San Juan Bautista

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jueves, 27 de julio de 2017

La postura católica hacia los judíos


  Nota de NCSJB: A pesar de las reiteradas acusaciones de antisemitismo, es necesario remitirnos además de los hechos innegables en la historia, al Magisterio Tradicional de la Iglesia respecto de los judíos, a fin de poder prevenirnos de quienes como ellos mismos confiesan, tienen a Cristo y a sus seguidores como principales enemigos a destruir.
  Las terribles blasfemias de su código "sagrado", el Talmud,  hacia Cristo y su Santísima Madre, confirman la perversidad y el cuidado que los cristianos deben tener con éste pueblo deicida que lleva consigo el un germen de destrucción inigualable entre los pueblos de la Tierra. Lejos de promover odio hacia ellos, y pensando en sus almas inmortales, pedimos por su conversión, sin dejar de ser precavidos ante sus maquinaciones.
Augusto
  

LOS JUDÍOS SEGÚN LA DOCTRINA CRISTIANA por G. P. G.
(Extraído de Agencia FARO, 10/Abril/2009, Viernes Santo)


   Ya en el Nuevo Testamento, la doctrina cristiana sobre los judíos es muy clara. En cualquier caso, ningún católico puede creer nada que vaya contra el sentir unánime de los Santos Padres [1].

  Pues bien, todos los Padres de la Iglesia manifiestan unánimemente el mismo sentir respecto a los judíos. Veremos también que el Magisterio conciliar y pontificio reitera la misma enseñanza, como no podía ser de otra manera.

  Harían falta muchos libros para recopilar todo lo que los Padres dicen contra el pueblo deicida. Veamos sólo unos pocos de los textos más importantes.

  San Juan Crisóstomo, Padre y Doctor de la Iglesia, proclamado por San Pío X patrón de todos los predicadores católicos del mundo, es el más importante de los Padres Orientales; aparte de que a ningún judaizante actual le agradaría lo que San Juan dice en cada una de sus obras sin contradecirse, nos ha dejado nada menos que ocho extensas homilías contra los judíos. Veamos algunos fragmentos:

  “Siempre que el judío os dice a vosotros: fueron los hombres los que nos hicieron la guerra, fueron los hombres los que conspiraron contra nosotros; contestadles: los hombres no os hubieran hecho la guerra si Dios no lo hubiera permitido.”

   “Mi verdadera guerra es contra los judíos… los judíos han sido abandonados por Dios, y por el crimen de este Deicidio no hay expiación posible.” [2]
 
  “Pero ahora vosotros habéis eclipsado todas las maldades del pasado, pero de ningún modo dejasteis atrás el grado sumo del delito, mediante vuestra locura cometida contra Cristo. Por ello estáis ahora siendo castigados peor aún que en el pasado. Toda vez que, si ésa no es la causa de vuestra actual deshonra, ¿por qué motivo, aun siendo vosotros unos asesinos de niños, Dios se contentó con vosotros en otro tiempo y en cambio vuelve ahora la espalda a quienes llegan a tales atrevimientos? Verdaderamente está claro que os atrevisteis a un delito mucho mayor y peor que el infanticidio y que cualquier delito asesinando a Cristo”. [3]

  También entre los Padres Orientales nos encontramos con San Eusebio de Cesárea, a quien debemos gran parte de lo que conocemos sobre los cristianos delos primeros siglos. Martirizado el año 308, San Eusebio nos enseña cosas como la siguiente:

  “Se pueden oír los gemidos y lamentaciones de cada uno de los profetas, gimiendo y lamentándose característicamente por las calamidades que caerán sobre el Pueblo Judío a causa de su impiedad a Aquél que han abandonado. Cómo su reino … debería ser totalmente destruido después de su pecado contra Cristo; cómo la Ley de su Padre debería ser abrogada, ellos mismos privados de su antiguo culto, despojados de la independencia de sus antepasados y convertidos en esclavos de sus enemigos en vez de ser hombres libres. Cómo su metrópolis real debería ser arrasada por el fuego. Su santo altar experimentar las llamas y la extrema desolación, su ciudad no más tiempo habitada por sus antiguos poseedores, sino por razas de otro tronco, mientras ellos deberían ser dispersados entre los gentiles por el mundo entero sin tener nunca una esperanza de cesación alguna del mal o espacio para respirar de su congoja”.

  El mismo sentir es el que manifiestan el resto de Padres Orientales. Entre los Padres Occidentales, cabe citar, para no extenderse, a San Ambrosio de Milán y a San Jerónimo.

  A San Jerónimo debemos la Vulgata, texto canónico oficial de las Sagradas Escrituras [4]. Entre otras muchas cosas sobre los judíos (todas, sin excepción, en la misma dirección) él nos enseñó:

  “Esta maldición continúa hasta el día de hoy sobre los judíos, y la sangre del Señor no cesará de pesar sobre ellos”.

  San Ambrosio, aparte de ser el maestro de San Agustín [5], ha sido siempre considerado el modelo a seguir para todos los obispos católicos. Como él nos explica, la Sinagoga es: “una casa de impiedad, un receptáculo de maldades, que Dios mismo había condenado” [6].

  La Santa Madre Iglesia continuará siempre enseñando a sus hijos las mismas enseñanzas de doctrina apostólica que habían sido firmemente defendidas por los Santos Padres. Así nos adentramos en la esplendorosa Edad Media, con un doctor tan importante para los siglos venideros como San Bernardo de Claraval afirmando tajantemente: “Los judíos han sido dispersados por todo el mundo, para que mientras paguen la culpa de tan gran crimen, puedan ser testigos de nuestra Redención” [7].

  Las mismas enseñanzas van encontrarse en los grandes santos de la Edad Media, el Renacimiento y los siglos posteriores hasta nuestros días. Entre los Doctores de la Iglesia, Santo Tomás de Aquino, máximo expositor de la Doctrina de la Iglesia y que debe tomarse como guía segura para todo católico [8], no se desvía un ápice de la doctrina de los Padres de la Iglesia sobre los judíos, ni tampoco de las enseñanzas de los santos que le precedieron.

