El aborto en Argentina y el Papa
Francisco[1]
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Tres artículos de
Revisado, editado y publicado por Miles Christi (Alejandro Sosa Laprida) el
01/01/2021: https://gloria.tv/post/YCnAcEijiHPN3UZNenq7guRAs
1. Legalización
del aborto en Argentina:
Todo el
Poder al clan Rockefeller
En la madrugada del miércoles 30 de diciembre el Senado nacional aprobó el proyecto de legalización del aborto en Argentina, mediante un verdadero mamarracho jurídico basado en un derecho inexistente, por tanto, nulo: que la mujer tiene derecho a matar a su hijo antes de nacer. Supuesto derecho que no está instituido ni sancionado en ninguna ley nacional ni internacional.
De este “derecho” inventado de
matar al hijo, el proyecto deduce que el aborto es entonces un tema de salud
pública, porque al ejercerlo pone en riesgo su salud, que el Estado debe
salvaguardar. Esta concepción del aborto como un tema de salud es la que
articula todo el texto aprobado, concepción que constituyó el caballito de
batalla del presidente para justificar su intención de legalizar el aborto (“el
aborto es un problema de salud pública”), su secretaria legal y técnica de la
Presidencia, la abogada Vilma Ibarra, su ministro de Salud, Ginés González
García, varios de los ministros del gabinete nacional, y la mayoría de los
diputados y senadores que apoyaron el proyecto.
Pero
esta articulación necesitaba de llevar a cabo un procedimiento: eliminar del
texto normativo toda referencia y mención a los niños por nacer,
eliminación textual que se cumplió a rajatabla, ya que no se los menciona ni
una sola vez. Esta desaparición textual es la que justifica la desaparición
práctica que se va a ejercer con el aborto, es decir, la desaparición forzada
de los niños por nacer, sin ningún tipo de defensa posible: si la mujer quiere
matar “eso” que tiene en su seno, la decisión se ejecuta sumariamente, en un
plazo máximo de 10 días.
Así,
los niños por nacer se convierten en Argentina en el único grupo demográfico
que tiene el “derecho” de ser asesinado legalmente, a pesar de no haber
cometido ningún delito. De ahora en más, a un asesino serial, a un violador, a
los asesinos de todo tipo y color se los mantiene vivos, pero a los niños por
nacer se los puede matar, aplicándoseles una verdadera pena de muerte que la
Constitución Argentina prohíbe expresamente.
Es
decir, el proyecto de ley aprobado viola clara e innegablemente la
Constitución Nacional Argentina
Pero
además su fundamento “sanitario” no ha sido creado ni inventado por el gobierno
autodefinido como progresista, “nacional y popular”, etc, sino simplemente
copiado, ya que como hemos afirmado en varias oportunidades, fue
inventado en 1972 por John Davison Rockefeller III, en su plan integral de
control de la natalidad para Estados Unidos, a pedido del entonces presidente
Richard Nixon: “[…] la anticoncepción es el método de elección para prevenir un
nacimiento no deseado. Creemos que el aborto no debe ser considerado un
sustituto para el control de la natalidad, sino más bien como un elemento en un
sistema general de cuidado de la salud materno-infantil”[2].
Curiosa
forma de cuidar la salud infantil, matando al niño (????).
Es
decir, la ley sancionada no es una ley progresista nac & pop del binomio
Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, es una ley basada en la
ideología antinatalista y genocida del poder financiero global que la
familia Rockefeller representa.
Así, la
concepción abortista de la plutocracia anglosajona se convierte en principio de
una ley de la “democracia” regenteada por el progresismo kirchnerista hoy
gobernante.
De este
modo, la dominación económica ejercida por el clan Rockfeller a través del
Consejo de las Américas[3] creado por
David Rockefeller en 1965 se refuerza con la institucionalización jurídica de
su concepción antinatalista y abortista en la legislación argentina. La
economía argentina ya es propiedad de la plutocrática familia angloamericana,
ahora la legislación que habilita la pena de muerte prenatal -sin causa, sin
juicio y sin condena- también.
En
definitiva, el gobierno Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner hace
su “ofrenda de Navidad” a la familia Rockefeller, consolidando su dominación
colonialista de la Nación Argentina, en nombre de un gobierno “progresista,
nacional, popular y feminista”.
