Este
Evangelio de los Magos y el Tirano Herodes, lo conocen ya Uds., lo han leído
innúmeras veces: esta fiesta se llama Epifanía o sea Manifestación,
Proclamación.
Es la
apertura de la Religión del Mesías a los Gentiles. La cuenta un judío, Mateo.
En cambio un gentil, Lucas, cuenta la adoración de los Pastores que eran
judíos. Es decir, los dos Evangelistas al cruzar las manos, proclaman la
Catolicidad, que significa Universalidad, que había de sellarse al final de
todo con el mandato de Cristo: "Id y enseñad a todas las gentes", que
acaba para siempre la exclusividad de los judíos. Los judíos actualmente
todavía dicen que ellos son "separados"; la palabra "separados"
en hebreo es "fariseos". Mucho le debemos a los judíos, dice el
último decreto del Concilio, pero ciertamente no le debemos la Catolicidad, que
es una de las notas distintivas de la Iglesia: Una, Santa, Católica y
Apostólica.
Católica
significa Universal. Ninguna otra religión ni antes ni después de la Iglesia ha
sido universal, se ha dirigido a todos los humanos y ha sido aceptada por
hombres de todas las razas, como aquí por los Reyes Magos, que según la leyenda
era un ario, un amarillo y un negro. Esto no lo dice el Evangelio ni tampoco
que fueran Reyes; dice
"Magoi", magos -o astrónomos. Esa interpretación de los Reyes de tres
naciones viene del Psalmo 71, que es mesiánico, o sea se refiere proféticamente
a Cristo, que dice:
"Los Reyes de
Tarsis y de las islas le traen regalos;
los Reyes de los Árabes
y Saba le ofrecen dones
y lo adorarán todos los
Reyes de la tierra,
todas las gentes lo
servirán".
Tarsis
es la ciudad de Cádiz actual entonces colonia fenicia, semítica; las Islas
quiere decir Grecia e Italia; Árabes ya se sabe; Saba es la Etiopía o Abisinia.
Me
gustaría leer todo el Psalmo 71, el último Psalmo del IIº libro, que es
simplemente una predicción de lo que dijimos antes, la Catolicidad del Reino del Mesías; y yo creo directamente, digan lo
que quieran muchos intérpretes modernos, que es una predicción de la Adoración
de los Reyes Magos, como creyeron los Santos Padres antiguos; no porque sean
antiguos precisamente, sino porque sabían más. Y no digamos nada de otros
intérpretes supermodernos, víctimas de la confusión actual que dicen esta
historia de los Reyes Magos, es un cuento, una novelita, un "midrash". De esto no hablaré:
la única respuesta que hay que dar es la que di la primera vez que la oí, al
Padre Alberto Hurtado, estudiante de Lovaina (Bélgica) que me dijo: "Hay
que suprimir de San Mateo esa historieta de la Adoración de· los Magos al Niño Jesús" -¿Por qué?
-Porque es un midrash.
Bueno,
-le dije- por la misma plata pueden suprimir también “al Niño". En efecto,
si esa perícopa del Evangelio puede
ser falsa, entonces todo el Evangelio es dudoso.
El Catolicismo
significa universal y es universal. Es inútil que recorra las grandes
religiones antiguas para mostrárselo; ya lo ya lo ha hecho una vez. El Budismo,
la más copiosa de las religiones después del Cristianismo (250 millones contra
800 millones), nació en el norte de la India, y se extendió por la misma India,
China y Japón junto con otras religiones, aunque actualmente los Comunistas han
eliminado el Budismo en China; el Confucismo, en la China (no es el
confusionismo, ésa es la religión de los argentinos, el confucismo
con c, Confucio); el "shintoísmo" en el Japón; el hinduísmo en la
India; el mahometismo nació en Arabia y se extendió hasta Pakistán.
