Tres años con
Francisco
La impostura
bergogliana
Miles Christi
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Indice
Nota
preliminar.
Prefacio
de Flavio Infante : Genealogía, ocasión y
ventura de Francisco.
Introducción
: Hoy, la devastación.
1.
El extraño pontificado del Papa Francisco.
2.
Blasfemoglio : crónicas de un impío.
3.
Francisco, el sínodo de obispos y los marcianos.
4.
Francisco y su alter ego : del fotomontaje a la realidad.
5.
Francisco y la buena onda.
6.
Los discursos masónicos de Francisco.
7.
Francisco, rabino de referencia.
8.
Francisco el Destructor : una antología del magisterio bergogliano.
9.
Documentos sobre la heterodoxia del cardenal Bergoglio.
10.
Francisco y la raíz de los males sociales.
11.
Sobre la beatificación de Pablo VI.
12.
Adivinanzas bergoglianas.
13.
La impotencia de Dios según Francisco.
14.
No hay respuesta al sufrimiento.
15.
Sobre un artículo de Mundabor.
16.
Ultimas fechorías de Francisco.
Conclusión:
Mañana, la liberación.
Postfacio
de Federico Mihura Seeber: Crisis
terminal y papolatría.
Nota preliminar
La mayor desgracia
para un siglo o para un país, es el abandono o la disminución de la verdad.
Podemos recuperarnos de todo lo demás, pero jamás se recupera uno del
sacrificio de los principios. (Monseñor Freppel)
Quienquiera que ama
la verdad aborrece el error y este aborrecimiento del error es la piedra de
toque mediante la cual se reconoce el amor a la verdad. Si no amáis la verdad,
podréis decir que la amáis e incluso hacerlo creer a los demás; pero estad
seguros que, en ese caso, careceréis de horror a lo que es falso, y por esta
señal se reconocerá que no amáis la verdad. (Ernest Hello)
¡Basta de silencios!
¡Gritad con cien mil lenguas! Porque por haber callado, el mundo está podrido. (Santa Catalina de
Siena)
Mis centinelas son
ciegos, no tienen inteligencia. Son perros mudos que no pueden ladrar. Se
acuestan somnolientos, pues son amigos de dormir. (Isaías 56, 10)
Los enemigos
declarados de Dios y de la Iglesia deben ser atacados y censurados con toda la
fuerza posible. La caridad obliga a gritar ‘‘¡al lobo!’’ cuando un lobo se ha
introducido en medio del rebaño y aun en cualquier lugar en que se lo
encuentre. (San
Francisco de Sales)
Que
un simple feligrés, completamente ignoto y carente de pergaminos, se decida a
tomar la iniciativa de publicar una recopilación de artículos atacando a quien
ocupa la sede petrina podrá sin dudas ser considerado como un gesto escandaloso
por algunos, lisa y llanamente demencial por otros. Y con mucha razón.
Con
la salvedad siguiente : ése sería el caso en circunstancias normales en la vida
de la Iglesia, las que por cierto distan muchísimo de ser las actuales. Se
trataría de un acto escandaloso, insensato y merecedor de una reprobación sin
atenuantes si adoptara semejante actitud ante un auténtico pastor que condujese
el rebaño de Cristo hacia el Cielo, guiado por la revelación divina y por el
magisterio de la Iglesia. Este opúsculo sería evidentemente imperdonable si
tuviese por blanco a un pastor que protegiera a las ovejas de los falsos
doctores, si cargase contra un hombre de Dios que las resguardara de las
jaurías de lobos rapaces que buscan seducirlas con sus falsas doctrinas y
pervertirlas con sus malos ejemplos.
Pero
resulta que ésa no es la situación en la que nos hallamos. Ni remotamente. No
percatarse de ello es como no ver el sol en pleno mediodía. Es por ese motivo
que, en las circunstancias presentes, este acto de denuncia es no solamente justificado
sino particularmente necesario. La razón es muy simple : nos encontramos ante
alguien que, en vez de confirmar a sus hermanos en la fe, se dedica a
escandalizarlos sin solución de continuidad, con un frenesí diabólico y dando
muestras de un atrevimiento sin límites. Los hechos a los que aludo, de público
conocimiento, son tan numerosos y tan elocuentes que se podrían llenar
bibliotecas enteras si se consignaran en los anales del actual « pontificado »
y se llevara una crónica meticulosa de
su verborrágico e incontinente pseudo magisterio mediático.