En este
contexto de entrega, vale destacar la decidida reacción de una gran parte del
pueblo argentino, que durante un mes salió a las calles en las principales
ciudades de las provincias argentinas y de la ciudad de Buenos Aires, para
rechazar el proyecto abortista, en una forma abrumadoramente mayoritaria.
Distintas encuestas de opinión realizadas por distintas consultoras mostraron
que más del 60% de la población argentina rechaza visceralmente al aborto como
derecho, cifra que en algunas ciudades y regiones se eleva hasta un 85%.
A pesar
de esta oposición popular el gobierno argentino pudo alcanzar su objetivo
abortista, ya que, entre otras cosas, le resultó muy funcional y favorable la
actitud pasiva, complaciente y silenciosa de la jerarquía eclesiástica
católica, nacional y vaticana, que durante un año guardó un silencio casi
absoluto, sólo interrumpido en las últimas semanas por declaraciones que más
bien parecían destinadas a mostrar la oposición suave al proyecto
abortista[4], que a
oponerse realmente, o directamente a mantener silencio absoluto en el Mensaje
navideño papal urbe et orbi[5].
Si bien
es cierto que los días 28 y 29 hubo pronunciamientos tanto de algunos obispos
argentinos, como de monseñor Marcelo Sánchez Sorondo y del mismo papa
Bergoglio, pero cuando las cartas ya estaban echadas.
Pero lo
que resulta llamativo es el silencio absoluto los obispos y sacerdotes
llamados “villeros”, con excepción del padre José De Paola, que se había
pronunciado ya en el año 2018 y también en estos últimos meses a favor de la
vida de los seres humanos nacientes, pero en la soledad sacerdotal más
absoluta, respecto a sus colegas sacerdotes y a los obispos del país.
El 25 de marzo de este año, en los días iniciales
del confinamiento dispuesto por el gobierno frente a la pandemia del Covid-19, el
obispo “villero” de la arquidiócesis de Buenos Aires, monseñor Gustavo Carrara,
y los sacerdotes “villeros” José María
“Pepe” Di Paola, Juan Isasmendi, Nicolás Angelotti, Eduardo
Drablle, Carlos "Charly" Olivera y Lorenzo "Toto" de
Vedia se reunieron con el presidente Alberto Fernández En ese encuentro los
sacerdotes ofrecieron la colaboración de la Iglesia para afrontar los desafíos
de asistencia social que necesitaban los sectores más vulnerables de la
población que atienden los mencionados clérigos. Al final del encuentro rezaron
un Padre Nuestro con el primer mandatario.
Pero inexplicablemente, desde el momento que el
presidente argentino envió el proyecto abortista al Congreso, el 17 de
noviembre, ninguno de los mencionados sacerdotes -excepto el padre De Paola- ni
tampoco el obispo Carrara se pronunciaron al respecto. Surge la pregunta
entonces: ¿cuál es el compromiso político, y tal vez crematístico, de los
prelados con las autoridades gubernamentales, en especial con la vicepresidente
Cristina Kirchner? ¿Por qué el silencio absoluto? ¿Es más fuerte su
relación política con la vicepresidente partidaria del aborto que su
sacerdocio? ¿A cuánto cotiza su silencio? En todo caso, deben explicar al
pueblo argentino y a la grey que ellos atienden por qué se han callado la boca
ante el avance de esta ley anticonstitucional y genocida, antinacional y
anticristiana.
Con la legalización sancionada, el pueblo argentino
se verá obligado a afrontar a fondo la ofensiva criminal impulsada por el imperialismo
internacional abortista para beneficio de la plutocracia financiera
internacional que tratará de instituir el genocidio prenatal como base y
fundamento de la sociedad argentina.
Publicado
el 30 de diciembre en: https://gloria.tv/post/T1oQ1g7HzfMp6QCh1QLKVVHH8
2.
Aborto en Argentina: la indiferencia del papa Bergoglio
26/12/2020
En: https://www.marcotosatti.com/2020/12/26/quarracino-aborto-en-argentina-la-indiferencia-del-papa-bergoglio/
- https://gloria.tv/post/wmQDgv4gYyAw3R4zXoZSUAhGT
Hay momentos en
que tener razón está muy lejos de ser agradable, ya que, por el contrario, deja
un sabor muy amargo en el alma, por ejemplo, en temas en los que está en juego
la defensa de la vida humana naciente y el destino de un país, en este caso la
Argentina.