  El Aquinate, consultado por la Duquesa de Brabante sobre si era conveniente que en sus dominios los judíos fueran obligados a llevar una señal distintiva para diferenciarse de los cristianos, contesta:

  “Fácil es a esto la respuesta, y ella de acuerdo a lo establecido en el Concilio general [9], que los judíos de ambos sexos en todo territorio de cristianos en todo tiempo deben distinguirse en su vestido de los otros pueblos. Esto les es mandado a ellos en su ley, es a saber, que en los cuatro ángulos de sus mantos haya orlas por las que se distingan de los demás”.

  El Doctor Angélico también sostuvo doctrinalmente que:

“Los judíos no pueden lícitamente retener lo adquirido por usura, estando obligados a restituir a quienes hayan extorsionado … Los judíos por razón de sus culpas están en perpetua servidumbre, los señores pueden por lo tanto, tomarles sus cosas, dejándoles lo indispensable para la vida” [10].

  Y además:

  “A los judíos no se les debería permitir quedarse con lo obtenido por medio de la usura; lo mejor sería que se les obligara a trabajar para ganarse la vida, en vez de no hacer otra cosa que hacerse más avaros” [11].

  Y respecto a la postura que los judíos tomaron hacia Nuestro Señor:

  “Pues veían en Él todas las señales que los profetas dijeron que iba a haber […] pues veían con evidencia las señales de la Divinidad de Él, más por odio y envidia hacia Cristo, las tergiversaban; y no quisieron confiar en las palabras de Éste, con las cuales se confesaba Hijo de Dios” [12].

  Los concilios de la Iglesia, así como los papas, han ido siempre en la misma dirección del sentir unánime de los Padres y de los santos [13]. Aunque podamos extraer testimonios de todos los papas de la historia que como tales se han manifestado al efecto [14], baste con que citemos a tres: uno a caballo entre la Antigüedad Tardía y la Edad Media (San Gregorio Magno), otro del Renacimiento (San Pío V) y otro de época moderna (Benedicto XIV).

  Benedicto XIV, dejando al margen otros documentos [15] en que trata la cuestión judía mostrándose firme en preservar lo que dice la tradición, en la encíclica A quo primum nos enseña:

  “Los judíos se ocupan de asuntos comerciales, amasan enormes sumas de dinero de estas actividades, y proceden sistemáticamente a despojar a los cristianos de sus bienes y posesiones por medio de sus exacciones usurarias. Aunque al mismo tiempo ellos piden prestadas sumas de los cristianos a un nivel de interés inmoderadamente alto, para el pago de las cuales sus sinagogas sirven de garantía, no obstante sus razones para actuar así son fácilmente visibles. Primero de todo, obtienen dinero de los cristianos que usan en el comercio, haciendo así suficiente provecho para pagar el interés convenido, y al mismo tiempo incrementan su propio poder. En segundo lugar, ganan tantos protectores de sus sinagogas y de sus personas como acreedores tienen”.

  A San Pío V le debemos, entre otras cosas, haber sido el artífice de la victoria de Lepanto y haber extendido el Santo Rosario, además de codificar el rito romano de la Santa Misa. Entre sus numerosos escritos tratando la cuestión judía [16], podemos citar la famosa bula Hebraeorum Gens [17], de la que extraemos lo siguiente:

  “El pueblo judío … llegado el tiempo de la plenitud, ingrato y pérfido, condenó indignamente a su Redentor a ser muerto con muerte ignominiosa … omitiendo las numerosas modalidades de usura con las que por todas partes, los hebreos consumieron los haberes de los cristianos necesitados, juzgamos como muy evidente ser ellos encubridores y aun cómplices de ladrones y asaltantes que tratan de traspasar a otro las cosas robadas y malversadas u ocultarlas hasta el presente, no sólo las de uso profano, mas también las del culto divino. Y muchos con el pretexto de tratar asuntos propios de su oficio, ambicionando las casas de mujeres honestas, las pierden con muy vergonzosos halagos; y lo que es más pernicioso de todo, dados a sortilegios y encantamientos mágicos, supersticiones y maleficios, inducen a muchos incautos y enfermos a los engaños de Satanás, jactándose de predecir el futuro, tesoros y cosas escondidas… Por último, tenemos bien conocida e indagada la forma tan indigna en que esta execrable raza, usa el nombre de Cristo, y a qué grado sea dañosa a quienes habrán de ser juzgados con dicho nombre y cuya vida pues está amenazada con los engaños de ellos”.

  Citemos, por último, a San Gregorio Magno [18], por haber conjugado en su persona el ser el último de los Padres latinos y Papa a la vez. Puesto que ahora hay quien cree que los judíos son hermanos en Abraham, no está de más traer a colación la siguiente enseñanza:

  “Si nosotros, por nuestra fe, venimos a ser hijos de Abraham, los judíos, por su perfidia, han dejado de serlo” [19].

  Lógicamente, también los concilios, tanto locales como universales, siempre que se han pronunciado sobre el problema judío, lo han hecho homogéneamente con las enseñanzas de los Padres, Doctores y Sumos Pontífices.

  De los concilios locales [20] nos limitaremos a citar un par de cánones de concilios toledanos, por la particular autoridad dogmática de valor universal que la Santa Iglesia Romana siempre les ha concedido:

  “… Cualquier obispo, presbítero, o seglar, que en adelante les prestare apoyo (a los judíos) … bien sea por dádivas bien por favor, se considerará como verdaderamente profano y sacrílego, privándole de la comunión de la Iglesia Católica, y reputándole como extraño al reino de Dios, pues es digno que se separe del cuerpo de Cristo el que se hace patrono de los enemigos de este Señor” [21].

