Piezas escogidas del « magisterio
» bergogliano[1]
Vuelo
de regreso de las JMJ de Río de Janeiro: « ¿Quién
soy yo para juzgar?[2] »
Pronto se
cumplirán dos años desde que Francisco fue elegido papa, el 13 de marzo de 2013
[Nota: Artículo escrito en enero de 2015].
A lo largo de los meses, multiplicó las declaraciones ambiguas, las frasecitas
inquietantes, los dichos escandalosos, las entrevistas revolucionarias, las
excentricidades de dudoso gusto, las filípicas acerbas y deliberadamente
provocativas contra su clero y la Curia romana, sin hablar de los actos con
graves consecuencias (nombramiento de prelados indignos y progresistas,
escándalos de las JMJ de Río, « canonizaciones » fabricadas, sínodo
de la familia subversivo, maniobras judaizantes en Tierra Santa, « turquerías »
en Turquía, reprimendas políticas al Parlamento europeo, desbarajuste
programado de la Curia, etc.).
Adulado
por los medios de comunicación por su lenguaje y sus gestos contestatarios,
Francisco es visto como un hábil político por unos, mientras otros ven en él a
un peligroso iconoclasta que siembra confusión. Tras el entusiasmo inicial,
voces discordantes comienzan a hacerse oír en los círculos romanos, incluso en
el Sacro Colegio, donde algunos cardenales se quejan de que este papa atípico
que se aparta, no de la Roma eterna, sino de sus antecesores Juan Pablo II y
Benedicto XVI, ¡devenidos por arte de magia papas conservadores y
tradicionalistas!
Con todo,
esos análisis que inundan los periódicos son, en general, superficiales. La
cuestión de fondo es que, con alternancias, con avances y retrocesos, la
revolución conciliar continúa su progresión irresistible, adaptándose a todas
las situaciones y jugando en todos los tableros: tres pasos adelante, dos hacia
atrás; un golpe a la derecha, otro a la izquierda… La santa Iglesia y el papado
salen de este juego cada vez más desfigurados y desprestigiados. Pablo VI, en
un momento de lucidez, habló en una ocasión de « autodemolición » de
la Iglesia.
Con
Francisco, la autodemolición ha cobrado una velocidad vertiginosa. No tenemos
más remedio que gemir y orar con el salmista: « Salvum me fac, Domine, quoniam defecit sanctus, quoniam diminutæ sunt
veritates a filiis hominum - « ¡Sálvanos,
Señor, porque no queda santidad y porque las verdades son disminuidas por los
hijos de los hombres! » (Ps 11, 2).
Para
ilustrar esta disminución de las verdades -verdad
de la doctrina, en el orden especulativo,
pero igualmente verdad de la vida, en el orden práctico- les presentamos algunas piezas escogidas del
« magisterio » bergogliano, agrupadas por temas y completadas por
algunos comentarios. Le Sel de la terre.
I. ¡CADA
VEZ MÁS APERTURA!
La
apertura y el diálogo son quizás las palabras clave de este extraño pontificado
que pretende ser ante todo pragmático y renovador.
La cultura del diálogo
Francisco
se ha vuelto el promotor incondicional del diálogo:
« La cultura del encuentro,
la cultura del diálogo, éste es el único camino para la paz. » [Angelus del 1 de septembre de 2013]
Poco
tiempo antes, durante las JMJ de Río, había explicado que el diálogo es una
condición necesaria del progreso:
« Cuando los líderes de los
diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta es siempre la misma: diálogo,
diálogo, diálogo. El único modo de que una persona, una familia, una sociedad,
crezca; la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del
encuentro, una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar, y
todos pueden recibir algo bueno a cambio. El otro siempre tiene algo que darme
cuando sabemos acercarnos a él con actitud abierta y disponible, sin
prejuicios. Sólo así puede prosperar un buen entendimiento entre las culturas y
las religiones, la estima de unas por las otras sin opiniones previas gratuitas
y en el respeto de los derechos de cada una. » [Encuentro
con la clase dirigente de Brasil el 27 de julio de 2013]
No encerrarse en interpretaciones
dogmáticas invariables
Pero,
¿qué es dialogar? Respuesta de Francisco:
« Dialogar significa estar
convencidos de que el otro tiene algo bueno que decir, acoger su punto de
vista, sus propuestas. Dialogar no significa renunciar a las propias ideas y
tradiciones, sino a la pretensión de que sean únicas y absolutas. »
[Mensaje para la 48 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el 1 de
junio de 2014]
¿Cómo
podría la Iglesia renunciar a la « pretensión » de que las verdades
que Ella predica sean « únicas y absolutas »? Acaso Jesús no ha dicho
« Yo soy el camino, la verdad y la
vida » (Jn 14,
6) y « El que crea y sea bautizado,
se salvará; pero el que no crea, será condenado » (Mc 16, 16)? Y cuando
Nuestro Señor habla de creer quiere decir « creer en Él », porque es
el único Salvador. Eso es lo que San Pedro dijo al Sanhedrín que le ordenaba
callar el nombre de Jesús: « no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos » (He
4, 12).
Pero para
Francisco el católico no debería apegarse a fórmulas fijas con un contenido
absolutamente invariable:
« No hay que pensar que el
anuncio evangélico deba transmitirse siempre con determinadas fórmulas
aprendidas, o con palabras precisas que expresen un contenido
absolutamente invariable.
» [Evangelii Gaudium §
129]
¿Tamaña
declaración no es acaso incompatible con este canon del Concilio Vaticano I ? :
« Si alguno dijere que es posible
que en algún momento, dado el avance del conocimiento, pueda asignarse a los
dogmas propuestos por la Iglesia un sentido distinto de aquel que la misma
Iglesia ha entendido y entiende: sea anatema[3]
» ?
Francisco
no sólo arremete contra la inmutabilidad de las verdades dogmáticas sino que
además denigra la « seguridad doctrinal » y la certeza como una forma
de « legalismo » estático, contrario a la apertura:
« Un cristiano restauracionista,
legalista, que lo quiere todo claro y seguro, no va a encontrar nada. La
tradición y la memoria del pasado tienen que ayudarnos a reunir el valor
necesario para abrir espacios nuevos a Dios. Aquel que hoy buscase siempre
soluciones disciplinares, el que tienda a la “seguridad” doctrinal de modo
exagerado, el que busca obstinadamente recuperar el pasado perdido, posee una
visión estática e involutiva. » [Entrevista con el Padre Antonio
Spadaro, director de La Civiltà Cattolica, en agosto de 2013]
Y también:
« Este buscar y encontrar a Dios en todas
las cosas deja siempre un margen a la incertidumbre. Debe dejarlo. Si una
persona dice que ha encontrado a Dios con certeza total y ni le roza un margen
de incertidumbre, algo no va bien. Yo tengo esto por una clave importante. Si
uno tiene respuestas a todas las preguntas, estamos ante una prueba de que Dios
no está con él. Quiere decir que es un falso profeta que usa la religión en
bien propio. […] El riesgo que existe, pues, en el buscar y hallar a Dios en
todas las cosas, son los deseos de ser demasiado explícito, de decir con
certeza humana y con arrogancia: “Dios está aquí”. Así encontraríamos sólo un
Dios a medida nuestra. » [Ibidem]
Es
evidente que pueden existir falsas certezas humanas, pero el contexto muestra
que la certeza a la que alude Francisco es la certeza de la fe, a la cual puede
y debe aspirar todo católico. De este modo, Francisco hace la apología del
relativismo. Por otra parte, él lo dice explícitamente:
« El mundo ha cambiado y la
Iglesia no puede encerrarse en supuestas interpretaciones del dogma. Tenemos
que acercarnos a los conflictos sociales, a los nuevos y a los viejos, y tratar
de dar una mano de consuelo, no de estigmatización y no sólo de impugnación. » [Entrevista
con Joaquín Morales Solá el 5 de octubre
de 2014, publicada en La Nación]
¡No al proselitismo!
Una de
las consecuencias de lo anterior es el rechazo de toda acción misionera porque
sería un obstáculo para la libertad de los demás, una « injerencia »
insoportable:
« La religión tiene derecho a
expresar su opinión al servicio de las personas, pero Dios nos ha creado
libres: la injerencia espiritual en la vida de la gente no es posible. » [Entrevista
con el Padre Antonio Spadaro]
« El proselitismo es una solemne
necedad, no tiene sentido. Es necesario conocerse, escucharse y hacer que el
conocimiento del mundo que nos rodea crezca. A mí me pasa que después de un
encuentro quiero tener otro porque nacen nuevas ideas y se descubre nuevas
necesidades. Esto es importante, conocerse, escuchar, ampliar el marco de los
pensamientos. » [Entrevista con Eugenio Scalfari, publicada
el 1 de octubre de 2013 en La Repubblica]
¿Cuál
será entonces el objetivo, si ya no hay que ser misionario ni predicar a
Jesucristo? Pues bien, será escuchar, compartir experiencias, acoger a los
marginados, comunicarse, construir el futuro…
« Nuestro objetivo no es el
proselitismo sino la escucha de las necesidades, de los deseos, de las
desilusiones, de la desesperación, de la esperanza. Debemos devolver la
esperanza a los jóvenes, ayudar a los viejos, abrirnos hacia el futuro,
difundir el amor. Pobres entre los pobres. Debemos incluir a los excluidos y
predicar la paz. » [Ibidem]
Tal es
igualmente el programa de vida que Francisco expuso en septiembre de 2014 a
jóvenes estudiantes conectados con él por videoconferencia desde los cinco
continentes. Veamos un extracto del « profundo » mensaje que les
ofreció:
« En la vida se pueden hacer dos
cosas contrarias : tender puentes o levantar muros. Los muros separan, dividen.
