Respuesta a Roberto De Mattei “Diez preguntas a los ‘antivacunas’”, publicado por Adelante la Fe (aquí)
Por DARDO JUAN
CALDERÓN
Entiendo que la línea
editorial de Adelante la Fe no sea proclive a publicar disensos directos entre
sus colaboradores, pero en este caso Don Roberto De Mattei lanza diez preguntas
contra presuntos anti-vacunas (aunque adivino que las preguntas están dirigidas
contra un interlocutor concreto – Mons. Vigano - al que no se quiere nombrar y
que colabora con esa revista) pero he comprobado que no se aceptan respuestas
de ninguno, salvo, calculo, que estas sean bien imbéciles y lo hagan quedar
bien al articulista, que a esta altura se ha convertido en la voz oficial del
conocido blog.
Aun suponiendo las mejores intenciones no podemos
dejar de resaltar que el inquisidor tiende una trampa y esconde un sofisma,
muy parecidos a los que denuncia del
otro lado, pues así como acusa de usar la “autoridad” eclesial para rechazar la
vacuna, termina sugiriendo que estar contra la inoculación masiva y universal
de un brebaje secreto (al que se llama vacuna para aprovechar la credibilidad
que otorga el rótulo) promovida por la OMS y la “Big-Farma” -con la excusa de
una “pandemia” que es a todas luces inexistente de Covid 19 - nos convertiría
ipso facto en adherentes a no sé qué doctrinas y seguidores o fans de no sé qué
político. Que también nos deja del bando de los “anti vacunas” en general; que
nos convierte en desobedientes al Magisterio de la Iglesia, y que por último,
nos hace retrógrados de todo avance científico que implique el uso de células u
órganos de humanos fallecidos, más o menos fallecidos, más o menos vivos, o
vivitos y coleando. Aún peor, parece que debemos sin más declararnos
partidarios del “conspiracionismo” y obtener un billete de ingreso al loquero
más cercano. En suma, partíamos de la duda de si vacunarse es lícito y
terminamos asegurando que no vacunarse es pecado. ¡Por fin una coincidencia
entre De Mattei y Francisco!
Debo reconocer que en
mi caso estuvo muy cerca de dar en el clavo en casi todas las anomalías
denunciadas, salvo el hecho de que jamás he leído a Pamela y que considero que
los irlandeses sólo son buenos de policías o bomberos. Acepto que tratar de
comprender algo de lo que pasa en el mundo te hace pensar sino en una
conspiración, por lo menos en una conjura de necios, y todo te deja muy cerca
de la camisa de fuerza y el electroshock, destino que no veo muy lejano para
muchos con esta tiranía sanitaria.Tengo un joven cura en nuestro priorato y
colegio que me dice: “Esperaba que nos cerraran y que nos mandaran la policía…
¡pero nunca pensé que serían estos imbéciles!”
En fin, que el
cuestionario da la idea de que partiendo de un estricto planteo moral de “si es
lícito usar una vacuna que se fabrica con células (vivas, por supuesto) de un
feto abortado”, termina queriendo convencernos de inyectarnos este invento
secreto que será la panacea de la salud universal, salud que se ve gravemente
amenazada por una infecciosa que apenas excede los números de bajas de las
gripes de todos los años.
Pasemos entonces sin
más a contestar las preguntas una por una:
1.- ¿Es lícito que un
católico se vacune contra el Covid? Contesto: He leído a varios moralistas –
bien ortodoxos- que con salvedades en cuanto a la participación material o
formal en aquel aborto original, salvan la cuestión de la licitud. Pero debo
agregar que también es lícito que cuando el enemigo nos arrolla uno se tome el
piro, que salga pitando y hasta ensucie los calzones. Pues una cosa es la
licitud y otra la elegancia, y muy otra el honor. Que se puede sobrevivir como
chacales y perdiendo toda dignidad sin que esto contradiga la licitud de los
moralistas, tipos estos, bien chulos, que encuentran más fácil resolver la
ilicitud de levantar una pollera que la de no haber llenado jamás los
pantalones.
