La
nota que adjunto encontró albergue en un blog titulado "Que
no te la cuenten", dirigido (o administrado, como se dice ahora) por
el Padre Javier Olivera Ravassi. El texto no lleva firma, salvo que pueda
considerarse por tal el sello del Centro de Estudios Universitarios “Leonardo
Castellani”.
Hasta
ayer creí que el texto estaba dirigido a Antonio Caponnetto. Algunos amigos
también lo creyeron. Incluso Antonio Caponnetto consideró que era un ataque
contra él. Pero todos nos equivocamos puesto que el Centro “Leonardo
Castellani” emitió un comunicado aclarando que el escrito no tiene un
destinatario concreto -“mucho menos Antonio Caponnetto”- sino que es tan sólo
la “descripción genérica de una mentalidad”, la de los “cruzados virtuales”.
Eso me trajo tranquilidad.
No
obstante, releyendo el escrito, con un azoramiento del que no salgo, retornó a
mí la inquietud. El tenor general del escrito es sumamente agresivo y evidencia
una cólera apenas contenida, un frenesí crítico que no se corresponde con la
mera descripción de una “mentalidad”. El texto no se refiere a Caponnetto, de
acuerdo. Pero entonces, ¿a quienes? ¿Quiénes son los portadores argentinos de
este virus mental, moral, ideológico y religioso contra los que el anónimo
autor alza el índice acusador? Estas son preguntas lógicas respecto de un texto
en extremo violento y a la vez viciado de ambigüedades.
Tras
varias lecturas, mi parecer es que el autor se dirige a muchos de nosotros. A
los que no vemos que una empresa partidocrática sea un medio aceptable para
llegar a buen puerto. A los que consideramos que la pelea por la familia y la
vida de los hijos de esta Patria –hoy llamada “provida”, a secas- no puede
desvincularse de la Verdad. A los que seguimos creyendo que no han desaparecido
los alcázares, ni las campanas, ni los púlpitos. Ni los vigías. A los que
seguimos enseñando eses puñado de verdades a nuestros hijos y alumnos, a los
amigos que quieran escucharnos.
No
tenemos más que las clases y las charlas que damos, o los pocos textos que
escribimos. No congregamos multitudes ni somos influencers, pero cada uno de
nosotros –¡cómo recuerdo a mis amigos y camaradas de varios lugares del país
que, a pesar de los dolores y las angustias, siguen en la brecha del Buen
Combate diario! - nos entregamos con fervor, con auténtica fe y esperanza en la
resurrección de aquellos que se llamó Argentina. Ninguno de los hombres que
conozco, y que aparecen acusados caricaturescamente en esta nota, falta a la
caridad a la hora de decir o escribir sobre las cosas que a todos nos importan.
Nunca
he escrito un texto como éste. Jamás ocupé mi tiempo en responder un ataque. Si
he tenido críticas a gente amiga o a camaradas, o guardé silencio o las
manifesté en persona. Hay tantos enemigos de la Familia, la Patria y la Iglesia
que es cosa triste que alguien pueda tomarse unas horas para calumniar a la
propia tropa. Pero me siento obligado a escribir esto, aunque me duele. Y
aunque soy un don nadie y carezco de la estatura intelectual necesaria, es
necesario que alguien lo haga. Casi como una cuestión de defensa propia.
La
nota de marras es pusilánime, innoble, dañina, triste y desesperanzada. Y en
apretada síntesis diré por qué.
1) La
nota desborda pusilanimidad pues arroja sus envenenados dardos desde un
ignominioso anonimato. El autor calumnia e injuria parapetado en el
amontonamiento, tira piedras a lo piquetero, desde la masa. En vez de su nombre
y apellido, firma como si todos los miembros de ese Centro de Estudios lo
hubiesen escrito mancomunadamente. Casi me recuerda a los obispillos que
–disminuidos en fe y coraje- firman resguardados en esas entelequias ajenas a
la Tradición denominadas Conferencias episcopales.
Si el
autor hubiera firmado con nombre y apellido otro sería el cantar. Pero no, el
escriba anónimo, que blasona de ser un “alma templada a golpes”, que acusa a
los “cruzados virtuales” de esconderse detrás de una “trinchera-covacha”, no
tiene la entereza de dar su nombre y apellido, tal como un cruzado real haría.
