Miles Christi
- 01/11/2016
« Y acercándose, Jesús les habló, diciendo: ‘‘Toda
autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced
discípulos de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo’’. »
(Mt. 28, 18-20)
Francisco
junto a una estatua de Lutero en el Vaticano
VATICANO,
28 Oct. 16 / 02:10 pm (ACI).- El pasado 24 de septiembre el Papa Francisco
concedió una entrevista al director de la revista jesuita sueca Signum, P. Ulf Jonsson, que ha sido
publicada hoy en la revista jesuita La
Civiltà Cattolica.
« Lutero
ha
dado un gran paso para poner la Palabra de Dios en las manos
del pueblo. Reforma y Escritura son las dos cosas fundamentales que en
las que podemos profundizar mirando la tradición luterana. »
Es decir que, según Francisco, antes
de Lutero, la Iglesia no enseñaba a los fieles la Palabra de Dios. Es más,
Francisco avala implícitamente la acusación luterana según la cual la Iglesia
habría constituído un obstáculo para que los creyentes conociesen la historia
sagrada y pudiesen instruirse en las verdades reveladas. Y las palabras de
Francisco implican también que Lutero y los protestantes son legítimos
intérpretes de la Palabra de Dios, aunque hayan sido excomulgados, la
interpreten en un sentido distinto del católico y a pesar de que todas las
tesis luteranas hayan sido condenadas por el Concilio de Trento, es decir, por
el magisterio infalible de la Iglesia. Pretender que se pueda
« profundizar » la comprensión de la Sagrada Escritura gracias a la
hermenéutica luterana y que la Iglesia pueda « reformarse »
inspirándose en el cisma protestante es un delirio de proporciones inauditas.
Cualquier sacerdote u obispo que hubiese tan siquiera sugerido semejantes
dislates con antelación a Vaticano II hubiese sido considerado ipso facto sospechoso de herejía y
suspendido inmediatamente en su ministerio…
« Hay
una cuestión que debemos tener muy clara en este caso: hacer proselitismo en el ámbito
eclesial es pecado. Benedicto XVI nos dijo que la Iglesia no crece por
el proselitismo, sino por la atracción. El proselitismo[1]
es una actitud pecaminosa. Sería como transformar a Cristo en una
organización. Hablar, rezar, trabajar juntos: ese es el camino correcto por el
que debemos avanzar. »
Francisco nos está diciendo que
intentar explicar a un protestante que la Iglesia católica es la única
Iglesia verdadera, fundada por Nuestro Señor Jesucristo, y a la cual
debería convertirse para vivir su cristianismo de manera plena y verdadera, no
está bien, no es una obra de misericordia espiritual, sino que es algo
moralmente condenable. Resulta pues que procurar hacer regresar al redil a las
ovejas extraviadas es considerado como una
falta y un motivo de escándalo por aquel que no vacila en afirmar que Lutero no
se equivocó en relación a la doctrina de la justificación[2]
y que su aporte espiritual al cristianismo es digno de encomio…
Se trata de una afirmación tan grotesca
y tan contraria a la enseñanza del magisterio de a Iglesia (anterior a Vaticano
II, huelga decir), que tamaño disparate no requiere ningún tipo de
refutación. Quien la necesitara sería, o bien en razón de una ignorancia
supina, remediable fácilmente leyendo cualquier catecismo anterior a Vaticano
II, o bien a causa de una mala fe notoria y de un enceguecimiento voluntario…
Que no se produzca una reacción
pública e inmediata de cientos de sacerdotes y de obispos en el mundo entero
ante declaraciones tan agraviantes para la fe católica es algo que resulta
sencillamente aterrador, signo inequívoco de que nos hallamos de lleno en el
período escatológico conocido como la « gran apostasía » anunciada
por Nuestro Señor y por San Pablo. Cabe añadir que dicha apostasía universal de
la fe católica es uno de los principales signos escriturísticos anunciadores del
advenimiento del Hombre de Pecado, de quien no puede excluirse la posibilidad
de que Francisco sea el Precursor y el Falso Profeta, cuya misión consistirá
precisamente en allanarle el camino…
Las religiones
pueden ser una bendición, pero también una maldición. Los medios de
comunicación a menudo comunican noticias de conflictos entre grupos religiosos
en el mundo. Algunos afirman que el mundo sería más pacífico si las religiones
no existieran. ¿Qué responde a esta crítica?