  “De la perfidia de los judíos. Aunque en la condenación de la perfidia de los judíos, hay infinitas sentencias de los Padres antiguos y brillan además muchas leyes nuevas; sin embargo, como según el vaticinio profético relativo a su obstinación, el pecado de Judá está escrito con pluma de hierro y sobre uña de diamante, más duros que una piedra en su ceguera y terquedad. Es, por lo tanto, muy conveniente que el muro de su infidelidad debe ser combatido más estrechamente con las máquinas de la Iglesia Católica, de modo que, o lleguen a corregirse en contra de su voluntad, o sean destruidos de manera que perezcan para siempre por juicio del Señor” [22].


  Finalmente, entre los ecuménicos, baste recordar el IV Concilio de Letrán, concilio importantísimo que definió dogmas como el Extra Ecclesiam nulla salus, la Transubstanciación o la existencia del Infierno. Este concilio, en su canon 68, es diáfano expresando cómo los judíos, malditos de Dios, deben llevar un distintivo especial en sus ropas.


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[1] Pío IV, bula Iniunctum nobis,13 de noviembre de 1564: “…el verdadero sentido de las Sagradas Escrituras tampoco lo aceptaré ni interpretaré jamás sino conforme al sentir unánime de los Padres”. León XIII, encíclica Providentissimus Deus,18 de noviembre de 1893: “los Santos Padres que ‘después de los Apóstoles plantaron, regaron, edificaron, apacentaron y alimentaron a la Iglesia y por cuya acción creció en ella’, tienen autoridad suma siempre que explican todos de modo unánime”.

[2] Oratio IV Adversus Iudaeos.

[3] Oratio VI, 2 Adversus Iudaeos.

[4] El Concilio de Trento establece: “Si alguno no recibiere esos mismos libros íntegros contodas sus partes, como ha sido costumbre leerlos en la Iglesia católica y se contienen en la vieja edición de la Vulgata latina, como sagrados y canónicos, o si sabiéndolo y con deliberación despreciare las tradiciones anteriormente dichas, sea excomulgado”.

[5] San Agustín es el Doctor de la Iglesia más importante de todos los tiempos, después de Santo Tomás de Aquino. Además de su Tratado contra los judíos, su tratamiento del tema no se desvía un ápice del resto de Doctores en todas sus demás obras, donde frecuentemente habla de la cuestión judía.

[6] Epístola IX al emperador Teodosio.

[7] Epístola 363 a la Iglesia de Francia Oriental.

[8] El Papa San Pío X, en la encíclica Pascendi, proclama solemnemente: “Es importante notar que, al prescribir que se siga la filosofía escolástica, Nos referimos a la que enseñó SantoTomás de Aquino: todo lo que Nuestro Predecesor decretó acerca de la misma, queremos que siga en vigor y, por si fuera necesario, lo repetimos y lo confirmamos, y mandamos que se observe estrictamente por todos”. Y el papa Pío XII, en la encíclica Humani generis (1950), enseña que la filosofía tomista es la guía más segura para la doctrina católica y condena toda desviación de ella.

[9] IV de Letrán, año 1215, c. 68.

[10] Opera Omnia. Edición Pasisills, 1880. Tábula 1 a-o, tomo XXXIII, p. 534.

[11] De regimine principum.

[12] Summa Theologica, 3 p., qu. 47, art. 5.

[13] Es famoso el caso de San Juan de Capistrano, muy conocido como “azote de los judíos”; este santo franciscano capuchino, de gran ascetismo y virtud, fue empleado como embajador en muchas y muy delicadas misiones diplomáticas y con muy buenos resultados. Tres veces le ofrecieron los Sumos Pontífices nombrarlo obispo de importantes diócesis, pero prefirió seguir siendo humilde predicador, pobre y sin títulos honoríficos. Se le confiaron misiones delicadas, como la detracción de los Fraticelli, la lucha en Moravia contra la herejía husita (obra del judío Jean Huss), las negociaciones para la incorporación de los griegos a la Iglesia Romana, la vigilancia de los judíos, la contención del cisma de Basilea, etc. Por iniciativa de santos como él, los judíos tenían que llevar un gorro de dos cuernos (pileteum cornutum), que simbolizaba su filiación diabólica (Cf. Jn. 8, 44), así como una estrella amarilla identificativa para guardarse de su maldad, y se les recluía en guetos. Por la influencia de San Juan de Capistrano, el Papa Martín V, inicialmente indulgente con los judíos por ignorancia, cambió de actitud.

[14] Entre otros: Honorio III (1217 y 1221), Gregorio IX (1233), Inocencio IV (1244), Clemente IV (1267), Gregorio X (1274), Nicolás III (1278), Nicolás IV (1288), Juan XXII (1317 y 1320), Urbano V (1365), Gregorio XI (1375), Martín V (1425), Eugenio IV (1442), Calixto III (1456), Sixto IV (1478), Pablo III (1535, 1542 y 1543), Julio III (1554), Pablo IV (1555 y 1556), Pío IV (enero y febrero de 1562), Gregorio XIII (1577, 1581 y 1584), Sixto V (1586), Clemente VIII (1592y 1593), Pablo V (1610), Urbano VIII (1625, 166, 1635 y 1636), Alejandro VII (1657, 1658, 1662 y 1663), Alejandro VIII (1690), Inocencio XII (1692), Clemente XI (1704, 1705 y 1712), Benedicto XIII (1726, 1727 y 1729), Pío IX (1858).

[15] Tal es el caso de Postremomens (28 de febrero de 1747), Apostolici Ministerii munus (16 de septiembre de 1747), Singulari Nobis consolationi (9 de febrero de 1749), Elapso proxime Anno (20 de febrero de 1751), Probe te meminisse (15 de diciembre de 1751) y Beatus Andreas (22 de febrero de 1755).

[16] Algunos otros son Romanus Pontifex (19 de abril de 1566), Sacrosanctae catholicae ecclesiae (29 de noviembre de 1566) o Cum nos nuper (19 de enero de 1567).

[17] Mediante esta bula, el Papa expulsó a los judíos de los Estados Pontificios (26 de febrero de 1569).

[18] Entre otras cosas, se puede recordar que San Gregorio Magno escribió también una carta a Recaredo en la que le felicita por no haber aceptado un soborno de 30.000 sueldos de los judíos de Toledo, que pretendían manipular al rey para que ejerciese presión en el Concilio a fin de que no se promulgasen leyes de protección frente al peligro judío.

