DEL OBISPO FELÓN Y DE LA
NIÑA FIEL
Por Antonio Caponnetto
“Pero
al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le
cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le
hundan en lo profundo del mar”.
Mateo
18,6.
Son conocidos ya, públicamente, los
desafueros, atropellos y vejámenes múltiples con los que el obispo de San
Rafael, Eduardo Taussig, en un verdadero compendio de despotismo clericalista, viene
castigando a los sacerdotes y laicos fieles de su diócesis. El último motivo
que ha encontrado para desfogar su obsesión –de origen psicopatológico o
preternatural- es la legítima negativa del clero y del laicado a recibir de
prepo la comunión en la mano. Y a recibirla así, coactivamente, bajo amenza de puniciones
severas y crueles.
En medio de la natural conmoción de la
feligresía, que se ha movilizado para defender los derechos de Dios, tuvo lugar
un episodio que no puede ni debe quedar sin registro. Y que, si hubiera
justicia en la Iglesia
y en la sociedad civil, no debería tampoco quedar impune.
Una niñita de seis años –María José-
lloraba en la puerta del Obispado, con inspirada tristeza infantil, porque no
quería que la obligaran a recibir a Jesús en la mano. Estaba con sus padres,
sus hermanitas y sus amigos; bien conocida la familia ejemplar en el pago que
habitan. El pastor felón no tuvo mejor ocurrencia que conducir a la pequeña
hacia adentro de su sede, para “convencerla” de que debía aceptar sus órdenes,
aprovechando además la ocasión para desautorizar la crianza religiosa que le
habían dado sus padres. La apercibió por su conducta, y quiso conminarla
–ejerciendo presión moral y psicológica – a que recibiera la Eucaristía en la mano.
La pequeña, conste, precisamente por su madurez espiritual, ya ha hecho su
Primera Comunión.
La niña se resistió con sus ojos llenos
de lágrimas, mientras sus hermanas y amigas, al verla partir llevada
compulsivamente por el obispo, se hincaron a rezar fervorosamente, para que
María José no aflojara. Y no aflojó. Aunque el déspota indocto, entre otras
insensateces, apeló al bajísimo golpe de decirle que, entonces, si no le hacía
caso, “se perdería a Jesús”.
Todo esto que narro, y otras cosas que por
ahora callo, me constan de un modo directo, personal, objetivo y fehaciente.
Taussig ha tratado de enmascarar los hechos ante una potencial denuncia por
abuso de autoridad; cargo que podría ampliarse con algún otro conexo, según me
dice un jurista y canonista amigo.
Pasará la mentira de la pandemia y el
suplicio de la cuarentena. Entonces puede ser que me encuentre cara a cara con
el obispo felón. Veremos si es tan bravo con los viejos católicos como con las
niñitas del poblado.
Mientras tanto, en homenaje a la pequeña
gran comulgante, le compuse este Romance:
ROMANCE DE LA
NIÑA MARÍA JOSÉ
San
Rafael era en junio
y
ya unas brisas heladas,
cuando
la nieve hace cima
por
los cerros o enramadas.
En
el aire de la aldea
hay
un gemido de herida,
cruenta
y sin sangre a la vez
como
una cruz invertida.
Trocó
el cayado en azote
el
pastor de la comarca,
verdugo
de los sagrarios
negro
sayón de la Barca.
Su
corazón vuelto piedra
no
oye súplicas ni llantos,
tiene
la piel de Caifás,
tiene
del lobo quebrantos.
Entonces
fue una pequeña
con
sus lágrimas de luz,
la
que le dijo inocente:
“¡Quiero
en la boca a Jesús!
De
rodillas y en mis labios
así
lo recibiré,
tal
cual lo hiciera la Virgen ,
si
ella lo hizo, yo lo haré”.
¡Ay
mi María José!
Tal
el nombre de la niña,
tu
sollozo tiene el cielo,
el
trigo de oro en la Viña.
¡Ay
mi María José!
tus
amigas, tus hermanas,
tus
padres, los curas fieles,
quieren
doblar las campanas.
Por
tu bravura y pureza
que
celebran relucientes
los
ángeles de las guardias,
y
cantan los combatientes.
Yo
no estaré cuando crezcas,
te
verán crecer los montes,
el
rocío de la noche
las
vides, los horizontes.
Pero te dejo estos versos
de
breve y de última grey
con
un lema: ¡Dios no muere!
¡Viva
siempre Cristo Rey!
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista
Don Antonio Caponnetto, un grande, siempre fiel a Cristo!
ResponderBorrarLos padres de la niña tendrían que haber tirado al piso al obispo de ul golpe. Que clase de persona hace lo que hizo este obispo? Que por lo que escuché yo se la llevo adentro del obispado para adoctrinarla.
ResponderBorrarHasta donde llegaremos? En algún momento tenemos que reaccionar y empezar a empalar a los obispos.
Excelente. Confieso que me ha hecho verter unas lágrimas...
ResponderBorrarYo también me emocioné!!!! Antonio Caponnetto es un ajemplo de Católico y un gran poeta... La niña una dulzura!!!!!!!!!!!!!
BorrarDicho en un lenguaje anodino, Taussig es un mal sacerdote y peor obismo.
ResponderBorrarAhora, dicho en un lenguaje realista, Taussig es un canalla maltratador de niños, un infame hereje modernista y un grandísimo hideputa.
Una niña ha demostrado una pureza doctrinaria, una valentía y una entereza de la que carecen la mayoría de los adultos. Sirva su ejemplo para avergonzar a tanto pusilánime cobarde que se dice católico y asiste impasible a las mas graves ofensas a N.S. Jesucristo y su Santísima Madre.
Agradezco al Dr. Antonio Caponnetto sus bellísimos y justicieros versos, de encendido reconocimiento a la pureza doctrinaria de María José y que recordarán siempre que el Espíritu Santo anida en la inocencia de los niños y les da una fortaleza impensada para su edad. Cuando tropecemos con el Taussig de turno, que como los demonios son legión, tengamos siempre presente el ejemplo de esta niña y arremetamos, sin ninguna vacilación, contra él. Dios nos recompensará por ello.
Fernando José Ares
No tendría que ser obispo, que lo suspendan "ad divinis".
BorrarA ese sucesor de Judas Iscariote se le aplican exactamente las palabras de Cristo sobre escandalizar a los pequeños.
ResponderBorrarTiene que haber un lugar especial en el infierno para gente así.
En vez de ponerse a rezar, porqué no le dieron unas piñas?.
BorrarEl poema emociona. Disiente con Tasussig que dice que la Virgen María comulgó en la mano ¿???
ResponderBorrarA este lobo con piel de cordero le queda poco... "Susan" no lo quiere. Aunque se queme a lo bonzo, no le alcanza a Bergollo. Y lo va a rajar, porque provocó Tumultus ad murum. Y San Rafael se va a levantar. Mendoza es una provincia con h###os. Ya lo deben haber denunciado a Roma, y desde la Ciudad Eterna va a volver un exocet que le va a dar justo en la frente.
Me ha hecho llorar Don Antonio. Felicitaciones, como siempre.
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