Los puentes acercan […] Con esta comunicación nadie manda, pero todo funciona :
es la espontaneidad de la vida, es decirle un sí a la vida […], es evitar toda
forma de discriminación […] Veo que ustedes saben comunicarse desde la
identidad de la propia religión y eso es lindo […] Estamos convencidos de que
la juventud necesita comunicarse, mostrar y compartir sus valores. La juventud
necesita tres pilares claves : educación, deporte y cultura. El deporte salva
del egoísmo, ayuda a no ser egoísta. Por eso es importante trabajar en equipo,
estudiar en equipo y andar en el camino de la vida en equipo […] ¡Hagan el
futuro! » [Teleconferencia
con alumnos de las Scholas Occurrentes
el 4 de septiembre de 2014]
Se podrá
apreciar el naturalismo deplorable de sus palabras, vacías de toda elevación
sobrenatural y saturadas de lugares comunes.
II. DIÁLOGO INTERRELIGIOSO Y
ECUMENISMO
La
apertura, de la que Francisco ha hecho el núcleo de su programa (en el caso de
que tenga uno definido), conduce necesariamente a un mayor desarrollo del diálogo
con las otras religiones. Y él lo explicó en estos términos al fundador y
antiguo director del cotidiano izquierdista italiano La Repubblica:
« El Vaticano II, inspirado por
el papa Juan y por Pablo VI, decidió mirar al futuro con espíritu moderno y
abrirse a la cultura moderna. Los padres conciliares sabían que abrirse a la
cultura moderna significaba ecumenismo religioso y diálogo con los no
creyentes. Desde entonces, se hizo muy poco en esa dirección. Yo tengo la
humildad y la ambición de querer hacerlo. » [Entrevista
con Eugenio Scalfari]
Las religiones no cristianas:
vías suscitadas por el Espíritu Santo
Francisco de visita en un templo budista ante un relicario[4]
Comencemos
con el diálogo con los no cristianos. En conformidad con la lógica de las
teorías formuladas en Nostra Ætate[5], en Lumen Gentium[6] y por Juan Pablo II[7], Francisco no duda en
afirmar que la acción divina del Espíritu Santo produce en las religiones no
cristianas frutos análogos a los efectos que operan los sacramentos en las
almas de los católicos:
« Los no cristianos, por la
gratuita iniciativa divina, y fieles a su conciencia, pueden vivir justificados
mediante la gracia de Dios, y así asociados al misterio pascual de Jesucristo.
Pero, debido a la dimensión sacramental de la gracia santificante, la acción
divina en ellos tiende a producir signos, ritos, expresiones sagradas que a su
vez acercan a otros a una experiencia comunitaria de camino hacia Dios. No
tienen el sentido y la eficacia de los Sacramentos instituidos por Cristo, pero
pueden ser cauces que el mismo Espíritu suscite para liberar a los no
cristianos del inmanentismo ateo o de experiencias religiosas meramente individuales.
El mismo Espíritu suscita en todas partes diversas formas de sabiduría práctica
que ayudan a sobrellevar las penurias de la existencia y a vivir con más paz y
armonía. Los cristianos también podemos aprovechar esa riqueza consolidada a lo
largo de los siglos, que puede ayudarnos a vivir mejor nuestras propias
convicciones. » [Evangelii Gaudium § 254]
Si el
Espíritu Santo actúa así en las religiones no cristianas, nadie se extrañará de
que todos los hombres se salven. Es la redención universal. No la voluntad
salvífica universal, sino la redención universal efectiva:
« El Señor a todos, a todos nos
ha redimido con la sangre de Cristo: a todos, no solo a los católicos. ¡A
todos! ‘‘Padre, ¿y los ateos?’’. A ellos también. ¡A todos! ¡Y esta sangre nos
hace hijos de Dios de primera clase! ¡Hemos sido creados hijos a imagen de Dios
y la sangre de Cristo nos ha redimido a todos!
» [Homilía del 22 de mayo de 2013]
Función de las religiones en la
sociedad:
animar la democracia y construir
la fraternidad humana
Por otro
lado, ¿cuál es el papel de las religiones con respecto a la sociedad civil?
Unidas en una cohabitación perfecta, deben coordinar sus esfuerzos para animar
espiritualmente la democracia y dar una dimensión religiosa -puramente natural-
a la sociedad laica, sin pretender por ello -horresco referens- que los Estados se vuelvan confesionales. Lo que
nos recuerda el MASDU[8] que en su época denunciara
el Abbé de Nantes.
« Es imposible imaginar un futuro
para la sociedad sin una incisiva contribución de energías morales en una
democracia que no sea inmune de quedarse cerrada en la pura lógica de la
representación de los intereses establecidos. Es fundamental la contribución de
las grandes tradiciones religiosas, que desempeñan un papel fecundo de fermento
en la vida social y de animación de la democracia. La convivencia pacífica
entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado,
que, sin asumir como propia ninguna posición confesional, respeta y valora la
presencia del factor religioso en la sociedad, favoreciendo sus expresiones
concretas. » [Encuentro con la clase dirigente de Brasil el 27
de julio de 2013]
Además,
en el marco de esta misión de animación espiritual, las religiones -y la
Iglesia en primer lugar- están llamadas a edificar la fraternidad universal y
la unidad del género humano, tal y como lo entiende la masonería. Cabe destacar
que el ex presidente israelí, Shimon Peres, ha hecho a Francisco una propuesta
en ese sentido el 4 de septiembre de 2014, a saber: establecer una ONU de las
religiones, a cuya cabeza estaría el papa. Francisco respondió diciendo que lo
pensaría:
« Para luchar contra esta
deriva de las guerras tenemos a la ONU. Es una institución política que no
tiene ni las armas de las que disponen las naciones ni la convicción que
engendra la religión. Entonces, tomando nota del hecho de que la ONU es cosa
del pasado, lo que sería útil es una organización de religiones unidas, una ONU
de las religiones. » [Shimon Peres entrevistado por la
revista Famiglia Cristiana]
Francisco se inclina ante Ban-Ki-Moon, secretario general de las Naciones Unidas
Para
Francisco, existe una verdadera « vocación
del hombre a la fraternidad » [Llamado a la paz del 8 de diciembre de
2013]. E inculcar a los hombres el sentido de esta fraternidad sería el motivo
de la encarnación del Hijo de Dios:
« El Hijo de Dios se ha encarnado
para infundir en el alma de los hombres el sentimiento de la fraternidad. Todos
hermanos y todos hijos de Dios. » [Entrevista con Eugenio
Scalfari]
« Jesús vino al mundo para
aprender a ser hombre, y siendo hombre, caminar con los hombres. » [Homilía en Santa Marta el
15 de septiembre de 2014]
Esta
preocupación es tan prioritaria para Francisco que no se le ocurrió nada mejor
para destacar, a
propósito del asesinato de tres religiosas en Burundi, que la construcción de
la fraternidad entre los pueblos:
« Espero que la sangre derramada
se convierta en semilla de esperanza para construir la auténtica fraternidad
entre los pueblos. » [Telegrama enviado a sus
superioras el 8 de septiembre de 2014]
¿Es por
semejante ideal masónico que esas religiosas consagraron su vida a Dios y
murieron asesinadas?
Diálogo con los musulmanes: los frutos
del islam
El
diálogo interreligioso emprendido por Francisco se ha efectuado principalmente
en dirección al islam y al judaísmo. Veamos algunos ejemplos de apertura hacia
la religión mahometana:
- Para la Jornada mundial de los inmigrantes, el
19 de enero de 2014, Francisco acudió a una parroquia romana donde se dirigió a
inmigrantes, mayoritariamente musulmanes, invitándolos a compartir sus
experiencias con la ayuda del Corán y buscando apoyo en la « fe »
musulmana que sus padres les han inculcado:
« Compartir nuestra experiencia
de cargar la cruz para arrancar de nuestros corazones la enfermedad que
envenena muestras vidas: es importante que hagan eso en sus reuniones. Los que
son cristianos, con la Biblia; los musulmanes, con el Corán. La fe que vuestros
padres os han inculcado siempre os ayudará a avanzar. »
Francisco y el gran mufti rezan juntos en la mezquita azul de Estambul
¿Acaso
Francisco considera el Corán como auténtica palabra de Dios, al igual que la
Biblia, y la « fe » islámica como sobrenatural y salvífica?
