Miles
Christi -
15/09/2021
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“La
normalidad solo volverá cuando hayamos vacunado a toda la población mundial”
Índice
1. Prólogo - p. 2
2. Un año de Tiranía Sanitaria Mundial - p. 5
3. La triple mentira plandémica - p. 8
4. Seis meses de Tiranía Sanitaria Mundial - p.13
5. La cuenta regresiva - p. 19
6. “El gobierno te cuida” - p. 22
7. Dictadura Sanitaria Mundial y Mentira Universal -
p. 24
8. Covid-1984: Mirar la realidad de frente - p. 27
9. Bill Gates: “Prepárense para la siguiente pandemia
como si fuera una guerra” - p. 30
10. Digamos NO a la tiranía sanitaria mundial - p. 32
11. Totalitarismo Sanitario Brutal - p. 35
12. El totalitarismo sanitario es absoluto - p. 37
13. ¿Es pecado recibir la “vacuna” experimental? - p.
39
14. ¿Contagian los “vacunados” contra el “covid”? - p.
41
15. A veinte años del 11/S - p. 44
16. Carta a un vacunado - p. 50
Publicado en:
https://gloria.tv/post/QqRKaWQieBiz31hxR2vGva7nR
Prólogo
“Inyectamos
organismos genéticamente modificados en los brazos de niños pequeños, se los
metemos directamente en las venas”
Este opúsculo es una recopilación de artículos
publicados durante el último año acerca de la “crisis sanitaria global” que
padecemos desde marzo del año pasado y su objetivo es el de contribuir a la
comprensión de sus causas de fondo, de sus graves consecuencias y de la
finalidad perseguida por la élite globalista eugenésica que la ha
provocado.
El
carácter completamente aberrante de la situación actual requiere el empleo de
un lenguaje claro y directo, llamando a las cosas por su nombre y dejando de
lado eufemismos y precauciones oratorias: nos hallamos ante un atentado
terrorista caracterizado y ante un crimen contra la humanidad sin precedentes,
situación que podría resumirse, de manera esquemática y sin pretender ser
exhaustivos, en los siguientes puntos:
1. Plandemia concebida y
ejecutada por Bill Gates[4],
Klaus Schwab y su Foro Económico Mundial[5],
y la OMS -cf. la simulación de pandemia organizada por Gates y Schwab el
18/10/2019, el “Event 201”[6]-.
2.
Confinamiento eterno de desgaste psicológico y de destrucción de la economía y,
por ende, de la autonomía financiera de la gente.
3.
Estado de incertidumbre y de estrés permanente que desestabiliza emocionalmente
y debilita el sistema inmunitario.
4.
Enmascaramiento deshumanizante, con graves consecuencias para la salud física y
psíquica a mediano y largo plazo, en particular, para los niños y adolescentes.
De un sadismo extremo, la mascarilla constituye una humillación continua,
actuando como herramienta simbólica destructora de la personalidad y de la
identidad, y como disolvente del vínculo social.
5.
Distanciamiento y aislamiento, muy perturbadores emocional y psicológicamente.
6.
Vida “virtual” alienante mental, afectiva y socialmente.
7.
Control mental de la gente mediante la incesante propaganda mediática del
temor.
8. “Gran Reinicio”[7]:
colosal maniobra de ingeniería social, política y económica, desestructurante
en grado sumo de la vida humana tal cual la conocíamos. Su meta es la de hacer
“tabla rasa” del pasado, suprimiendo brutalmente todo punto de estabilidad, de
referencia y de apoyo psicológico, histórico, social, religioso, familiar y
económico, para que los individuos atomizados y desarraigados sean marionetas
del poder estatal mediante la digitalización de todas las facetas de la
existencia humana.
9. Promoción de una
“vacuna” tóxica[8]
como panacea contra un problema inexistente -creado artificialmente- que pone
de manifiesto el carácter satánico del proceso plandémico.
10. Reducción drástica de
la población mundial[9]
a resultas de la inoculación de dicho brebaje infernal (esterilización, abortos
espontáneos, debilitamiento del sistema inmunitario, gravísimos efectos
secundarios de todo tipo, tal vez transmisibles a la descendencia, por probable
alteración definitiva del ADN, etc.)
11.
