Publicado
el 19 de abril de 1972 en el semanario “Azul y Blanco”. Oportunamente, le hemos
hecho algunos agregados y actualizaciones.
La
gigantesca empresa de destrucción de la Civilización Occidental que el marxismo
necesita para imponer la dictadura mundial de una casta pequeña sobre la
humanidad masificada, se vale de los medios de difusión audiovisuales y en
particular del cine [y de las “series”].
Objetivos de la subversión en el cine [y en las series]
1) Disminuir el espíritu crítico por medio de una mezcla de estupidez, abstracción y sensiblería.
2) Destruir la moral tradicional por medio de un erotismo barato.
3) Llevar al espectador a pensar en sentido subversivo, o mejor, a no pensar.
4) Desarrollar la sensibilidad y la amoralidad para disminuir la resistencia espiritual.
Medios
usados
1) Se acreditan los errores históricos más gruesos y se deforma sistemáticamente el pasado.
2) Se da una idea deformada de ciertos grupos sociales, especialmente comunidades religiosas y militares.
3) Se valoriza una posición política subversiva. No es preciso para ello todo un film [o serie]; basta que el “héroe” sostenga esa posición, o un cambio de frases revelador.
4) Se atacan los valores fundamentales de la civilización occidental y de la religión.
5) Se hace simpático o inofensivo todo lo que procede de la subversión en el mundo. Especialmente, los temas de moda, como la “descolonización”, las luchas de “liberación” [el feminismo, el homosexualismo, etc.].
Método
empleado
1) Teoría elemental. Se distribuyen los roles según un método maniqueista: el “héroe” progresista, siempre “bueno”, y su conducta “virtuosa”, lo cual hace resaltar los vicios del enemigo. Los héroes son hechos simpáticos por sencillas artimañas relativas al físico del actor, al éxito que obtiene y a los propósitos que persigue. Este método facilita la comprensión de un público de nivel intelectual a menudo bajo y atraído por la facilidad.
2) Teoría indirecta. También utilizan fuerzas elementales de amor y de odio contenido en el hombre, pero sobre todo prejuicios o reflejos condicionados inculcados anteriormente (prensa, universidad [videos, televisión, redes sociales]), por la propia subversión. El sistema consiste en “sacudir” al espectador con escenas o temas. Así:
A)
Seudo- reconstrucciones históricas “adaptadas”, truncas, pero consideradas
verídicas por un público inculto.
B) Recortes de noticieros. La trampa es evidente, pero el fulgor “técnico”, por no decir “científico”, e irrefutable montaje, anula toda crítica. Ejemplo: las películas sobre “crímenes de guerra” (sólo alemanes).
C) Sistematización de los hechos a fuerza de mostrar en diferentes films [o series] a un hombre o grupo humano desfavorablemente: la idea se incrusta insidiosamente en el cerebro del espectador.
D) Imágenes chocantes sobre la moral o la tradición, para habituar al espectador a ciertas escenas [esto ocurre típicamente con la pornografía: el llamado proceso de “insensibilización”]. Esto especialmente en lo que respecta al “amor libre”.
E) Hacer pasar la escena que se desea grabar en el curso de la proyección en cierto tema y a razón de una imagen cada 24 imágenes, de modo que el ‘’yo’’ no tenga tiempo de registrarla, mientras que en el cerebro, ya en estado de receptividad y de ‘’no-resistencia’’, la imagen se grava conjuntamente con las otras. Es un artificio muy difícil de descubrir.
Acciones
prácticas
A) Los films de guerra en que los soldados yanquis son ‘’héroes puros’’ o ‘’brutos sádicos’’ según la posición que hayan tomado frente al comunismo (“buen americano” contra alemanes y japoneses, “mal americano” en otros casos).
B) Los films [y series] que combaten las bases de la sociedad tradicional: sentido del honor, culto al trabajo, fidelidad conyugal, amor a la patria. Se reemplazan esos valores por el “furor de vivir”, el gusto desenfrenado del lujo fácil, la exaltación (so pretexto de comprensión y de tolerancia) de todas las depravaciones, algunas de ellas muy intelectualizadas [homosexualidad, pedofilia, incesto].
C) La ridiculización del ejército a través de los cuerpos de oficiales presentados como inadaptados sociales o a través de sus cuerpos de élite (paracaidistas, legionarios, marines) considerados como bandas de asesinos y “gangsters”.
D) Cualquiera sea el tema de los films, se ve aparecer más y más un sentimentalismo bestializante y fofo, mostrando “el absurdo de la guerra” (contra el comunismo), preconizando el derrotismo de la “no violencia”, la deserción (relacionar con las campañas pro-paz en Vietnam).
Conclusión
El fin perseguido por la subversión en el cine [y en las series] es la masificación pública y liquidar todos los valores occidentales. Para luchar contra esa maniobra hay que operar o favorecer la desintoxicación, poner en guardia a los espectadores, especialmente a los jóvenes. Hay que demostrar sin descanso los mecanismo de esta propaganda, denunciar sus métodos y despertar el sentido de crítica que permita a cada uno detectar la subversión y no dejarse atrapar en sus redes.
AAA
Fuente: Revista Verdad
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista
Resumiendo, hay que rajar a la subversión de los medios.
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