Que
« no existe un Dios católico », que « no me interesa » la religión en la que se
eduque a los niños, que se puede « encontrar a Dios » en cualquier religión del
« amplio abanico » existente, que Dios no hace « magia » sino que utiliza la «
evolución », que Jesús no multiplicó los panes y los peces sino que enseñó a
sus discípulos a « compartir », que María se rebeló contra Dios al pie de la
Cruz y lo llamó « mentiroso », que lo que el mundo necesita hoy en día es una «
conversión ecológica », que el proselitismo es una « solemne tontería », que la
fe es incompatible con la « certeza », que la raíz de la felicidad reside en «
vivir y dejar vivir » y un sinfín de otras declaraciones del mismo tenor, absolutamente
inconcebibles no ya en boca de un papa, sino de cualquier cristiano…
Blasfemias
escalofriantes que trasuntan una impiedad luciferina, todas ellas vomitadas por
quien pasa por ser, a los ojos del mundo, nada menos que el « Vicario de
Jesucristo » y el « Soberano Pontífice » de la Iglesia Católica. Ni más ni
menos. Ver para creer…
En
estos tiempos de confusión generalizada hay que evitar caer en la trampa sutil,
falso dilema y diabólica celada, de sentirse desgarrado entre una obediencia
engañosa, descarriada de su fin último, y la defensa incondicional de la fe
ultrajada. Desafiar y desacreditar a la autoridad legítima es sin lugar a duda
una falta grave y eminentemente reprobable. Guardar silencio ante la
manifestación desembozada del misterio de iniquidad en la persona de un falso
profeta y de un pastor inicuo no lo es menos.
Contraportada
Cuando
el 13 de marzo de 2013 Francisco se dirigió por primera vez a los fieles
desprovisto de ornamentos litúrgicos pontificios, dio signos que anunciaban lo
que luego habría de suceder. El primero de ellos fue su sorprendente « buona
sera », saludo profano inaudito en boca de un Soberano Pontífice y que
trasuntaba su voluntad de desacralizar el ministerio petrino. Esta impresión
fue confirmada cuando se inclinó ante la multitud, pidiéndole que rezara por él
antes de bendecirla, respaldando así implícitamente el principio revolucionario
de la soberanía popular. Tres días más tarde renovó su profesión de fe
humanista impartiendo una « bendición
silenciosa » a los representantes de los medios de prensa reunidos en la Sala
Pablo VI, alegando que no todos los allí presentes eran católicos o creyentes y
que él debía « respetar la conciencia de todos ». Para entonces, la orientación
de su « pontificado » estaba suficientemente delineada. Los acontecimientos
posteriores no hicieron más que confirmar el simbolismo de esos gestos
precursores, efectuados a manera de manifiesto ideológico y anunciadores de
todo un programa de acción. Esta modesta recopilación de artículos no pretende
ser exhaustiva, dado el carácter
inagotable de su « magisterio mediático », que él utiliza para sembrar
sistemáticamente la confusión por doquier, sirviéndose para ello del prestigio
que le confiere su investidura pontificia. Porque, como es sabido, el ocupante
de la Casa Santa Marta lleva « dos cuernos semejantes a los de un cordero » (Ap.
13, 11), pero su lengua, y eso lo comprobamos a diario, no es otra que la del
dragón…
Prefacio
Genealogía, ocasión y ventura de Francisco
Ab homine inicuo et doloso erue me (Ps 42,2)
Causa
subjetiva que motivó siempre la aparición y el contagio de las herejías es el
escándalo, el tropiezo con el misterio revelado. «Feliz de aquel para quien Yo
no sea motivo de tropiezo», dice el Señor, alabando con esto al alma que, por
una empatía misteriosa a su vez (el inexplicable don de la fe), recibe con rendido
crédito esa noticia suprarracional que tiene en el Redentor a su garante y
causa.