Que ni bien uno se entera que hicieron
vacunas con células vivas de un feto abortado, no queda otra que vomitar de
asco y convencerse una vez más que el Mandinga nos ha obligado a reverenciarlo
para “sobrevivir” como gusanos. Y que si
todo esto, de remedios y vacunas que “exigen” (probablemente sin ninguna
necesidad) de medios tan repugnantes para calmar nuestras dolencias de
burgueses, no sea una ilicitud en sí mismo, seguro que lo es el ser un chancho
burgués (en esto me confirma el magisterio de Bloy y de Baudelaire).
2.- ¿Acepta la enseñanza de la Iglesia sobre los
trasplantes? Pues hombre… ¡que no! Como no acepto casi ninguna de las
peregrinas y oportunistas opiniones mal fundadas de los Papas Conciliares,
inspiradas todas en el putrefacto Concilio Vaticano II. Y no sólo en cuestión
de trasplantes, sino que en nada de nada. Que lo de los trasplantes es otra
cochinada de burgueses y otra bajada de gregüescos de los hombres de Iglesia
que la tienen que hacer fácil para sus débiles y temblorosos fieles y hasta
para ellos mismos. Que salvo poquísimos casos de cadáveres verdaderos, todo
trasplante – aún de órganos pares – es una amputación ilícita según muchos
teólogos y moralistas de fuste, pero seguro que no oficialistas. El asunto de
tirarnos encima el “cuco” de desobedecer al MAGISTERIO para seguir la cueca que
nos baila la Big Farma es forzado.
3. ¿Aceptaría un
trasplante o una transfusión remotamente relacionados con un crimen? Acá
contesto como abogado. Equiparar trasplante y transfusión es inadmisible. El
planteo se hace desleal. Entiendo que un católico cabal no aceptaría casi
ningún (o ninguno) trasplante. Hay que saber morirse con lo de uno y no armar
rompecabezas para la resurrección de la carne. La transfusión, salvo que la
haga el Conde Drácula, es impensable desde el charco de una balacera, pero si
el órgano surge de un crimen– que muy remoto no puede ser- debería estar
estrictamente prohibido, tanto en lo moral como en lo jurídico. Utilizar para
trasplantes las partes de una persona humana víctima de un crimen sería
promover el crimen. Y no hablo de algo que no sucede, pues la casi totalidad de
los trasplantes surgen de un asesinato, con médicos y pacientes trasplantados
que cultivan una alegre, aséptica y oportuna ignorancia.
4.- ¿Rechaza el uso
de alimentos o medicamentos producidos o probados con células fetales, como la
insulina, las vacunas contra la rubeola y la hepatitis y muchos otros? Sí,
corno, re sí. Cualquier cosa que se haga con células de fetos asesinados es una
porquería que deberíamos rechazar si somos gente. ¿Qué cree Ud. que habría
dicho un San Pio X si le pedían permiso para hacer semejante cosa? No imagino a
un médico católico esperando bajo la camilla del abortero la entrega de un feto
tibio para salvar un diabético o a todos los diabéticos del mundo. Pero sin
saber un corno, creo que debe haber otras maneras de hacer todas esas cosas y
las hacen así para que “comulguemos” al Maldito (¡caigo de nuevo en la
conspiranoia!).
5.- ¿Por qué hoy
rechaza las afirmaciones, expresadas por el Magisterio, entre 2005 y 2020, pero
en esos años no expresó ninguna forma de disentir de ellas? Bueno… no es mi caso (va para el no
nombrado), ya que en mi caso y en el de muchos otros, nos hemos desgañitado
rechazando todo tipo de opiniones (que afirmaciones no hubo ninguna) del
supuesto magisterio. Que han sido tanto los dislates que se nos puede haber
pasado el de las vacunas (no estaba en Iota Unum). Con respecto al
innombrable…bien… pero nunca es tarde cuando la dicha es buena. Sin embargo,
tiende Ud. una nueva trampa y nuevo sofisma, pues hoy se rechaza algo que es
muy distinto de lo que había antes, siendo asuntos incomparables. Es más, hoy
se saben cosas que no se sabían hace sólo UN AÑO. Y además… pueden contestarle:
“cambio de criterio cuando se me pega la regalada gana”, pues son cuestiones
prácticas.
