A mí me ha parecido magistral. Y digo este "magistral" con cierto dolor, mejor, perplejidad, pues sé de críticas al profesor Dr. y apologeta de la fe católica argentino Antonio Caponnetto que no logro entender. Me explico, espero, si digo esta obviedad: el muy ilustrado Antonio Caponnetto no tiene la verdad absoluta, ni es perfecto como hombre, o sea, que sepamos, no es santo en vida, pero siendo un hombre de "probada" profunda fe católica, de amor a Cristo y a la Iglesia, me parece injusto que desde ciertos sectores del tradicionalismo católico, más "lefebvrista" o menos, se espeten condenas sumarísimas contra una personalidad como es D. Antonio Caponnetto.
Dicho de otra manera: en el diálogo y la confrontación de las ideas, todas las discrepancias que se estimen justas, precisamente por amor a la verdad: "amigo Platón, pero más amiga la verdad". Solo que no al precio de esas condenas sumarísimas a que me vengo refiriendo. Me parecen casi siempre injustas, desproporcionadas, e incapaces de apreciar lo bueno y positivo y noble y verdadero que hay en el otro.
ESPECTACULAR CONFERENCIA.
ResponderBorrarA mí me ha parecido magistral. Y digo este "magistral" con cierto dolor, mejor, perplejidad, pues sé de críticas al profesor Dr. y apologeta de la fe católica argentino Antonio Caponnetto que no logro entender. Me explico, espero, si digo esta obviedad: el muy ilustrado Antonio Caponnetto no tiene la verdad absoluta, ni es perfecto como hombre, o sea, que sepamos, no es santo en vida, pero siendo un hombre de "probada" profunda fe católica, de amor a Cristo y a la Iglesia, me parece injusto que desde ciertos sectores del tradicionalismo católico, más "lefebvrista" o menos, se espeten condenas sumarísimas contra una personalidad como es D. Antonio Caponnetto.
ResponderBorrarDicho de otra manera: en el diálogo y la confrontación de las ideas, todas las discrepancias que se estimen justas, precisamente por amor a la verdad: "amigo Platón, pero más amiga la verdad". Solo que no al precio de esas condenas sumarísimas a que me vengo refiriendo. Me parecen casi siempre injustas, desproporcionadas, e incapaces de apreciar lo bueno y positivo y noble y verdadero que hay en el otro.