[19] Sermones dominicales de los Santos Padres, Papa San Gregorio Magno.

[20] Aparte del Concilio de Jerusalén, que fue el primero y se dedicó ala condena de la herejía judaizante, contamos con el planteamiento del problema judío en el Concilio de Elvira (306), el Concilio de Agde (506) celebrado bajo los auspicios de San Cesáreo, el Concilio de Clermont (535), el Concilio III de Orleans (538), el Concilio de Mâcon (581), el Concilio Trulano (692) considerado siempre el suplemento de los Concilios Ecuménicos V y VI, el Concilio de Gerona (1078), el Concilio de Oxford (1222), el Concilio de Narbona (1235), los Concilios de Vienne y Breslau (1267), el Concilio de Mainz (1310), el Concilio de Basilea (1434), etc.

[21] Concilio IV de Toledo, Canon LVIII.

[22] Concilio XVI de Toledo, Canon I.

Visto en: Iota Unum


Nacionalismo Católico San Juan Bautista


domingo, 23 de julio de 2017

Los protocolos de Sion: introducción y Sinopsis – Henry Makow




“Todavía queda un pequeño espacio para cruzar antes de que todos los Estados de Europa sean encerrados enrollados en la serpiente simbólica, con la cual simbolizamos a nuestro pueblo, como en un poderoso vicio”.


 La prueba que los Protocolos de Zion son auténticos es que la mayor parte de ellos se han realizado. El gobierno mundial es su “Super Estado”.


  Los Protocolos de Zion son lectura obligatoria para cualquier persona desee entender el mundo en el cual vivimos. Ellos exhiben un odio patológico hacia los no-judíos, y el deseo de someterlos y explotarlos. Los Protocolos eran parte de una “iniciación” para los judíos masones de grado 33. La mayoría de los judíos no son conscientes de esta agenda, por lo tanto, son fácilmente manipulados. “El antisemitismo nos resulta indispensable para el manejo de nuestros hermanos menores”. (Protocolo 9)






por el Doctor en Filosofía, Henry Makow

(tomado de: “Illuminati: El Culto que Secuestró al Mundo”)




  Muchas personas piensan que “Los Protocolos de los Sabios de Zion” es una literatura de odio antisemita y un fraude.


  El ganador del premio Nobel, Alexander Solzhenitsyn, escribió que ese libro exhibe “la mente de genio”. Demasiado bueno para un simple engaño, ¿no es así?


  Solzhenitsyn dijo que éste demuestra “una gran fuerza de pensamiento y perspicacia... Su diseño ... (aumento de la libertad y el liberalismo, que termina en cataclismo social) ... está muy por encima de las capacidades de una mente común... Es más complicado que una bomba nuclear”.


  Creo que los Protocolos son genuinos. Son conferencias dirigidas a Francmasones judíos (probablemente de la Logia Mizraim en París) que detallan un increíble plan para derribar a la Civilización Occidental, subyugar a la humanidad, y concentrar “toda la riqueza del mundo ... en nuestras manos”. Fueron dados como una serie regular de talleres a estos masones de París. El autor los describe como “una exposición de nuestro programa” y a menudo comienza diciendo: “Hoy hablaremos...”  


  Aquellos que piensan los Protocolos fueron entregados en el Primer Congreso Sionista en Basilea en 1897 están tristemente confundidos. Esa no es información que estuviera disponible al judío promedio. Había más de 200 delegados en aquella conferencia con 26 miembros de la prensa.


  El rabino Ehrenpreis, (1869-1951) Gran Rabino de Suecia de 1910 a 1951, escribió en 1924: “Hacer mucho tiempo que estoy familiarizado con el contenido de los Protocolos, de hecho, muchos años antes que fueran publicados en la prensa cristiana. Los Protocolos de los Sabios de Zion no eran en realidad los Protocolos originales en absoluto, salvo un extracto comprimido del mismo. De los 70 Sabios de Zion, en lo que respecta al origen y la existencia de los Protocolos originales, hay sólo diez hombres en el mundo entero que lo conocen”. (Citado sin fuente online en “1001 Citas Sobre judíos”) https://en.wikipedia.org/wiki/Mordecai_Ehrenpreis


  Este “extracto comprimido” está confirmado por el amplio empleo de la elipsis – las palabras que lo indican han sido suprimidas. Los investigadores han especulado que Adam Weishaupt, Theodore Herzl o Asher Ginzberg escribieron los Protocolos. Al principio, pensé que era el mismísimo Meyer Amschel Rothschild (1744-1844). Más tarde pensé que podría ser Lionel Nathan Rothschild (1809-1879) o James de Rothschild (1792-1868) o Adolphe Cremieux (1796-1880). Es difícil de precisar porque pienso que este documento fue revisado por diferentes manos.


  Protocolos 20-23, “el programa financiero... el supremo y decisivo punto de nuestros planes” es la razón por la que pienso que el autor era un banquero y probablemente un Rothschild. Estas conferencias requieren un conocimiento detallado de las finanzas y una profunda visión psicológica. Además, el autor afirma que todo el poder en última instancia residirá en “el Rey de los judíos”, que es como los Rothschild eran conocidos. Mientras leen esto, será evidente que la mayor parte de este programa ha entrado en vigor.




Sinopsis


  Protocolo Uno. Se refiere al plan como “nuestro sistema”. Dice que los hombres son gobernados “por la fuerza”: “Por la ley de la naturaleza, el derecho está en la fuerza”. La mayor parte de hombres están dispuestos a traicionar a su prójimo con fines de lucro. (“el fin justifica los medios” es el lema Comunista). La promesa de “libertad” (es decir, liberalismo, reforma, revolución) es usada para tomar el poder del Viejo Orden (monarquía, aristocracia terrateniente, iglesia, ejército) y transferirlo a nuestras manos, el poder “del Oro” y el despotismo del Capital que está completamente en nuestras manos".


