No me esperen en tierra donde al aire
lo azotan voces de congoja y ansias,
ni en escolleras guarden vigilancias
o en varaderos grises, sin donaire.
No hay regreso a las dársenas del suelo,
las radas, las bahías claviformes,
pero todos aquí, en sus uniformes
llevan la gloria que no está de duelo.
No tampoco residan en estuarios
echando anclas, gruesos arganeos;
de sal marina son nuestros apeos
y el timonel reparte escapularios.
El casco aunque partido sigue enhiesto,
corales rojinegros lo embanderan,
ya escuadrones de algas merodean
rindiendo honores en perenne gesto.
Los viejos manatíes forman guardia
de la proa a la popa y en la vela
un mantarraya se hizo escarapela
encabezando una ancestral vanguardia.
Todo es celeste y blanco y hay llanuras,
cordilleras, mesetas, cañadones,
es la patria argentina en sus hondones
la patria de agua que adornó bravuras.
Cuarenta y cuatro nautas sin neblinas:
somos una hermandad de navegantes,
con ojos de batalla, agonizantes
unidos a las tumbas de Malvinas.
No me lloren en tierra. No lloremos.
Soy féretro de héroes, su ataúd.
Caben himnos con rezos, gratitud
y una promesa intacta: ¡volveremos!
Antonio
Caponnetto
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista
Muy hermoso. Una plegaria desde la Madre Patria por esos marineros.
ResponderBorrarExcelso!!!
ResponderBorrarME DEJA ANONADADA TANTA REALIDAD! BENDECIDOS SEAN!
ResponderBorrarME DEJA ANONADADA TANTA REALIDAD! BENDECIDOS SEAN!
ResponderBorrarEl mejor poeta cristiano de este siglo y el anterior!!! Saludos don Antonio. Descomunal como el coraje de nuestros marinos!
ResponderBorrarLa prosa la borda, pero la poesía no le va a la zaga.
ResponderBorrarGracias Antonio por todas tus valiosas aportaciones.
Un afectuoso abrazo.
Maite Cuffí
La prosa la borda, pero la poesía no le va a la zaga.
ResponderBorrarGracias Antonio por todas tus valiosas aportaciones.
Un afectuoso abrazo.
Maite Cuffí