2)
Este es un escrito innoble, aplebeyado, ayuno de hidalguía, desdoroso y
deshonroso. Estas cosas no se hacen, y mucho menos con la “propia tropa”. Esto,
ni al enemigo. Y hablando del enemigo parece surgir del texto que el
enmascarado autor es un milite de los que se comen las balas sin pelar, que se
la pasa cruzando lanzas con la turba del trapo verde náusea, en cada
manifestación, en cada aquelarre, en la puerta de cada iglesia o catedral
sacrílegamente violentada, en cada demoníaco abortorio, en cada juzgado que
convalida el escándalo de la niñez “trans”. Es eso lo que se evidencia cuando
se leen sus temerarias incursiones en “la peligrosa plataforma que se llama el
mundo real”. A tenor de lo allí estampado, uno se siente inclinado a pensar que
el cruzado real autor, no le deja pasar una a los masones de toda extracción-
estén donde estén, ocupen el lugar que ocupen-. Casi puede imaginárselo
desayunándose muchachos de La Cámpora, así de puro guapo. Es lo que uno
imagina, pero el mismo autor se desmiente.
Es
probable es que esta persona haya participado de las marchas antiaborto desde
2018 (antes no había manifestaciones, ni muchedumbre, ni audiencias sino una
prolija acumulación de leyes perversas, ante el silencio generalizado) y que
haya audicionado en el Congreso “para que no salga la Ley”. O para demorarla.
Pues
bien, yo estuve en cada marcha –no hubo “hermano separado” con el que no me
abrazara, emocionado-, intervine en la audiencia neuquina del infame Código
Civil (espeté en la jeta de Fuentes, Filmus y Camaño) y sin embargo, jamás
sentí que mi vida estuviera en riesgo, nunca pensé que esa gesta sería la
última. Que Dios me de siempre el buen sentido, y el pudor, de no creerme un
cruzado real por putear a un senador, entonar cánticos protestandoides “por las
dos vidas” o ir a las conferencias de los celebrities liberalotes que andan de
gira sacándole el mango a nuestra buenas y sanas gentes.
3) Es
una nota dañina.
Este
texto ha hecho mucho daño. Mucho. Quizás su autor no lo sepa. Tal vez sólo
pretendía dar rienda suelta a su encono hacia “él”/“ellos”/”nosotros”,
escribiendo una pieza turbia –robándole unas horas a su cotidiano combate
callejero- para terminar leyéndose y releyéndose, sonriendo jactancioso en la
soledad de su covacha escritoril. Quizás no midió consecuencias. Pero lo cierto
es que ha cometido una injusticia, ahondado viejas heridas que empezaban a
restañar, profundizado divisiones que no deberían existir, zahiriendo a
personas que -equivocadas o no, Dios sabrá- presentan el combate como pueden,
testimoniando con pasión y entrega, siempre abigarradas en un puñado de
verdades inveteradas, sólidas como rocas. Esta persona ha herido, confundido,
desunido, escandalizado.
Es que
hay que atreverse a declamar y reclamar caridad y al mismo tiempo injuriar con
lindezas como estas: “espíritus geométricos, adalides de la matrix, puritanos,
rebuznadores, caballeros conceptuales, puristas, carceleros de la ortodoxia,
cruzados de escritorio, gustosos de la victimización, asomo de perseguidos”.
Hay
que atreverse a hacer berrinches porque habemos quienes no acompañamos a NOS
(que refiere, ya no a la forma átona del nosotros, sino a la primera palabra
del Preámbulo de la Constitución de 1853, lo cual ya dice mucho) y al mismo
tiempo perorar sobre lo prudencial porque “la política es opción entre
dificultades”. Si la política es eso, es mero optar y actuar en la madeja de lo
fáctico, si es cuestión eminentemente prudencial, ¿cuál es el problema con que
algunos opten por no convalidar esa o cualquier otra opción política
partidocrática?
Tengo
para mí, al resguardo, el incólume afecto por los familiares y amigos que
guardan expectativas –que no esperanza- con las próximas elecciones, los
legisladores “provida” y el arribo de un veterano malvinero que hará retornar
las cosas a su quicio, que nos sacará del abismo. Me gustaría creer en eso, en
serio, pero no lo puedo ver, no me sale. No obstante, tras señalar con afecto
esa imposibilidad mía a amigos y familiares, guardo un caritativo silencio. Y
lo mismo puedo afirmar respecto de la actitud de muchos de mis amigos del nacionalismo.
4)
Este texto es triste y desesperanzado.