Si
por boca de sus doctores la Iglesia ha remitido una y mil veces el crimen de
herejía (especialmente en caso de contumacia) al pecado capital de la soberbia,
no es menos de advertir, en aparente paradoja, que nunca como en la herejía la
exigua perspectiva humana ha confesado a su despecho su imposibilidad de
proporcionarse a la mente divina: ocurre aquí que los hombres, conscientes de
no poder «ser como dioses», se afanan en restarle a la Verdad revelada aquello
que sobrepasa la humana comprensión. De lo que se trata ya no es de querer
emular insensatamente a un Dios inalcanzable sino de rebajar a Dios al mero
nivel de la razón humana, de anteponer al Logos divino el librepensamiento: tal
el talante que la soberbia cobra en estas ocasiones. Ya Bossuet había señalado
que así como es de católicos el avenirse al común sentir de la Iglesia -y acá
queda glosada la nota de «universalidad»-, hereje es aquel que se aferra a sus propias
ideas, digamos el hombre de opiniones particulares.
Admitido el móvil de las herejías, entonces,
en la aversión a lo sobrenatural, la consecuencia que se sigue es el carácter
más o menos naturalista de todas ellas. De donde la ponderada, morosa simplificación
a escala humana del contenido mismo de la fe. Por eso san Cipriano de Cartago
dijo que la labor de los herejes era la de reducir la Iglesia a una dimensión
meramente humana, humanam conantur facere
Ecclesiam. Esto vale incluso para aquellas herejías que, negadoras del
orden visible, contrariando al cabo la Encarnación, acaban separando
irreconciliablemente tierra y cielo. Digamos un poco con Sartre que la
heterodoxia es siempre una forma de humanismo.
Ejemplos
históricos cunden, todos en la misma dirección, ora negando la unión
hipostática, ora la necesidad de la gracia. Con el consabido reparo de que
Mahoma no fue nunca cristiano -lo que lo exime, en rigor, de ser llamado
“heresiarca”-, valga apelar con Belloc herejía
al Islam, por haber intentado restablecer una religión puramente natural
después de que Dios se dignara hablar a través de su Palabra. Esa
simplificación brutal que Mahoma intenta de un cristianismo conocido apenas de
oídas -como de vino nuevo que se vierte en odres viejos-, esa torsión
naturalista de la religión en los tiempos nuevos de la Redención no pudo menos
que arrojar frutos tan odiosos como la permisión de la poligamia y el fomento
del odio homicida, hitos infrarracionales que documentan el fracaso de este
género de empeños y que debieran servir a los doctrinarios de la moderna
antropolatría para anticiparse al abismo de males que resulta de la recusación
voluntaria del misterio[1].
Todo
lo dicho hasta aquí sirva para situar nuestro tiempo en sus reales coordenadas,
cuajadas por el avance de opiniones particulares de teólogos y prelados
(incluyendo a los mismos pontífices) contra aquel quod semper, quod ubique, quod ab omnibus que san Vicente de Lerins
cifraba como distintivo de la fe auténtica. Y que incluyen, como graciosa
concesión a la humana ansia de novedad y para ofensa del carácter ucrónico de
la verdad, la alteración del ritual de los sacramentos -siendo señaladamente
sensible entre todos, por su centralidad y asiduidad, el de la Eucaristía-, la
corrección del texto del Padrenuestro y la adición de cinco misterios al
rosario, que se dijo facultativa y terminó siendo de fáctica imposición.