« ¡Las
idolatrías que están en la base de una religión, no la religión! Hay
idolatrías que están unidas a las religiones: la idolatría del dinero,
de las enemistades, del espacio superior al tiempo, la codicia de la
territorialidad del espacio. Existe una idolatría de la conquista del espacio,
del dominio, que ataca las religiones como un virus maligno. La idolatría es
una falsa religión, es una religiosidad equivocada. Yo la llamo “una
trascendencia inmanente”, es decir, una contradicción. Sin embargo, las
religiones verdaderas son el desarrollo de la capacidad que tiene el hombre de
trascenderse hacia lo absoluto. El fenómeno religioso es trascendente y
tiene que ver con la verdad, la belleza, la bondad y la unidad. Si no hay esta
apertura no hay trascendencia, no hay verdadera religión, hay idolatría. La
apertura a la trascendencia entonces no puede de ninguna manera ser causa de
terrorismo, porque esta apertura está siempre unida a la búsqueda de la verdad,
de la belleza, de la bondad y de la unidad. »
Esta palabras demuestran que Francisco
no sólo no es católico: él no es ni siquiera cristiano. Hablar de
« religiones verdaderas » es una aseveración tan grotesca que no
precisa comentario alguno. Es algo tan contrario a lo que la Iglesia a enseñado
siempre, tan opuesto incluso al más
elemental sentido común, que se hace difícil concebir que semejante falsedad
pueda sostenerse públicamente sin provocar ninguna reacción en la abrumadora
mayoría de los católicos. No poder identificar ni comprender esta anomalía
teológica flagrante en el discurso bergogliano, que debería ser evidente y
manifiesta para cualquier cristiano medianamente instruído, es un signo inequívoco
de una profunda y preocupante enfermedad del espíritu…
Cabe añadir que, como buen modernista
(es decir, como buen gnóstico), para Francisco Dios, la revelación divina, la
gracia sobrenatural, la Iglesia, etc., no son realidades externas al hombre,
que le son presentadas y a las que debe adherir en vistas a alcanzar la salvación.
La « trascendencia », entendida como potencialidad sobrenatural
salvífica, es una cualidad inherente a la persona, la cual debe desarrollar la
capacidad que tiene de « trascenderse hacia lo absoluto ». Esto es
inmanentismo y gnosticismo puro, en la línea de su maestro panteísta, el
jesuita evolucionista apóstata Pierre Teilhard de Chardin. Por último, al decir
que « hay idolatrías que están unidas a las religiones », Francisco
da por sentado que, en sí mismas, no existen
las « religiones idolátricas », el aspecto
« idolátrico » » sería un mero añadido exterior y accidental,
del cual pueden y deben purificarse. Así pues, no se puede decir, por ejemplo,
que el hinduísmo, el jainismo o el budismo sean cultos idolátricos, ni sus
partidarios idólatras, en la medida en que dichos « cultos » permiten
al hombre desarrollar su capacidad de « trascenderse hacia lo
absoluto »…
Es por ello que siempre insisto en el
mismo punto al analizar los discursos bergoglianos: nos encontramos ante un
universo mental completamente extranjero al cristianismo y a la revelación
bíblica, aunque engañosamente disimulado bajo un lenguaje cristiano, tenemos
que vérnoslas con el universo de la gnosis panteísta y evolucionista, en su
variante teilhardiana, la cual ha logrado tomar las riendas del Vaticano desde
el CVII y, dando la impresión de continuar el catolicismo, no persigue otro
objetivo que el de realizar la unión de todas las religiones, superando las
« diferencias dogmáticas » que « dividen », ya que todo ser
humano sería una « chispa » de la divinidad, y la redención
consistiría en la toma de conciencia de ese hecho capital, para el cual las
« religiones » serían instrumentos más o menos adecuados, en tanto y
en cuanto ayudan al hombre a « trascenderse hacia lo absoluto ».