6.- ¿Cree que el mal
está en la propia vacunación o en la conspiración de la que la vacunación es
una expresión? Mire… creo que el mal está por todos lados, sobre todo desde
cuando se acalló el magisterio al que Ud. alude como si existiera. Creo que
todo lo que se hace sin Cristo es un desparramo, y ciertamente no veo a Cristo
ni en la OMS, ni en los laboratorios, ni en la vacuna, ni en la madre que los
ha parido a todos estos. ¿Qué si hay una conspiración? ¡Somos católicos!
Sabemos que sí, la del Cornudo. ¿Qué si veo al Cornudo en estas cosas? Siiiiii,
huele a azufre por todos los costados.
7. ¿Comparte las
teorías conspirativas según las cuales sería malo no sólo el medio, sino el
propio fin de la vacunación, que sería el exterminio de la humanidad? Nadie
comparte una teoría tan estúpida (salvo los marcianos). Pero siempre que
alguien malo hace algo, desconfío, y pienso que el mal árbol da malos frutos.
Por supuesto que no quieren terminar con la humanidad. No son suicidas. Pero
quieren preparar un mundo para una utopía mesiánica anticristiana y bien les
jode todo resto de Cristianismo que quede en el mundo. El plan maltusiano no es
un invento conspirativo de nadie, se
expresa a todas voces desde hace dos siglos en públicas cátedras. ¿Qué este
asunto de pandemia y vacuna huele a algo así?
Le traigo una cita de Bernanos del año 1937 (Los grandes cementerios
bajo la luna) “…la guerra que se aproxima será la eclosión de la anarquía
generalizada. Puesto que se trata de despoblar un continente que cuenta con
demasiados brazos y manos en relación con los adelantos de su maquinaria, no
habrá por qué usar medios tan costosos como la artillería. Bastará con que unos
pocos espías, abastecidos por los laboratorios y haciéndose pasar por turistas,
diseminen de pueblo en pueblo la peste bubónica, generalicen el cáncer y
envenenen las fuentes de agua, para matar al cincuenta por ciento de la
población… veremos a los gobiernos, la mano en el pecho, afirmar su voluntad de
paz y jurar por sus grandes dioses que son inocentes de este curioso
desencadenamiento de las epidemias”.
8. ¿Comparte las
teorías ecológicas y new age de Robert F Kennedy? Si no, ¿no sería importante
distanciarse públicamente de él y de su movimiento anti vacunas? Sin duda a
esta pregunta le falta un nombre, ya que la mayoría de los que desconfiamos de
la vacuna y toda la parafernalia que la rodea nos importa un bledo el
mencionado Roberto (el Kennedy) y no necesitamos distanciarnos de lo que no nos
hemos acercado. Sospechamos que la pregunta usa un recurso publicitario
asociativo, quiere que el lector ingenuo e inadvertido asocie
“anti-vacunaCovid”, con: newage, ecología, popó de perro, Kennedy y Marilyn
Monroe (eso último fue una traición de mi subconsciente. Era muy linda.).
9. ¿Cree que la
conciencia de un laico individual, sacerdote u obispo, puede oponerse al
Magisterio ordinario de la Iglesia, sin basarse en otra enseñanza de la Iglesia
expresada con continuidad y claridad, de manera directa, sobre el mismo punto?