Esta
consagración del cambio por el cambio mismo vino a pagar su tributo en especies
al movilismo moderno, lo que sólo sirvió para corroer un poco más la menguada
conciencia de la inmutabilidad que nuestros contemporáneos aún le conceden a
algunas poquísimas cosas[2]. Nuevo el catecismo,
nuevo el derecho canónico, remozado el proceso de canonizaciones, todo sirve
para alentar a aquellos postulantes al doctorado en leyes o en ciencias
económicas a que sigan encabezando sus tesis con citas de Heráclito, o a que
aquel otro fulano víctima de la reingeniería social continúe sosteniendo el
teorema incontrovertible de la perpetua vacilación de lo real. […]
Flavio Infante
Introducción
Hoy : la devastación
«
Enemigos llenos de astucia han colmado de oprobios y amarguras a la Iglesia,
esposa del Cordero inmaculado, y sobre sus bienes más sagrados han puesto sus
manos criminales. Aun en este lugar sagrado, donde fue establecida la Sede de Pedro y la cátedra de la Verdad que
debe iluminar al mundo, han elevado el abominable trono de su impiedad con
el designio inicuo de herir al Pastor y dispersar al rebaño[3]. » (León XIII)
«
Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión
con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo
de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como
si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os
engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y
se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se pone y se
levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se
sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No os
acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin
de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio
de la iniquidad; sólo que hay quien al presente
lo detiene, hasta que sea quitado de en medio. » (2 Tes. 2, 1-7)
«
Y vi otra bestia que subía de la tierra; tenía dos cuernos semejantes a los de
un cordero pero hablaba como un dragón.
» (Apoc. 13, 11)
«
Todo ser humano posee su propia visión del bien y del mal. Nuestra tarea reside
en incitarlo a seguir el camino que
considere bueno[6]. »
«
Este buscar y encontrar a Dios en todas las cosas deja siempre un margen a la
incertidumbre. Debe dejarlo. Si una
persona dice que ha encontrado a Dios con certeza total y ni le roza un margen
de incertidumbre, algo no va bien[7]. »
«
Respecto a los panes y los peces quisiera agregar un matiz: no se multiplicaron, no, no es verdad.
Simplemente los panes no se acabaron.
Como
no se acabó la harina y el aceite de la viuda. No se acabaron. Cuando uno dice
multiplicar puede confundirse y creer que
hace magia[8]. »
«
Si un niño recibe su educación de los católicos, protestantes, ortodoxos o
judíos, eso no me interesa. A mí lo
que me interesa es que lo eduquen y le quiten el hambre[9]. »
«
Dialogar no significa renunciar a sus propias ideas y tradiciones, pero sí a la
pretensión de que sean únicas y absolutas[10]. »
«
El mundo ha cambiado y la Iglesia no
puede encerrarse en supuestas
interpretaciones del dogma[11]. »
«
No podemos seguir insistiendo sólo en cuestiones referentes al aborto, al
matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Es imposible[12]. »
«
El proselitismo es una solemne necedad, no
tiene sentido. Es necesario conocerse, escucharse y hacer que el
conocimiento del mundo que nos rodea crezca. […] Esto es importante, conocerse,
escuchar, ampliar el marco de los pensamientos[13]. »
«
Francia debe volverse un país más laico
[…] Una laicidad sana implica la apertura a todas las formas de trascendencia,
según las diferentes tradiciones
religiosas y filosóficas. Además, incluso un ateo puede tener una vida
interior[14]. »
Conclusión
Mañana : la liberación
«
Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que hacía señales en su
presencia, con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la
bestia y a los que adoraban su imagen; los
dos fueron arrojados vivos al lago de fuego y azufre. » (Apoc. 19, 20)
«
Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas
las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre venir sobre las
nubes del cielo con poder y gran gloria. Y enviará a sus ángeles con una gran
trompeta y juntarán a sus elegidos de los
cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. » (Mt. 24, 30-31)
«
He aquí que os digo un misterio: no todos moriremos, pero todos seremos
transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta
final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. » (1
Cor. 15, 51-52)
«
Por lo cual os decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que
estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a
los que durmieron. Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando,
con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros,
los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el
aire, y así estaremos siempre con el Señor. » (1 Tes. 4, 15-17)
«
Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como
el sonido de fuertes truenos, que decía: ¡Aleluya!
Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso ha tomado posesión de su Reino.
Regocijémonos y alegrémonos, y démosle gloria, porque las bodas del Cordero han
llegado y su esposa se ha preparado. Y a ella le fue concedido vestirse de lino
fino, resplandeciente y limpio, porque las acciones justas de los santos son el
lino fino. Y el ángel me dijo: Escribe: ‘‘Bienaventurados
los que están invitados a la cena de las bodas del Cordero.’’ » (Apoc. 19,
5-9)
«
Entonces el ángel le dijo: ‘‘María, no temas, porque has hallado gracia delante
de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás
su nombre Jesús. Será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David, su
padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.’’