- En julio
de 2013, con motivo de su viaje a Lampedusa, en su mensaje a los inmigrantes
clandestinos, musulmanes en su mayoría, Francisco había evocado los
« frutos espirituales » del Ramadán:
« Quiero tener un recuerdo para
los queridos inmigrantes musulmanes que esta tarde comienzan el ayuno del
Ramadán, con el deseo de abundantes frutos espirituales. »
[Homilía en Lampedusa el 8 de julio de 2013]
- Dos días
más tarde, Francisco reincidía, manifestando su anhelo de que la comunidad
islámica « glorifique al Altísimo » mediante el Ramadán:
« Os expreso, por último, mis
mejores deseos y oraciones para que vuestras vidas puedan glorificar al
Altísimo y dar alegría a los que os circundan. ¡Feliz fiesta a todos vosotros! »
[Saludos destinados a la comunidad musulmana por el fin del
Ramadán el 10 de julio de 2013]
- Del mismo
modo, poco después, en su primera exhortación apostólica, ensalzaba la oración
y los ritos del islam (¡dirigidos a « Allah »!) :
« Es admirable ver cómo jóvenes y
ancianos, mujeres y varones del Islam son capaces de dedicar tiempo diariamente
a la oración y de participar fielmente de sus ritos religiosos. » [Evangelii Gaudium § 25]
Pero
entonces, ¿el islam es capaz de producir por sí mismo frutos espirituales
-expresión que, en teología, designa la gracia sobrenatural-, de glorificar a
Dios y de suscitar en sus adeptos plegarias que le resulten agradables? Por el
contrario, la doctrina católica enseña que las religiones falsas no poseen,
formalmente y en sí mismas, fecundidad sobrenatural. Sus frutos son o naturales
o bien diabólicos. Y si la gracia se halla y opera en alguien que pertenece
materialmente a una religión falsa, es a pesar de ella, dado que la persona
recibe la gracia de Nuestro Señor y de su Cuerpo Místico.
Empero,
el punto culminante de la comunión bergogliana con los valores del islam tuvo
lugar durante su viaje a Turquía, del 28 al 30 de noviembre de 2014. Habiendo
acudido « como peregrino » a la mezquita azul de Estambul, Francisco[9] superó lo realizado por sus
predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI: el gran mufti le leyó y le explicó
pasajes del Corán, él le propuso rezar juntos al dignitario islámico, luego de
lo cual ambos oraron ostensiblemente durante un prolongado momento:
« Yo fui a Turquía como
peregrino, no como turista. Cuando fui a la mezquita no podía decir: ¡‘‘Ahora
soy un turista!’’. Vi aquella maravilla, el gran muftí me explicaba muy bien
las cosas, con mucha humildad, me citaba el Corán, cuando habla de María y de
Juan el Bautista. En ese momento sentí la necesidad de rezar. Le pregunté:
‘‘¿Rezamos un poco? ’’ Y él me respondió: ‘‘Sí, sí’’. Yo recé por toda Turquía,
por la paz, por el muftí, por todos y por mí... Dije: ‘‘¡Señor, acabemos con
estas guerras!’’ Fue un momento de oración sincera. » [Conferencia de prensa en el avión de regreso
de Turquía el 30 de noviembre de 2014]
Diálogo con los judíos: los
valores del judaísmo enriquecen la Iglesia
El
diálogo con el judaísmo ocupa una lugar privilegiado en las relaciones de
Francisco con las otras religiones. Sobre el tema, acerca del cual los
testimonios son innumerables, remitimos a las Efemérides publicadas en Le Sel de la terre n° 89[10]. Para que conste,
recordemos estas palabras particularmente significativas:
« Mis felicitaciones más
fervientes por la gran fiesta de Pesaj. El Omnipotente, que ha liberado a su
pueblo de la esclavitud de Egipto para guiarlo a la tierra prometida, siga
librándolos de todo mal y los acompañe con su bendición. Les pido que recen por
mí. » [Saludos enviados a la comunidad judía de Roma el
25 de marzo de 2013]
Almuerzo cosher en el Vaticano
junto a rabinos argentinos
De esta
manera, Francisco da a entender que Dios sigue bendiciendo el judaísmo
posterior a la venida de Jesucristo, el cual rechaza al Mesías y combate la
Iglesia. Ahora bien, es patente que ese judaísmo no tiene nada en común con el
antiguo, anterior a la venida de Nuestro Señor, y que era la verdadera religión
revelada por Dios.
« Una mirada muy especial se
dirige al pueblo judío, cuya Alianza con Dios jamás ha sido revocada, porque
‘‘los dones y el llamado de Dios son irrevocables’’ (Rm. 11, 29). »
[Evangelii Gaudium § 247]
Esta
afirmación según la cual la antigua Alianza no ha sido revocada contradice la
enseñanza de San Pablo (He 8, 6-13). La nueva teología se basa en esto para
pretender que los judíos de hoy día son nuestros hermanos mayores, e incluso
nuestros padres en la fe, y que no necesitan convertirse al cristianismo. La
consecuencia es ineluctable: la Iglesia debe imitar a esos « hermanos
mayores », beneficiarse de su comprensión superior de la palabra de Dios y
acoger los valores de su tradición:
« Dios sigue obrando en el pueblo
de la primera Alianza y hace nacer tesoros de sabiduría que brotan de su
encuentro con la Palabra divina. » [Evangelii Gaudium § 249]
El ecumenismo: caminar unidos en
las diferencias
Pasemos
ahora a la cuestión del ecumenismo propiamente dicho, es decir, a las
relaciones de la Iglesia con los cristianos no católicos. Aquí también
Francisco se permite todo tipo de osadía que él atribuye nada menos que… ¡al
Espíritu Santo!
« Para las relaciones ecuménicas
es importante una cosa: no sólo conocerse mejor, sino también reconocer lo que
el Espíritu ha ido sembrando en los otros como don también para nosotros. » [Entrevista
con el Padre Antonio Spadaro]
Francisco
regala un cáliz a un « pastor » para que celebre la « cena luterana »
Se trata
siempre del mismo error: el Espíritu Santo habría colocado semillas de verdad
fuera de las estructuras visibles de la Iglesia católica. Pero, en la mentalidad
bergogliana, esos rayos de luz van mucho más allá de lo que podría imaginarse.
Escuchémoslo:
[El
director de La Civiltà Cattolica] : Intento captar cómo ve el Papa el futuro
de la unidad de la Iglesia. Me responde: «
Tenemos que caminar unidos en las diferencias: no existe otro camino para
unirnos. El camino de Jesús es ése. »
[Entrevista con el Padre Antonio Spadaro]
¿Qué
significa ese extraño camino « unidos en las diferencias », que
pareciera pretender conciliar los contrarios? Esta conciliación no es
imposible, explicó Francisco en su sermón en la catedral católica de Estambul
el 29 de noviembre de 2014, porque es la obra del Espíritu Santo :
« Sólo el Espíritu Santo
puede suscitar la diversidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, producir la
unidad. Cuando somos nosotros quienes deseamos crear la diversidad, y nos
encerramos en nuestros particularismos y exclusivismos, provocamos la división;
y cuando queremos hacer la unidad según nuestros planes humanos, terminamos
implantando la uniformidad y la homogeneidad. Por el contrario, si nos dejamos
guiar por el Espíritu, la riqueza, la variedad, la diversidad nunca crean
conflicto, porque él nos impulsa a vivir la variedad en la comunión de la
Iglesia. » [Homilía en la catedral de Estambul]
Francisco
a expresado ideas similares en julio de 2014, con ocasión de una visita a su
amigo, el pastor evangélico Giovanni Traettino, durante la cual se dirigió a su
comunidad pentecostal:
« ¿Qué hace el Espíritu Santo ?
Dije que hace algo que podría parecer división, pero no es así. El Espíritu
Santo hace la diversidad en la Iglesia (I Cor. 12) y esta diversidad es tan rica, tan bella; pero después, el
mismo Espíritu Santo hace unidad. Y así la Iglesia es una en la diversidad. Y
para utilizar una hermosa expresión de un evangélico que aprecio mucho, una
‘‘diversidad reconciliada” por el Espíritu Santo. Hace las dos cosas: crea la
diversidad de los carismas y después hace la armonía de los carismas. » [Visita
a Caserta el 28 de julio de 2014]
Entre cristianos
no existiría la división, sino una mera diversidad, y esta diversidad está
unificada por el Espíritu Santo, pues el contexto muestra a las claras que esta
diversidad unificada no se limita a la Iglesia católica. El Espíritu Santo hace
la diversidad suscitando las diferentes confesiones cristianas, o al menos
obrando en ellas, a fin de volver posible su enriquecimiento mutuo, y luego las
reúne en una sola Iglesia, la « Iglesia de Cristo ». Para ilustrar
esta teoría, Francisco ha utilizado en reiteradas oportunidades la imagen del
poliedro, en la que ve la figura y el modelo de la unidad ecuménica:
« Nosotros estamos en la
época de la globalización, y pensamos en qué es la globalización y qué sería la
unidad en la Iglesia: ¿tal vez una esfera, donde todos los puntos son
equidistantes desde el centro, todos iguales? ¡No! Esto es uniformidad. Y el
Espíritu Santo no construye uniformidad. ¿Qué figura podemos encontrar?
Pensemos en el poliedro: el poliedro es una unidad, pero con todas las partes
distintas; cada una tiene su peculiaridad, su carisma. Esta es la unidad en la
diversidad. » [Visita a Caserta]
Esta
explicación, si lo pensamos bien, va mucho más lejos que la versión conciliar
clásica. La teología conciliar ve en las diferentes « iglesias »
cristianas una diferencia de grados, y ya no una esencial o de naturaleza, como
lo enseña la doctrina tradicional: en el seno de la Iglesia de Cristo, sólo la
Iglesia católica dispone de la plenitud de los medios de la gracia, mientras
que las otras confesiones tienen solamente una participación decreciente de
dicha plenitud, en la medida en que se alejan más del catolicismo. Son los
famosos elementos de verdad de los que « el
Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse como medios de salvación » (Unitatis redintegratio nº 3).
