“No
hay tarea más difícil que la de explicar lo obvio,
ni
necedad más grande que la de tratar de convencer al necio”
Crónicas
de una invasión extralodestre
Los
habitantes del planeta “Avernum”, seres de una inteligencia solo
equiparable a su malevolencia, habiendo desafiado al mando galáctico y
confiando en su superioridad numérica, entraron en batalla con los habitantes
del planeta “Fachonius”, y fueron derrotados contundentemente.
Degradados y sin saber ya a quien tratar de someter, empezaron a tener
desencuentros entre ellos; entonces reflexionaron considerando que si estaban
divididos contra sí mismos ¿cómo podría entonces mantenrse en pie su
reino?, por lo que decidieron partir a realizar conquistas en distantes
sistemas planetarios.
Concluido
su estudio intergaláctico de posibles blancos atacables, el planeta “Lodo” era
el que menos riesgos presentaba ya que sus habitantes se caracterizaban por su
permeabilidad a las “nuevas y foráneas ideas”, sumado a que los “lodestres” eran
abúlicos seres en extremo sensibles y emocionales, que además se jactaban de su
condición de tolerantes. Todo esto los convertía en apetecible presa para
los “avernienses”. Otro dato que alentaba a los invasores, era el
marcado descenso del coeficiente intelectual que se había producido
paradójicamente, a medida que se incrementaba exponencialmente el desarrollo
técnico en el planeta.
El
sistema de gobierno imperante en el planeta era denominado “Idiocracia”,
del cual surgía como jefe supremo, el idiota promedio, que era según el "silogismo" en boga, el que mejor podía representar los intereses de los “lodestres”.
Así
fue como los idiócratas extendieron a todo el planeta dicha
estructura política al considerar que la idiotez no requería mayores
condiciones y podía abarcarlos sin mayores complicaciones ni esfuerzos a casi
todos sus habitantes, ya que, habiendo probado otros sistemas establecidos en
base a jerarquías y méritos, si bien les trajeron bienestar general y gloria en
su momento, requerían un esfuerzo que los progresos de la época mostraban
innecesariamente exagerados. Optaron así por la más actual lógica en la cual el
valor por sobre todos los valores era la “igualdad” y el objetivo supremo era
el “confort”.
Sin
embargo, los gobernantes idiócratas ejercían solo el poder
aparente, ya que estos le cedían el poder real a unos seres denominados “ácarus”,
quienes facilitaban a aquellos el acceso al gobierno.
El
informe recabado por los habitantes de Avernus mostraba que
los “ácarus” también se caracterizaban por la pereza, incluso
en un grado marcadamente superior al resto de los lodestres, pero
sabían aprovechar la ingenuidad idiocrática para explotarla en
su favor. Así le inculcaron a los lodestres un desmedido amor
por los bienes materiales que ellos mismos habían acaparado sin compartirlos, a
fin de sumirlos en una constante frustración. Así los ingenuos habitantes del
planeta, dejaban la solución de sus problemas a sus gobernantes idiócratas,
los cuales nunca lograban (ni intentaban) acabar con las miserias o satisfacer
los materiales anhelos de sus gobernados.
Los avernienses concluyeron
que debían dominar a los ácarus para así controlar al resto de
los lodestres. Así fue como los invasores se presentaron
primeramente a estos ofreciéndoles su tecnología avanzada para ser usada
en el control absoluto del resto de los lodestres. Los ácarus interpretaron
la llegada de los invasores como una señal divina de su primacía en el dominio
del planeta “Lodo”.
Así,
los alienígenas al presentarse públicamente a los lodestres, y
luego del estupor causado por su aparición, anunciaron que venían a solucionar
sus irresueltos problemas y a evitarles un mal inminente.
Los avernienses mostraron
imágenes de los habitantes del planeta “Fachonious”, a los que
acusaron de asolar galaxias enteras con sus tiranías absolutistas y sus
fórmulas rígidas, proponiendo medidas para contrarrestarlos.
Anunciaron
que los desconocidos invasores usaban técnicas audiovisuales para derretir los
cerebros y propusieron el uso de unos anteojos y auriculares con filtros que
distorsionaban lo que se veía y escuchaba para que pudieran evitar los
ataques fachonienses.
Los lodestres,
reunidos en sus parlamentos idiocráticos, y habiendo sido
asesorados por el “Organismo monkey sapiencial” (OMS)[*], dispusieron en primer lugar, entregar un
galardón a los avernienses como salvadores del planeta Lodo y
abrieron la licitación para comprar los dispositivos que distorsionarían las
imágenes y sonidos del ambiente para evitar que sus cerebros sean derretidos
por los fachonienses.
La
contienda licitatoria se dio entre los miembros de una secta empresarial llamada
“Lupus day” y los ácarus, pero fue ganada por estos últimos
como se había pactado en secreto previamente.
Víctimas
de sus propias tretas idocráticas, los ácarus cayeron
en la puerilidad de confiar en la honestidad de los deshonestos avernienses,
y fue en ese momento cuando los astutos invasores decidieron exponer las
ocultas maquinaciones de los primeros para poner a las masas lodestres en
su contra, así como en contra de sus corruptos gobernantes.
El
planeta se sumió en un caos y descontrol. Los verdaderos invasores supieron que
había llegado el momento de mostrarse tal cual eran y controlaron a “Lodo” brutalmente,
pero al estar todo destruido, su despótico poder se ejerció sobre las ruinas
remanentes.
Fue
en ese momento, cuando todo parecía perdido, que arribaron al planeta los
enviados de Fachonius y derrotaron a los avenienses que
fueron apresados y conducidos a un planeta carcelario.
La
primera medida de los libertadores extralodestres para con los
habitantes del ultrajado planeta, fue obligarlos a deshacerse de los
dispositivos que distorsionaban la realidad, y los instaron a hacerse cargo de
sus propios destinos, con esfuerzo y constancia, cosa que lograron por primera
vez después de casi seis siglos. Con dichas medidas consiguieron que se fuera
recuperando el sentido común y con él, también se rehabilitó su coeficiente
intelectual perdido. Así el planeta redefinió sus prioridades reemplazando
la Idiocracia por un sistema basado en un liderazgo probado en
la virtud y la sabiduría.
Todo
fue brillo y esplendor para el planeta que dejó de llamarse Lodo,
denominándose en adelante “Concordia”. Disfrutaron un
considerable período de paz, hasta que después de mil años los avernienses fueron
liberados y volvieron para el ataque final.
Augusto
[*] Organización
científica planetaria denominada de esa forma por la creencia generalizada que
los lodestres descendían de los primates y a modo de
homenaje a quienes consideraban sus primigenios padres.
Nacionalismo Católico San Juan Bautista
Dios le bendiga y premie.
ResponderBorrarGrandioso.
Excelente !!!! No entendera..quien no quiera entender.....y hay muchos de estos..lamentablemente !!!!!
ResponderBorrarInteligente, incisivo, ingenioso. Felicitaciones Augusto Maravilloso! ¡Nos encantó!
ResponderBorrarMuchas gracias estimados camaradas.
BorrarEn estos momentos me estoy enterando que fueron otra vez víctimas de la censura del sistema judaico. Vaya mi solidaridad y todo mi respeto por tan valiente trabajo.
Usted también censura los mensajes que no concuerdan con su fe religiosa, Señor Catón el censor.
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