Nos pusimos teológicos. No creo que nadie deba oponerse al Magisterio Ordinario
de la Iglesia, ni con una novedad ni con una supuesta tradición (y va para los
dos). Pues si así se hiciera, esa tal “conciencia” que se opone al Magisterio
Ordinario actual (fuente próxima de la Fe), ya sea novando o interpretando lo
anterior a su gusto y piacere, se erigiría a sí mismo en Magisterio, cosa que Don Roberto ya ejerce
casi en forma profesional. Es decir, que creo que nadie, ni laico, ni
sacerdote, ni obispo, pueden oponerse al Magisterio actual con la excusa de que
él encuentra contradicción con un magisterio anterior, es decir, con la medida
de su propia inteligencia de la Verdad. Pues ¿quién corno es él para decir qué
es lo que dice el Magisterio, actual o anterior? No somos los jueces del
magisterio bajo ninguna forma. Lo que sí podemos distinguir es la diferencia de
cuando estas autoridades nos expresan claramente que en un caso están opinando
sin obligar, y en otro están “enseñando”
con afirmación de certeza y compromiso de su autoridad. Cosa esta última que
constituye el magisterio,pero que está en desuso desde el Concilio Vaticano II
y algunos años antes. Desde que los Papas son liberales y no emiten juicios de
certeza sino opiniones. Con las cuales todos podemos estar o no de acuerdo, que
podemos disentir. El hombre maduro de la modernidad no merecía más lecciones,
sino diálogo. Y no es de Magisterio
hacer la zoncera de vacunarse sin saber bien (ni mal) qué cornos es todo esto
(pero cada vez con más datos repugnantes), ni es contra ni a favor del
Magisterio el no vacunarse.
10.- Si un Obispo o
un Sacerdote se encarga de imponer una obligación moral no prevista por la
Iglesia ¿No corre el riesgo de crear una “neo-iglesia”? No. Esto sucedería si lo que se impone es una
nueva doctrina, como están haciendo muchos (la del “Sensus Fidei Popular” en De
Mattei, por ejemplo). Pero los sacerdotes y los obispos de todos los tiempos y
según los lugares y circunstancias han impuesto conductas morales apropiadas
para su tiempo y lugar, o para unas determinadas personas. La moral es una
ciencia práctica. Y pueden estar equivocados en el juicio práctico sin ser
cismáticos ni herejes, sólo imprudentes llegado el caso. No es bueno andar
meneando cismas y herejías para arrimar o alejar adeptos si uno no es el Santo
Padre. Es preferible un buen insulto (hace unas semanas un curita del Opus que
extrañaba en sus reuniones unas mujeres que se acercaron a la Capilla Lefe –
¡porque no había otras Misas! - daba una
conferencia sobre “El cisma lefevriano”, sin reparar que con esto de la “opción
por los pobres” estaban corriendo ellos - con Francisco - mayor peligro de
cisma que nosotros; ¡vueltas de la vida!).
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Lo más llamativo de toda esta cuestión de
la “vacuna”, lo que la hace más sospechosa, es que bajo pretexto de una
urgencia, de un peligro mil veces exagerado, de un terror artificialmente
instalado y de una publicidad que a la vez que atemoriza, exalta la filantropía
del negocio farmacéutico y médico que sabemos cada vez más infame y usurario;
lo más llamativo, decimos, es que comprar y aplicarse el remedio exige un “acto
de fe”. Debemos firmar que no queremos saber su fórmula, que renunciamos a todo
reclamo y que lo hacemos por la confianza que estas instituciones científicas y
comerciales merecen y por las cuales se derriban de un plumazo todos los
procesos de revisión y vigilancia que estaban instalados con instituciones
centenarias. Que es un acto de fe en los “hombres de la ciencia médica”, en su
“autoridad”.
Y este es el gran
cambio, porque este tipo de conducta fue burlada y criticada como el
oscurantismo medieval de la Iglesia Católica que nos exigía actos de fe
acríticos e “irracionales”, de pura confianza en sus autoridades y por la fe
que estas autoridades despertaban con su santidad. Una vez rota la capacidad de
fe en la Iglesia, y puesto el hombre moderno en la orfandad de verdad
alguna, se reinstala una nueva “fe” y
una nueva “autoridad”. La de los hombres de la ciencia médica. Acto de fe
justificado en la urgencia de una salvación amenazada por ¿el pecado y la
perdición?, no, por un virus y la muerte. Y es quizá esta nueva actitud todo lo
que se quería lograr (toda la conspiración) a fin de reponer para el orden
social y político un elemento imprescindible (tan necesario a Lenin como a San
Luis): la obediencia en la autoridad.
