Fue el día en que se verificó en Atenas la
restauración de la democracia, después del gobierno de facto de Agiospótamos y
Rodomorfos, cuando vino el carcelero con una urna vigilada por dos milicos para
que votara Sócrates; pues aunque por la Ley 203.785 inciso 6 los encarcelados
no pueden votar, por el decreto adicional 203.786 c. f. están obligados a votar
todos los tipos prominentes de la república, como lo era el gran Sócrates, bajo
pena de multa y cárcel; y él de todos modos ya estaba en cana. Así que preguntó
con murria: – Dime, oh Platón, ¿qué es la
democracia?
– Es el gobierno del pueblo. – ¿Qué
quiere decir del pueblo? Esta partícula de es ambigua en nuestra lengua. ¿El
pueblo gobierna? ¿O es gobernado?
– El pueblo gobierna.
– ¿Y a quién gobierna?
– Al pueblo.
– Entonces ¿el pueblo gobierna y es a
la vez gobernado?
– Así parece, oh maestro.
– ¿No son contrarios gobernar y ser
gobernados?
– Lo son, Sócrates, porque gobernar
es mandar y ser gobernado es obedecer.
– ¿Y qué dice el axioma Nº 8?
– Dice que dos contrarios en un mismo
sujeto se destruyen.
– Por tanto, con la democracia el
pueblo se destruye.
Yo no tenía inconveniente en conceder que
sí, porque como todos saben he sido bastante fascista; o como decíamos
entonces, laconizante; pero estaban conmigo Cleón y Demólalos, que habían
llegado ese mismo día dela Beocia con noticias frescas; y dijo Demólalos:
– Te equivocas, oh maestro; porque el
pueblo no gobierna sino por medio de sus representantes.
– ¿Y los representantes gobiernan al
pueblo?
– Ciertamente: después que han sido
elegidos por nosotros, tal como lo harás tú dentro de un momento en uso de tus
derechos soberanos.
– Demodoqué ¿dentro de un momento
gobernaré yo al pueblo de Atenas?
– Cierto, Sócrates; y en eso
justamente consiste la soberanía del pueblo.
– ¿Por cuánto tiempo gobernaré?
– Por el tiempo que metas la boleta
en la urna.
– ¿Y puedo en ese tiempo derogar
todos los impuestos de Atenas e imponer el Impuesto-Único-Al-Capital-Financiero,
que no me agarra a mí?
Aquí vaciló Demólalos,
que tenía capital financiero, y tomó la palabra Cleón, diciendo:
– Sin duda, Sócrates; siempre por
medio de tus representantes, si lo son también de todo el pueblo; o de la mitad
más uno.
– ¿Y si no lo son?
– ¡Oh, lo serán sin duda, Sócrates!
Tú eres vivo, y has votado siempre el candidato de la mayoría.
– Pero es el caso –dijo Sócrates- que
ahora la mayoría no quiere el Impuesto-Único-Al-Capital-Financiero.
– Pues paciencia y barajar, Sócrates:
la mayoría nunca se equivoca, teóricamente al menos; y si nosotros mantenemos
el Impuesto-Único-A-Los-Productores es que eso conviene más a todo el mundo.
– ¿También a los productores?
– Desde luego, Sócrates.
– ¿Votan por él los productores?
– Directamente no; pero votan por
Frondívoros, el cual se ha comprometido secretamente a mantener el dicho
impuesto; que nosotros llamamos el Programa Desarrollista.
– ¿Y por qué votan los trabajadores
por Frondívoros?
– No los dejamos votar más que por Frondívoros
o por Balvívoros; el cual es peor que Frondívoros; o por lo menos, así se lo
creen.
– ¿Y por qué se lo creen?
– Lo hemos hecho ver por medio dela
Propaganda.
– Pero ¿no ven que si después el
pueblo se da cuenta, se levantará?
– Qué importa. La autoridad es
sagrada y viene de Dios. Demodoqué con agarrar unos cuantos y fusilarlos de
noche, caiga el que caiga, los demás se quedan más quietos que paramento, en
homenaje al principio de autoridad. Tenemos ala Religiónde nuestra parte; y
hacemos un Te-Deum por nuestros pecados cada 25 de mayo.
– ¿Y quién los fusilará?
– Las Fuerzas Armadas.
– ¿Y si se levantan las Fuerzas
Armadas?
– Imposible, Sócrates: las Fuerzas
Armadas están para defenderla Constitución; y por eso les andamos aumentando
los sueldos, las prebendas y las ventajas desde hace 30 años. No les conviene
levantarse contra nosotros.
– ¿Quién les aumenta los sueldos?
– Nosotros.
– ¿Quiénes son Ustedes?
– ¡Pues nosotros los democráticos!
– Entonces Ustedes son el verdadero
gobierno de Atenas.
– Y está muy bien así –dijo Cleón-. Nuestra Constitución es democrática. No hacemos más que defenderla
Constitución.
Aquí tomó la palabra
Demólalos, y dijo medio cantando:
– Esla Santa Democracia, la religión verdadera dela Humanidaddonde caben
todas las otras religiones. A este estado ideal hemos llegado después de
grandes esfuerzos, derramamientos de sangre, millones de muertos y millones de
libros escritos por los más preclaros cráneos de los siete continentes. Los
pueblos han llegado a su mayoredad, teóricamente al menos; porque no es de
negar que en la práctica muchas veces se equivocan; pero aquí estamos nosotros
para corregirlos y educarlos. ¡Educad al Soberano!
