“Anunciando
el Nacimiento, un ángel del Señor se les apareció a los pastores, y la gloria
del Señor los envolvió de luz [...]. De repente vino a unirse al ángel una
multitud del ejército del cielo que se puso a alabar a Dios”
Ls.
II, 9-13.
Semejaban
la Orden de los Viejos Ostiarios,
llegaron
avanzando en columnas marciales,
custodios
de los hombres, de los pórticos sacros,
su
emblema es la constancia: son ángeles
boreales.
En
hileras fluían, manteniendo los flancos,
flameaban
la divisa de la perseverancia,
las
patrias eran suyas, las ballestas sus armas,
arcángeles
guardianes: noche, fuego y fragancia.
Ingresan
en escuadras, las saetas dispuestas
al
borde del carcaj enfilando al Maligno,
son
Virtudes curtidas en exorcismos
férreos,
un
confalón de cruces es su honor y su signo.
Arriban
las centurias y a la par monacillos
llevando
vinajeras y luminosos cirios,
las
Potestades nunca faltaron a la lucha
y
esta Noche es el triunfo de la rosa y los lirios.
Al
rítmico sonido de tambores batientes,
a
grupas de alazanes, galope y diaconía,
ingresan
Principados, un Caliz para el Niño,
al
Varón llevan panes, una estrella a María.
A intervalos
que miden el filo de la espada
-como
una cinta de oro que enarbola el poniente-
acampan
señoriales Dominaciones regias
el
Evangelio entonces se vuelve combatiente.
Escuadras
con pendones o lábaros llameando,
igual
que ondea el cóndor en los altos macizos
le
rinden homenaje a la humildad divina,
son
los Tronos que asientan renovados
bautizos.
Rodelas
y brazales bien ceñidos al puño
acantonan
sus huestes los sabios Querubines,
van
en tercios, desfilan admirando a los Magos,
suspenden,
para verlos, los hombres sus trajines.
Al
fin a la vanguardia, dónde sólo los
héroes
encabezan las gestas volviéndolas clamor,
llegan
los Serafines del Ejército etéreo,
a
su paso las sombras son incendios de amor
Ahora
ya todos juntos, acompañando al Ángel,
quebrando
soledades, destierros o espesuras,
concordes
los latidos, en unánime coro,
entonaban
el ¡Gloria!, a Dios en las Alturas.
Antonio
Caponnetto
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Si nadie me dijese quien escribe, lo sabría!!! siempre agradezco leer algo escrito por usted, Antonio!!!! Gracias por ser como es.... Dios lo siga bendiciendo
ResponderBorrar¿El padre Vergara del blog que está a la derecha celebra misa en Tucumán o en qué provincia?
ResponderBorrarEs de México.
Borrarah gracias, parecía argentino jaja
BorrarMaravilloso poema del Profesor Caponnetto, nos hace volar y ser testigo presenciales del la Gloria Celestial ante el nacimiento del Niño Rey...
ResponderBorrarpiececitos,
Borrarsin dudas Gabriela Mistral en este verso hablaba del Niño Jesús, y tal vez que ni cuenta se dióoooo….!
https://youtu.be/XM-QqwOrOfw
PIECECITOS
A doña Isaura Dinator.
Piececitos de niño,
azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren,
Dios mío!
¡Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves
y lodos!
El hombre ciego ignora
que por donde pasáis,
una flor de luz viva
dejáis;
que allí donde ponéis
la plantita sangrante,
el nardo nace más
fragante.
Sed, puesto que marcháis
por los caminos rectos,
heroicos como sois
perfectos.
Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!