» (Lc. 1, 30-33)
«
Los apóstoles reunidos le preguntaron: ‘‘Señor, ¿es ahora cuando vas a
restaurar el reino de Israel ?’’ Él les respondió: ‘‘No os corresponde a vosotros conocer el tiempo y el momento que el
Padre ha establecido con su propia autoridad.’’ » (Hch. 1, 6-7)
«
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu
voluntad, así en la tierra como en el
cielo. » (Mt. 6, 9-10)
«
Y la realeza, el dominio y la grandeza de todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los Santos del
Altísimo. Su reino es un reino eterno, y todos los imperios lo servirán y
le obedecerán[15]. » (Dn. 7, 27)
«
Cuando instituimos la fiesta de Cristo Rey y su solemne celebración en todo el
orbe cristiano no sólo declaramos el sumo imperio de Jesucristo sobre todas las
cosas, sobre la sociedad civil y la doméstica y sobre cada uno de los hombres,
sino que también presentimos el júbilo de aquel faustísimo día en el que el mundo entero espontáneamente y de buen
grado aceptará la dominación suavísima de Cristo Rey[16]. » (Pío XI,
encíclica Miserentissimus Redemptor, 1928)
«
¡Aleluya! ¡Porque el Señor nuestro Dios todopoderoso ha tomado posesión de su
Reino! » (Apoc. 19, 6)
Postfacio
Crisis terminal y papolatría
En
tren de recomendar la lectura de este libro debo hacer una doble salvedad que
puede aparecer paradojal en relación con ello. En primer lugar que, para mi
alma, su lectura fue una ducha de vitriolo que puso a prueba mis tragaderas. No
por lo que su autor dice, es claro, sino por los dichos y hechos de Francisco
que el libro nos anoticia. Para mí, el “caso Bergoglio” está cerrado en el
sentido que diré. Y, como les pasa a muchos, no quiero oír ni leer más de él.
Pero además, en segundo lugar, este mi encomio es paradojal porque, puesto a
pensar para quiénes la lectura del libro ha de ser beneficiosa, encontré con
que hay dos “franjas”, las más extendidas de la feligresía, para las cuales el
libro no ha de servir para nada.
Porque
una de ellas, la más abultada por lejos, es la de quienes aprueban con
entusiasmo estas “cosas de Begoglio” de las que el el autor nos anoticia y que
son, para ambos, el “baño de vitriolo”
que digo. Y a ello añadirán solamente el recrudecimiento del odio hacia los
cavernícolas que sufrimos el baño de vitriolo. Para estos, “francisquistas”,
digamos, el libro los alentará, en su hereticismo, en razón de sus primicias,
de las perfidias del interfecto: “Esto es precisamente lo que hacía falta.
“¡Vamos Francisco todavía!”
Y
hay otra franja para cuyos integrantes este libro no servirá, esta vez, para
nada. Y esta es no ya la de los francisquistas sino la de los “papólatras”.
Estos, sencillamente, ni lo leerán. O si pasan de las primeras páginas,
terminarán tirándolo al tacho. Estas personas – identifíquelas cada uno en su
entorno – aunque se sientan incómodas quizás con “algunas cosas”, resultan
impenetrables a toda reflexión crítica respecto de lo que está pasando en el
Iglesia. “Aquí no pasa nada”. Nada que no haya pasado mil veces en la historia
de la Iglesia. Hay problemas, sí, pero como siempre los ha habido, y la Iglesia
los ha superado.
Lo
mismo será ahora: tenemos las promesas de Cristo, que dijo a Pedro…, etc., etc.
Estos, alguno de los cuales ha dicho, o me dijeron que ha dicho, que “entre
estar con la verdad contra los dichos del Papa, o contra la verdad con los
dichos del Papa, me quedo con el Papa”. Lo cual es, sin duda, blasfemia. Porque
estar con el Papa contra la verdad significa estar con el Papa contra Cristo.