Las divergencias teológicas deben por
consiguiente relativizarse, quedar en segundo plano, ya que no son sino
expresiones subjetivas y relativas de la « experiencia religiosa » de
los « creyentes ». Esto es, huelga aclararlo, modernismo en estado
puro, basta con releer la encíclica Pascendi
de San Pío X para convencerse de ello, en donde se define el modernismo como la
« síntesis de todas las herejías ». Pues bien, la Iglesia, desde
JXXIII en adelante, está gobernada por modernistas, cuyo hilo conductor es el
« ecumenismo » y el « diálogo interreligioso », y sus más
emblemáticas expresiones, las cinco reuniones « multireligiosas »
celebradas en Asís por iniciativa de los « papas » JPII, BXVI y del
mismo Francisco, en septiembre pasado. Entiendo que ésta es una constatación
muy difícil de asumir, pero me parece
que seguir negando el problema no es una alternativa razonable…
« Es
verdad que las Iglesias jóvenes[3]
tienen un espíritu más fresco y, por otro lado, hay Iglesias envejecidas,
Iglesias un poco adormecidas, que parecen estar interesadas solamente en
conservar su espacio. En estos casos no digo que falte el espíritu: existe, sí,
pero está cerrado en una estructura, en un modo rígido, temeroso de perder
espacio. En las Iglesias de algunos países se ve que falta frescura. En este
sentido la frescura de las periferias da más lugar al espíritu. Se
necesita evitar los efectos de un mal envejecimiento de las Iglesias. »
Francisco parecería ignorar que en la
tierra no hay más que una sola Iglesia de Cristo, por El fundada hace
casi dos milenios, la Iglesia católica, la cual, a su entender, formaría parte
de las « Iglesias envejecidas », mientras que las diversas sectas
nacidas de la « reforma » protestante serían las « Iglesias
jóvenes », menos rígidas, menos apegadas a estructuras de poder, más
maleables y dóciles al « espíritu »…
En su visita
a Suecia llegará a uno de los países más secularizados del mundo. Una buena
parte de su población no cree en Dios, y la religión juega un papel muy modesto
en la vida pública y en la sociedad. Según usted, ¿qué se pierde una persona
que no cree en Dios?
« No se
trata de perderse algo. Se trata de no desarrollar adecuadamente la
capacidad de trascendencia. El camino de la trascendencia da lugar a
Dios, y en esto los pequeños pasos son muy importantes, incluso para los
agnósticos o los ateos. Para mí, el problema surge cuando uno está cerrado y
considera que su vida es perfecta en él mismo, y por lo tanto permanece
encerrado en sí mismo sin la necesidad de una trascendencia radical. »
No abundaremos en mayores comentarios
al respecto, pues está dicho que para un modernista la religiosidad surge de
la propia subjetividad del individuo que toma conciencia de su
« trascendencia radical » y luego desarrolla por sí mismo su
capacidad de « trascenderse hacia lo absoluto ». Lo que el ateo se « pierde »,
según Francisco, no es algo que le sea « extrínseco » (la revelación
divina, la gracia sobrenatural, etc.), sino la posibilidad de realizar por sí
mismo el desarrollo de su « trascendencia radical », la toma de
conciencia salvífica de que somos todos, por naturaleza (no por adopción,
mediante la gracia de Dios y la fe en Jesucristo), « hijos de Dios »[4].
Y es por eso que el « proselitismo » es un obstáculo insalvable y
« pecaminoso » en el camino del « ecumenismo » conciliar[5],
pues es fuente de división « dogmática » allí donde lo único que
cuenta es la unidad resultante de la común experiencia religiosa que conduce a
todos los hombres hacia lo « absoluto », hacia la
« trascendencia radical » que reside en lo más recóndito de su ser. De
ahí la noción de salvación universal[6]
que profesa el impostor argentino…
[1] «
El proselitismo es una solemne necedad, no tiene
sentido. Es
necesario conocerse, escucharse y hacer que el conocimiento del mundo que nos
rodea crezca. A mí me pasa que después de un encuentro quiero tener otro porque
nacen nuevas ideas y se descubre nuevas necesidades. Esto es importante,
conocerse, escuchar, ampliar el marco de los pensamientos. […] Nuestro objetivo no es el
proselitismo sino la escucha de las necesidades, de los deseos, de las
desilusiones, de la desesperación, de la esperanza. Debemos devolver la
esperanza a los jóvenes, ayudar a los viejos, abrirnos hacia el futuro,
difundir el amor. Pobres entre los pobres. Debemos incluir a los excluidos y
predicar la paz . » Entrevista con Eugenio Scalfari el 24 de septiembre de
2013, publicado el 1 de octubre en La
Repubblica.
[2] https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2016/06/27/entrevista.html
« Creo que las intenciones de Martin Lutero no eran equivocadas -respondió
Francisco- era un reformador; puede que algunos métodos no fueran acertados,
pero en aquel tiempo la Iglesia no era precisamente un modelo a seguir: había
corrupción, mundanidad, apego al dinero
y al poder. Y por eso protestó. Era
inteligente y dio un paso hacia delante para justificar por qué lo hizo. Y hoy
luteranos y católicos, protestantes y todos, estamos de acuerdo en la Doctrina
de la Justificación: en este punto tan importante no se había equivocado.
