Que Dios os consuele. He sabido que no
sólo os entristece mi exilio, sino sobre todo el hecho de que los otros, es
decir los arrianos, se han apoderado de los templos por la violencia y entre
tanto vosotros habéis sido expulsados de esos lugares. Ellos entonces poseen los templos, vosotros en cambio la tradición de
la Fe apostólica. Ellos, consolidados en esos lugares, están en realidad al
margen de la verdadera Fe, en cambio vosotros, que estáis excluidos de los
templos, permanecéis dentro de esa Fe. Confrontemos pues qué cosa sea más importante,
el templo o la Fe, y resultará evidente desde luego, que es más importante la
verdadera Fe. Por tanto, ¿quién ha perdido más o quién posee más, el que
retiene un lugar, o el que retiene la Fe? El lugar ciertamente es bueno,
supuesto que allí se predique la Fe de los Apóstoles, es santo, si allí habita
el Santo. Vosotros sois los dichosos que
por la Fe permanecéis dentro de la Iglesia, descansáis en los fundamentos
de la Fe, y gozáis de la totalidad de la Fe, que permanece inconfusa. Por
tradición apostólica ha llegado hasta vosotros, y muy frecuentemente un odio nefasto
ha querido desplazarla, pero no ha podido; al contrario, esos mismos contenidos
de la Fe, que ellos han querido desplazar, los han destruido a ellos. Es esto
en efecto lo que significa afirmar: “Tú
eres el Hijo de Dios vivo”. Por tanto, nadie prevalecerá jamás contra
vuestra Fe, mis queridos hermanos, y si en algún momento Dios os devolviere los
templos, será menester el mismo convencimiento: que la Fe es más importante que los templos.
Y precisamente una Fe tan viva suple para
vosotros por ahora la devolución de los templos. No es que yo hable sin
respaldo de la Escritura, por el contrario, os digo con énfasis que os conviene
confrontar sus testimonios. Recordad precisamente que el templo era Jerusalén,
y que el templo no estaba en el desierto cuando los enemigos lo invadieron. Los
invasores venidos de Babilonia habían irrumpido como juicio de Dios, que
probaba o que corregía y que, precisamente por medio de estos enemigos ávidos
de sangre, imponía castigo a los que lo ignoraban. Los extranjeros, pues, se
posesionaron del lugar, pero éstos, en lugar, negaban a Dios. Justamente porque
no sólo no tenían respuestas adecuadas, no las proferían, sino que estaban excluidos
de la verdad.
Por tanto ahora también, ¿de qué les sirve
los templos? Sí, efectivamente los tienen, pero eso a los ojos de quienes se
mantienen fieles a Dios indica que son culpables, porque han hecho cueva de
ladrones y casas de negocios, o sitios de disputas vanas lo que antes era un
lugar santo, de modo que ahora les pertenece a quienes antes no les era lícito
entrar. Muy queridos, por haberlo oído de quienes han llegado hasta aquí, se
todo y muchas cosas peores; pero, repito, cuanto mayor es el empeño de éstos
por dominar la Iglesia, tanto más están afuera de Ella. Creen estar dentro de
la verdad, aunque en realidad están excluidos de ella, prisioneros de otra
cosa, mientras la Iglesia, desolada, sufre la devastación de estos supuestos
benefactores.
San Atanasio El Grande
Padre y Doctor Mayor de la Iglesia
Patrología
Griega, tomo 26, col. 118/90.
Revista Roma –
Nº 109. Año XXIII. Abril 1989. Págs. 30-31.
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
https://youtu.be/ju7XqN_W4j0
ResponderBorrarEl San Atanasio de nuestra época
Estos tipos progres masoniles populistas Demoledores no tienen fe en casi nada, si es que era algo por lo que se metieron a curetas... Hizo el demonio buen trabajo con todos ellos, fuera de toda Gracia santificante.
ResponderBorrarhttp://yotudiostellama.blogspot.com.ar/2012/08/consecuencias-de-comulgar-en-la-mano.html
ResponderBorrar*Del libro Dadme de beber, 2008: Dice Jesús: “Todo esta habilitado para la profanación y el sacrilegio, y a Mis ministros no les importa, ellos viven cómodos así. Los laicos dan la Comunión y llegará un día en que el Santo Sacrificio de la Cruz también lo degraden de tal forma que Me impidan bajar a la Hostia
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Hasta que eso no pase no se puede aplicar la frase de San Atanasio a estos tiempos pues Jesucristo está en los Sagrarios, por eso las iglesias son importantes.
Solo por la fe en Cristo y mediante el sacramento del bautismo la Iglesia cree, apoyada en el Nuevo Testamento y en la Tradición (patrística, concilios, etcétera), que las personas pasamos a ser "adaptadas" por Dios; esto es, dejamos de ser meras criaturas para pasar a tener una dimensión espiritual que nos plenifica y nos abre la puerta de la salvación.