El
cardenal Ratzinger había ilustrado esta teoría mediante la figura de los atrios
del Templo, insertos unos en otros en torno al santuario. Pero tales sutilezas
no parecen interesar a Francisco. En el poliedro que él propone todas las caras
son iguales, si el poliedro es regular, o al menos, en una relación semejante
con respecto al todo, y se sostienen mutuamente por sus bordes. No hay en él un
más o un menos, lo que sugiere que todas las « Iglesias » se hallan
en pie de igualdad y son complementarias, sin que haya superior ni inferior. Es
una visión democrática de la situación. Ya no hay diferencias de grado ni de
jararquía, sino una simple diversidad de riquezas. Seguramente una comparación
no es una demostración, pero la explicación que da Francisco abre perspectivas cada
vez más audaces.
Con los ortodoxos, « estamos
en camino »
Francisco
no se contenta con formular sus teoría sobre el ecumenismo, sino que las pone
en práctica. Como lo prueba el « favor » que pidió al
« patriarca » Bartolomé en su reciente viaje a Estambul, del 28 al 30
de noviembre de 2014: « Le pido un
favor: bendígame a mí y a la Iglesia de Roma. » El
« patriarca » vaciló un instante delante de Francisco, que se
inclinaba ante él, y luego, a modo de bendición, besó su cabeza.
Durante
el vuelo de regreso, Francisco dio una conferencia de prensa. Respondiendo a la
pregunta de un periodista, expresó su pensamiento acerca de las relaciones de
la Iglesia con la « ortodoxia ». Leamos sus palabras, características
de su método: prioridad a la praxis, la doctrina vendrá luego…
El
« patriarca » Bartolomé « bendice » a Francisco besándole la
testa
« Yo creo que con la ortodoxia
estamos en camino; tienen sacramentos y sucesión apostólica[11]...
Estamos en camino. Si tenemos que esperar a que los teólogos se pongan de
acuerdo... ¡No llegará nunca ese día! Soy escéptico: trabajan bien los
teólogos, pero Atenágoras había dicho: ¡‘‘Pongamos a los teólogos en una isla
para que discutan y nosotros seguimos adelante! ’’. La unidad es un camino que se
debe hacer, y se debe hacer juntos; es el ecumenismo espiritual, rezar juntos,
trabajar juntos. (...) Las Iglesias orientales católicas tienen derecho de
existir, pero el unitarismo es una palabra de otra época; hay que encontrar
otra vía. » [Conferencia de prensa el 30 de noviembre de 2014]
Como
podemos apreciar, para Francisco, la acción prevalece sobre la doctrina. No hay
que afligirse por argucias teológicas sino « ir para delante ».
Estamos ante una visión pragmática, revolucionaria, enemiga de los principios y
contraria a toda la tradición de la Iglesia. Se habrá podido notar el desprecio
por el « uniatismo », cuya existencia estorba el diálogo ecuménico
con la « ortodoxia ».
III. UNA IGLESIA ABIERTA DE PAR
EN PAR
Después de
la apertura al exterior, en dirección a los no católicos, veamos la apertura
hacia « adentro », en sentido amplio, es decir, en dirección a
los cristianos no católicos, los « hermanos separados ». Pero esto
implica forzosamente intentar responder a la cuestión siguiente: ¿qué tipo de
Iglesia quiere Francisco?
No a una Iglesia « autoreferencial »
ni « de museo »
El modelo
querido por Francisco es netamente progresista. Es el de una Iglesia en marcha,
decididamente orientada hacia el exterior, ocupada en acciones que generen
« dinámicas nuevas », y no una Iglesia de « poder »,
apegada a tradiciones del pasado, ni una « Iglesia
mundana, que vive replegada sobre sí misma y para sí misma[12]
» :
« Lo repito a menudo: entre una
Iglesia accidentada por salir a la calle y una Iglesia enferma de
autoreferencialidad, prefiero sin duda la primera. » [Mensaje
para la 48 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales el 1 de junio de 2014]
En una
homilía en Santa Marta explicó que la Iglesia no es fecunda sino cuando tiene
el gozo de ir a buscar a los « hermanos
que están lejos »:
« Cuando la Iglesia se
encierra en sí misma, está sin duda bien organizada, con un organigrama
perfecto, con todo en orden, con cada cual en su puesto, pero falta el gozo, la
fiesta, la paz. De este modo, la Iglesia se vuelve desanimada, angustiada,
triste, y se asemeja más a una solterona que a una madre. Una Iglesia así no
sirve, es una Iglesia de museo. » [Homilía
del 9 de diciembre de 2014]
Esta
idea, el cardenal Bergoglio ya la había formulado en la intervención que tuvo
con los cardenales antes del conclave en el que fue elegido, discurso que fue
dado a conocer por el cardenal cubano y arzobispo de La Habana, Jaime Ortega,
pocos días después de la elección del cardenal Bergoglio:
« La Iglesia está llamada a
salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino
también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del
dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa,
las del pensamiento, las de toda miseria. »
Detrás de
esas concepciones hay manifiestamente una visión existencialista de la Iglesia
y de la realidad en general. Lo que un artículo de La Croix expresó claramente, diciendo que, para Francisco « el
Evangelio pasa por delante de la doctrina[13] ». Él dejó entrever
su postura al respecto en su entrevista con el Padre Spadaro:
« La primera reforma debe
ser la de las actitudes. Los ministros del Evangelio deben ser personas capaces
de caldear el corazón de las personas, de caminar con ellas en la noche, de
saber dialogar e incluso descender a su noche y su oscuridad sin
perderse. » [Entrevista con el Padre Antonio Spadaro]
« Dios se manifiesta en una
revelación histórica, en el tiempo. Es el tiempo el que inicia los procesos, el
espacio los cristaliza. Dios se encuentra en el tiempo, en los procesos en
curso. No hay que dar preferencia a los espacios de poder frente a los tiempos,
a veces largos, de los procesos. Lo nuestro es poner en marcha procesos, más
que ocupar espacios. Dios se manifiesta en el tiempo y está presente en los
procesos de la historia. Esto nos hace preferir las acciones que generan
dinámicas nuevas. » [Ibidem]
« Las Iglesias jóvenes logran una
síntesis de fe, cultura y vida en progreso diferente de la que logran las
Iglesias más antiguas. Para mí, la relación entre las Iglesias de tradición más
antigua y las más recientes se parece a la relación que existe entre jóvenes y
ancianos en una sociedad: construyen el futuro, unos con su fuerza y los otros
con su sabiduría. El riesgo está siempre presente, es obvio; las Iglesias más
jóvenes corren peligro de sentirse autosuficientes, y las más antiguas el de
querer imponer a los jóvenes sus modelos culturales. Pero el futuro se
construye unidos. » [Ibidem]
Esta
concepción dinámica explica los diversas
iniciativas propiciadas por Francisco para « ayudar a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias
existenciales[14] »
de la humanidad. Y primeramente, en el ámbito de la moral.
La moral: el respeto de las
conciencias
En la
entrevista con Eugenio Scalfari Francisco ya había hecho afirmaciones muy
relativistas sobre el bien y el mal, que había escandalizado:
« Todo ser humano posee su propia
visión del bien y del mal. Nuestra tarea reside en incitarlo a seguir el camino
que el considere bueno […] No dudo en repetirlo: cada uno tiene su propia
concepción del bien y del mal, y cada uno debe escoger seguir el bien y
combatir el mal según su propia idea. Bastaría eso para cambiar el mundo. » [Entrevista
con Eugenio Scalfari]
Este
falso respeto de la conciencia individual constituída en norma absoluta llevó a
Francisco, el 16 de marzo de 2013, a dar una « bendición silenciosa »
a los 5000 periodistas presentes en la Sala Pablo VI, para no herir los
sentimientos de los no católicos: « Como muchos de ustedes no
pertenecen a la Iglesia católica y otros no son creyentes, de corazón doy esta
bendición en silencio a cada uno de ustedes, respetando la conciencia de cada
uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios. »
Con tales
principios, ¿qué puede quedar de las nociones de moral y de pecado? Nada que sea
objetivo, todo queda librado a la subjetividad. ¿Y no es justamente eso lo que
sugiere esta frase lanzada por Francisco en una de sus audiencias:
« Hay quien dice que el pecado es
una ofensa a Dios » [Audiencia general del 29 de mayo
de 2013]
¿Es que,
para él, ése no es el caso?