El 14 de diciembre
ppdo. Sandro Magister publicó en su blog Settimo Cielo un artículo
titulado “Papa Francisco censurado, cada vez que habla contra el aborto”. A
raíz del mismo, redacté una serie de consideraciones, con la intención de
mostrar que en realidad lo que aparenta ser una censura sobre el pensamiento de
Bergoglio respecto al aborto es en realidad una estrategia fríamente calculada,
en la que el Papa actual se opone doctrinal y teóricamente al aborto, pero en
realidad, en la práctica, deja hacer y tolera que se implementen y legalicen
las políticas abortistas.
El amigo Magister
tuvo la gentileza de publicar mis reflexiones, el 17 de diciembre, en un artículo
titulado “No censura, sino silencio calculado. Una carta desde Argentina sobre
el papa y el aborto” (cf. http://magister.blogautore.espresso.repubblica.it/2020/12/17/no-censura-sino-silencio-calculado-una-carta-desde-argentina-sobre-el-papa-y-el-aborto/), en las que sostengo que en realidad
el papa Bergoglio acompaña la iniciativa abortista emprendida por el
“presidente” Alberto Fernández y la vicepresidente Cristina Kirchner,
ejerciendo él y la jerarquía eclesiástica argentina una oposición suave para
la foto, para disimular el apoyo velado que se presta a la criminal
iniciativa genocida de legalizar la pena de muerte prenatal.
El 11 de diciembre
la Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción a la legalización del
aborto, en tiempo express en su tratamiento en comisiones y en la sesión
oficial que terminó aprobando el proyecto y remitiéndolo al Senado nacional
para su aprobación definitiva.
En 3 días las
comisiones senatoriales elaboraron un dictamen ratificando la media sanción, y
el viernes 11 dicho dictamen fue aprobado, para ser debatido en sesión oficial
el próximo martes 29 de diciembre.
Pero ya antes una
inmensa mayoría del pueblo argentino salió a las calles en varias ciudades y
provincias, manifestaciones que concluyeron el 28 de noviembre en masivas
jornadas de defensa de la vida humana naciente y de rechazo al proyecto abortista
gubernamental. Manifestaciones que los medios de comunicación tuvieron que dar
a conocer en sus programas informativos. Por otra parte, encuestadoras serias
sostienen, según sus últimos sondeos, que el rechazo a la legalización llega a
la abrumadora cifra de 60% de los encuestados, frente a un 27% de apoyo al
aborto.
Desde el lunes 14
de diciembre se ha convocado a una Marcha por la Vida para el lunes 28 de
diciembre, que partirá desde la Plaza de Mayo (donde está la sede del gobierno
nacional) hasta el Congreso Nacional, donde al día siguiente se discutirá la
aprobación o el rechazo del proyecto. La Marcha estará encabezada por la imagen
de la Virgen de Luján, patrona de la República Argentina.
Pero para los días
26 y 27 de diciembre han sido convocadas marchas y manifestaciones en
prácticamente las 23 provincias argentinas, en sus respectivas capitales y en
otras ciudades de importancia.
Las jerarquías
religiosas, tanto la católica como la protestante y las evangélicas, están bien
enteradas de todo este tipo de iniciativas, pero han decidido acompañar en
paralelo, con un pronunciamiento puramente institucional y con una jornada de
“oración y ayuno”, en el mismo momento que una gran mayoría del pueblo se ha
autoconvocado para manifestarse públicamente. Según parece, “los pastores con
olor a ovejas” han perdido el olfato y no huelen a sus ovejas, en llamativa
coincidencia con los pastores mercenarios de los que habla el Evangelio
según san Juan (capítulo 10).
Pero lo que
resulta llamativo y sorprendente es el atronador y ensordecedor silencio del
papa Bergoglio sobre este tema, del cual está suficientemente informado, pero
del cual no hace ninguna manifestación pública, sino más bien un silencio
absoluto.
Prueba de ello es
el Mensaje Urbe et Orbi que ha proclamado oficialmente en el día de
Navidad, como es tradición en la Iglesia. En este mensaje Bergoglio hace
referencias explícitas a los temas que trata habitualmente -la cuestión
ecológica, el covid-19 y la pandemia, la fraternidad universal, las vacunas en
curso- y a los países sobre los cuales pide oraciones y acompañamiento
espiritual: Siria, Iraq y Yemen; Libia; el Mediterráneo oriental, judíos y
palestinos; el Líbano; Nagorno-Karabaj y Ucrania: Burkina Faso, Mali y Niger;
Etiopía, Mozambique, Sudán del Sur, Nigeria y Camerún; América, en particular
Chile y Venezuela; Filipinas y Vietnam; y por último al pueblo rohinyá, en
Myannar.
