliar, sino también por su apoyo al “Colectivo Homosexual” y por la cobertura y
encubrimiento de los escándalos de homosexualidad y de pedofilia del clero
americano.
[Mons. John Joyce Russell, Obispo de
Charleston y luego de Richmond fue acusado junto al Card. Bernardin, por una
mujer de pseudónimo “Agnes” de
perversión sexual en su contra, en un rito satánico, en Greenville en 1957.
Asimismo, la misma mujer lo acusó haber sido violentada, a la edad de 11 años,
durante una ceremonia oculta, a la cual fue obligada a participar porque su
padre, miembro de la secta que organizó el evento, la había ofrecido al grupo
como “Víctima”. Otro alto cargo
eclesiástico que se corresponde con la descripción de Malachi.]
En 1982, Juan
Pablo II nominó a Bernardin Arzobispo de Chicago, donde creó la asociación
diocesana para homosexuales: “Gay and Lesbian Outreach” (AGLO).
Bernardin
se prodigó para sofocar los escándalos sexuales de los sacerdotes de la
diócesis: el 30 de mayo de 1984, el
organista Frank Pellegrini fue encontrado muerto en su apartamento, y la indagación, conducida por dos
investigadores, descubrió una red clerical de pederastas/homosexuales en la
diócesis de Chicago. (Todo esto, en detalles, descrito bajo seudónimos en el
citado libro de Malachi M.)
En 1987, el “caso” Jeanne Miller contra el Rev. Robert E. Mayer, fue silenciado
con un pago, pero Mayer, luego, fue condenado a 3 años por violencia sobre una
niña de 13 años.
En 1989, el
sacerdote pedófilo Rev. Robert Lutz fue forzado a presentar la dimisión.
El 12 de noviembre de 1993, estalló el “caso” de Steven Cook, que involucró directamente al Card. Bernardin.
La
Radio Vaticana reaccionó inmediatamente, defendiendo al Cardenal. El Secretario
de Estado, Card. Angelo Sodano expresó el apoyo al Card. Bernardin de parte del Santo Padre. En la reunión de la Conferencia Episcopal americana,
del 15 de noviembre de 1993, el Card. Bernardin, a su ingreso, fue recibido por una ovación de 300 Obispos que, de pie, le ofrecieron
este símbolo de su confianza.
El
proceso a Bernardin prosiguió y Steven Cook, moribundo de SIDA, no prosiguió con la acusación hecha a Bernardin.
Después de algunos meses, la causa con Cook fue concluida de manera amigable,
y el acuerdo –se vino a saber- consistió
en un pago de siete cifras (= millones de dólares).
Sabemos también, que el mismo Bernardin, el 12 de noviembre de 1993, habló de una acusación en su contra,
que le hizo una dama, nombrada con el pseudónimo de “Agnes” (Inés), por haber
participado en el otoño de 1957, en Greenville (Carolina del Sur), en un rito satánico con actos blasfemos y de
perversión sexual en su contra, junto con el Obispo de Charleston (Carolina
del Sur), Mons. John Joyce Russell.
Su declaración fue considerada creíble por parte del P. Charles Fiore, que entregó una declaración escrita y jurada a
dignatarios del Vaticano.
La misma “Agnes”,
también, acusó a Bernardin de haberla
violentado cuando ella solo tenía 11 años, durante una ceremonia oculta en la
que se vio obligada a participar, porque su padre, miembro de la secta satánica que había organizado el evento, la
había ofrecido al grupo como “victima”,
para un sacrificio satánico.
El Card.
Bernardin murió el 14 de noviembre de 1996. A su funeral, celebrado en la
Catedral, fue invitado el coro homosexual “Windy City Gay Chorus”.