Una pastoral desinhibida
En sus
respuestas al director de La Civiltà Cattolica, Francisco precisó su
postura en materia de moral:
« No podemos seguir insistiendo
sólo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de
anticonceptivos. Es imposible. (…) Las enseñanzas de la Iglesia, sean
dogmáticas o morales, no son todas equivalentes. Una pastoral misionera no se
obsesiona por transmitir de modo desestructurado un conjunto de doctrinas para
imponerlas insistentemente. » [Entrevista con el Padre Antonio
Spadaro]
La
pastoral « misionera » a la cual alude Francisco no es más que la
apertura en todos los frentes que él preconiza, bajo pretexto de
« misericordia[15] », aunque ésta sea en
detrimento de la verdad y de la doctrina. No tenemos que « poner
obstáculos ni cerrar la puerta », como él dice. Fue incluso esta actitud
la que lo llevó a proponer la idea descabellada de bautizar a los marcianos, si
éstos llegaran a solicitarlo:
« Algo que no se podía ni
pensar... Si mañana llegara una expedición de marcianos, por ejemplo, y algunos
de ellos vinieran donde nosotros, digo marcianos ¿no?... Verdes, con esa nariz
larga y las orejas grandes, como los pintan los niños... Y uno dijera: ‘‘Pero,
yo quiero el bautismo”. ¿Qué pasaría? » [Homilía
en Santa Marta el 12 de mayo de 2014[16]]
« ¿Quién soy yo para juzgar? »
Le Sel de la terre
ya ha hablado de los dichos y las acciones inverosímiles de Francisco en lo que
concierne a la homosexualidad[17]. A título de
recordatorio, he aquí dos ejemplos:
« Una vez una persona, para
provocarme, me preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le
respondí con otra pregunta: “Dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual,
¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza y la condena’’? » [Entrevista con el Padre
Antonio Spadaro[18]]
Francisco
fue electo Hombre del Año por la
principal revista LGBT de los USA desde el primer año de su pontificado
« Si una persona es gay y busca
al Señor con buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgar? »
[Conferencia de prensa por las JMJ de Río de Janeiro el 28 de julio de 2013[19]]
¡Qué
lejos que estamos de las graves advertencias dirigidas por San Pablo a los
paganos idólatras!
« Dios, dejándolos abandonados a los
deseos de su corazón, los entregó a una impureza que deshonraba sus propios
cuerpos, ya que han sustituido la verdad de Dios por la mentira, adorando y
sirviendo a las criaturas en lugar del Creador […] Por eso, Dios los entregó también a pasiones
vergonzosas: sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por otras
contrarias a la naturaleza. Del mismo modo, los hombres, dejando la relación
natural con la mujer, ardieron en deseos los unos por los otros, teniendo
relaciones deshonestas entre ellos y recibiendo en sí mismos la retribución
merecida por su extravío […] Y a pesar de que conocen el decreto de Dios, que
declara dignos de muerte a los que hacen estas cosas, no sólo las practican,
sino que también aprueban a los que las hacen. » (Rm 1,
24/27-32)
El Sínodo: impregnarse del
« olor » de los hombres
No hay
entonces nada de qué sorprenderse de que Francisco haya dejado que se
infiltrara en el sínodo sobre la familia (4 al 19 de octubre de 2014) un tal
relativismo moral, camuflando con el modesto nombre de « gradualidad moral[20]. »)
Por
expreso pedido suyo, a pesar de tener una cantidad insuficiente de votos -aunque ampliamente mayoritarios- el informe final, o relatio synodi, conservó los tres
párrafos más polémicos sobre el acceso de los divorciados « vueltos a
casar » a la santa comunión[21] (§ 52[22]-53[23]) y la acogida de los
homosexuales (§ 55[24]).
Hay que
agregar que muchos otros párrafos, aprobados con la mayoría requerida de los
dos tercios de los votos, son igualmente escandalosos, especialmente en lo que
concierne a la pastoral hacia los concubinos:
« También hay elementos válidos
en algunas formas fuera del matrimonio cristiano » (§ 22); « Una sensibilidad nueva de la pastoral hodierna, consiste en
identificar los elementos positivos presentes en los matrimonios civiles y,
salvadas las debidas diferencias, en las convivencias. » (§ 41).
Es verdad
que Francisco, fiel a sus principios, ya había avisado:
« Para buscar lo que hoy el Señor
pide a su Iglesia tenemos que escuchar los latidos de este tiempo y percibir el
‘‘olor’’ de los hombres de hoy, hasta quedarnos impregnados de sus alegrías y
esperanzas, de sus tristezas y angustias (…) Del Espíritu Santo pedimos para
los padres sinodales, sobre todo el don de escuchar: escuchar a Dios, hasta
llegar a sentir con Él el grito del pueblo; escuchar al pueblo; hasta respirar
la voluntad a la cual Dios nos llama. » [Discurso
en la vigilia de la apertura del Sínodo
Extraordinario de Obispos el 4 de octubre de 2014]
Cuando se
sabe lo que es el « olor » del mundo actual, el nivel de inmoralidad
general, ¿cómo puede desearse que la Iglesia adecúe su pastoral con este
« olor »? Es nivelar hacia abajo, lo contrario de lo que ha hecho
siempre el magisterio. Pero eso no fue todo. Insatisfecho con el resultado,
pese a la publicación integral del informe, Francisco convocó a una nueva
sesión del sínodo para octubre de 2015 y confirmó el mismo equipo progresista
para prepararla, con el objetivo de que « la reflexión avance ». Para
ese entonces la mentalidad habrá avanzado, el bombardeo mediático habrá hecho
su trabajo y la oposición, dominada, se tranquilizará como siempre ocurre en
estos casos diciéndose que podría haber sido peor. Asistimos a un proceso de
inconfundible sesgo revolucionario.
« ¡Tírale una cáscara de banana!
»
Sería
interminable si tuviésemos que citar todas las frases hirientes y provocadoras
de Francisco hacia la disciplina y los usos eclesiásticos tradicionales: « ¿Se te pegaron las manos? », espetó a un monaguillo que tenía
piadosamente juntas las manos frente a él[25]. « No me gusta que en la Iglesia se lleven a los niños que lloran
durante la misa. Su llanto es la mejor prédica », declaró a un grupo de
padres cuyos hijos había sido bautizados recientemente[26].
Más grave
todavía, en su homilía en Santa Marta el 15 de diciembre de 2014 Francisco se
propuso denunciar la hipocresía de los príncipes de los sacerdotes en el
Templo. A Jesús, que abría su corazón a las necesidades de la gente, los
príncipes de los sacerdotes « respondían
que la doctrina y la disciplina les impedía hacer lo mismo pues, según ellos,
la ley era sagrada[27] ». Y para ilustrar el punto no encontró
nada mejor que burlarse de la práctica tradicional del ayuno eucarístico y ridiculizar
a los cristianos que estaban apegados a él:
« Recuerdo cuando el Papa
Pío XII nos liberó de esa cruz tan pesada que era el ayuno eucarístico. No se
podía ni siquiera beber una gota de agua. […] Cuando Pío XII cambió la
disciplina -“¡Ah, herejía! ¡Tocó la disciplina de la Iglesia!”- muchos fariseos
se escandalizaron. Muchos. Porque Pío XII actuó como Jesús: vio la necesidad de
la gente. » [Homilía del 15 de diciembre de 2014[28]]
Y añadió
luego este comentario desbordante de caridad hacia esos fariseos a los que
trató igualmente de « doctores de la
ley », « rígidos por fuera
pero con el corazón repleto de podredumbre »:
« Cuando veía a un
cristiano, con el corazón débil, no firme sobre la roca -Jesús- y con tanta
rigidez por fuera, le pedía al Señor: ‘‘Pero Señor, tírale una cáscara de
banana delante, para que se pegue una linda resbalada, se avergüence de ser
pecador y así te encuentre a ti, que eres el Salvador”. » [Ibidem]
Poco
tiempo antes, durante el transcurso de otra homilía matinal en Santa Marta,
Francisco acometió contra los estipendios de las misas. Primero contó esta
anécdota insólita:
« Una vez, recién ordenado
sacerdote, estaba con un grupo de universitarios y una pareja de novios que
quería casarse. Habían ido a una parroquia, querían hacerlo con la misa. Y ahí,
el secretario parroquial dijo: ‘‘No, no: no se puede -¿Por qué no se puede con
la misa? ¿Si el concilio recomienda hacerlo siempre con la misa? -No, no se
puede, porque más de veinte minutos no se puede -¿Por qué? -Porque hay otros
turnos -¡Pero nosotros queremos la misa! -Pero pagáis dos turnos’’. Así que
para casarse con la misa tuvieron que pagar dos turnos. Esto es pecado de
escándalo. Y sabemos lo que Jesús dice a los que son causa de escándalo: mejor
ser arrojados al fondo del mar. » [Homilía
en Santa Marta el 21 de noviembre de 2014]
Luego, a
partir de este ejemplo aislado y extravagante generalizó agarrándosela con los
sacerdotes « comerciantes »
que rinden culto al dinero y deshonoran « la
total gratuidad el amor de Dios ». El clero italiano, que en muchos
casos vive pobremente, no debió de apreciar demasiado esta acusación sin
matices y fuera de contexto.