[Lutero] elaboró un medicamento para la Iglesia, que después se consolidó en un estado de cosas, en una
disciplina, una forma de creer, una forma de hacer, una forma litúrgica. »
[3] « Las Iglesias jóvenes
logran una síntesis de fe, cultura y vida en progreso diferente de la que
logran las Iglesias más antiguas. Para mí, la relación entre las Iglesias de
tradición más antigua y las más recientes se parece a la relación que existe
entre jóvenes y ancianos en una sociedad: construyen el futuro, unos con su
fuerza y los otros con su sabiduría. El riesgo está siempre presente, es obvio;
las Iglesias más jóvenes corren peligro de sentirse autosuficientes, y las más
antiguas el de querer imponer a los jóvenes sus modelos culturales. Pero el
futuro se construye unidos . » Entrevista con el Padre Antonio Spadaro s.j.
director de la Civiltà Cattolica el
19, 23 y 29 de agosto de 2013.
[4] « Como muchos de ustedes
no pertenecen a la Iglesia católica y otros no son creyentes, de corazón doy
esta bendición en silencio a cada uno de ustedes, respetando la conciencia de
cada uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios . » Bendición
silenciosa dada a los periodistas presentes en la Sala Pablo VI del Vaticano,
en la primer audiencia pontifical con los medios de prensa, el 16 de marzo de
2013.
[5] « Para las relaciones
ecuménicas es importante una cosa: no sólo conocerse mejor, sino también
reconocer lo que el Espíritu ha ido sembrando en los otros como don también
para nosotros. » (…) - Intento captar cómo ve el Papa el futuro de la unidad de
la Iglesia. Me responde: « Tenemos que caminar unidos en las diferencias: no
existe otro camino para unirnos. El camino de Jesús es ése . » Entrevista con el Padre Antonio Spadaro s.j.
director de la Civiltà Cattolica el
19, 23 y 29 de agosto de 2013.
[6] « Dios es luz que ilumina las tinieblas y que
aunque no las disuelva hay una chispa de esa luz divina dentro de nosotros. En
la carta que le escribí recuerdo haberle dicho que aunque nuestra especie
termine, no terminará la luz de Dios que en ese punto invadirá todas las almas
y será todo en todos. […] El Señor a todos, a todos nos ha redimido con la
sangre de Cristo: a todos, no solo a los católicos. ¡A todos! ‘‘Padre, ¿y los
ateos?’’. A ellos también. ¡A todos! ¡Y esta sangre nos hace hijos de Dios de
primera clase! ¡Hemos sido creados hijos a imagen de Dios y la sangre de Cristo
nos ha redimido a todos! » Entrevista con Eugenio Scalfari el 24 de septiembre de
2013, publicado el 1 de octubre en La Repubblica.
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista
Si hacer prosélitos es pecado, diáblos que San Pablo, el apóstol de los gentiles, era pecador!! Bergoglio Payasoooo!!!
ResponderBorrarAsí se rajó la basilica de san Pablo extramuros donde descansan restos de san Pablo, el cerdo porteño redondea la Demolicón de Roma. THE END .
ResponderBorrarEste colaborador de las tinieblas predica el Evangelio al revés, lo retuerse y.. sabe lo que hace.. Con su astucia del Falso Profeta, también hace declaraciones muy piadosas -reconociendo el público al cual se dirige-.. En el mundo de la política han existido otros como él -igualitos-, pero lo grave, gravísimo es que este ser sin escrúpulo alguno está usurpando la silla de Pedro (de Benedicto).. Podría existir algo peor?
ResponderBorrarPor eso:
“!!Ay de los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta,
!!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
!!Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!
!!Ay de los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho!
Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel” -dice el Señor-. (Isa. 5: 18, 24)
MV.
Los luteranos, más sensatos que los 'Católicos' que tiemn a Bergoglio, el Falso, por Papa...
ResponderBorrarLUTERANOS SE DESMARCAN DEL ACTO "ECUMÉNICO" DE FRANCISCO EN SUECIA
Estamos asistiendo a un hecho verdaderamente insólito. LA JERARQUÍA DE LA IGLESIA CATÓLICA ESTÁ EMPEÑADA EN LLEGAR A UNA UNIÓN CON PROTESTANTES QUE HABRÍAN SIDO ECHADOS A PATADAS DEL PROTESTANTISMO POR LOS MISMÍSIMOS LUTERO, CALVINO, Zwinglio, Wesley, Menno Simons, Spurgeon, etc, etc. Y que, de hecho, no son considerados como hermanos en la fe por la gran mayoría de los protestantes del mundo.
Es más, pregunto, ¿En Serio Alguien Piensa Que La Fe Católica No Va A Ser Sacudida, Por No Decir Demolida, Si Se Profundiza En Ese Maridaje Con El Protestantismo Liberal?
http://www.catolicidad.com/2016/11/luteranos-se-desmarcan-del-acto_3.html
MV.