Estábamos
estudiando concienzudamente algunos textos y videos de Nicolás Morás, el
liberal radical a quien prometimos referirnos en el artículo
pasado, como parte de una tarea más amplia y necesaria: dejar en claro que
el liberalismo no es la solución frente al socialismo, sino que es, en puridad,
su causa: son parte de una misma enfermedad.
Acometimos,
al inicio, la tarea de un modo serio, considerando que nos encontrábamos ante
un pensador de ese mismo tenor. Mas la investigación arrojó, prematuramente, un
resultado distinto: Morás no es sino un burdo farsante. Nos explicaremos a
continuación.
Trataremos,
sin embargo, en este breve estudio, de no detenernos, solamente, en ese
carácter mendaz y venal de Morás, sino de analizar algunos de sus asertos que,
mal o bien, conforman el frágil cuerpo doctrinal del liberalismo.
Una
errónea definición del Estado
Los
libertarios definen al Estado como “el monopolio de la violencia”. Definición
sofística por lo bipolar y por lo caricaturesca, que no resiste el menor
análisis. Asoma, con ésta, la matriz anárquica de esta corriente, que también,
y no casualmente –según las tendencias- se autodenomina, sin rubor por lo
grotesco, “anarcocapitalista”. Odio, pues, a todo orden y a toda jerarquía,
derivado de una generalización falaz al definir al Estado, meramente, como “el
monopolio de la violencia”, cuando ese carácter, en el mejor de los casos, no
es sino uno de sus componentes.
Los
libertarios, entonces, desde el vamos, toman un concepto estrecho, bipolar,
caricaturesco, inexacto en definitiva, del Estado; concluyen que éste debe
abolirse, más ello no es sino una falsa conclusión derivada de una falsa
premisa. Morás, como no podía ser de otro modo, se pliega a estos dislates.
Así, expresa que “el Estado es básicamente una máquina criminal”, que “el
Estado es el monopolio de la violencia” y comparte, en sus videos de
divulgación, esta tonta frase del ácrata Lysander Spooner: “el gobierno es como
un ladrón que dice: ¡tu dinero o tu vida!”. Mayor estrechez conceptual, mayores
burdas generalizaciones, premisas filosófico-políticas más equivocadas, no
pueden concebirse.
Morás
y los libertarios olvidan que ha habido y que habrá –Dios mediante- Estados en
sentido amplio, comunidades políticas forjadoras de cultura guiadas por grandes
hombres –hasta por santos- esenciales para el desarrollo de las potencialidades
del hombre y, en última instancia, para su bienaventuranza. El individuo solo,
asilado, atomizado, es un ser indigente: precisa de un ente que lo abrace y que
lo potencie, y eso lo logra el Estado en sentido amplio, la comunidad política.
El liberalismo, pues, no sólo define erróneamente al Estado, sino que desconoce
la naturaleza humana: parte, también, de una equivocada visión antropológica,
que concibe un sujeto autónomo, autosuficiente, en pugna con los demás, cuando
debe estar, para lograr su felicidad o bienaventuranza, en íntima comunión con
el resto.
En
marcial y gráfica metáfora, supo expresarlo mejor Benito Mussolini: “El
individuo, en el Estado fascista, no se ve anulado sino multiplicado, del mismo
modo que un soldado no está anulado en un regimiento, sino que está
multiplicado por el número de sus camaradas”. Lo cual irritará, de consuno, a
los plumíferos liberales.
Al
margen, pues, una correcta definición del Estado; al margen una real visión
antropológica: queda solamente la fraseología barata, los “molinos de
palabras”, hueros de contenido, tan propios del liberalismo.
Morás,
el charlatán
Lo
extraño es que un hombre tan vehementemente contrario a la violencia estatal;
tan fervorosamente enemigo de la “tiranía” –y esto merece párrafo aparte-, como
Morás, haya sido hasta hace poco corresponsal argentino de Hispan TV, medio de
comunicación de Irán, país cuya forma de gobierno no es precisamente una
utópica anarquía respetuosa de la propiedad privada, sino una teocracia
comandada por Alí Jamenei, hace más de treinta años. Y que sea, a la vez, al
día de hoy –su última intervención data del 16 de mayo- corresponsal de la
chavista Telesur, obviando que este medio y que Venezuela están mandatados por
el castrocomunista Nicolás Maduro Moros, no precisamente un propulsor del
“laissez faire” ni de los principios burgueses que él defiende. Grave
contradicción que visibiliza, aún más, la insubstancial y falaz retórica
liberal; que deja en evidencia, en concreto, la agresiva verba del
rollizo. ¿Cómo pude sostener seriamente
que “lo que une a los liberales de toda época y lugar es la oposición al poder,
fundamentalmente, al poder concentrado” y, concomitantemente, ser cómplice de
esos gobiernos de poder concentrado?
Hay
quienes dan un paso más y sostienen que Morás trabaja para Irán, aliado
geopolítico de Venezuela y del espectro izquierdista en general. No nos
animamos a tanto, pero tampoco lo negamos. Conste, pues, la grave contradicción
en la que incurre, explicable por una impúdica doblez o por una venalidad
reprobable.
Las
“tiranías” de Morás
La
mentada estrechez conceptual de Morás se explicita cuando cataloga de
“tiranías” lo mismo al Imperio Español que al Inglés, lo mismo a la monarquía
de Suazilandia que a la de los Emiratos Árabes. Pero, al conceptuar así a la
España colonial, alcanza su mayor virulencia; sin escatimar vulgares dicterios
para con la Santa Inquisición y para aquellos que, prosaicamente, denomina
“católicos inquisitoriales”.