En
2002, también, estalló el escándalo
del Seminario del Sacro Cuore Immacolato
di María, en la ciudad de Winona (Minesota). Un grupo de Prelados había creado una red de Obispos pederastas (desde)
dentro del Seminario. Según la relación de una investigación, conducida por
“Roman Catholic Faithful” (Fieles
Católicos Romanos), el grupo de Prelados involucrados en este sórdido asunto
fueron: Joseph Bernardin, John Roach, Robert Brom y un cuarto Obispo cuya
identidad no fue revelada. Uno de los
seminaristas declaró que algunas de las actividades homosexuales en el
Seminario estuvieron conectadas a rituales ocultos y satánicos. El mismo
seminarista, junto a otros, testimoniaron que, a veces, ¡el Arzobispo Bernardin arribaba al Seminario con un joven compañero de
viaje de nombre… Steven Cook!
El Cardenal Terence James Cooke
En 1967, Pablo
VI lo hizo Arzobispo de Nueva York, sucesor del Card. Spellman. En 1978, en
la diócesis de Brooklyn, que forma parte de la arquidiócesis de Nueva York, se crea la “Comunidad de San Mateo”, ¡una
comunidad religiosa católica romana de homosexuales para homosexuales! En el
Estatuto, entre los varios artículos pro-gay, también está el Art. X que
dice que, entre los votos tradicionales, está
también el de vivir “en unión gay permanente… un signo de unión total,
permanente y fiel con los otros”. El hecho que la Comunidad San Mateo fuese
miembro de la “Catholic Coalition for
Gay Civil Rights” (Coalición católica para los derechos civiles gay),
aclaró el programa político de la Comunidad.
[El
Card. Terence James Cooke, fue nombrado por Pablo VI Arzobispo de Nueva York,
como sucesor del Card. Spellman. En la diócesis, Cooke favoreció a la “St.
Matheus Community, ¡una Comunidad Religiosa Católica Romana de homosexuales
para homosexuales! En 1976, la prensa masónica anunció con satisfacción que, el
28 de marzo, el Cardenal Terence James Cooke había asistido a un gran banquete
en el que habían intervenido tres mil masones de la Gran Logia de Nueva York y,
en aquella ocasión había tomado la palabra para deplorar “los malentendidos
pasados” y expresar la esperanza que los mismos no hubieran comprometido el
“acercamiento entre Iglesia y Masonería”.]
Cardenal John Wright
Se diplomó con honores en el colegio de
Boston. Con la aprobaciónn del Card.
O’Connell, Wright fue elegido para ir al Colegio Norteamericano de Roma, donde fue ordenado sacerdote en
1935. En 1943, Wright se convirtió en
Secretario personal del Card. O’Connell y, luego del sucesor Richard Cushing, quien después de 4
años lo consagró Obispo Auxiliar. Cushing
fue elegido por la Alta Masonería hebrea de los B’nai B’rith como “Hombre del
Año” y Wright se jactaba de una larga asociación con la Anti Difamation League
de los B’nai B’rith. En 1957, la sección Worchester de los B’nai B’rith dio a John Wright un premio
por “prominentes obras en la comunidad”.
[Mons. John Wright, fue auxiliar del
Obispo de Boston y después Obispo de Worcester. Recibió un premio de la Alta
Masonería hebraica de los B’nai B’rith. Wright era un homosexual que prefería
muchachos y hombres jóvenes. Desde su establecimiento en Worcester hasta el fin
del mandato, la diócesis tenía la fama de ser un “paraíso” para los sacerdotes pederastas. Luego se convirtió en
Obispo de Pittsburg y, en 1969, fue promovido
por Pablo VI a Prefecto de la Congregación del Clero en la Curia Romana y,
después de cinco días, lo hizo Cardenal.]
Wright
era un homosexual que prefería muchachos y hombres jóvenes y aunque su
predilección pederasta no era un secreto en las diócesis de Boston, Worcester y
Springfield, durante muchos años, nadie había hecho antes por acusarlo de
abusos sexuales.
Su
primer acusador fue William Burnett, cuyo tío, Rev. Raymond Page, trabajaba a las órdenes del obispo Wright, en Worcester. Brunett contó que
su tío sacerdote tenía una casa para las vacaciones en Hamilton Reservoir, en Holland (Massachusetts), y que Wright era un huésped clandestino, pero
regular en aquel lugar. Brunett, luego, describió con detalles, los abusos sexuales cometidos en su contra
y las proezas sexuales que transcurrían entre Wright y su tío Page.