  El Estado depende de nosotros, o se “va al fondo”. Si el Estado puede ser despiadado al someter a un enemigo externo, seguramente un “enemigo interno” como la judeo-masonería, que son “los destructores de la sociedad y el bienestar público” están justificados para usar cualquier tipo de subterfugio. La moralidad es un obstáculo para una conquista exitosa y una responsabilidad para cualquier liderazgo político.


  El objetivo es “esparcir en los vientos todas las fuerzas existentes para el orden y la regulación” y convertirse en “el soberano señor” de aquellos tan estúpidos que entregan sus poderes y caen en favor de súplicas liberales. Su poder es “más invencible” en virtud de “permanecer invisible”, hasta insuperable. Este es un “plan estratégico del cual no podemos desviarnos” o nos arriesgamos a “ver el trabajo de muchos siglos convertidos en nada”.


  “Nuestra contraseña es - la Fuerza y el hacer creer” como lo es el engaño. El escritor enfatiza que el objetivo es “apropiarse de la propiedad de los demás” y “llevar a todos los gobiernos al sometimiento a nuestro super gobierno.


  Las palabras “Libertad, Fraternidad, Igualdad” eran “cebos” que los judíos masones usaban “desde tiempos antiguos” para derrocar a la “aristocracia genealógica de los goyim” que era la única defensa de los pueblos. Será substituida por “la aristocracia del dinero”.


  A través de la historia ellos han jugado con la codicia, la lujuria y la vanidad de los hombres para entrampar a sus agentes. En otras palabras, “la democracia” es un instrumento perfecto para su control encubierto. Los monarcas eran mucho más difíciles de subvertir. En la democracia, “la sustitución de los representantes del pueblo” los ha “puesto a nuestra disposición” y “nos ha dado el poder de designar”. 



  Protocolo Dos: “Las guerras, en la medida de lo posible, no deben generar ningún beneficio territorial”, sino que deben demostrar a ambos lados su dependencia de “nuestro agentur internacional” [es decir, agentes] que “poseen millones de ojos para observar y sin ningún tipo de limitación en absoluto”.


  ¿Implica esto que ellos controlan el resultado de las guerras y tienen millones de espías (judeo-masones)? “Nuestro Derecho internacional entonces borrará los Derechos nacionales...” como el Derecho Civil de los Estados gobierna su gente. Los líderes “gentiles” (“administradores”) serán escogidos por su estricta obediencia y serán controlados por “asesores”. Los goyim “pueden divertirse hasta que llegue la hora...”


  Hemos implantado falsas doctrinas falsas “mediante nuestra prensa que despierta la confianza ciega en estas teorías”. “Piensen con mucha atención en los éxitos que obtuvimos para el Darwinismo, el Marxismo, el Nietzchenianismo. Nosotros los judíos, al menos, deberíamos ver que efecto desintegrador han tenido estas directivas en las mentes de los goyim”.


  La Prensa ha caído en nuestras manos. Ésta modela el pensamiento de la gente. Su papel es expresar y crear descontento. Gracias a la prensa, tenemos el Oro en nuestras manos, aunque hemos sacrificado a mucha de nuestra gente. Cada uno... a la vista de Dios vale “mil goyim”.




  Protocolo Tres: “Hemos creado un abismo entre el Poder Soberano y la fuerza ciega del pueblo, de modo que ambos hayan perdido todo significado, porque al igual que el ciego y su bastón, ambos estén impotentes”.


  “De los Estados hemos hecho arenas de gladiadores donde combaten una multitud de problemas confusos...” “Aparecemos en la escena como los presuntos salvadores del trabajador... y sugerimos que él entre en las filas de nuestras fuerzas armadas -Socialistas, Anarquistas, Comunistas- a las que siempre apoyamos conforme a una presunta regla fraterna (la de la solidaridad de toda la humanidad) de nuestra masonería social. La aristocracia... estaba interesada en ver que los trabajadores estuvieran bien alimentados, sanos y fuertes. Nosotros estamos interesados en todo lo contrario -en la disminución, la matanza del goyim”.



  Protocolo Cuatro: “¿Quién y que está en condiciones de derrocar una fuerza invisible? Y esto es precisamente en lo que consiste nuestra fuerza. La masonería gentil, sirve como una pantalla para nosotros y nuestros objetivos, pero el plan de acción de nuestra fuerza, incluso su lugar permanente, permanece para todo el pueblo como un misterio desconocido”. La libertad sería posible si descansara “sobre el fundamento de la fe en Dios, sobre la hermandad de la humanidad, sin relación con el concepto de igualdad, que es negado por las leyes mismas de la creación.... “Esta es la razón por la cual es indispensable para nosotros destruir toda fe, arrancar de las mentes de los goyim el principio mismo de deidad y de espíritu, y poner en su lugar... necesidades materiales”. Los Goyim no deben tener ningún tiempo para pensar, sino más bien deben ser desviados a la industria y el comercio.


  “Todas las naciones serán engullidas en la búsqueda del beneficio, y en la carrera por él, no notarán a su enemigo común”. Debemos poner la industria en “una base especulativa”, para que la riqueza pase a nuestras clases. La carrera de ratas ha creado ya “comunidades desencantadas, frías y despiadadas”. Este materialismo nos permitirá dirigir a las clases bajas de los goyim contra nuestros rivales por el poder, es decir a “los privilegiados y ... los intelectuales de entre los goyim".



Continuará...







Traducción: A.T.





Nacionalismo Católico San Juan Bautista

viernes, 21 de julio de 2017

Apostasía en la Iglesia y Nuevo Orden Mundial (Entrevista a Augusto TorchSon por Javier Navascués)



Publicado en ADELANTE LA FE



19/07/17 12:05 AM por  Javier Navascués

No hay más ciego que el que no quiere ver. Muchas personas se niegan a ver la apostasía en la Iglesia, cada vez más descarada en algunos de sus miembros, del mismo modo que se niegan a reconocer las imposiciones del Nuevo Orden Mundial y su pensamiento único. Ambas cosas están muy relacionadas. Abrir los ojos a la realidad no es ser conspiranoico. Ciertamente Dios es providente y nada sucede sin que Él lo permita en sus sabios designios. Es muy importante conocer lo que pasa en el mundo y en la Iglesia y quien mueve los hilos de todo para comprender los signos de los tiempos y obrar en consecuencia.