Ello no sólo porque Cristo es la Verdad, sino porque en el caso los
dichos de este Papa – y de quienes lo secundan – contradicen palabras
explícitas de Cristo en las Escrituras. Esta papolatría significa, pues, en la
situación actual, venerar al Papa y no a Cristo. Con ello, pues, nada que
hacer: el libro de Miles Christi no
les sirve de nada. Son impenetrables.
Pero
está también la otra franja. Y aunque los que forman parte de ella sean pocos,
la lectura de este libro es fundamental para ellos, ya que puede ponerlos en
camino de escapar de la apostasía a la que hoy conduce Francisco a los fieles
católicos, “papolatría” mediante.
Y
estos son los perplejos. Obedecen y
honran al Papa, como instancia suprema de la autoridad en la Iglesia Católica,
pero se sienten profundamente turbados en su fe por las increíbles
infidelidades de este hombre respecto de la fe de siempre. Pero no son
“papólatras”: son “papistas” solamente. Y no son impenetrables a razones: están
abiertos a ellas. Quieren que se les resuelva la perplejidad.
Para
ellos, digo, el libro que comento es de lectura fundamental. Y ello porque, de
cualquier modo que sea que se supere la perplejidad, existe un presupuesto
ineludible para lograrlo. El cual consiste en reconocer que este “Papa” no es
verdadero Papa. Y que la “Iglesia” que lo secunda no es la verdadera Iglesia
Católica. Que se trata de un Papa apóstata, que está llevando con él a la
apostasía a la Iglesia Católica. Y que, por ende, lo que está pasando hoy en la
Iglesia no es “un avatar más” de las crisis que la Iglesia siempre ha sufrido
en la historia. Porque se trata de una crisis que – me animo a decir – no
pertenece del todo al curso de la Historia, porque es una crisis terminal. Esto
es el presupuesto a tener en cuenta por todo aquel que quiera permanecer fiel a
Cristo hasta el final. Es necesario que los verdaderos fieles se anoticien de
ello. […]
Federico Mihura
Seeber
« Voi sapete che il
dovere del Conclave era di dare un Vescovo a Roma.
Sembra che i miei fratelli Cardinali siano andati a prenderlo quasi alla
fine del mondo . »
« Guardaos de los
falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son
lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los
espinos, o higos de los abrojos? Así,
todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede
el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol
que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. » (Mt. 7, 15-19)
« El ladrón sólo
viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengáis vida, y para
que la tengáis en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida
por las ovejas […] Yo soy el buen pastor, y conozco a mis ovejas y ellas me
conocen, de la misma manera que el Padre me conoce y que yo conozco al Padre. » (Jn. 10, 10-11; 14)
[1] Por lo demás, la herejía
subsiste parasitando a la religión verdadera, de la que no constituye sino un
deslucido remedo. Así como el demonio es el «mono de Dios», las herejías –que
lo tienen siempre por fautor- acaban por ofrecer una imitación simiesca de la
Iglesia. Con razón dice el Código de Graciano (siglo XII), con palabras de
acuciante actualidad en nuestro días, que «el hereje es como a manera de los simios
que, no siendo hombres, imitan la imagen humana. Reclama para sí la apariencia
de la Iglesia católica y su autoridad y su verdad, no siendo parte de la
Iglesia. Bendice lo que Dios maldice; aunque profano, se arroga la
administración del sacerdocio y prepara un altar sacrílego».
[2]Con el
acostumbrado exhibicionismo de sus premisas, Francisco ratificó el moderno
paradigma del “cambio” en el curso de una de sus recientes homilías: «los
cristianos detenidos en el ‘se ha hecho siempre así’ tienen un corazón cerrado
a las sorpresas del Espíritu Santo y jamás llegarán a la plenitud de la verdad
porque son idólatras y rebeldes [...] Los cristianos obstinados en el ‘siempre
se ha hecho así’, ‘éste es el camino’, ‘ésta es la senda’, pecan: pecan de
adivinación. La obstinación también es pecado de idolatría: ¡el cristiano
obstinado peca!» (homilía del 18/01/16). No
se sabe si admirar más la notoria detonación de epítetos contra los que aún
tratan de guardar el depósito de la fe y el culto en tiempos de universal
naufragio, o la mañosa utilización del nombre de Dios para unos fines tan
siniestros. Convéngase, por lo demás, que esta exaltación del cambio por el
cambio no supone en las mentes de sus promotores una concesión a la fortuna
ciega, una loca opción por lo aleatorio, sino un programa bien definido hacia
la completa apostasía.