Quince « enfermedades curiales
»
Idéntica actitud
se refleja en la diatriba que Francisco dirigió a los cardenales el 22 de
diciembre de 2014, a modo de saludos navideños. Es siempre la misma crítica de
una « Iglesia mundana que vive
replegada sobre sí misma[29]»,
lo que él llama « la mundanidad
espiritual ». Quince enfermedades afectan el cuerpo de la Curia, de
acuerdo con Francisco, y a esas patologías « curiales » las designó
con expresiones voluntariamente chocantes. Las resumo en el siguiente párrafo:
La enfermedad del que se siente
« inmortal », « inmunizado » o completamente « indispensable »,
el « martalismo » o la actividad excesiva, en referencia a Santa
Marta, quien « no escogió la mejor parte », la « petrificación » mental y
espiritual, la planificación excesiva y el « funcionalismo », la mala
coordinación, el « Alzheimer espiritual », la rivalidad y la vanidad,
la « esquizofrenia existencial », fruto de la hipocresía
« típica de los mediocres », la enfermedad de las « habladurías,
de la murmuración, del cotilleo », la « divinización » de los
jefes, la « indiferencia hacia los demás », la enfermedad de la
« cara de funeral », la enfermedad de la « acumulación »
para llenar el vacío existencial, la enfermedad de los « círculos cerrados »,
y finalmente, la de la « ganancia mundana », mediante una búsqueda
permanente de poder y de beneficios mundanos[30].
Seguramente
hay cosas verdaderas en esos reproches, la Curia actual no es ciertamente un
modelo de virtud ni de ortodoxia, pero, a pesar de las referencias al Evangelio
y a San Pablo, que dan un tinte cristiano al discurso, Francisco habría podido
decir lo mismo si se hubiese dirigido a cualquier empresa o institución
profana. Es deplorable ver a aquel que el mundo considera como el Vicario de
Jesucristo no encontrar nada mejor para decir a sus cardenales que ponerlos en
guardia contra el peligro de volverse « burócratas, formalista,
funcionarios, empleados mezquinos y ávidos de poder ». Además, esta
revelación desacredita todavía más a la Iglesia ante la opinión pública. Los
cardenales empero, regañados como niños, aplaudieron con entusiasmo, al igual
que los parlamentarios europeos el 25 de noviembre pasado, cuando Francisco
acababa de decirles que Europa era una abuela que ha perdido su fecundidad y su
vivacidad, privada de ideal, paralizada por el tecnicismo burocrático de sus instituciones[31]. Los príncipes de la
Iglesia, como los dirigentes políticos, lobotomizados, se han transformado en
perros mudos…
¿Qué
presagia ese discurso? ¿Cómo será la reforma de la Curia? Todo es posible con
este papa autoritario, partidario acérrimo de la colegialidad. Se habla incluso
de laicos que podrían ser nombrados a la cabeza de ciertos dicasterios. ¿Y por
qué no también mujeres? No olvidemos que Francisco, en su entrevista con el
director de La Civiltà Cattolica
preconizó una mayor presencia femenina en los puestos de autoridad en la
Iglesia:
« Es necesario ampliar los
espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. […] Las
mujeres están formulando cuestiones profundas que debemos afrontar. […] Es
preciso, por tanto, profundizar más en la figura de la mujer en la Iglesia. Hay
que trabajar más hasta elaborar una teología profunda de la mujer. Sólo tras
haberlo hecho podremos reflexionar mejor sobre su función dentro de la Iglesia.
En los lugares donde se toman las decisiones importantes es necesario el genio
femenino. Afrontamos hoy este desafío: reflexionar sobre el puesto específico
de la mujer incluso allí donde se ejercita la autoridad en los varios ámbitos
de la Iglesia. » [Entrevista con el Padre Antonio Spadaro[32]]
Visiblemente,
Francisco acuerda mucha importancia a esta idea, puesto que la reiteró poco
después a una periodista del cotidiano romano Il Messaggero, el primero de julio de 2014:
- En la
Iglesia, según usted, ¿las mujeres qué puesto ocupan? - Las mujeres son lo más bello que Dios ha hecho. La Iglesia es mujer.
Iglesia es una palabra femenina. No se puede hacer teología sin esta
femineidad. De esto, usted tiene razón, no se habla bastante. Estoy de acuerdo
en que se debe trabajar más sobre la teología de la mujer. Lo he dicho y se
está trabajando en este sentido.
- ¿No entrevé una cierta misoginia de fondo? - El hecho es que la mujer fue tomada de una costilla… (Risas).
Bromeo, lo mío es una broma. Estoy de acuerdo en que se debe profundizar más en
la cuestión femenina, de lo contrario no se puede entender a la misma Iglesia.
IV. UNA IGLESIA POBRE Y PARA LOS
POBRES
« ¡Cómo quisiera una Iglesia
pobre y para los pobres! »
Podría
decirse que con ese grito, lanzado en su primera audiencia con los periodistas,
el 16 de marzo de 2013, Francisco debutó su pontificado. El tema de la pobreza
vuelve sin cesar en sus palabras e inspira un gran número de sus acciones. Pero
lo que perturba es la manera notoriamente naturalista y materialista en que lo
aborda. Al escucharlo, uno tiene la sensación de que esta cuestión se
circunscribe a problemas relativos a bienes y necesidades materiales,
económicos, de justicia social, hambre, vivienda, desempleo, soledad. Dios
jamás aparece, salvo cuando puede ser puesto al servicio de la lucha contra los
abusos sociales. La dimensión sobrenatural brilla por su ausencia en su
discurso. Por otro lado, da la impresión de que, para él, éste tema de la
pobreza sería el asunto capital, por encima del de la fe, e incluso, el de la salvación
eterna. En boca de un papa, es algo totalmente inaudito[33].
Veamos
seguidamente un pequeño florilegio de citas bergoglianas sobre este tema:
« Si un niño recibe su educación
de los católicos, protestantes, ortodoxos o judíos, eso no me interesa. A mí lo
que me interesa es que lo eduquen y le quiten el hambre. » [Entrevista
con la televisión brasileña en julio de 2013 durante las JMJ de Río de Janeiro]
« Los males más graves que
afligen al mundo hoy son el desempleo de los jóvenes y la soledad en la que son
abandonados los ancianos. » [Entrevista con Eugenio Scalfari[34]]
« Es indispensable prestar
atención para estar cerca de nuevas formas de pobreza y fragilidad donde
estamos llamados a reconocer a Cristo sufriente, aunque eso aparentemente no
nos aporte beneficios tangibles e inmediatos: los sin techo, los
toxicodependientes, los refugiados, los pueblos indígenas, los ancianos cada
vez más solos y abandonados, etc. » [Evangelii Gaudium § 210]
« Le dije: ‘‘Señora, creo que el
niño tiene hambre... ¡Por favor dele algo de comer!’’ Ella era tímida y no
quería amamantar a su bebé en público, mientras el Papa estaba ahí. Quiero
decirle lo mismo a la humanidad: ¡Dad a las personas algo de comer! Esa mujer
tenía leche para darle a su hijo; nosotros tenemos comida suficiente en el
mundo para alimentar a todos. » [Entrevista con el diario La Stampa el 15 de diciembre de 2013]
« Miremos a nuestro alrededor:
cuántas necesidades tienen los pobres, cuánto les falta aún a nuestras
sociedades para encontrar caminos hacia una justicia social más compartida,
hacia un desarrollo económico inclusivo. El alma humana no puede perder de
vista el sentido profundo de las experiencias de la vida y necesita recuperar
la esperanza. En estos ámbitos, hombres y mujeres inspirados en los valores de
sus tradiciones religiosas pueden ofrecer una ayuda importante, insustituible.
Es un terreno especialmente fecundo para el diálogo interreligioso. » [Discurso a los responsables religiosos de
Albania el 21 de septiembre de 2014]
Pastor de los migrantes
Francisco predicando en Lampedusa desde un atril hecho con restos de
barcos naufragados
Entre los
excluídos de los cuales Francisco es un defensor entusiasta los inmigrantes
gozan de una particular predilección de su parte:
« Los migrantes me plantean
un desafío particular por ser Pastor de una Iglesia sin fronteras que se siente
madre de todos. Por ello, exhorto a los países a una generosa apertura, que en
lugar de temer la destrucción de la identidad local sea capaz de crear nuevas
síntesis culturales. » [Evangelii Gaudium § 210]
Para unir
los actos a las palabras, Francisco acudió el 8 de julio de 2013 a la isla
italiana de Lampedusa, frente a la costa tunecina, por donde ingresan
clandestinamente a Europa numerosos migrantes africanos. El objetivo de esta
muy mediatizada visita era llamar la atención mundial acerca de la situación de
tales migrantes y de censurar la « cultura
del bienestar » que vuelve a los hombres « insensibles a los gritos del prójimo […] y conduce a una
globalización de la indiferencia. »
No cabe
duda de que la suerte de esa pobre gente es lamentable, pero ¿acaso es la
solución apoyar la inmigración clandestina y reclamar a las naciones europeas
« una apertura generosa » de sus fronteras y de su legislación[35] a grupos énicos
mayoritariamente musulmanes y cada vez más numerosos? Es eso, empero, lo que
Francisco pidió a los diputados en el Parlamento Europeo de Estrasburgo el 25
de noviembre de 2014:
« Es igualmente necesario
afrontar juntos la cuestión migratoria. No se puede tolerar que el mar
Mediterráneo se convierta en un gran cementerio. En las barcazas que llegan cotidianamente
a las costas europeas hay hombres y mujeres que necesitan acogida y ayuda. La
ausencia de un apoyo recíproco dentro de la Unión Europea corre el riesgo de
incentivar soluciones particularistas del problema, que no tienen en cuenta la
dignidad humana de los inmigrantes, favoreciendo el trabajo esclavo y continuas
tensiones sociales. » [Discurso al Parlamento Europeo]
Francisco
concluyó el discurso diciendo: « Es
necesario actuar sobre las causas y no solamente sobre los efectos. » Pero
la causa ¿no es acaso el haber entregado al islamismo y a la revolución los
países de donde provienen estos inmigrantes, y el no haberlos cristianizado
cuendo aún era posible? Eso es lo que uno desearía oír de la boca de un papa. Antaño,
San Pío V, Rosario en mano, convocaba la Cristiandad a la Cruzada para combatir
la amenaza islámica. Hogaño, Francisco reclama, en nombre de la « dignidad humana », que los
países cristianos abran de par en par sus fronteras al flujo migratorio
africano y realicen una generosa « síntesis
cultural » con las masas mahometanas.