Estos abusos, al joven, habían durado todo el período 1952 a 1955. Desde el
momento de su establecimiento hasta el fin del mandato de Wright, la diócesis de Worcester tenía fama de ser un “paraíso” para
los sacerdotes pederastas.
Los principales casos de abusos sexuales
clericales, ligados a Wright habían
planteado el inquietante interrogatorio sobre sus “artes mágicas” y su gran grupo de cabala oculta, operante en las diócesis de Worcester, Springfield y
Boston.
En 1959, Wright
se convirtió en Obispo de Pittsburg. Apenas establecido en la diócesis, Wright fundó un Centro Oratoriano,
manejado por sacerdotes y seminaristas, que, en poco tiempo, se convirtió en un campo de acción de homosexuales
y el escándalo estallará, luego, en 1993. Después que Juan XXIII anunció el
Vaticano II, Wright fue asignado por el
Papa a la Comisión Teológica de la Comisión Preparatoria del Concilio.
Durante el Concilio, Wright tuvo un rol
importante en la promoción de la “libertad religiosa” y el “ecumenismo”. En
1969, Pablo VI nominó a John Wright
Prefecto de la Congregación del Clero en la Curia Romana, y después de
cinco días, lo hizo Cardenal.
El
Card. Wright murió en Boston, en 1979.
Arzobispo
Rembert George Weakland
Benedictino. Conoció a Montini en
1956.
En 1963, fue electo Abad Coadjutor de la Abadía de San Vicente. En 1964, Pablo VI lo nombró Consultor en la Comisión
sobre la Sacra Liturgia del Concilio Vaticano II. En 1973, Pablo VI
determinó la elección de Weakland como Abad Primado de la Orden Benedictina
mundial. En
1977, Pablo VI lo nominó 9º Arzobispo de la
Arquidiócesis de Milwaukee. Allí, en breve tiempo, Weakland se convirtió en el predilecto de la Jerarquía liberal de los Estados
Unidos y fue el primer sostenedor del “Colectivo Homosexual” en la Iglesia
católica norteamericana.
[El
benedictino Mons. Rembert George
Weakland, promovido por Pablo VI
a Abad Primado de la Orden Benedictina y Arzobispo de Milwaukee, abrumado por
los escándalos de su promoción de la homosexualidad y crímenes personales, fue
llevado a su dimisión.]
Su
posición homosexual incluía el apoyo a la legislación homosexual; su apología homosexual: “Herald of Hope. The Archibshop
Shares: Who is our Neighbour?” (El precursor de
esperanza. El
Arzobispo comparte: ¿quién es nuestro prójimo?), aparecido en el semanario
católico “Catholic Herald Citizen”,
el 19 de julio de 1980: la fundación y el financiamiento del “Milwaukee Aids Project” (Proyecto
Milwaukee sobre Sida) que incluía la distribución
de preservativos para la homosexualidad y la sodomía segura, la masturbación
común, el sadomasoquismo consensual, los juegos sexuales, las celebraciones de
“Misas para gays”, la instrucción sexual desde la cuna; la educación sobre el
Sida para introducir a los niños a las perversiones de los vicios infames…!
El 2 de abril de 2002, a los 75 años, el Arzobispo Weakland presentó su dimisión,
pero la Santa Sede no la aceptó. Entonces, el 23 de mayo de 2002, la “ABS News” divulgó la acusación de homosexualidad,
hecha por Paul Marcoux, en el show televisivo “Buen Día América”. Inmediatamente después del escándalo público,
la Santa Sede aceptó su dimisión.