Además
del tono jactancioso y soberbión, todo el escrito evidencia un gran encono, una
tirria apenas contenida que no encuentra explicación, sobre todo si el objetivo
ha sido la mera descripción de una forma mentis.
Pero
esencialmente estas páginas segregan una terrible tristeza, como devela uno de
sus párrafos iniciales:
“¡Ay
de mí! Ya quisiera yo ser llamado a contemplar en paz un misterio del Santo
Rosario o cantar en coro con el corazón en ascuas un himno gregoriano tomado
del Gradual y ser arrebatado a la tercera morada, pero me fue impuesto tener
que trabajar, hacer mandados y consultar de reojo cuánto cerro el dólar la
mañana de hoy”.
Es
cosa penosa y dolorosa la burla que contiene ese párrafo.
Pero
la cosa sigue, y la pena se ahonda, como muestra esta peligrosa y patética befa
que es casi una profesión de desesperanza:
“(‘Ellos’)
esperan una restauración. Esperan la Parusía. La consumación final y la
plenitud de los tiempos; y si miran a oriente cada mañana, se vuelven un poco
más realistas y les asoma el alma por la ventana de la burbuja virtual y
respiran la agreste atmósfera del mundo consumado en fracaso, y exclaman con
profundo realismo: ¡Cristo Vuelve! Y de repente el corazón se les inflama y sus
conceptos cobran vida, y ese brote de esperanza interrumpe la obtusa mirada
cotidiana, y sus palabras se vuelven Verbo por una vez… pero miran alrededor y
encuentran que ese anhelo les contesta: ‘todavía no’”.
Hay
que tener mucho rencor para escribir esto. Parecen líneas de Renán. Pero sigue,
angustiosamente, como quien ya no ve sino Derrota:
“Ya no
quedan palacios, ya no quedan cuarteles, ya no quedan alcázares, ya no quedan
vigías, ya no quedan ni siquiera púlpitos, ya no suenan las campanas del mediodía.
Ya los niños están tristes con sus infancias alienadas. Las familias
agonizantes. Ya no hay pastor. Ya no hay maestros. Ya no está occidente con sus
preciosas instituciones republicanas heredadas de la Roma prístina. Las
preciosas formas que instauraron la gloria de la cristiandad, del Reinado
Social de Cristo, de las Catedrales y los Claustros se quedaron sin materia.
Quedaron las formas luminosas y sus esencias pero ya no hay materia. Ya no hay
soporte”.
Yo
espero la Restauración. Y la Parusía. Creo que ¡Cristo vuelve! Creo en el
arquetipo del Alcazar, en el tañido eterno de las campanas, en los buenos
sacerdotes en sus púlpitos. Creo en los vigías –y a veces sueño que lo soy- y
sé que hay Pastor y maestros, porque los he visto y oído. Creo en la Tradición
y hago lo que puedo por transmitirla. Y porque creo que Dios puede demorar una
ley perversa –no creo que sea cosa de la voluntad de la masa- creo en el
Reinado Social de Cristo. Sigo creyendo que todo debe ser restaurado en Él y
que eso no será obra de hombres aunque habrá quienes dejen la vida en ese
empeño. Y todo lo que creo y espero se lo debo a Dios.
En
fin, confieso que esta nota me ha provocado un gran abatimiento. Hace tres días
estoy abandonado en un constante oscilar entre la bronca y la tristeza, aunque
al momento de “subirla” me domina la pena.
No
quiero yo saber quien es el autor de este texto. Quería, pero ya no. Sólo me
interesa transmitirle algo, si es que llega a leer este ya larguísimo escrito:
soy sólo un profesor perdido en la Patagonia, carente de toda entidad
intelectual. Soy un pecador, repleto de vicios y miserias y quizás uno de mis
pecados sea el de ser efectivamente un cruzado virtual. Si es así, ya rendiré
cuentas por eso, además de por mis otras faltas. Pero hay algo que me permito
aconsejarle: reflexione sobre lo que ha escrito, sobre lo que ha hecho. Y ya
sea que ratifique o rectifique, la próxima vez dé la cara.
Prof. Sebastián Sánchez
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Ya falta poco.A buen entendedor...pocas palabras...y hablo del mundo entero ..de la humanidad.Nada mas.
ResponderBorrarMis sinceras felicitaciones al Prof. Sebastián Sánchez por su réplica, escrita con lucidez y coraje.