Vacunación universal como herramienta de extorsión emocional para poder
“desconfinar” y recobrar así una libertad ilusoria.
12.
Pasaporte sanitario digital obligatorio y discriminatorio, posibilitando el
control absoluto del Estado sobre cada acción y cada decisión vital de los
ciudadanos sumisos a la “Matrix”.
13.
“Nueva Normalidad” solo accesible para los vacunados, debidamente transformados
en autómatas masificados e infantilizados, devenidos en auténticos zombis
espirituales, sumidos en un penoso estado de completa dependencia de los
designios inhumanos de un Estado totalitario y cada vez más ostensiblemente
anticrístico…
14.
Por último, en relación con el odioso aspecto extorsivo que reviste la
inoculación de la “vacuna”, recomiendo mirar el siguiente video: “Bill Gates: La normalidad solo volverá
cuando hayamos vacunado a toda la población mundial”: https://gloria.tv/post/LKFbpfnE8Pvs4bEUa1vNWBXov
Este
incalificable acto de chantaje emocional -de nítido sesgo megalómano y
psicopático- debería bastar a cualquier persona dotada de un mínimo de sentido
común y de prudencia para abrir los ojos y comprender que estamos ante una
manipulación inaudita y un engaño colosal, de corte claramente diabólico. Si
bien los indicios convergentes que lo indican son numerosísimos, insisto en que
ESTE SOLO HECHO -sin necesidad de ningún argumento adicional- debería ser MÁS
QUE SUFICIENTE para comprender que nos están engañando descaradamente.
Recapitulemos: 1.
Gates dijo que quiere reducir la población mundial con sus vacunas. 2. Gates organizó una simulación de
pandemia de coronavirus en octubre de 2019. 3. El “nuevo coronavirus” oficialmente apareció en diciembre. 4. Gates financia a la OMS, es fundador
y financiador de GAVI, y es accionista en la industria farmacéutica: lo que se
llama un “conflicto de intereses”. 5.
La OMS declaró la pandemia en marzo de 2020. 6. Gates afirmó en abril del mismo año que no habrá retorno a la
“normalidad” hasta que no se haya vacunado a “toda la población mundial”
(¿WHAT?). 7. Me parece que los
hechos hablan por sí mismos y que no se requieren muchas luces para sacar las
conclusiones del caso…
Un
año de Tiranía Sanitaria Mundial - 11/03/2021
Hoy
se cumple un año desde que la organización criminal OMS,
dirigida por el ex terrorista y comunista etíope pro PC chino Tedros Adhanom y
financiada por el “vacunador universal” Bill Gates, declaró la falsa pandemia
de covid,
en lo que constituye el mayor engaño y el mayor crimen de la historia de la
humanidad,
confinando a toda la población mundial,
privándola de trabajo, de libertad de movimiento, de atención médica, de
contacto social y de acceso al culto religioso, entre muchísimas otras medidas tan
arbitrarias como perversas.
El
número de fallecidos a causa de estas medidas “sanitarias” tiránicas y
demenciales -debido a tratamientos médicos suspendidos, suicidios, depresión,
efectos secundarios adversos de la “vacuna” experimental,
etc.- es incalculable. Y esto es solo el comienzo de lo que apunta a
convertirse en el genocidio
más grave de la historia.
En
efecto, cuando el sistema inmunitario de la gente esté completamente
desquiciado por los efectos deletéreos de la “vacuna” genética, será incapaz de
protegernos de los próximos ataques bioterroristas realizados por los
“filántropos” para llevar adelante su plan de reducir drásticamente la
población mundial e implementar un control digital absoluto
-médico, administrativo y financiero- que convertirá a los sobrevivientes en
esclavos del totalitarismo sanitario mundial impuesto por Bill Gates y sus
secuaces.
Me
parece importante presentar, a modo de puesta en perspectiva de los hechos, una
breve cronología de esta situación sin precedentes en los anales de la
historia, verdadero crimen contra la humanidad y auténtico golpe de Estado
mundial, efectuado por la élite mundialista eugenésica -promotora del aborto y
la eutanasia- que, con un cinismo a toda prueba, finge mirar por nuestro
bienestar e hipócritamente asegura velar por nuestra salud:
1.