Obispo James S. Rausch
El 17 de enero de 1977, Paulo VI nombró a Rausch Obispo de la diócesis de Phoenix. Con su
llegada, los casos de acosos sexuales, en la diócesis, se acentuaron. A. W. Richard Sipe, que frecuentó el
Seminario de San Juan, en Collegeville (MN), junto a Rausch, en los primeros
años 1960, confirmó que Rausch tenía
“una vida sexual activa”. En el verano de 2002, Brain O’Connor de Tucson, de 40 años, hizo públicos los detalles de su abuso sexual por parte de Rausch, que
se hacía llamar “Paul”.
[Mons. James S. Rausch fue nombrado por
Pablo VI Obispo de Phoenix. Desde su llegada a la diócesis, los casos de acosos
sexuales se acentuaron y él mismo fue acusado de abusos sexuales.]
Obispo George Henry Gutfoyle
En 1964, fue consagrado Obispo Auxiliar de
Nueva York. En 1968, se convierte en cuarto Obispo de la diócesis de Camden (N.Y.).
En 1969, Paulo VI lo designó en la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos.
El 10 de marzo de 1998, un sacerdote de la diócesis de Carden Mons. Salvatore J. Adamo, ex director
del periódico diocesano “Catholic Herald”, entregó al Estudio Legal de Stephen C. Rubino, una deposición escrita de seis
páginas, con ocho páginas adjuntas de correspondencia con su superior, el
Obispo James T. McHugh. El objetivo de la deposición era decir la verdad sobre
el brote de trágicos incidentes de
pedofilia y de abusos sexuales” que se sabía
se estaban incrementando constantemente en la diócesis de Camden. Su
deposición acusaba al Obispo Gutfoyle de
homosexualidad, dando el nombre del Rev. Patrick Wester, un sacerdote
pedófilo, ya condenado dos buenas veces, pero que Mons. Guifoyle protegía y, en 1968, incluso ¡nombró su director espiritual!
Obispo Francis Mugavero
Fue consagrado quinto Obispo de Brooklyn. En
1973, Pablo VI lo nombró Consultor del
Comité Vaticano para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y miembro del
Comité Internacional para las Relaciones entre Católicos y Hebreos. Este
Obispo de Brooklyn, de 1968 a 1999, estuvo involucrado en el “Colectivo Homosexual” durante toda la
duración de su mandato. En 1976, Mugavero
publicó una “Carta Pastoral” titulada: “Sexualidad – don de Dios”. Era una
apología pro-homosexual, en la cual él comprometía a la comunidad cristiana
en la búsqueda de “nuevos modos” de
comunicar la verdad de Cristo “a los gay
y a las lesbianas”. También el Procurador
Michel G. Dowd, en una conferencia de prensa, ¡declaró que el obispo Mugavero era un gay!
[Mons. Francis Mugavero fue consagrado
Obispo de Brooklyn. Mons. Mugavero era homosexual y durante todo su mandato
como Obispo estuvo involucrado en el “Colectivo
Homosexual”. En 1973, Pablo VI lo
nominó Consultor del Comité Vaticano para la Promoción de la Unidad de los
Cristianos y miembro de las Relaciones
entre Cristianos y Hebreos.]
Obispo Joseph Hubert Hart
En 1976, Paulo VI lo nombró Obispo Auxiliar de la diócesis de Cheyene.
En 1978, se convirtió en 6º Obispo de la diócesis. El primer caso de acusación de acoso sexual contra Hart, ocurre en 1989. El acusador
afirmó que Hart lo había violado en 1969, cuando era estudiante en la Parroquia de San Regis. Otro caso se
refería a los abusos sexuales de Hart con Hunter, un muchacho de 14 años,
quien, arruinado por el Obispo, comenzó a drogarse, muriendo después en 1989.
El Obispo, en 1993, debió pasar un período de evaluación psiquiátrica en Sierra Tucson, en Arizona. De regreso,
continuó como Obispo de Cheyene. El 21 de enero de 2004, un documento legal de
210 páginas, con 75 cargos, de la Procuradora Rebecca Randles, dio parte
de 9 víctimas de abusos sexuales, y
acusó al obispo J.H. Hart, y a otros
dos sacerdotes que trababan junto a él. En
el documento de acusación, Hart era descrito como miembro de una pequeña red de
pederastas.