ResponderBorrarLo que yo no sé es cómo salís de esto. Porque alguien tendrá que dar la cara y pedir disculpas. Aunque lo más seguro es que no pase nada y no se sepa quién escribió el artículo.
ResponderBorrar¿Pedir disculpas por pensar distinto?, un sano disenso es constructivo.
BorrarYo soy mas un don nadie que quien escribio esto, pero le puedo asegurar que apenas lei este texto, pense algo similar a: "este tipo esta rabioso"...
ResponderBorrarPara que darle entidad ?
Que se maneje muchachos, bastante dificil y penoso debe ser El.
Sánchez dice: "Hay que tener mucho rencor para escribir esto".... Y por supuesto!!!! Si Caponnetto hace rato que viene basureando a todos los que apoyan a Nos, o a los pro vida y en gral a los que se le oponen en alguna cuestión. Pero ...es políticamente incorrecto decir esto. Y la prueba está en que difícilmente Torchson publique este comentario.
ResponderBorrar"Basureando a los que apoyan a Nos" dice usted. Aquí no se trata de atacar a las personas que desconocen lo que apoyan sino de demostrar qué es lo que en realidad están apoyando. Otra consideración va para los que sabiendo la maldad intrínseca de lo que se apoya, insisten justificados en el mal menor; en dicho caso están de más las discusiones doctrinales.
BorrarAdemás de la falacia de conseguir un fin bueno con un medio malo, demostré en un artículo que firmé (nombre y apellido real además del seudónimo) porque no se puede apoyar a GC de acuerdo a sus propias palabras.
De cualquier manera le aseguro que cualquier comentario que no busque confrontar ideas con argumentos, al ser motivo de disputas sin sentido, no se publicará.
La defensa que se hace en este espacio es esencialmente doctrinal y de una forma mas cualificada cuando la hace el Dr. Caponnetto. Ese es el ámbito en el que espero nos escriba en su próximo comentario.
http://elblogdecabildo.blogspot.com/
Borrarle pueden escribir directamente a Caponeto.
El blog de Cabildo está muerto, hace mas de 6 meses que no publican nada allí.
Borrarhttps://www.youtube.com/watch?v=S4jINH-gUcE
ResponderBorrarojo con estos falsos nacionalistas de nueva argentina porque son regionalistas como salbucho...
el regionalismo es disidencia controlada y al fin y al cabo sirve igual como preámbulo para el nuevo orden mundial que quiere globalizar, pero lo posteo por el buen comentario de leonides.
Leonides Does
Hace 1 semana
Coincido con casi todas las opiniones vertidas, trabajé en elma hasta el 92 y cuando hacía la linea mediterraneo-haifa pude ver lo que las políticas socialdemocratas le hacen a las culturas económicas de los países porque una nacion debe mantener una linea histórica económica a traves de los diferentes gobiernos. Ya en aquella epoca se sabia que en el nuevo milenio ninguna potencia podia quedarse en solo la agro exportación y que la manufactura de piezas era una gran posibilidad para Argentina. Pero acá, considerando que el dominio de las aguas es la mayor de las soberanias, el s.o.m.u con suarez destrozaron y saquearon la mercante, hicieron fundir maruba y disfrazarla de cooperativa para regalarles el parana a los paraguayos. Yo sé lo que es arribar a un puerto grande del mundo apoyado en las mangas del buque y que tu bandera flamee sobre tu cabeza y que ademas en ese puerto tu empresa nacional tenga un sector exclusivo de amarre. No hay descenso en aeropuerto con la camiseta 10 y mate en mano que pueda siquiera acercarse a eso. Ah, tambien recuerdo la promesa K de 2004 de la recuperación de la mercante.. (despues junto con el caballo se dedicaron a manejar la droga que venía por agua..) Y sí, mi orgullo nacional ya ninguna socialdemocracia bananera como desde el 83 hasta hoy me lo podrá extirpar así me revienten a impuestos y a rodearme de adoctrinados que por ejemplo se "historifican" con la propaganda del enemigo que se infiltró hasta en la cocina de los jardines maternales. Viva la patria ! (Oh pero que facho suena!)
El artículo es excelente. Le falta agregar que de un modo explícito que hay mucho enfermo narcisista que usa cruzadas católicas para satisfacer los requerimientos de su patología.
ResponderBorrar"Pues bien, yo estuve en cada marcha –no hubo “hermano separado” con el que no me abrazara, emocionado..."