Sobre Argentina,
su patria de origen, ni una sola palabra. En su Mensaje Bergoglio
“paseó” por varios países de los cinco continentes, pero de Argentina ni
noticias, como si no existiera.
Esta indiferencia
confirma lo que se comenta habitualmente entre los obispos y sacerdotes afines
a Bergoglio: “el aborto no es un tema tan importante como el medio ambiente o
los migrantes”.
Cuando en
Argentina se corre serio riesgo de que se legalice en ella la pena de muerte
prenatal, oficialmente el Papa argentino se queda mudo. Pero lamentablemente, con esta actitud, Bergoglio
aparece tolerando que semejante aberración abominable se oficialice,
convirtiéndose así en cómplice pasivo de la legalización del aborto, más
allá de sus cartitas privadas.
¿De ser Vicario de
Cristo el papa Bergoglio ha decidido actuar como Poncio Pilato, lavándose las
manos en el caso del aborto en Argentina?
Y al ver que hace pocos días, el 8 de diciembre, se oficializó su “nombramiento” como Capellán de la Sinarquía internacional globalista, en el Consejo para el Capitalismo Inclusivo, queda claro que el precio a pagar por semejante cargo es el silencio oficial vaticano sobre la legalización del aborto, impulsada desde hace algunas décadas por los mismos poderes que lo han hecho “capellán” de su dispositivo político mundialista.
¿Qué estará diciendo San Ignacio de Loyola sobre todo esto?
3. No censura, sino silencio calculado.
Una carta desde Argentina sobre el papa y el aborto
17/12/2020
En: http://magister.blogautore.espresso.repubblica.it/2020/12/17/no-censura-sino-silencio-calculado-una-carta-desde-argentina-sobre-el-papa-y-el-aborto/
- https://gloria.tv/post/VpL3A2RFfCBV429iwRjHbJEWE
El post anterior de Settimo Cielo acerca del
“papa Francisco censurado cada vez que habla contra el aborto”, ha suscitado
la crítica enérgica de un autorizado lector argentino, el filósofo José Arturo
Quarracino, sobrino del cardenal Antonio Quarracino, predecesor de Jorge Mario
Bergoglio a la guía de la archidiócesis de Buenos Aires.
Según
él, es verdad que el papa Francisco habla con dureza contra el aborto, pero lo
hace de manera tal que sus palabras no resuenan en los grandes medios de
comunicación, que así no sufren ningún tipo de censura, por lo que él se adapta
voluntariamente a este silencio.
Si,
efectivamente, el papa quisiera que sus palabras contra el aborto tuvieran un
mayor impacto en el público, ¿por qué -se pregunta Quarracino- no las pronuncia
en un Angelus, en una gran audiencia pública, igual que hace con sus numerosas
invectivas en defensa de la naturaleza o de los migrantes, y no en cartas
privadas de las que no informa ni siquiera "L'Osservatore Romano"?
De
hecho, si volvemos atrás, a los años de Juan Pablo II, todos recuerdan el
formidable impacto público de la batalla que este papa llevó a cabo en defensa
de la vida del no nacido.
Ejemplar
fue lo que sucedió en 1994, antes y durante la conferencia internacional para
la población y el desarrollo convocada en El Cairo por la Organización de las
Naciones Unidas.
El
objetivo de esa conferencia era “garantizar los derechos reproductivos”,
fórmula que Juan Pablo II tradujo en “muerte sistemática de los no nacidos”.
Pues
bien, Juan Pablo II, a medida que se acercaba ese evento, tronó en defensa de
la vida y la familia en una serie de Angelus dominicales, llamó al Vaticano a
los embajadores de todo el mundo para que oyeran lo que tenía que decir,
entregó a los dirigentes de la ONU un memorándum con todas sus objeciones y
recibió al presidente estadounidense Bill Clinton en una audiencia que los
testigos definieron "tensísima".
El
resultado fue que la conferencia del Cairo se convirtió, en los medios de
comunicación del mundo, en una batalla campal entre el papa y los poderosos
del mundo, pro o contra el aborto, los anticonceptivos y la esterilización. Al
Cairo llegaron los enviados de guerra más célebres; para la CNN, Christiane
Amanpour.
