Para Rubén Darío
Rico
entre los pobres, próspero de gracias,
copioso
de heroicas y nobles audacias
como
hacerle frente al mismo Sultán,
y
retarlo a un duelo de llamas y fuego
para
demostrarle que el Dios Verdadero
es
Jesús el Cristo y no el del Corán.
La
Quinta Cruzada te vio entre sus huestes
predicando
en medio de alfanjes agrestes,
una
austera tabla por único atril:
si
blasfema el moro, si invade tu tierra
se
alcen los escudos, que es justa la guerra,
te
escuchó admirado Malil Al Kamil.
Marchaste
a la güelfa Perugia, soldado
de
Asís, con tu paso marcial y aplomado,
al
Conde Gualterio secundaste fiel.
Blandiendo
ideales de buen caballero,
herido
sangrabas por tu derrotero,
te
llegó la celda, la noche, la hiel.
En
Chipre, en Damieta, a orillas del Nilo,
o en
la vieja Siria con el alma en vilo,
en San
Juan de Acre, tierras de misión,
donde
hiciera falta la Fe Verdadera,
llevabas
la eterna, la invicta bandera
del
reverenciado Sacro Corazón.
Varón
de consuelo, los menesterosos
son
cofrades tuyos, vives con leprosos
como
vive el mosto atado al lagar.
Sólo a
Dios te muestras y Él sólo te mira,
acaso
tu arcángel guardián te suspira:
No
temas Francisco, tú ponte a rezar.
Intrépido
y férreo,escalas los muros,
tumbas
la codicia con tus ojos puros,
al
avaro rindes o al feroz mastín.
Juglar
de los ríos, los montes, las dunas
no
tienen secretos las noches de luna,
del
silencio orante eres paladín.
¡Qué
lejos, qué ciegos, tus imitadores,
no
entienden tu alma, no ven tus ardores,
los
estigmas cruentos de tu vida en cruz!
Parodian
tu nombre con convulsa fiebre,
la
pobreza apartan del santo pesebre,
nos
dejan sin reyes, ni estrella ni luz.
Aguantas
cineastas, necios pacifistas,
ecólogos
falsos y hasta a ecumenistas,
sufres
el oprobio del Simulador.
Las
torres romanas vieron otros frailes
no
estas mojigangas de altares con bailes,
Santo
Poverello, danos tu fervor.
De
tanto reniego, de tanto heresiarca,
de la
apostasía, de tanto jerarca
huero
de doctrina, venal, levantisco.
Del
que olvida al Reino por añadiduras,
de las
nunciaturas,
¡sálvanos,
Francisco!
De
plebeyos rientes
en
palcos ingentes,
de
adúlteros puestos de ejemplo,indecentes.
De
llamar hermano
al
anticristiano,
al
deicida errante, de andar basilisco
¡ay!,
del Vaticano,
¡sálvanos,
Francisco!
Eremita
afable, jovial peregrino,
buscador
del fruto, del sol matutino,
testigo
patente de la castidad.
Ruega
por nosotros, tus fieles menores,
apóstoles
llanos, amantes de Amores:
el
Bien, la Belleza, la Entera Verdad.
Danos
el coraje que adornó tu pecho
como
una armadura contra todo acecho
o un
sable en la gesta de la vieja grey.
Ármanos
andantes de caballería
sobre
este horizonte de la parusía,
y
ofrendar la vida para Cristo Rey.
Antonio
Caponnetto
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Gran Santo,cuya biografía es tan cambiada... Ruega a Dios por Nosotros y Con La Madre de Tu Señor. !
ResponderBorrarLos modernistas todo lo trastocaron.
BorrarVerdad.Acá en Brasil hasta hay centros espíritas con su nombre.
BorrarSomos Franciscanos e hijos del VERDADERO San Francisco de Asis
ResponderBorrarHoy es santa Faustina.
BorrarEstaba inspirado Antonio ...jaja me gustó. A veces me aburren los versos, pero este no.
ResponderBorrarDe las florecillas me encantó el lobo de Gubbio y una de un conejito.
ResponderBorrarNo es lo mismo San Francisco de Asís que (San) Francisco de Buenos Aires.
ResponderBorrarbergoglio no es papa
Borrarhttps://www.youtube.com/watch?v=IugxGYJv3nw
ResponderBorrarAntonio Caponnetto Falsificaciones del fin de los tiempos
Andrea Greco y Fernando Álvarez