Augusto Torch, es el director del portal Nacionalismo Católico San Juan Bautista. Lleva años estudiando a fondo estos temas. Nos agradece la oportunidad de expresarse en Adelante la Fe, que tanto valora y aprecia.


¿Qué se entiende por Nuevo Orden Mundial?

Al hablar sobre Nuevo Orden Mundial, nos referimos específicamente a la implantación de un gobierno global destinado a regir sobre el mundo entero terminando con los estados-nación, y siendo manejado por una elite plutocrática. El término es relativamente nuevo. En los años 70’s el tecnócrata judío Zbigniew Brzezinski, asesor y funcionario de muchos gobiernos e ideólogo de la masónica Trilateral Comission ya empezó a usar esa expresión y posteriormente a principios de los 90’s en dos celebres discursos George Bush mencionó y abogó por ese Nuevo Orden Mundial; sin embargo, los planes para ponerlo en marcha tienen más de un siglo en su ejecución y varios más en cuanto a su planificación. Se suele desprestigiar a quienes lo denuncian tratándolos de “conspiranoicos” pero los hechos demuestran que se trata de una realidad inocultable, que hoy más que nunca gobierna de hecho al planeta y próximamente de pleno derecho, lo que conlleva la imposición de un pensamiento único determinado por esta gobernanza global, que como vemos en la ONU. Pretende terminar con todos los valores cristianos en pos de una nueva religión global basada en el humanismo masónico. Y lo que se pretende como una acción política, termina teniendo un objetivo religioso.

¿Quiénes están realmente detrás y que pretenden?


Los impulsores del mundo uno, son las familias judeo-masónicas que forman parte de la elite bancaria que manejan las finanzas del mundo sujetando a las naciones a través de la usura internacional. Si queremos ser más específicos, podemos empezar por mencionar a la dinastía Rothschild, judíos masones “iluminados” o “illuminatis”. En una conferencia que publiqué hace poco en mi página web me explayo al respecto con ejemplos específicos respecto a cómo desde que se posicionaron como dominadores absolutos de la economía británica, a principios del siglo XIX, extendieron su dominio a Europa, EE. UU. y de ahí al mundo entero.


El primer intento de gobierno global se dio con la League of Nations que se pretendió establecer como pretexto para tratar de evitar conflictos globales como el de la 1ª Guerra mundial que acababa de terminar, y en la cual ésta elite tuvo mucho que ver tanto en su génesis como en su final. Al fracasar este intento, al concluir la 2ª Guerra Mundial, que los tuvieron como propiciadores al igual que la anterior, promovieron la creación de la nefasta ONU, que como se puede consultar incluso en Wikipedia (enciclopedia del Nuevo Orden Mundial) su sede se estableció en Nueva York en terrenos cedidos por los agentes Rothschild en EE.UU., los Rockefeller. Y desde ese momento hasta el día de hoy, el Vaticano no cesó de coordinar acciones con la masónica institución. Intentos regionales de imposición de sujeción de países a autoridades supranacionales, lo tenemos en América con el Mercosur, y en Europa con la masónica Unión Europea, que como sabemos pretende estandarizaciones culturales en contra de los más elementales valores cristianos y hasta en contra del orden natural mismo.

¿Puede especificar cómo el nuevo orden que quieren imponer se opone radicalmente a la cristiandad?

Hoy a través de tratados internacionales, que se compele a las naciones a aceptar, la ONU y sus tentáculos, imponen a sus miembros, la ideología de género, con la que vienen la promoción no sólo de la homosexualidad desde la más tierna infancia, sino también del aborto; todo esto planteado como “derechos humanos”. Así se puede ver, por ejemplo, en algo que ustedes los europeos padecen en carne propia con esta Comunidad Económica. El rechazo de algunos países a estas políticas pervertidoras, se sanciona severamente. Es decir, ingresar a esas comunidades internacionales, implica perder soberanía. Otras de las imposiciones que están padeciendo grandemente en Europa es la obligación de aceptar inmigrantes ilegales, y en esto juega un papel central el Vaticano de Bergoglio, promoviendo el multiculturalismo que destruye la identidad continental, especialmente en su aspecto más importante, el religioso.

Pero volviendo a la ONU, como se puede comprobar ingresando a la página de Lucis Trust (originalmente llamada “Lucifer Trust”), ésta organización esotérica constituye el órgano consultivo religioso de las Naciones Unidas y está basado en las enseñanzas de la teósofa Alice Bayley, discípula de Madam Blavatski y del satanista masón, Aleister Crowley. En su página web establecen como objetivo la imposición de una “Nueva Religión Mundial” en la cual se cuestiona especialmente a la Iglesia Católica. De ahí que resulte por lo menos extraño, la estrecha colaboración del Vaticano con las políticas de la ONU desde hace muchos años.

¿Qué relación tiene todo esto con la Parusía y el fin de los tiempos?

La imposición de un gobierno mundial es el ámbito adecuado para el reinado del único y personal Anticristo. Al concentrar y ejercer un poder sobre todo el planeta, a quién se posicione como cabeza de ese gobierno mundial, una vez que esté establecido de pleno derecho, va a tener todas las posibilidades de ser quien “… se opondrá y se alzará contra todo lo que se dice de Dios”, y como mencionamos en el caso de Lucis Trust, es lo que se va perfilando desde la ONU.

Estas cuestiones están muy presentes en las obras de los P. Meinville, Castellani…

El Padre Meinvielle hablaba con frecuencia de estos temas. Al referirse al gobierno mundial que se planeaba establecer, incluso a través de un Pacto Sinárquico, refería a la tecnocracia como la herramienta para la organización mecánica de los hombres, a modo de un gran hormiguero humano. Recordemos en ese sentido que el judío Brezezinski tiene un libro llamado “La Era Tecnotrónica” en el cual propone esa forma de gobernanza. Y referido a este tema en el prólogo al libro de Pierre Virión “El gobierno mundial y la Contra-iglesia”, Meinvielle señala que la masonería está buscando esto, no es sino una herramienta del judaísmo, que es quién desde el principio busca destruir a la Iglesia.