Cuando
nació el Cristianismo y comenzaron las herejías, los herejes se apropiaban el
nombre de cristianos, y San Agustín (según creo) para distinguir a los fieles los
llamó cristianos universales, o sea católicos
en griego. Después los herejes intentaban usurpar el nombre de católicos y
jamás les resultó: los arrianos querían ser llamados católicos y todo el mundo
los llamó arrianos; y cuando apareció el Protestantismo pasó lo mismo; por las
calles de Bs.As. pueden ver los letreros si quieren: Iglesia Luterana Alemana,
Iglesia Luterana Danesa, Iglesia Calvinista Suiza, etc. Lo más típico es lo que
pasó con los ingleses cismáticos: se llamaron católicos y a los católicos los
llamaron Papistas; al poco tiempo el pueblo los llamaba Católicos Anglicanos (o
sea ingleses) y a los Papistas Católicos Romanos. Así que cuando se estableció
esa gran confusión del Protestantismo y las gentes se preguntaban: "Hay
tantas Iglesias ¿Cómo se distingue la verdadera?", los teólogos respondían
sencillamente: "por sus cuatro notas distintivas que están en el Credo: "Et unam, sanctam, catholicam et
apostolicam Ecclesiam"[1]
Ahora
bien ¿qué tenemos que ver nosotros y los Reyes Magos con todo esto? Es que ha
acontecido un fenómeno nuevo en el mundo, una plasmación de una especie de
Catolicidad falsificada; es decir, los hombres de hoy están queriendo
inventarse una religión universal, no solamente fuera de la Católica sino aun contra
la Católica; y el historiador inglés Toynbee (que si quieren aburrirse pueden
leer en "La Nación" de los Domingos) predica que esa religión debe
inventarse y que indefectiblemente será inventada; y con él muchísimos otros. A
mí me parece verla formarse ante mis ojos; pero ese parecer mío no podría
comunicar sin escribir un libro.
¿Por
qué debe inventarse? Porque simplemente no se puede hacer un Imperio Mundial,
una unificación del mundo sin un cemento unificante de índole religiosa; y un
gran Imperio Mundial es anhelado y exigido por una gran parte del mundo actual[2].
Pero
eso es imposible. ¿Cómo se van a unir por ejemplo Rusia y los E.E.U.U.? Las
antiguas profecías que nosotros poseemos dicen que habrá al final cuatro
grandes Imperios, uno dellos derrotará a los otros tres y se hará el Dueño del
Mundo.
[1] "Y
creo en la Iglesia una, santa, católica y apostólica"
[2] "Toynbee
cree que la religión es el vinculum substantiale" de la sociedad, el que produce
la concordia profunda; pero cree también que la religión actual de Occidente se
ha gastado hasta la trama y no sirve más; poniendo por ende sus esperanzas en
una 'nueva religión': el temor de la decadencia de Occidente que al parecer él
confunde con Inglaterra- lo obsede y lo angustia".
"La idea de que ']a religión es la sociedad y la
sociedad es la religión', popularizada en forma confusa por Durkheim y su
escuela... juntada a los otros presupuestos filosóficos empiristas, han llevado
a Toynbee a una teoría realmente peregrina (la resumimos en forma un poco
brusca, pero exacta) que pretende establecer lo siguiente: cada civilización
está informada por una religión; todas ellas son perecederas a mayor o menor
plazo; y al parecer dejan una especie de huevo de donde brota una nueva
religión fresca y lozana, y por ende una nueva civilización juvenil que
entierra a su padre y a su madre y armada de la herencia emprende su carrera
por la Historia. Consoladora ficción, hija de la desesperación de la época, que
no tiene un solo punto de apoyo en la realidad, pero puede servir de cordial a
los ignorantes: en la "era atómica" todos viviremos cien años y
practicaremos la religión atómica, cuyo mesías
ya debe de haber nacido en Norteamérica, desde
luego".
"Demasiada imaginación para un historiador. No se
puede ver cómo de una religión que muere de vieja y podrida podría salir una
religión nueva y pura; ni se ha visto nunca. Es contradictorio, pues es contra
la ley de la causalidad; lo más saldría así constantemente de lo menos. Yo no
sé si se habrá visto en el mundo un hombre de 90 años que se casa y engendra un
hijo vigoroso; puede que se haya visto en el "Reader's Digest",
porque en Norteamérica puede pasar eso y mucho más... Pero que un cadáver se
case y engendre un hijo, eso no se puede ver: aunque hay un cuento terrible de
la condesa de Pardo Bazán con este tema: el hijo del cadáver... Pero es un
cuento"
"Decadencia de las Sociedades", en Seis
Ensayos y Tres Cartas, Bs.A-s., DICTIO, 1978, p. 114-116).
Para lograr ese "nuevo nacimiento", Toynbee
exige que las religiones lleguen a un acuerdo sobre la unidad de Dios y
establezcan como objetivo común la promoción humana.
Leonardo Castellani: “Domingueras Prédicas” Ed. Jauja.
Págs. 15-19.
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
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