El 7/8/2019 falleció el premio nobel de química Kary Mullis,
inventor de la prueba PCR, hombre independiente, de gran personalidad,
incontrolable por el sistema e insobornable, quien jamás hubiese consentido
que su invento fuera utilizado para fabricar falsos positivos en serie, lo que
constituye la piedra angular de la gigantesca patraña pandémica.
Deceso ciertamente muy oportuno para la oligarquía mundialista, a tan solo cuatro
meses de la aparición oficial del virus en China.
2.
El 18 de octubre de 2019 se realizó una simulación de pandemia de coronavirus
en Nueva York, denominada “Event201”,
organizada por la Fundación Bill y Melinda Gates, el Foro Económico Mundial y
la Universidad Johns Hopkins.
3.
Muy llamativamente, el mismo día se iniciaban los Juegos Mundiales Militares
en… ¡Wuhan, China! -realizados del 18 al 27 de octubre-
con la participación de diez mil atletas provenientes de 110 países.
4.
El 7 de enero de
2020 científicos chinos afirmaron haber aislado el virus y realizado la
secuenciación del genoma,
algo que es objetado por muchos científicos que no comparten la narrativa
oficial de la OMS -Médicos por la Verdad, Biólogos por la Verdad, JARC, etc.-
5.
Esta secuenciación fue remitida a la OMS el 12 de enero,
permitiendo a los laboratorios de diferentes países producir diagnósticos
específicos mediante pruebas de PCR. Recordemos que apenas cinco meses antes
había fallecido Kary Mullis, el inventor de esta prueba, quien nunca hubiese
aceptado que su invento fuese destinado a “detectar contagiados”, pues esa no
era su finalidad, y muchísimo menos que, en base a los resultados así
obtenidos, se decidiera “confinar el planeta”, devastando la economía, la salud
y la vida social de la gente.
6.
El 11 de marzo la OMS declaró el estado de “pandemia”. La
inmensa mayoría de los Estados, supuestamente soberanos, pero, en realidad,
serviles lacayos de los poderes sinárquicos disolventes de las naciones,
aplicaron las medidas draconianas preconizadas por Bill Gates y la OMS. En
Argentina, el impresentable binomio Fernández lo hizo el 20 de marzo.
7.
Tres semanas después, el 2 de abril, Bill Gates declaró, en una entrevista dada
al Financial Times: “La normalidad
solo volverá cuando hayamos vacunado a toda la población mundial”,
en un acto de megalomanía omnipotente, auténtica amenaza psicopática dirigida
al mundo entero, incalificable ejercicio de chantaje emocional de una violencia
inaudita y desembozada.
8.
Cuatro meses después del inicio de la “pandemia”, el 9 de julio, Klaus Schwab, fundador
y presidente del Foro Económico Mundial,
publicó un libro
llamado The Great Reset -el gran reinicio-, en el que afirma
que no habrá “nunca” un regreso a la normalidad, que la “crisis de coronavirus”
presenta dimensiones “bíblicas” y que los cambios que vendrán serán tan
“radicales” que podríamos estar ante el inicio de una nueva “era”: habría un BC
(“Before Coronavirus”, opuesto a “Before Christ” -antes de Cristo-) y un AC
(“After Coronavirus”, opuesto a “After Christ” -después de Cristo-).
Continúa
explicándonos el autor que los cambios se sucederán de manera vertiginosa e imprevisible
y que de ellos resultará “una nueva normalidad, radicalmente diferente de
aquella que progresivamente iremos dejando atrás”. Todo esto se halla en la
introducción, en la página ocho de la versión digitalizada. Entre
la realización del Event201 y la
publicación del libro The Great Reset
transcurrieron nueve meses: podemos decir que, desde entonces, las cartas
estaban echadas: la “gestación” del Nuevo Orden Mundial había concluido, la
“nueva normalidad”
había sido alumbrada, el Gran Reinicio se ponía en marcha y la “nueva era” de
la humanidad -la que conduce ineluctablemente al gobierno universal del
Anticristo, había comenzado...