[Mons.
Joseph Hubert Hart fue nombrado por Pablo VI Obispo Auxiliar de la diócesis de
Cheyene, convirtiéndose luego en Obispo. Mons. Hart era homosexual activo. En
el 2004, pendían en su contra 75 cargos y, en los documentos, Hart era descrito
como un miembro de una pequeña red de pederastas.]
Obispo Howard
James Hubbard
[Mons. Howard James Hubbard fue consagrado Obispo de Albany por Pablo VI. Hubard hizo desaparecer todo signo de Catolicismo Romano
en la diócesis, mientras consolidó una serie increíble de escándalos sexuales
entre el clero. El mismo fue acusado de abusos sexuales y de ser el jefe de la red homosexual operante en la
diócesis de Albany. Ni siquiera la intervención del Card. O’Connor ante Juan Pablo II obtuvo algún resultado.]
Fue ordenado sacerdote en el “Colegio Norteamericano” de Roma en
1963. En 1977, fue consagrado Obispo y Pablo
VI lo nombró Arzobispo de Albany. En la diócesis, hizo desaparecer todo
signo de Catolicismo Romano, mientras consolidó una serie increíble de
escándalos: sacerdotes que vivían con amantes homosexuales, sacerdotes que murieron
de SIDA, tras su homosexualidad; una Hermana lesbiana que se sometió a
inseminación artificial, un sacerdote que se hizo operar para cambiar de sexo;
protección y complicidad en numerosos casos de abusos sexuales por parte de
sacerdotes. En 2004, el Obispo Hubbard
tuvo acusaciones de homosexualidad con amantes homosexuales entre el clero
y entre los laicos. Un joven, Thomas
Zalay, que tuvo una relación con el Obispo, poco después de su asunción en
Albany, afirmó que el Obispo excusaba su
homosexualidad diciendo que “no era pecado”. Otro joven declaró, en una
conferencia de prensa, haber hecho sexo con Hubbard, al menos dos veces, en el Washington Park. La esposa de un policía
que trabajaba en el Departamento de Policía de Albany, dijo que su marido, una
noche de 1977 o 1978, había descubierto al obispo Hubbard en un automóvil, en
el Washington Park, con un joven vestido de mujer. Un sacerdote
tradicionalista, el P. Minkler, que había documentado la desintegración de
la diócesis de Albany bajo el obispo Hubbard, lo acusó de ser el jefe de la red homosexual operante en la diócesis de
Albany, y escribió que algunos sacerdotes homosexuales eran parejas de
otros sacerdotes, que sacerdotes homosexuales eran vistos regularmente en las áreas “gay” de la ciudad, y citaba,
además, las relaciones homosexuales del
obispo Hubbard con dos jóvenes sacerdotes que habían pasado un período de
vacaciones en Cape Cod, junto al
obispo M.H.Clerck.
El Card. O’Connor,
después de haber recibido el “Informe”
del P. Minkler, hizo un pedido personal al Papa Juan Pablo II para remover a
Hubbard, ¡pero no obtuvo ningún resultado!
En este punto, podemos decir que la larga
cobertura y vigilancia sobre el secreto
de la vida homosexual de Pablo VI, han contribuido a hacer proliferar, mantener
el silencio y ocultar la cuestión de la homosexualidad por parte de la
Jerarquía eclesiástica, para los exponentes del Clero americano.