En
cambio, hoy –objeta Quarracino–, el papa Francisco prefiere acompañar sus disimuladas
condenas del aborto con un entendimiento cordial con los magnates del “capitalismo
inclusivo”,
los mismos que financian las políticas abortistas.
A
continuación, su carta. En la foto de AFP, el papa Francisco con la entonces
presidente (hoy vicepresidente) de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
Hasta ahora, la oposición de Bergoglio al
aborto en Argentina es un montaje teórico para disimular la tolerancia de su
legalización
Estimado
Sandro:
Respecto a tu
artículo sobre la censura que se le aplicaría al papa Bergoglio cuando hace
referencias al aborto, me permito aportarte algunas precisiones y correcciones.
En primer lugar,
si bien es cierto que en estos últimos tiempos el pontífice ha explicitado las
definiciones que mencionás, no hay que olvidar dos cosas: 1) que desde que
triunfó en la elección presidencial, y antes de asumir como presidente, Alberto
Fernández afirmó varias veces que la prioridad de su próxima gestión iba a ser
la legalización del aborto. En ese momento, la jerarquía católica hizo una
sola afirmación en contra, pero muy suave y “sin pelearse”. Tan complaciente
fue la actitud episcopal en esos momentos, como lo demuestra un hecho más que
significativo: el presidente acudió a celebrar la Nochebuena en la parroquia
San Cayetano, de Buenos Aires, donde ofició la Misa el obispo “villero” y
auxiliar del Arzobispado de Buenos Aires, monseñor Gustavo Carrara, con foto de camaradería
incluida.
En segundo
lugar, a fines de enero de este año, el presidente argentino fue recibido
en visita oficial por Francisco, en un clima de generosa cordialidad. En esa
ocasión no sólo ambos ni siquiera hicieron alusión a la decisión abortista de
Alberto Fernández, sino que además monseñor Marcelo Sánchez Sorondo celebró una
escandalosa Misa en la cripta donde están depositados los restos de San Pedro,
dándole la Comunión, a pesar de su confesada “fe” abortista y su decisión de
impulsar la pena de muerte prenatal.
Como resultado de ello, quedó a la vista que el primer
magistrado argentino iba a avanzar decididamente con su proyecto, y que la
jerarquía eclesiástica, argentina y vaticana, iban a ofrecer una oposición suave,
reafirmando su postura provida y... nada más.
La pandemia del Covid-19 obligó a postergar los planes
gubernamentales, hasta ahora que ha sido llevado al Parlamento nacional, como
bien mencionás.
En este contexto, es que se dan a conocer estas
afirmaciones provida de Bergoglio-Francisco y contrarias al aborto, pero que
no son precisamente contudentes en forma pública, sino transmitidas a través de
cartas privadas.
En el primero de los casos,
en el libro-entrevista Soñemos juntos, editado por Austen Ivereigh. Son
formulaciones doctrinalmente justas y precisas, pero a los pocos días se da a
conocer la cooperación del pontífice con el Concejo para el Capitalismo
Inclusivo, como si fuera el capellán de ese emprendimiento de la gran
plutocracia internacional, con empresas y personajes que en su totalidad han
sido los responsables de la implementación del genocidio más grande que conoce
la historia humana, el de los niños por nacer. Es decir, Bergoglio compromete
su participación en un emprendimiento político-económico, asociado con los que
han implementado y llevado a cabo el genocidio que él mismo critica. Es decir: crítico en las palabras contra el
aborto, pero socio en los hechos con los promotores del aborto. ¿No es un poco
esquizofrénico?
En el segundo de los casos,
la respuesta de Bergoglio a las mujeres de barrios populares es con los dos
interrogantes bien planteados, pero el pedido de las mujeres había sido de solicitarle
ayuda para afrontar la ofensiva abortista en marcha.
En el tercero de los casos,
el padre José de Paola da a conocer lo que Bergoglio le escribió en forma
privada: dice lo que pontífice le dice, que no es lo mismo que lo exprese
él mismo en forma pública y oficial.
Lo mismo vale para el cuarto caso, la carta
a un grupo de exalumnos argentinos. Lo dice en forma privada, como en el caso
del padre de Paola.
Si su postura fuera contundente, lo que debería hacer, y
todavía está a tiempo, es escribir en forma pública y oficial, con membrete,
cartas al presidente argentino y a la vicepresidente Cristina Kirchner,
expresándole el rechazo total y absoluto, con el mismo método que utilizó con
las mujeres, con el padre Pepe y con sus exalumnos.