Y efectivamente es así. Al hacer mención al libro del judío masón Cecil Roth, “History of jews marranos” donde se cuenta cómo los judíos pretendiéndose cristianos escalaron las más altas posiciones de la Iglesia aún en plena época de la Inquisición; Meinvielle se pregunta si en esos tiempos en donde la judería era vigilada de cerca pudieron llegar a tanto, cuanto más no pueden ahora en la Iglesia en donde lejos de perseguírselos, se los adula. Y esto fue escrito en 1965, imaginemos en la hora presente hasta donde llega la infiltración. Así tenemos, por ejemplo, varios Papas que tienen ascendencia judía, sin que eso llame la menor atención, aun cuando sus magisterios fueron modernistas y complacientes específicamente hacia los enemigos número uno de la Cristiandad de los cuales ellos descienden.

Con respecto a Castellani, al igual que Meinvielle, hablaba de este tema sin mencionar el término Nuevo Orden Mundial, que como señalé, es de más reciente aparición. Pero lo refería como al Poder Secreto Mundial al que menciona como los “Iluminados” o “Illuminati”. Castellani también denominaba a esta gente como “Movimiento Revolucionario Mundial” cuyo fin era llegar a imponer un Estado Mundial Ateo presidido por ellos. (Crítica Literaria: “Sobre el poder Secreto”). Entre estos “mundialistas” señala el padre Leonardo, a los judíos, que según las palabras de Disraeli, como “pueblo de Dios” coopera con todos los enemigos del cristianismo para destrozarlo”. Incluso cita al libro “L’antisemitsme” del judío Bernard Lazare de finales del siglo XIX, en donde éste señala que: “el judío no se satisface con descristianizar, él judaíza. Destruye la fe católica o protestante, suscita la indiferencia religiosa, más para imponer su propia idea acerca del mundo, la moral y la vida en aquellos cuya fe ha arruinado. Trabaja en su tarea secular, la aniquilación de la religión de Cristo”.  A esto se puede agregar que Castellani dedica gran parte de su obra a señalar la proximidad de la Parusía en base a la gran cantidad de signos previstos en las Escrituras que se están cumpliendo, entre los cuales el establecimiento de un gobierno mundial que podría encumbrar al Anticristo personal.

¿En qué medida la infiltración masónica en la Iglesia, el Master Plan, contribuye a que esta siga las directrices del Nuevo Orden Mundial?

El Master Plan está vigente y se lleva a cabo de acuerdo a lo previsto. A pesar de los intentos de desacreditar a “Los protocolos de los Sabios de Sion”, éste libro prevé con una exactitud casi matemática los pasos que se fueron dando para esta dominación mundial judaica. Y ya que el enemigo principal de la judería es Cristo, su empeño en destruir su obra es el que constituye su más importante objetivo.

Una muestra cabal de la victoria judía en la Iglesia fue el conseguir a través del jesuita Cardenal Bea, la declaración del Concilio Vaticano II, “Nostra Aetate”, que no sólo promueve el sincretismo con todas las religiones, exhortando a los católicos a promoverlas en “sus bienes espirituales y morales, así como los valores socio-culturales que en ellos existen”, sino que con respecto al judaísmo implican una revisión y cambio absoluto en cuanto a las enseñanzas católicas respecto de ellos, al señalar que ya no pueden ser señalados como malditos o reprobados de Dios y que no se les puede imputar la muerte de Cristo a los judíos actuales.


En ese sentido, Benedicto XVI:  en su libro “Jesús de Nazareth: desde el ingreso de Jerusalén hasta la Resurrección”, sostiene que el pasaje bíblico en donde la multitud judía pide que la sangre de Cristo “caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos”, no significaron una maldición sino “salvación y redención”, forzando así ridículamente las palabras de las Sagradas Escrituras en favor de los judíos. Incluso considera “exagerado” al Evangelista Mateo al hablar del “pueblo entero” de judíos que pedían la crucifixión de Jesús, ya que, según el Papa Emérito, al decir pueblo era imposible que estén todos presentes, por lo que San Mateo fue más allá de los hechos históricos.

Y volviendo al Gobierno Mundial, como expresión absoluta de una tiranía global anticristiana, es dable señalar que el actual Obispo de Roma, Jorge Bergoglio, en su eco-encíclica “Laudato Si”, señala que “… se vuelve indispensable la maduración de instituciones internacionales más fuertes y eficazmente organizadas, con autoridades designadas equitativamente por acuerdo entre los gobiernos nacionales, y dotadas de poder para sancionar. Como afirmaba Benedicto XVI en la línea ya desarrollada por la doctrina social de la Iglesia, «para gobernar la economía mundial, para sanear las economías afectadas por la crisis, para prevenir su empeoramiento y mayores desequilibrios consiguientes, para lograr un oportuno desarme integral, la seguridad alimenticia y la paz, para garantizar la salvaguardia del ambiente y regular los flujos migratorios, urge la presencia de una verdadera Autoridad política mundial, como fue ya esbozada por mi Predecesor, [san] Juan XXIII”. Así tenemos a tres Papas pidiendo por el Nuevo Orden Mundial.

¿Cómo contribuye la profunda crisis en la Iglesia a la decadencia de la sociedad?