ResponderBorrarEsto sinceramente no lo comprendí.
¿Con quiénes se jacta el autor de andar a los abrazos? Creo que se me está pasando algo por alto.
Pero si realmente se refiere a lo que creo, no entiendo cómo alguien (y varios más) puede sentirse bien "abrazando" o compartiendo una marcha con quienes - por ejemplo - niegan la virginidad de Nuestra Señora.
¿Acaso el único mandamiento que les importa es el 5to?
Repito, creo que no lo estoy entendiendo...
Estimado anónimo: tiene usted razón, no fue una buena frase aquella de "andar abrazado ...". Pretendía ser irónico. Por supuesto, comparto con usted, nada de bueno tiene eso de andar "abrazando " protestantes. Y no, no sólo me importa el 5° Mandamiento. Saludos
ResponderBorrarGracias por la aclaración.
BorrarMuy bueno el artículo. Saludos
El artículo "cruzados virtuales", con aciertos o desaciertos, tuvo la capacidad de poner en evidencia lo que allí se describe: una mentalidad.
ResponderBorrarSe observa en los críticos del escrito un mismo patrón:
-adicción al litigio
-no saber realizar distinciones
-dogmatizar lo opinable
-muchos críticos parecen creerse "el ombligo del mundo"
-colocar su eje en las enseñanzas de AC, que estarían por encima de lo que enseña la Iglesia Católica.
-desprecio por las enseñanzas de otros grandes maestros
-canonización e infalibilidad de AC
-centrar la crítica al artículo en la cuestión de la participación política siendo que también toca otros temas
-hablar de humildad y caridad cuando a muchos los conocemos y se caracterizan por el maltrato y la falta de humildad
En definitiva, con la respuesta al artículo, se confirma que es cierta la descripción de la mentalidad que allí se hace.
Dos aclaraciones:
1- la respuesta de Sebastián Sanchez, a pesar de mis diferencias, está hecha con altura, y evidencia que él no es un cruzado virtual, como sí lo son otros que han opinado y que hace tiempo demuestran mala fe en sus dichos y conclusiones.
2- Antonio Caponnetto es un gran maestro que trasciende al nacionalismo católico argentino, pero no es infalible.
Cada palabra esbozada es lo que me hizo sentir ese texto tan raro y a la vez en un tono bastante violento de autor cobardemente desconocido. Pero lo que mas terror me da es que estas palabras fueron evocadas en pos de defender ni mas ni menos que una "opción" partidocratica, tanto berrinche, tanta burla, todo para defender a NOS y GC como si fueran los caballeros que nos van a salvar del fuego del infierno que dicho sea de paso, es donde se fundó la democracia, porque si nuestra Patria es el Cielo no nos olvidemos de que allí solo rige la jerarquía.
ResponderBorrarPero hay que trabajar para que ÉL reine ¿o usted es como esos posconciliares que mandaban desde Roma nuncios para quitar la nominalidad católica de sus constituciones? lo que con tanto esfuerzo de parte de tantos católicos se había logrado.
BorrarComparto casi al 100% lo escrito por el Profesor Sánchez, excepto que el profesor considera propia tropa o camaradas a estos fariseos, no son camaradas, no son propia tropa, son parte del enemigo, si se quiere son el enemigo interno que atacan a los que les marcan el error y no aceptan que están embarrandose en bosta por un carguito, por un puesto o por guita lisa y llanamente. No se alejan para nada de aquellos peronistas que para justificar el arancel dicen que los que no nos amancebamos con la democracia/partidocracia, no sabemos nada de política... Pobres ciegos están tan sumergidos en el sistema liberal que se vino imponiendo desde 1852 en nuestra Nación, que no ven política más allá de la democracia o del partido político.