La
triple mentira plandémica - 04/06/2021
En un documento
publicado por el principal organismo de salud de los Estados Unidos, el CDC,
el primero de diciembre de 2020, en su sexta versión, intitulado “CDC
2019-Novel Coronavirus (2019-nCoV). Real-Time RT-PCR Diagnostic Panel”, pueden
leerse unas declaraciones sorprendentes referidas al aislamiento del virus que
supuestamente causa la actual “pandemia” y al uso de la prueba PCR para
verificar su presencia en el organismo:
En el apartado “Limitations”, en la
página 40, se dice lo siguiente: “La
detección de ARN viral no puede demostrar la presencia de un virus infeccioso o
que el SARS-CoV-2 es el agente causante de los síntomas clínicos”.
En otras palabras: no se puede probar que las personas que se enferman y son
hospitalizadas -y que muy ocasionalmente fallecen-, hayan enfermado por un
nuevo coronavirus llamado SARS-CoV-2. Lo dicho exime de todo comentario, como
no sea el de recordar el viejo axioma jurídico “a confesión de parte, relevo de
pruebas”. Son ellos mismos quienes reconocen que el uso de la prueba PCR no es
específica para diagnosticar una infección por “covid”.
Luego, en la página 42, bajo el título “Performance
Characteristics”, segundo párrafo, renglones 2 a 5, leemos: “Dado que actualmente no hay disponibles
aislaciones cuantificadas del virus de Covid-19, los test diseñados para la
detección del ARN de Covid-19 se probaron con cepas caracterizadas de ARN de
longitud completa transcrita in vitro...”
Lo que se nos está diciendo, ni más ni
menos, es que no hay un virus aislado disponible, que los organismos oficiales
de sanidad no disponen de una muestra debidamente aislada del virus. Es decir, el
CDC reconoce que el virus no ha sido ni aislado ni identificado. Eso significa
que su existencia no está probada. Parece surrealista, pero de eso precisamente
se trata.
Adicionalmente, notemos que esta
información se da en relación con un test PCR supuestamente concebido para
detectar justamente ese virus que no ha sido aislado. Repito: se trata de un
test cuya finalidad es la de identificar material ARN de un virus cuya existencia
no se ha demostrado. En base a ese test, el CDC y todos los organismos de salud
pública del mundo, en conformidad con las directivas de la OMS, están
efectuando el cómputo de los casos y de los fallecimientos supuestamente causados
por el “Covid-19”.
Y es fundándose en los resultados de
dicho test que los gobiernos han decretado el confinamiento masivo de la
población y han provocado la destrucción de las economías nacionales, utilizando
esas estadísticas arbitrarias como justificación de estas medidas devastadoras
para la sociedad, sin precedentes en la historia. Insisto: es necesario
comprender que el CDC hace esta “confesión de parte” en un documento en el cual
está explicando el modo de realizar la prueba PCR, es decir, el test para
detectar un virus cuya existencia no está demostrada.
Esto es algo absolutamente demencial. Es
como si la NASA
publicara una guía para la navegación de una flotilla de naves espaciales rumbo
a un planeta cuya existencia no ha sido establecida y se forzase a la gente a
embarcar bajo el pretexto de neutralizar el supuesto peligro que representaría
el “calentamiento global” de la tierra.
El ejemplo podría parecer tirado de los
pelos, pero, lamentablemente, ese no es el caso. Lo que las autoridades sanitarias
nos están diciendo es, a grandes rasgos, lo siguiente: “este es el test con el
que identificaremos el supuesto número de infectados por un virus cuya
existencia no ha sido probada y en base al cual los gobiernos exigirán confinamiento,
distanciamiento, enmascaramiento y vacunación para cada ser humano del planeta,
a los efectos de combatir una supuesta pandemia causada por este peligroso
virus.”
Añadamos acá que, incluso en el
hipotético caso de que el virus hubiese sido aislado y su existencia demostrada
científicamente, el uso de la prueba PCR seguiría siendo ilegítimo y engañoso,
puesto que su inventor, Kary Mullis, premio Nobel de química en 1993 por su
creación, dejó muy en claro, en rueda de prensa pública, que su técnica de
reacción en cadena de la polimerasa no era un test de diagnóstico médico, que
no había sido concebido para detectar enfermedades infecciosas y que no debía
ser utilizado con dicho fin.