También podría -y debe hacerlo- pedir oraciones por la
Argentina para que enfrente con éxito la ofensiva genocida en marcha, tanto en
las Audiencias de los miércoles o en los Angelus dominicales. Si
en otros temas se compromete públicamente -medio ambiente, inmigrantes, la
desigualdad económica global-, ¿por qué no lo hace en este tema, que es más
importante que los mencionados?
Si a esto le sumas que al día de hoy el Episcopado
argentino no ha actuado ni actúa en forma mancomunada, sino que sus miembros
se limitan a hacer afirmaciones a título individual, entonces podés advertir
que la oposición a la legalización es soft, como parece dejar sentada su
postura clásica, pero sin ir a fondo contra la iniciativa.
Respecto a la relación con la señora Cristina Kirchner,
quizás sea cierto que nunca tuvo relación con ella después que dejó de ser
presidente, pero lo que no dice Bergoglio es que fue él quien gestó
personalmente en el 2014 el encuentro y vínculo de ella con el siniestro George
Soros, quien es el principal operador político y financiero de la actual
ofensiva abortista en estos últimos años en Argentina. Es de esa época que se
hizo famosa su exhortación a los argentinos que lo visitaban de “cuidar a
Cristina”.
Cuidar a Cristina Kirchner para que ahora sea la
impulsora principal y fundamental en el Senado argentino para la aprobación de
la ley genocida. Es a ella a quien tiene que escribirle oficial y públicamente
los conceptos expresados en forma privada. Si no lo hace, entonces estaremos
en presencia de un montaje para encubrir una complicidad de hecho, aunque
parezca -y sólo eso es hasta ahora- una oposición total. Hasta ahora, es una
oposición aparente, disimulada con fórmulas teóricas.
Hacer negocios con los dueños del Poder Mundial -los
Rothschild, los Rockefeller, la Fundación Ford, etc.- no es gratis. Te piden
la sangre de los que pueden poner en peligro su “reinado” mundialista, igual
que Herodes.
[1]
Para
mayor información sobre Francisco ver “Bergoglio,
la gran apostasía y la crisis conciliar”: https://gloria.tv/post/EBGAmbTEcwxd3oPNmLLk8LwL2 - Y los dos libros siguientes: https://saint-remi.fr/fr/35-livres?q=Filtre+Auteur-Miles+CHRISTI - https://www.amazon.com/Kindle-Store-Miles-Christi/s?rh=n%3A133140011%2Cp_27%3AMiles+Christi
[2] Population Growth and the American Future, Nueva York 1972, Capítulo 11.
Human Reproduction.
Falso Profeta, vicario del 666
ResponderBorrarNo se puede comparar a Bergoglio con Juan Pablo II. Francisco es cobarde, traidor y no tiene fe.
ResponderBorrarjaja
BorrarBlogger Alberto Ramón Althaus dijo...
BorrarAdulterar la fe y la religión tiene que ver con una acción de prostituirse que es por cuestiones económicas, la mala Mujer del Apocalipsis es la que adultera la religión y se sienta sobre la Bestia del terreno de la política, ahora, la creación de un Estado del Vaticano que es huesos sin posibilidad de cobrar impuestos ha hecho dependiente al mismo del dinero alemán en el Concilio Vaticano II, del dinero de la izquierda en estos años de pontificado que llevaron a la elección de Bergoglio y ello ha marcado el apoyo a gobiernos de izquierda y después de que Pell señaló que el Vaticano estaba quebrado cosa buscada por el mismo Vaticano se ha procedido a la reunión con los Guardianes del Planeta o los ricos del NOM el 10/12/20 el mismo día se aprueba la eutanasia en España y la media sanción del aborto en Argentina, el comportamiento de los obispos del mundo se debe a cuestiones económicas que prevalecen sobre la fe en Dios y la moral. Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo Rey
https://caminante-wanderer.blogspot.com/2020/12/sobre-el-cuento-de-navidad-de-natalia.html
Unknown5/1/21 16:45
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anímese a escuchar esto, en la configuración debe bajar la velocidad de reproducción a 0.75
un poco más abajo de lo normal....
Los legisladores ABORTEROS que votan Anatemas, son perjuros a la CONSTITUCION y sufriran las consecuencias repliquen MENSAJE
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