Si
en el primer apartado comprobamos la indigencia filosófico-política de este
liberalismo radical y de Morás en particular; ahora comprobamos su ignorancia
histórica. Su profunda y dañina ignorancia histórica. Morás repite los
ponzoñosos alegatos de los escritores panfletarios antiespañoles, que ora por
odio anticristiano, ora por intereses económicos, crearon lo que se ha dado en
llamar la “leyenda negra antiespañola”.
En
realidad, lejos estuvo España de ser un Imperio tiránico: más bien, se comportó
como una Madre, otorgándole la calidad de Reino (no de “colonia”, como hicieron
los ingleses) a las tierras por ella descubiertas en América. Existe abundante
testimonio documental y aún sensible –verificable hoy- al respecto.
Verbigracia: si España se dedicó a exterminar a los indígenas, como se le
atribuye: ¿por qué se observan tanta cantidad de mestizos y de indios a lo
largo y ancho de Hispanoamérica? ¿Por qué, al contrario, no se aprecia ninguno
en América del Norte? Pues porque el procedimiento de los españoles y el de los
ingleses fue distinto: caritativo y cristiano por un lado; pragmático y burgués
por el otro. En Norteamérica sí hubo un exterminio.
Comprenderá
el lector informado que no corresponde desmontar aquí, circunstanciadamente,
esta leyenda negra antiespañola, a la que se afilia Morás. Repitamos,
simplemente, con Francisco Morales, que “el dominio hispano fue también amor.
Fue fundaciones, fue acción civilizadora, fue mestizaje […] la conquista ofrece
una doble perspectiva, material y espiritual: las Indias de la Tierra y las
Indias del Cielo. Así lo reconocieron desde aquellos días algunos hombres”.
Pero
los liberales –también los marxistas- adulteran esta realidad en su favor. Y el efecto es grave; porque, a la larga, se
traduce en un odio a la Fe y en un odio a la Verdad. Morás, pues, conspira
contra la Fe y contra la Verdad, al propagar esta tendenciosa narrativa antiespañola.
Palabras
finales
Habría
mucho más por decir sobre este divulgador. Desde su falso concepto de la
libertad –error primo del liberalismo, matriz de todos sus males-, pasando por
su sedicente defensa del “iusnaturalismo” –un “iusnaturalismo” que empieza en
el siglo XVII, y otra vez con la estrechez conceptual- hasta su explícita
defensa de la contra natura. Quedará, Dios mediante, para otra entrega, aunque
algo nos dice que no perdamos más tiempo con este fantoche.
Fuente: Revista Verdad
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista
https://twitter.com/fgranea/status/1267853101463207938
ResponderBorrarMe lo envió un amigo tucumano. Así se protege al que labura en Argentina.
https://twitter.com/Mo48919234/status/1267885886269722628
y robo de ganado, y entraderas. Hace tres meses empezaron. Sur de Santa Fe, a 60 km de San Nicolas
POR FAVOR HABLEN DE ESTO!!
Hoy en día todo lo que quieren tildar de malo sean libertarios o no usan la palabra nazi o fascista. El trabajo de lavado de cerebro fue tan bueno que no saben ver la diferencia entre un nazi y un bolche y entre un fascista y un bolche. Si hasta el periodista Quique Romero que tiene buena veta de investigador mete en la misma bolsa a los militares que combatieron a los guerrilleros con los actuales bolches Fernandez.
ResponderBorrar¿o Bruno es antiprocesistas como lo tildan los de red patriótica argentina con el Rojas a la cabeza....?
siendo que los masones promovieron la suelta de presos para que luego se le desmadrara el tema y tuvieran que ir a buscar a los militares para que le sacaran las papas del fuego.
https://www.youtube.com/watch?v=QNXN0w1pkF8
La causa del lavado de cerebro es que los que controlan los medios de comunicación controlan el pensamiento, una de las primeras medidas que habría que tomar para poner el país en manos de los argentinos es desmantelar los monopolios de prensa. Así les tapamos la bocota a los enemigos y no pueden jodernos.
BorrarLo de Irán no puede ser teocracia, ellos no adoran al Dios verdadero Uno y Trino, ellos son monólatras.
ResponderBorrarmorás es un pelotudo..ja ja ja ja.. dice que el estado es una máquina criminal.
ResponderBorrarEl kirchnerismo es una maquina de destruir.... negrearon la Nación.
Borrarhttps://www.youtube.com/watch?v=54QgqVC2beo
Borrarminuto diez cincuenta y cinco por favor....
Ese gordo es insoportable. Me puse a ver este video que sacó ahora sobre Bergoglio como una gran novedad, y no sólo no dijo nada nuevo sino que no perdió oportunidad para atacar a la Iglesia y sus santos.
ResponderBorrarhttps://youtu.be/HwdqoTKbJDs
Alfonso
"La culpa no es del chancho sino del que le da comer" dice el refrán. Y por ahí andan los confundidos de siempre, que le dan prensa (Videos) y divulgación a este impresentable representante de los mas oscuros y subalternos intereses, enemigos de Dios y la Patria. Y lo peor es que los confundidos de siempre se autotitulan "nacionalistas".
ResponderBorrarMuy bueno el desenmascaramiento del agente extranjero que hace la nota. Felicitaciones a su autor.