Esto es lo que importa. Esto es lo que
podemos verificar sin mezcla de duda y sin necesidad de conjetura alguna. Y en
este periodo desde 1958 hasta aquí, un personaje merece un puesto especial:
Pablo VI, alias Francisco el Grande. Su “pontificado”, hay que entrecomillarlo
debido a la doctrina, no su eventual
condición sexual, que difundió con puño
de hierro: cambió la forma de casi todos los sacramentos, especialmente
realizando unos cambios muy delicados –es poco decir- y que tendrán que ser
recambiados definitivamente, en la forma del sacramento de orden. Hasta tal
punto es cierto lo que estamos diciendo que la misma fue cambiada en 1989 (en
otra ocasión entraré con más detalle en este tema). Impuso el Novus
Ordo Missae,
[Arriba:
Pablo VI promulgando Novus Ordo Missase; abajo, la foto con los “observadores”
protestantes que asistían a las deliberaciones sobre la “Reforma Litúrgica”]
ante
el desconcierto de tantísimos sacerdotes que se enfrentaron a las torturas de
su conciencia por ese motivo; pero daba igual: u obedecían, o ¡fuera! A los
mayores, por lo general, se les dejó celebrar la misa de siempre hasta su
muerte, pero a la inmensa mayoría se le ordenó no rechistar y ejecutar. No
fueron, en cambio, dadas órdenes a tantísimos díscolos “teólogos”, profesores
de seminario, sacerdotes, religiosos religiosas que empezaron, a tropel, a
decir y hacer todo tipo de barbaridades.
[A la
izquierda: a Pablo VI no le gustaba estar contrariado – más de un “objetor
tradicionalista” lo tuvo que experimentar; en
en el centro, Cardenal Suenens tolerado; a la derecha: amabilidad
llamativa con el Mariscal Tito. ¿Qué han hecho los que objetaban a las
propuestas conciliares que no podían aceptar por no encajar con la doctrina de
siempre?]
[Nueva
York, 1965. Pablo VI mientras pronuncia su histórico discurso frente a la
Asamblea General de la ONU. Porque “el
bien público… no puede existir distinto del vuestro (ONU), fundado en el
respeto del Derecho de la justa libertad y de la dignidad de la persona.”
(“Breve” a las Naciones Unidas del 4 de octubre de 1965).]
O sea, ¿con el “hombre” solamente basta?
¿Dónde está Dios? ¿Dónde está el Rey del Universo, Cristo Redentor? ¿Se puede
construir la sociedad humana prescindiendo de Dios? Dios que es Persona, Dios
quien se encarnó en el Verbo, de quien el Papa es el Vicario.
[La
cámara de meditación de la ONU. Pablo VI fue allí a rezar frente a este altar
de un Dios que no tiene nombre, pero al que cada uno, entrando, puede dar el
nombre que quiera.]
Bastantes años de su “pontificado” Pablo VI
llevaba el efod, el símbolo que en el Antiguo Testamento llevaban grandes
sacerdotes de la Antigua Alianza. Y también lo llevaba Kaifás, el gran
sacerdote que juzgó a Jesucristo en la noche de Jueves Santo. De allí que ese
símbolo representa para la masonería la negación
de Cristo, y lo llevan solamente los masones de más alto rango.
Visto
en: Judica me, Domine
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
EXCELENTE.
ResponderBorrarUna bocanada de aire puro. Todo muy apropiado para esta época de gran crisis. . La verdad sale a la luz, oxigena y hay que gritarla desde los tejados.
Gran coraje y amor por la verdad. Felicitaciones.
Un brulote contra la iglesia conciliar.
Queda clara la línea creciente, totalizante y arrolladora de la Revolución que une puntos oscuros del pasado y del presente: De Paulo VI a Francisco.
En tren de esclarecimiento le sugiero Augusto investigar el caso del Cardenal Giusseppe Siri. Este Cardenal, elegido en los Cónclaves que terminaron imponiendo a Juan XXIII y a Paulo VI, adoptó el nombre de Gregorio XVII. La masonería impidió en esas dos oportunidades que fuera Papa y consiguió imponer a sus candidatos Roncalli y Montini.
Existen demasiadas pruebas de lo dicho y pondrá blanco sobre negro si estamos en la verdadera Iglesia o en la falsa. El punto 679 del Catecismo ya nos advierte de una impostura religiosa para los últimos tiempos.
Al Cardenal Siri lo ocultaron, encarcelaron y torturaron. Tanto Mel Gibbson como su padre obtuvieron documentación importantísima con la cual se lanzará en el momento oportuno una película. En una entrevista con el fallecido P. Luigi Villa este felicitó a Gibson por la película La Pasión de Cristo y le dijo que eso era solamente la mitad de la historia y que le faltaba la segunda parte : La Pasión de la Iglesia. Con esto hacía referencia al caso “Siri”. IMPRESIONANTE.