¿Un papa marxista?
Francisco recibiendo el crucifijo comunista de manos del presidente
boliviano Evo Morales
Fiel a su
imagen de protector de los pobres, en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, publicada en
noviembre de 2013, Francisco condenó enérgicamente la inhumanidad de un mercado
« implacable » que crea una
« cultura del descarte[36] »,
que marginaliza a poblaciones enteras, y que « reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el
consumo. »
A causa
de esta denuncia sin matices del « fetichismo del dinero » y de
« la dictadura de la economía sin rostro », varios medios de prensa
argentinos, estadounidenses y europeos lo acusaron de ser un « marxista puro » y un « socialista. » En una
entrevista con La Stampa lo negó
diciendo que « la ideología marxista
es errónea » pero agregando luego que, en su vida, « había conocido muchos marxistas que
eran excelentes personas. » Asimismo explicó que su reprobación de las
desigualdades engendradas por el sistema económico actual se inscribe en la
doctrina social de la Iglesia y que, por ende, « esta condena no hace de mí un marxista.[37]
»
En su
conversación con el fundador de La
Repubblica, Francisco ya había abordado la cuestión:
- Tuve una profesora [en la
Universidad] de la que aprendí el respeto y la amistad, era una comunista
ferviente. A menudo me leía o me daba a leer textos del Partido Comunista. Así
conocí también esa concepción tan materialista. […]
- ¿El
comunismo lo sedujo?
- Su materialismo no tuvo ninguna influencia sobre mí. Pero
conocerlo, a través de una persona valiente y honesta me fue útil, entendí
algunas cosas, un aspecto de lo social, que después encontré en la Doctrina
Social de la Iglesia.
- La
teología de la liberación, que el Papa Wojtyla excomulgó, estaba bastante
presente en América Latina.
- Sí, muchos de sus
representantes eran argentinos.
- ¿Usted
piensa que fue justo que el Papa la combatiese?
- Ciertamente daban una
prolongación política a su teología, pero muchos de ellos eran creyentes y con
un alto concepto de humanidad.
Se habrá
notado la restricción: muchos teólogos de la liberación tenían « un alto concepto de humanidad. » Si
Francisco toma distancia de ellos, él comparte empero su concepción de la
« humanidad » y admira a los comunistas honestos e, incluso,
« sabios » [!!!] : « estoy muy
contento por haberme reunido con un hombre sabio », declaró a la prensa Francisco
tras la audiencia concedida en el Vaticano el 1 de junio de 2013 al presidente
del Uruguay, José Mujica, antiguo terrorista tupamaro -nunca arrepentido de sus crímenes- quien se reivindica pública
y orgullosamente ateo, laicista, abortista y homosexualista. Cabe destacar que
Francisco hizo ese elogio público de la « sabiduría » de Mujica tan
sólo un mes después de que su gobierno hubiese promulgado la ley sobre el
« matrimonio igualitario[38] » en el Uruguay…
En octubre
de 2014, en su discurso a los participantes de los Movimientos Populares, Francisco habló de la estrategia a utilizar
en la lucha contre el « escándalo de la pobreza ». Los términos
empleados en ese discurso son un claro apoyo a la lucha revolucionaria[39]: « No se puede abordar el
escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que únicamente
tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos. Qué
triste ver cuando detrás de supuestas obras altruistas, se reduce al otro a la
pasividad, se lo niega o peor, se esconden negocios y ambiciones personales:
Jesús les diría hipócritas. Qué lindo es en cambio cuando vemos en movimiento a
Pueblos, sobre todo, a sus miembros más pobres y a los jóvenes. Entonces sí se
siente el viento de promesa que aviva la ilusión de un mundo mejor. Que ese
viento se transforme en vendaval de esperanza. Ése es mi deseo. Este encuentro
nuestro responde a un anhelo muy concreto, algo que cualquier padre, cualquier
madre quiere para sus hijos; un anhelo que debería estar al alcance de todos,
pero hoy vemos con tristeza cada vez más lejos de la mayoría: tierra, techo y
trabajo. Es extraño pero si hablo de esto para algunos resulta que el Papa es
comunista. No se entiende que el amor a los pobres está al centro del
Evangelio. Tierra, techo y trabajo, eso por lo que ustedes luchan, son derechos
sagrados. Reclamar esto no es nada raro, es la doctrina social de la Iglesia. »
[Discurso en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares el
28 de octubre de 2014]
Todo esto
deja un profundo malestar. Sin mencionar siquiera las firmes condenas de la
Iglesia y las terribles persecuciones comunistas, el caracter inconciliable de
esta ideología mortífera con el catolicismo salta a la vista. Pero,
aparentemente, no para Francisco. Su discurso se asemeja al de los marxistas,
para quienes solamente existen la materia y los bienes económicos. Francisco
omite decir que, para un cristiano, el mal supremo, la única alienación
integral, no es la « opresión social », sino el pecado. Sus dichos
expresan los mismos objetivos que los marxistas: combatir las injusticias,
luchar por un mundo más equitativo, trabajar « para crear esta aldea humana, cada vez más humana, que ofrezca a
los niños un presente de paz y un futuro de esperanza[40]
», cuando en la vida del cristiano lo esencial se encuentra en la búsqueda
del Reino de Dios y su justicia, y no en la « añadidura » (Mt 6, 36).
Francisco
es un papa del Concilio Vaticano II, de esa funesta asamblea que reinterpretó
el Evangelio, Jesucristo, la Iglesia y el catolicismo a la luz del humanismo
moderno: culto del hombre, dignidad humana, democracia, derechos humanos…
Por otro
lado, él mismo lo reconoce:
« El Vaticano II supuso una
relectura del Evangelio a la luz de la cultura contemporánea. Produjo un
movimiento de renovación que viene sencillamente del mismo Evangelio. Los
frutos son enormes. Basta recordar la liturgia. El trabajo de reforma litúrgica
hizo un servicio al pueblo, releyendo el Evangelio a partir de una situación
histórica concreta. Sí, hay líneas de hermenéutica de continuidad y de
discontinuidad, pero una cosa es clara: la dinámica de lectura del Evangelio
actualizada para hoy, propia del Concilio, es absolutamente irreversible. » [Entrevista
con el Padre Antonio Spadaro]
Así pues,
que el concilio sea interpretado según la hermenéutica de la continuidad
preconizada por Benedicto XVI o en conformidad con la ruptura reivindicada por
los « progresistas », esto es algo que se ha vuelto irrelevante,
puesto que nos hallamos confrontados ante este hecho masivo e irreversible de
que el catolicismo del Concilio de Trento, del Syllabus, de Pascendi y
de la Misa de San Pío V está muerto y enterrado. Lo cual tiene al menos,
concedámosle esto a Francisco, el mérito de la claridad…
[3] Constitución Dei Filius,
capítulo 4 (De fide et ratione),
canon 3.
[5] « La Iglesia católica no rechaza
nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con
sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que
[…] no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos
los hombres. » (Nostra Ætate
n° 2)
[6] « Esta Iglesia, establecida y
organizada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia católica,
gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él, si bien
fuera de su estructura se encuentran muchos elementos de santidad y verdad que,
como bienes propios de la Iglesia de Cristo, impelen hacia la unidad católica. »
(Lumen gentium n° 8)
[7] « Las ‘‘semillas de
verdad’’ [Ad gentes 11; Lumen gentium 17] presentes y operantes en las diversas
tradiciones religiosas son un reflejo del único Verbo de Dios, ‘‘que ilumina a
todo hombre’’ (Jn 1, 9) y que se hizo carne en Cristo Jesús (cf. Jn 1, 14).
Son, al mismo tiempo, ‘‘efecto del Espíritu de verdad que actúa más allá de los
confines visibles del Cuerpo místico’’ (cf. Redemptor hominis, 6 y 12) y que
‘‘sopla donde quiere’’ (Jn 3, 8). » Audiencia general del 9/9/1998: http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/1998/documents/hf_jp-ii_aud_09091998.html
[8] Mouvement d’Animation
Spirituelle de la Démocratie Universelle.
[9] « Con las manos entrelazadas, los pies
descalzados, en silencio, la cabeza baja y situado en dirección a La Meca. Así ha rezado esta mañana durante
dos intensos minutos el papa Francisco en la Mezquita Azul de Estambul, la más
importantes de Turquía, construida a principios del siglo XVII por el sultán
Ahmet I y así bautizada por estar decorada con 21.043 azulejos de color
turquesa. Junto a él, hombro con hombro, se encontraba el Gran Muftí de
Estambul. Se trata de la cuarta ocasión que un Papa pone el pie en una
mezquita. Juan Pablo II fue el primero en hacerlo en 2001 en Damasco.