Porque no debemos
olvidar que el proceso de la ruptura religiosa, demolición de los principios
cristianos, o modernamente llamado deconstructivismo, no se propone como un fin, sino un medio para
la instalación de un Nuevo Orden. Nuevo Orden que aún sin cuajar y siendo en
verdad la “anarquía generalizada”, encontrará en el cristiano a un anarquista,
un incrédulo, un bandido, un indiferente y un insociable.
¿Ha llegado la hora
de aceptar ser ese personaje y encarnarlo con cierto coraje y mucho desdén? La
respuesta a esta pregunta es la verdadera trama que enfrenta a los
contendientes de esta discusión, y no se nos oculta que la toma de partidos se
hará desde dos visiones proféticas y místicas que comienzan a instalarse como
una divisoria de aguas entre los cristianos que aún conservan la fe. La del
comienzo de una Parusía y la del intermezzo de un milenarismo. La de un
pesimismo contra un optimismo histórico. Y esta diferencia se nos va a
notar… y nos va a distanciar
dramáticamente, con encono. Provocando
en unos la acusación de colaboracionistas y en los otros de abismados
suicidas. Reserven sus balcones.
Fuente: Revista
Verdad
La vacunación no evita el contagio.
ResponderBorrarhttps://www1.hospitalitaliano.org.ar/#!/home/home/noticia/122762
Las preguntas de De Mattei tienen bastente mala leche y poca honestidad intelectual creo yo.
ResponderBorrarLo cierto es que la vacuna la van imponiendo como obligatoria en los hechos, p. ej. hoy leí que para cursar en una universidad de EEUU de las de renombre, te exigen tener la vacuna. Para viajar, pronto van a pedir el pasaporte sanitario. Acá en argentina, en los hechos si eres personal de salud te lo exigen. Parece como que están viendo hasta donde se puede disciplinar una sociedad con el tema sanitario, supongo que para sus modelos de gobernanza mundial les viene bien
Gracias Dardo,
ResponderBorrar¿Ha llegado la hora....?...La respuesta a esta pregunta es la verdadera trama..."
Si fuera posible que "suicidas y colaboracionistas" se mantengan firmes en la Fé, no sé quienes estarán en los "balconess". Yo quisiera estar en la arena, y "suicidándome!"
y leí por ahí que "el movimiento al final se acelera"...ya veremos.
https://culturewars.com/news/motus-in-fine-velocior
Saludos
BLAS
Gracias Dardo,
ResponderBorrar¿Ha llegado la hora....?...La respuesta a esta pregunta es la verdadera trama..."
Si fuera posible que "suicidas y colaboracionistas" se mantengan firmes en la Fé, no sé quienes estarán en los "balconess". Yo quisiera estar en la arena, y "suicidándome!"
y leí por ahí que "el movimiento al final se acelera"...ya veremos.
https://culturewars.com/news/motus-in-fine-velocior
Saludos
BLAS
Excelente respuesta a de Mattei!
ResponderBorrarEstaba esperando que alguien más inteligente que yo le contestara. Me alegro que haya sido el Cocodrilo.
Además sirve para mostrar que no todos en la FSSPX están de acuerdo con la aplicación de las "vacunas". Que bastante bodrio hicieron algunos internos explicando la moralidad de su uso (artículo con el que, aún considerando válidos los argumentos, ni siquiera puedo estar de acuerdo, por el escándalo que produce en los débiles el uso de vacunas con células derivadas de sacrificios humanos)
https://fsspx.news/es/news-events/news/consideraciones-pr%C3%A1cticas-sobre-la-vacuna-contra-el-covid-19-68809
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