Todo esto esclarecería si el Espíritu Santo estuvo con Siri o con los otros dos puestos indudablemente por la masonería.
Roncalli y Montini aman el mundo y si alguien ama al mundo el Amor del Padre no está en él (1 Juan2,15).
Hay que seguir ese hilo de Ariadna para no perdernos en el laberinto del Concilio Vaticano II.
Son tiempos de verdades duras. Pero la caridad exige decir primero la verdad.
La primera ley de la historia es no mentir.
Saludos cordiales en Cristo Nuestro Rey y la Patria.
Tres veces eligieron a Siri, cuando jp2 también pero ya tenían práctica de como hacerlo a un lado.
BorrarPor supuesto! el cardenal Siri un pastor según el corazón de Cristo!
Borrarhttp://www.gestornoticias.com/archivos/religionenlibertad.com/image/Giuseppe-Siri-Conclave-1958.jpg
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/84/Genova-cattedrale_di_san_lorenzo-tomba_Giuseppe_Siri.jpg/260px-Genova-cattedrale_di_san_lorenzo-tomba_Giuseppe_Siri.jpg
Además lo increíble es que esa primera vez que lo eligieron arguyeron que era muy joven, tenía 52 años de edad y luego cuando eligieron a woytila este tenía solo seis años más que Siri en su primera elección.
BorrarY que todo confirma y ratifica (pero callan y ocultan) que al JP I se lo cepillaron pues se desmarcó de la agenda y ordenes del lobby, masonil gay modernista, ...y sus mafiadas ambriosanas, QUE ES LA CLAVE , SIEMPRE, junto al poder, LA PASTA.
BorrarESTE POST SI VA BUENO. Ahora, para los LFPB, cigoños, infovaticanos, y otros neocones system demolitio, o se suicidan webs , o se eremitizan hasta el Dia del Juicio, YA.
ResponderBorrarJuan Manuel: Muy interesante lo que cuenta.
ResponderBorrar"Al Cardenal Siri lo ocultaron, encarcelaron y torturaron" no lo sabia. ¿Puede dejar un enlace sobre el tema en cuestión?
Por cierto, leo ultimamente comentarios escritos por Vd. y siempre muy acertados, en Adelante la Fe.
Pensaba que era español pero su frase final "Saludos cordiales en Cristo Nuestro Rey y la Patria" me suena a argentino.
Afectuosamente.
Para Maite C:
BorrarEfectivamente Maite, argentino que ha hecho comentarios en Adelante la Fe.
Su inquietud encontrará respuesta en los siguientes sitios sobre cuya postura o posición teológica no realizo juicio pero estoy seguro que Ud. solita podrá fácilmente advertir.
“No mires quien lo dice mas si dice la verdad encomiéndalo a tu memoria. (Santo Tomás de Aquino)”.
https://moimunanblog.wordpress.com/
http://www.catolicosalerta.com.ar/
En el buscador de ambas páginas puede encontrar abundante información sobre el Cardenal Siri que no he encontrado en los sitios de la Iglesia Conciliar por razones que Ud. comprenderá.
Recomiendo lectura de Chiesa Viva, del P. Luigi Villa
http://www.catolicosalerta.com.ar/chiesa-viva/482siri.html (Cardenal Siri)
http://www.catolicosalerta.com.ar/chiesa-viva/index.html
Afectuosamente
Gracias Juan Manuel, hasta hoy no he visto su respuesta ya que por motivos ajenos a mi voluntad no habia vuelto a entrar en este post de Augusto.
BorrarUn cordial saludo esperando poder encontrarnos en los sitios que nos son afines.
Increíble, cuando pensé que ya lo había visto todo, esta información es Reveladora.
ResponderBorrar¡ Maranatha !
Con haber sido procomunista ya era suficiente para demoler la iglesia por dentro....
ResponderBorrar