ResponderBorrarPues bien, es imposible que el papa Francisco ignore este punto básico de la doctrina de la fe. Pero aun así, Francisco habla indistintamente de "hijos e hijas de Dios". "Todos somos hijos de Dios", acaba de decir en el Encuentro Interreligioso de Asís. Y ello no es propiamente verdad, insisto; solo lo somos propiamente por el bautismo.
Francisco no ignora la doctrina de la "Dominus Iesus", importante documento publicado en el año 2000, ocupando la Sede de Pedro el santo papa Juan Pablo II y siendo prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe Joseph Ratzinger. Con este documento, la Iglesia despeja las dudas y confusiones sobre el lugar de las otras iglesias, comunidades y sectas cristianas en relación a la única Iglesia fundada por Cristo. Esta es la doctrina católica, y el papa Francisco es imposible que no la conozca. Mas sin embargo, Francisco manifiesta con hechos que él no cree del todo en esta doctrina tradicional católica, ni siquiera en la eclesiología del Vaticano II parece creer del todo, pues ya siendo cardenal reaccionó en contra de la medida (teológica, pastoral y disciplinar) adoptada por el papa Benedicto XVI para el retorno de los anglicanos que así lo desearan a la plena comunión con la Iglesia católica. El papa Francisco más parece partidario de un encuentro ecuménico "en pie de igualdad" entre los cristianos de diferentes comunidades. Pues no en vano esto mismo se desprende de su actitud hacia el "obispo" anglicano y amigo suyo Tony Palmer. El clérigo anglicano Palmer le expresó a Francisco su deseo de retornar "a casa, o sea, a la Iglesia católica", mas Francisco, increíblemente, le dijo "no, no tienes que regresar a casa alguna, sigue como estás, que ya nos encontraremos los anglicanos y los católicos en algún lugar del camino de la vida". Y sin embargo, muerto en accidente de circulación el clérigo anglicano Tony Palmer, el propio papa Francisco que lo había disuadido de que se acabara convirtiendo en católico, permitió que el fallecido Palmer recibiera honores de obispo católico, en lo que constituyó una burla, una befa de la doctrina católica sobre los sacramentos, pues ya el papa León XIII estableció que el sacramento del orden según el rito anglicano es nulo e inválido, puesto que la Comunión Anglicana, al contrario que las Iglesias ortodoxas, rompió con la sucesión apostólica al separarse de la Sede Romana.
Este es Francisco en estado puro. Esto es: es imposible no suponer o conjeturar que ciertamente Francisco debe saber el lugar de Cristo en la historia de las religiones y de la salvación, y el lugar de la Iglesia que él precisamente preside en la relación con las otras comunidades cristianas separadas y heréticas (cismáticas y heréticas), pero luego en la práctica pastoral todo es confusión, ambigüedad, irenismo, sincretismo incluso, heterodoxia, relativismo, ecumenismo mal entendido, diálogo interreligioso mal enfocado desde una perspectiva cristológica, eclesial y soteriológica católica.
Y así está la Iglesia, manga por hombro.
A propósito de este texto del gran san Atanasio, o lo que viene a ser lo mismo, ablando de fe católica, o por mejor decir, de falta de fe católica en nuestros cariancontecidos días, o sea, de la APOSTASÍA imperante, ya no hay ninguna duda, por si alguna vez la hubo, de que Francisco recibió a esa pareja de lesbianas española en las condiciones en que los medios de comunicación señalaron en su momento, a saber, gastos de estancia en el Vaticano y billetes de avión pagos. Francisco se comunicó con ellos, contestó a la lastimosa carta que Diego Neira le escribió. Y los recibió por "la puerta grande".
ResponderBorrarSegún se colige de las palabras del transexual español Diego Neira pronunciadas en el vídeo de 22 minutos auspiciado por ese defensor de nobles causas progres llamados Jesús Bastante, el papa Francisco (¿?) no los reprendió por su conducta, salvo que Diego Neira mienta, fabule o tergiverse la realidad de los hechos. Con lo cual flaco favor le haría a la fe de la Iglesia y al propio Francisco.
El aclamado P. Ángel García de Mensajeros de la Paz está apoyando la causa "homosexualista" de Neira y su pareja lesbiana Macarena, presunta andaluza. ¿El P. Ángel, el papa Francisco ("si un gay es sincero y busca a Dios, ¿quién soy yo para juzgarlo?"), el próximo enlace parejil de Diego Neira y Macarera...?
Todo lo que rodea esta noticia hace suponer esto: el papa Francisco no los confirmó en la fe católica sobre la doctrina de la homosexualidad; parece harto improbable que ello haya sido así. Mas entonces, ¿tenemos que concluir una vez más -¿y ya van cuántas?- con que el papa Bergoglio no predica la doctrina católica en su integridad sino que la tergiversa, le mete tijera, la agua...?
¿Como Martín Lutero?