“Y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para
ellos en el mesón”
Lucas 2,7.
El varón peregrino
lleva el puño al cayado,
la arena de diciembre
le parte las sandalias,
su mirada vigila los
pasos de la esposa
grávida como un campo
perfumado de dalias.
Ya son nueve las lunas
y hay presagios de estrella,
aletea un arcángel, es
inminente el parto,
Dios ha dispuesto el
cielo cantando de rodillas,
pero en la tierra nadie
sabe ofrecerle un cuarto.
La posada ha cerrado
llena de hombres y frío
¡si supieras ventero
Quién llamaba a tu puerta!
Si te hubiera dictado
tu corazón de fonda
que eran clausos los
muros, mas el alma era abierta.
¿Qué ha de pasar ahora,
Señor, en este adviento,
cuando es mesón tu
iglesia, figón de desertores,
cuando son mesoneros
los que nombraste reyes
y la Verdad padece
crujiendo de estertores?
¿Qué ha de pasar ahora,
Señor, en esta patria,
que te cierra cancelas,
que sella los postigos,
que es una tasca llena
de huéspedes oscuros
sin un pan para
aquellos que fueron tus testigos?
No importa que se
vallen las cancelas romanas
ni que se tapien
pórticos o que el mundo se quiebre,
Ven Señor con María,
con José y los pastores,
aqui –te lo juramos- no
faltará un pesebre.
Traéremos el heno, los
forrajes, la brizna,
los viñedos recientes
en los odres de antaño,
cantaremos los himnos
de gloria y alabanza,
nosotros, los hermanos
del pequeño rebaño.
ANTONIO CAPONNETTO
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Si fuera al Vaticano se encontraría con cuervos Demoledores y lobos fantasmas proyectados en las columnatas, ahora vuelve a por los suyos y hacer Justicia, todo lo contrario de la misericordina de venta demoniada MUNDI.
ResponderBorrarLean el capítulo del nacimiento de Sor María de Ágreda.
ResponderBorrarMuy bonito y real.
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