 “Si la sal no sala…” Función esencial de la Iglesia es llevar el Evangelio al mundo entero para acercar así a la humanidad a la salvación, pero si las autoridades de ésta neo-iglesia consideran que esto es algo que se consigue por el sólo hecho de nacer, entonces no tiene sentido la existencia de la Iglesia, no sirven de nada los Sacramentos, ya que la sola buena conducta, o lo que es peor, la simple buena intención, sirven para ser salvos. La pregunta hoy de muchos pasa a ser ¿de qué nos sirve ser católicos y esforzarnos por vivir como Dios manda acudiendo a su gracia por medio de los sacramentos si lo mismo se salvan quienes no son católicos o desprecian la gracia? De ahí que la misericordia de la neo-iglesia, a la que bien se puede llamar, anti-iglesia, quiera ser superior a la de Cristo mismo, pretendiéndose los discípulos superiores al Maestro, que, dicho sea de paso, fue enviado “para que por su propio medio el mundo se salve. Quién cree en Él no es juzgado; pero quien no cree, ya tiene sobre sí la condena…” (Jn.3:17,18). De esta manera queda abolido por la misericordia sin justicia de la neo jerarquía el dogma del “Extra Ecclesiam nullas salus”.

No puede en las sociedades haber más perfecto ordenamiento que el que tiene a Cristo como Rey absoluto. Al considerar el Reinado Social de Cristo como algo optativo, a nuestra religión como una de muchas, a la verdad como algo considerado subjetivamente; indispensablemente las sociedades naufragan de acuerdo a los caprichos de las masas. Masas que a su vez son dirigidas por los ideólogos de éste Nuevo Orden Mundial. Y esto se consigue a través de la democracia, en donde la verdad se decide por mayoría. Así los hombres quieren ser como dioses, reviviendo el pecado de Adán y Eva y queriendo decidir por ellos mismos lo que está bien y lo que está mal; y la ausencia y silencio de los pastores ante tales acciones contribuyen a la decadencia de las sociedades, eso cuando no contribuyen más directamente tergiversando las verdades de fe, que es lo que lamentablemente, más hace hoy el clero apóstata.

¿Espera una resistencia en la Iglesia frente al Nuevo Orden Mundial…con los grupos fieles a la Tradición, con algún Papa Santo que pudiera venir?

 No. Hablando de la Iglesia en una forma coloquial e impropia en un carácter puramente humano, es decir, sin mencionar como corresponde su carácter de institución de origen Divino; se puede observar que el proceso de descomposición en la jerarquía eclesiástica es irreversible. Esto sumado a las presiones e infiltraciones judeo-masónicas que le dejan cada día menos posibilidades de acción. El pretender que Dios en su condición de tal, cambie los corazones de toda la humanidad en contra de su voluntad, sería violentar la naturaleza de una forma extrema, suprimiendo el libre albedrío.

De momento, ¿Cómo podemos hacer frente a las ideologías dominantes?

 Lo que se puede hacer es permanecer en la Verdad. Esa Verdad con mayúscula que es Cristo mismo. Y éste permanecer en la Verdad, hoy más que nunca nos lleva a una terrible soledad humana. Pero no es en las personas en quien debemos apoyarnos, ni en nuestras propias fuerzas, sino en Cristo que nos fortalece; por lo que, si padecemos por Su causa, no queda más que decir Deo gratias.

¿Quiere añadir algo más?

Castellani profetizaba que la religión del Anticristo sería la de un cristianismo sin Cristo, filantrópico antes que espiritual y antropocéntrico antes que Cristocéntrico. Indudablemente es lo que se propone en la neo-iglesia preocupada de las necesidades materiales e inmanentes de la humanidad y no las espirituales y por lo tanto trascendentes.

Si antes se consideraba como enemigos del alma al mundo, la carne y el demonio; la neo-iglesia hace tiempo optó por la conciliación con el mundo, la satisfacción de la carne, y con respecto al demonio, se decidió por considerarlo un simple símbolo. Así, las premisas masónicas, hoy están en perfecta consonancia con las del Vaticano; y si nos atenemos a los signos bíblicos respecto a los tiempos previos a la Parusía, entre los que podemos corroborar como actuales, los rumores de guerra o terremotos como nunca antes sucedieron en la historia en cuanto a frecuencia e intensidad, grandes olas, etc., sin lugar a dudas el más grande de todos es la advertencia de Jesucristo al decir “Cuando vuelva el Hijo del Hombre, por ventura, ¿hallará fe sobre la tierra?”, que hoy es más actual que nunca en la Historia. Así las masas idiotizadas por los judaicos medios de comunicación son presas de la reingeniería social anticristiana que los hace sentir modernos al rechazar los dogmas de nuestra fe, y hasta sentirse libres al emanciparse de toda autoridad, especialmente la Divina.

Pero la descomposición social no puede seguir sin límites, en algún momento tiene que estallar, y así el recientemente fallecido David Rockefeller: “Todo lo que necesitamos es una gran crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial”. Por lo que solamente estamos viviendo el principio de los dolores de parto en cuanto a los postreros tiempos de la Historia. Por lo que, sabiendo que todavía queda lo peor, fuera de desanimarnos, conviene poner nuestra confianza en Dios y no en ningún hombre, agrupación, o partido político; y aceptar los designios divinos para nuestra participación en los Últimos Tiempos, y saber que como nos anunció Nuestro Señor, que “el que persevere hasta el final, ese se salvará”, por lo que ningún sacrificio es mucho, si la recompensa es tan grande.


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lunes, 17 de julio de 2017

Dialogo de Carmelitas (Película)




  Dialogo de Carmelitas es una película que retrata el martirio de las monjas Carmelitas de Compiègne, religiosas que se negaron a dejar la vida monástica en tiempos de la revolución francesa y fueron ejecutadas el 17 de julio de 1794 en un juicio inicuo en donde el delito era profesar la fe católica.

  Realzada en tiempos en los que las películas católicas todavía eran verdaderamente católicas (1960), “Dialogo de Carmelitas” está basada en la novela de Gertrud Von Le Fort y la obra teatral homónima de Georges Bernanos (“Le dialogue des Carmelites”).

  En el día del aniversario del paso a la Eternidad de las Mártires de Compiègne, y avizorando un futuro próximo no muy diferente para quienes quieran defender la fe Católica Apostólica y Romana, vaya nuestro humilde homenaje pidiendo intercesión a estas santas religiosas para que nos ayuden a estar a la altura de las circunstancias llegado el caso.






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