[3] Extracto de la Súplica a San Miguel Arcángel, contenida
en el Exorcismo contra Satanás y los otros
ángeles caídos, publicada en las AAS
de 1890, p. 743 : http://www.vatican.va/archive/ass/documents/ASS-23-1890-91-ocr.pdf y en el Ritual
Romano de 1903, p. 227 : http://saintmichelarchange.free.fr/exoleon.htm,
traducción castellana tomada de : https://www.aciprensa.com/recursos/las-oraciones-de-leon-xiii-a-san-miguel-arcangel-por-la-iglesia-1268/
[4]
Respondiendo al periodista Pablo Calvo para la
revista Viva el 7 de julio de 2014.
[5]
Entrevista con Eugenio Scalfari el
24 de septiembre de 2013, publicado el 1
de octubre en La Repubblica.
[6]
Ibidem.
[7]
Entrevista
con el Padre Antonio Spadaro s.j. director de la Civiltà Cattolica el 19, 23 y 29 de agosto de 2013.
[8] Al Comité Ejecutivo de Caritas Internationalis el 16/5/2013.
[9]
Entrevista con Gerson Camarotti de la televisión brasileña en julio de 2013
durante las JMJ de Río de Janeiro.
[10]
Mensaje para la 48 Jornada mundial
de las comunicaciones sociales : La
comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro el 1 de
junio de 2014.
[11]
Entrevista con
Joaquín Morales Solá el 5 de octubre de 2014 publicado en La Nación.
[12]
Entrevista
con el Padre Antonio Spadaro s.j. director de la Civiltà Cattolica el 19, 23 y 29 de agosto de 2013.
[13]
Entrevista con Eugenio Scalfari el
24 de septiembre de 2013, publicado el 1
de octubre en La Repubblica.
[14] Audiencia del 1/3/2016
con una delegación de miembros de la agrupación política francesa Poissons roses, socialistas que se dicen
de « tradición cristiana ».
[15] « Dico ergo, certum est
hoc regnum fore Christi et Sanctorum : illudque non tantum spirituale, quale
fuit in terra, cum ipsi persecutionibus, martyriis et morti obnoxii : sed etiam
corporale ac gloriosum, quo scilicet Sancti et corpore et anima beati, cum
Christo in coelis gloriose regnabunt in saecula saeculorum. Porro hoc regnum
inchoabunt Christus et sancti in terra, mox post necem Antichristi ; tunc enim
Antichristi regno everso, Ecclesia ubique terrarum regnabit, et fiet tam ex
Judaeis quam ex Gentibus unum ovile, et unus pastor : et hoc innuitur hic, cum
ait, non ‘‘quae est super’’, sed ‘‘quae est subter omne caelum’’, id est in
omni terra, sive in omni plaga caelo subjecta. Deinde paulo post hoc regnum
confirmabitur et glorificabitur in coelis per omnem aeternitatem. » (Cornelius
a Lapide, Commentaria In Danielem
Prophetam 7, 27)
[16] « Quod cum
faceremus, non modo summum illud quod Christus obtinet in rerum universitatem,
in societatem et civilem et domesticam, in singulos homines imperium in luce
collocavimus, sed etiam gaudia iam tum illius diei praecepimus auspicatissimi,
quo die omnis orbis libens volensque Christi Regis suavissimae dominationi
parebit. »
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Ejemplo claro:
ResponderBorrarhttps://denzingerbergoglio.com/2016/04/11/el-pobre-judas/
Si las ovejas no conocen a los buenos pastores que ahora unge el mismo Dios, qué clases de ovejuelas serán?... Los lobos que tomaron la rienda las han hecho malas, egoistas, mundanas, y las devoran. DEMOLITIO CONSUMMATA EST . the end .
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