ResponderBorrarPara TradiciónNacionalArgentina: conozco a los miembros del Instituto Castellani y su militancia en el Nacionalismo Católico desde sus años juveniles. No son ni infiltrados ni fariseos ni enemigos ni corruptos ni liberales. Y el primero que puede dar testimonio de esto el el Dr. Antonio Caponnetto, que los conoce, los aprecia y se ha dado por satisfecho con su último comunicado. En lo que a mí respecta (dado mi apoyo - aunque no su difusión - al documento "polémico" de ese centro como a a su adhesión al Frente NOS) es conocida mi propia militancia en el Nacionalismo Católico. Comenzó de modo familiar, casi al final de mi infancia, oyendo en casa de mis padres al recordado Comodoro (RE) Osvaldo Falavigna, primo de mi abuela y discípulo directo del Prof. Jordán B. Genta. Pero si tuviera que poner una fecha emblemática, diría que el comienzo de mi militancia se dio a partir del 18 de noviembre del año 1983, en el acto organizado por el Movimiento Nacionalista de Restauración, contra el inminente gobierno socialdemócrata de Alfonsín. Para entonces había leído ya "Guerra contrarrevolucionaria" y estaba haciendo lo mismo con "El Orden Natural" de Sacheri, libro que mi padre aconsejó que leyera, advirtiendo mis primeras inclinaciones políticas. Luego vinieron las lecturas de José Antonio, los clásicos del Nacionalismo argentino y del tradicionalismo carlista. Gracias a mi paso por las aulas del Colegio Don Jaime en Bella Vista pude gozar de las clases de Juan Carlos Montiel, Eduardo Allegri y Sebastián Randle, así como de conferencias que dictaran Fray Patricio Battaglia, Patricio Randle, Juan Luis Gallardo o el Padre Ezcurra, entre otros. Desde entonces hasta el día de hoy, numerosos referentes nacionalistas de primera línea me conocen así como saben de mi pensamiento y de mi acción. Basta que lean al respecto los elogios (inmerecidos) que el Dr. Caponnetto hace de mi persona, antes de criticar mi postura sobre la participación en el sistema democrático, en el Tomo II de su crítica al Dr. Héctor Hernández. También pueden leer escritos míos en El Derecho, Crítica Revisionista, Carlismo Argentino, Cabildo, Ahora Información (CTC), Reino de Valencia (CTC) o Debatime.
ResponderBorrarEn 1994 publiqué un opúsculo titulado "El Nacionalismo, ¿una opción autoritaria?", folleto que dio origen a un largo debate epistolar con Antonio, además de haber recibido cartas sobre el mismo de Hugo Esteva, Juan Luis Gallardo, el Padre Fosbery o comentarios verbales de parte de Héctor. H. Hernández, Mohamed Alí Seineldín, Sebastián Randle, entre otros. Allí ya exponía mi propuesta actual de un nacionalismo católico y tradicionalista, con cierta influencia del conservadorismo anglosajón y del carlismo, y de menos relación las corrientes fascistas. Como también la legitimidad de trabajar dentro del sistema. También criticaba ciertas tendencias erróneas como el integrismo, el estatismo económico, el militarismo lugoniano, etc. El opúsculo fue financiado por el Dr. Héctor B. Petrocelli, destacado y recordado historiador revisionista de la ciudad de Rosario. Antes y después de eso participé en iniciativas culturales más o menos ligadas al nacionalismo católico como el Instituto de Promoción Social Argentina (IPSA), fundado por Sacheri; el Instituto de Filosofía Práctica de la Universidad FASTA; y el Centro de Estudios Universitarios del Rosario (CEUR), bajo la dirección del Dr. Héctor H. Hernández. También he sido convocado para dar conferencias en el INFIP (Ciudad de Buenos Aires), en el Instituto José Manuel Estrada (Rosario), en la Mutual de Cristiana Ayuda Familiar (Rosario), en FAMINAT (Bella Vista), en Alvear y San Rafael (Mendoza), siempre por parte de referentes del Nacionalismo Católico, y he participado durante varios años en los Encuentros de Formación Católica de la ciudad de Paraná, donde conocen tanto mi persona como mis ideas amigos y camaradas con los cuales las disidencias nunca fueron objeto de conflictos personales ni de acusaciones como las esgrimidas aquí contra el Centro de Estudios Leonardo Castellani o contra quienes lo apoyamos, Centro cuyas iniciativas religiosas, culturales y políticas son bien conocidas, sobre todo por nacionalistas de las ciudades de Rosario, Santa Fe y Paraná. Escribo esto en legítima defensa de mi buen nombre como el de mi familia
ResponderBorrarFernando Romero Moreno
Bella Vista, 27 de septiembre de 2019
"Distinguir sin separar, para unir sin confundir"...algo que la mentalidad binaria del cruzado de escritorio no puede hacer.
ResponderBorrarExcelente !Recemos; el enemigo quiere tapar la verdad con sus monerías engañando a todos y desdibujar la verdad.Recemos por los Sacerdotes y que Cristo Reine...no los hombres.
ResponderBorrarGracia profesor por esta nota.
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