Posteriormente su sucesor, Benedicto XVI, visitó en 2006 la misma Mezquita Azul
en la que esta mañana ha estado Francisco. Pero Bergoglio -que también en su
viaje en mayo pasado a Jerusalén visitó un templo musulman- ha sido el primer Papa
al que se le ve en una mezquita en actitud clara de rezar, con las manos
entrelazadas y el gesto de quien está orando. » http://www.elmundo.es/internacional/2014/11/29/54799ff822601d042c8b456b.html
[10] « La
Roma postconciliar y sus hermanos mayores », Le Sel de la terre 89, p. 172-194.
[11] Solamente desde un punto de vista material…
[13]
Isabelle de Gaulmyn, « Le pape François, l’Évangile avant la doctrine », La Croix, 20 de septiembre de 2013.
[15] De
esta « misericordia » que se ejerce en oposición a la verdad, Francisco
encuentra un eco fiel en los escritos del muy progresista cardenal Kasper, el mismo
a quien solicitó que preparase el cuestionario con los temas a debatir en el
sínodo sobre la familia. Haciendo caso omiso de la disciplina tradicional de la
Iglesia, la falsa misericordia del cardenal Kasper propone un amplio acceso a
la comunión a los divorciados « vueltos a casar » y dar una buena
acogida a los homosexuales. Éstas son las palabras laudatorias hacia el
cardenal Kasper: « En estos días, he
podido leer un libro de un cardenal -el Cardenal Kasper, un gran teólogo, un
buen teólogo-, sobre la misericordia. Y ese libro me ha hecho mucho bien. Pero
no creáis que hago publicidad a los libros de mis cardenales. No es eso. Pero
me ha hecho mucho bien, mucho bien. El Cardenal Kasper decía que al escuchar
misericordia, esta palabra cambia todo. Es lo mejor que podemos escuchar:
cambia el mundo. » (Angelus del 17 de marzo de 2013)
[16] Ver Le Sel de la terre 89: « Francisco,
los marcianos y la paciencia de Dios », p. 195-203.
[18] Ver Le Sel de la terre 87, p.
176-177.
[19] Ver Le Sel de la terre 86,
p. 179.
[20] La ley
de gradualidad fue introducida en la Iglesia por Juan Pablo II (Familiaris
Consortio n° 9 y 34). Consiste en no exigir al cristiano que aplique en su
vida la ley moral en su totalidad, permitiendo que avance por etapas sucesivas.
Su finalidad es la de desculpabilizar a quien no consigue, pese a sus
esfuerzos, evitar el pecado, distinguiendo esntre el ideal a alcanzar y lo que
la persona logra concretamente poner en práctica de la ley moral. Es una forma
de liberalismo moral, invocado frecuentemente durante el reciente Sínodo
Extraordinario de Obispos sobre la familia, en relación con la contracepción,
los « divorciados recasados », las uniones de hecho y la
homosexualidad.
[21] Recordemos
el consejo que dio Francisco a una mujer unida civilmente a un divorciado,
quien se quejaba de que el párroco se negaba a darle la absolución y la
comunión: « Algunos son más papistas que
el Papa: andá a otra iglesia y confesate, que no hay ningún problema. » Ver Le Sel de la terre 89, p. 197.
[22] « Se reflexionó sobre la
posibilidad de que los divorciados y vueltos a casar accediesen a los
sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía. Varios Padres sinodales
insistieron en favor de la disciplina actual, en virtud de la relación
constitutiva entre la participación en la Eucaristía y la comunión con la
Iglesia y su enseñanza sobre el matrimonio indisoluble. Otros se expresaron en
favor de una acogida no generalizada a la mesa eucarística, en algunas
situaciones particulares y con condiciones bien precisas, sobre todo cuando se
trata de casos irreversibles y vinculados a obligaciones morales para con los
hijos, quienes terminarían por padecer injustos sufrimientos. El eventual
acceso a los sacramentos debería ir precedido de un camino penitencial bajo la
responsabilidad del Obispo diocesano. Todavía es necesario profundizar la
cuestión, teniendo bien presente la distinción entre situación objetiva de
pecado y circunstancias atenuantes, dado que la imputabilidad y la
responsabilidad de una acción pueden quedar disminuidas e incluso suprimidas a
causa de diversos factores psíquicos o sociales. »
[23] « Algunos Padres sostuvieron que las
personas divorciadas y vueltas a casar o convivientes pueden recurrir
provechosamente a la comunión espiritual. Otros Padres se preguntaron porque
entonces no pueden acceder a la comunión sacramental. Se requiere, por tanto,
una profundización de la temática que haga emerger la peculiaridad de las dos
formas y su conexión con la teología del matrimonio. »
[24] « Algunas familias viven la experiencia
de tener en su seno personas con orientación homosexual. Al respecto, la
Asamblea se interrogó sobre qué atención pastoral es oportuna frente a esta
situación, refiriéndose a lo que enseña la Iglesia: No existe ningún fundamento
para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones
homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia. No
obstante, los hombres y mujeres con tendencias homosexuales deben ser acogidos
con respeto y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de
discriminación injusta. »
[25] Dirigiéndose
a un niño acólito que se mantenía en una postura litúrgica piadosa delante
suyo, en la necrópolis papal de la basílica de San Pedro, el 2 de noviembre
2013, al tiempo que le separaba las manos:
[26] Encuentro
con padres de niños bautizados ese año, el 13 de diciembre de 2014, en la
Parroquia San José all’Aurelio, en las afueras de Roma.
[27] Así,
de acuerdo con Francisco, la causa de la hipocresía de los fariseos no era su
interpretación falsa y excesiva de la ley, sino la ley misma, junto con la
doctrina.
[28] Con
ocasión de la visita a San José all’Aurelio, Francisco riendo, dijo a los niños
de catecismo acerca del ayuno eucarístico en vigor cuando él recibió la primera
comunión, en 1944: « En esa época,
no se podía beber ni siquiera una gota de agua antes de comulgar. Menos mal que
Pío XII nos liberó de esa dictadura. »
[29]
Intervención del cardenal Bergoglio antes del cónclave.
[32] Ver Le Sel de la terre 87, p
176-177.
[33] En
boca de un verdadero Sucesor de San Pedro y legítimo Vicario de Nuestro Señor
Jesucristo, estoy de acuerdo. Pero ése no es de ninguna manera el caso de
Bergoglio ni de sus antecesores conciliares, artífices diabólicos de esta falsa
religión ecuménica, naturalista y humanista, caricatura monstruosa del
catolicismo, concebida en las logias masónicas, y que, llegado el momento, será
la religión que profesará el Anticristo… [Nota añadida posteriormente a la
publicación en la revista Le Sel de la
Terre por Miles Christi, quien
mudó de parecer respecto a este tema]
[34] Ver Le Sel de la terre n°
87, p. 183.
[35] Debe
decirse que los inmigrantes reciben ayudas proporcionalmente superiores a las
que perciben los habitantes de Lampedusa; asimismo, en la mayoría de los países
de la UE, los « refugiados » gozan de subsidios de los que carece la
población local, e imponen sus costumbres islámicas, mientras los
moralizadores, encabezados por Francisco, culpabilizan a los europeos que se
oponen a la invasión migratoria musulmana y luchan por preservar su identidad.
[36] Esta
visiblemente expresión es del agrado de Francisco, quien la ha empleado en diversas
ocasiones en sus tweet y
recientemente en su discurso ante el parlamento europeo en Estrasburgo.
[37] Sin
embargo Francisco preconiza un mayor control del Estado en la economía,
concepción que se aleja de la doctrina social de la Iglesia, quien ha promovido
siempre la libre empresa. Las citas siguientes demuestran que Francisco
entiende la doctrina social de la Iglesia de una manera muy particular, en un
sentido netamente socialista…
[39] « ¡Los pobres no sólo padecen la
injusticia sino que también luchan contra ella! No se contentan con promesas
ilusorias, excusas o coartadas. Tampoco están esperando de brazos cruzados la
ayuda de ONGs, planes asistenciales o soluciones que nunca llegan o, si llegan,
llegan de tal manera que van en una dirección o de anestesiar o de domesticar.
[…] Solidaridad es una palabra que no cae bien siempre, yo diría que algunas
veces la hemos transformado en una mala palabra, no se puede decir; pero es una
palabra mucho más que algunos actos de generosidad esporádicos. Es pensar y
actuar en términos de comunidad, de prioridad de vida de todos sobre la
apropiación de los bienes por parte de algunos. También es luchar contra las
causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, la
tierra y la vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales. Es
enfrentar los destructores efectos del Imperio del dinero: los desplazamientos
forzados, las emigraciones dolorosas, la trata de personas, la droga, la
guerra, la violencia y todas esas realidades que muchos de ustedes sufren y que
todos estamos llamados a transformar. La solidaridad, entendida, en su sentido
más hondo, es un modo de hacer historia y eso es lo que hacen los movimientos
populares. Este encuentro nuestro no responde a una ideología. Ustedes no
trabajan con ideas, trabajan con realidades como las que mencioné y muchas
otras que me han contado, tienen los pies en el barro y las manos en la carne.
¡Tienen olor a barrio, a pueblo, a lucha! »
Nacionalismo Católico San Juan
Bautista