– ¡No es tan soberano si necesita ser
educado por ustedes! –pero sus palabras se
perdieron, porque los dos beocios habían hecho tres pasos de mazurka y ambos
enlazados cantaban a voz en cuello los primeros compases del Himno de los
Representantes del Pueblo:
Somos los –sómolos- REPRESENTANTES
Y no como los –cómolos- los de antes.
Sómolos sómolos
Cómolos cómolos
Repre – repre
Represí – Represión – Represionantes
Sentantes
Los verdaderos –los verdaderos-
representantes
Represionantes…
– ¿Y cómo lo corrigen al Soberano? –gritó Sócrates en el momento que los
dos representantes atacaban la segunda estrofa.
– ¿Cómo dice? –exclamaron ellos parando el baile.
– Alguna vez que se equivoca la
mayoría… -comenzó Sócrates.
– Oh, se equivoca casi siempre –repuso Cleón. Está inmadura, impúber intelectualmente. ¡Pues que se equivoque! La
corregimos por medio de una revolución libertadora…
– ¿Y eso?
– Es un pronunciamiento, un golpe de
Estado, o una chirinada, seguida de una dictadura democrática.
– Pero ¡cómo!, ¿la dictadura no es lo
contrario de la democracia?
– Hay dictaduras y dictaduras,
Sócrates. Las dictaduras democráticas son muy buenas y necesarias, pues se
hacen para restablecer la democracia.
– ¿Y cómo se hacen?
– Pues golpe de mano, perjurio,
zancadilla, estado de sitio, operativo H, y leña a todos los contrarios. Se
suspenden las garantías constitucionales, y palo que te crío, para defender el
Estado de derecho.
– ¿Y han hecho muchas?
– Todas las necesarias haremos, hasta
educar al pueblo. Para eso contamos con elementos nuestros en las Fuerzas
Armadas. En tanto, nosotros cobramos; y en tanto el mundo sin cesar navega por
la órbita inmensa del vacío.
– Esta democracia –observó Sócrates- me está pareciendo que es una especie de
comodín comodán.
Los dos beocios cambiaron una mirada.
– ¡Cuidado, Sócrates! –dijo Demólalos. Insidiosa y subrepticiamente parece que en
tus preguntas reaccionarias se está insinuando una ideología cavernícola,
atrabiliaria y carcamálica, que configura un delicto de traición a la patria:
delictum, delicti.
– ¡Cuidado, Sócrates! –recalcó Cleón. Te prevengo que en el sufragio universal y libre tendrás el honor de
depositar en la sacra urna, debes votar por Frondívoros.
– ¿Y por qué?
– Como tu voto en esta urna será el
único, se sabrá por quién votaste y te atendrás a las consecuencias; y aunque
no fuera el único, es igual. Lo averiguaríamos.
– ¿Y si se me antoja votar en blanco?
– Es pecado mortal según el Obispo.
– Pues yo voy a practicar el voto
cantado –dijo Sócrates con la
testarudez que lo caracterizaba, al ver aproximarse al carcelero con su urna,
que tenía un vago aspecto de sarcófago, seguido de dos milicos que traían una
copa de cicuta.
Sócrates tomó una boleta y escribió en
ella, a la vista de todos:
Yo te besaré el brial
Color del lirio morado
Yo te besaré el cendal
Color amoretonado
Yo te besaré los chanclos
Color de los lirios blancos
y puso debajo estas
misteriosas letras: LPQTP.
Visto lo cual fue condenado ipsofacto y
némine discrepante a tomar la cicuta por desacato a la autoridad. Y como esta
vez por casualidad el boticario la había preparado bien, Sócrates cantó para el
carnero, en medio de los aplausos de sus discípulos; los cuales le dieron
religiosa sepultura, plantando en la tierra fresca una estaca con un cartel de
cartón que decía:
AQUÍ YAZ NA NEGRA TERRA
MOITO CONTRA SUA VOLUNTADE
O VISORREY DA FILOSOFIA GRECA
SOCRATES SOCRATIDES
DEUS LLE DEALA PAIX
NO OUTRO MUNDO
XA QUE NESTE NON POUDO.
Leonardo Castellani
Visto en: El Quijote Siglo XXI
Fuente: Almena
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista
Interesante artículo sobre la democracia y combinado con algo de poesia.
ResponderBorrarLa democracia es de este mundo. Le fue dado al demonio poder sobre las cosas de este mundo, aunque los humanos no seamos del demonio, en origen. Por Cristo nos hacemos de Dios y de su voluntad, del otro mundo, sobre este.
ResponderBorrarMinuto 39:55 para que lo escuche don Caponnetto, la ironía de un español sobre la democracia en Suiza.. jaja
ResponderBorrarestuvo muy bien.
https://youtu.be/CNMouFWEbeY
¿Pero la democracia realmente existe? El artículo es bello, pero todavía queda mucho camino por recorrer.
ResponderBorrartotal mente de acuerdo en la pregunta de maria, la democracia actualmente es parte del circo mediático que representa la sociedad...
ResponderBorrarMe encantó todo lo que escribieron y la verdad es que estoy de acuerdo con algunos comentarios que hablan sobre si existe o no la democracia y es que en verdad no lo parece en mucho aspectos, claro tristemente..
ResponderBorrarMuy interesante artículo y sobre un tema realmente importante; la democracia.
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