No está de más recordar que Mullis
falleció muy oportunamente pocos meses antes de que se decretara el
“confinamiento universal” basado en el uso fraudulento de su invento, a lo que
él se habría opuesto de manera categórica, dado que era un hombre dotado de una
gran personalidad e independencia de juicio, un científico independiente y sin
conflictos de interés con la industria farmacéutica ni con organismos
gubernamentales, a diferencia del virólogo alemán Christian Drosten, cuya
adaptación del PCR de Mullis al “SARS-CoV-2”, concebida como “test de
diagnóstico médico”, fue inmediatamente aprobada por la OMS e impuesta
mundialmente.
¿Por qué no dispone el CDC de
“aislaciones cuantificadas” del virus? Sencillamente porque no consiguen
aislarlo: es evidente que, si pudieran, lo harían. Y no se alegue que afirmar
esto tendría ribetes “conspiracionistas” y que se trataría de elucubraciones
pergeñadas por mentes acaloradas. La realidad es muy distinta. El problema no
es de quienes cuestionan la coherencia del discurso oficial. Son sus autores
quienes tienen un problema mayúsculo para poder justificar las medidas adoptadas
con vistas a resolver esta supuesta “pandemia”.
Pero resulta que nos están imponiendo
de manera científicamente infundada y éticamente aberrante su propio problema,
en forma de una narrativa dogmática sobre una “pandemia” provocada por un
hipotético virus, con todas las consecuencias dramáticas que se siguen de ello.
Decir que esta actitud es deshonesta e inaceptable es quedarse corto. El CDC
está cometiendo un crimen incalificable. Esto, en lo que concierne a los USA.
Pero exactamente lo mismo sucede en los demás países, con sus respectivos
organismos sanitarios.
Y, por encima de todos ellos, se
encuentra la organización criminal madre, la OMS,
generosamente financiada por el magnate “filantrópico” Bill Gates -el mismo que
quiere reducir la población mundial con sus vacunas-,
quien decretó en abril de 2020, tres semanas después de la declaración de
pandemia por la OMS, que hasta que toda la población mundial no haya recibido
su vacuna, no habrá retorno a la “normalidad”, en una acto de extorsión
emocional intolerable, propio de un psicópata megalómano. Y, muy probablemente
también, de un endemoniado.
Me pregunto: ¿Cuándo despertaremos de
nuestro letargo? ¿Hasta cuándo durarán la pasividad y la indiferencia
generalizadas? ¿En qué momento tomaremos conciencia de la gravedad de la situación,
nos decidiremos a alzar la voz y a rehusar enérgicamente someternos a este
insólito atropello a la razón? ¿Cómo es posible que la gente no se percate de
que se está instaurando impunemente y con su consentimiento tácito una
auténtica tiranía sanitaria mundial?
En definitiva, podemos aseverar, sin el
menor asomo de duda, que el confinamiento global indefinido que padecemos -cuyo
propósito real es el de forzar a la humanidad a dejarse inyectar la “vacuna”
experimental de Bill Gates como condición sine
qua non para “volver a la normalidad”-, se apoya en tres mentiras
caracterizadas:
I. La supuesta existencia de un nuevo coronavirus
que no está demostrada científicamente.
II. La supuesta existencia de una pandemia
producida por la transmisión de ese nuevo coronavirus, cuando no solo las
pruebas de su existencia brillan por su ausencia, sino que, además, las cifras
de letalidad oficiales -infladas de manera fraudulenta por el uso de un test
PCR inespecífico- son bajísimas, y de ninguna manera justifican la declaración
del estado de emergencia sanitaria.
III. La difusión de cifras de “contagiados”
y de “muertos” falsas (uso fraudulento de la prueba PCR + registro igualmente
fraudulento de casi cualquier deceso consignado como “muerte por covid” +
prohibición de realizar autopsias), a los efectos de generar pánico en la
población y de justificar así el confinamiento generalizado.
En este triple engaño se basan las
medidas tiránicas, arbitrarias y devastadoras que se han impuesto a la
humanidad desde hace más de un año, incluida la inoculación cuasi obligatoria
de una “vacuna” genética experimental fabricada en tiempo record, habiéndose
omitido las pruebas en animales, desconociéndose sus componentes,
habiéndose acordado la exención jurídica para los laboratorios en caso de
efectos adversos e ignorándose cuáles serán los mismos en el mediano y el largo
plazo.
Porque, en lo que al corto plazo se
refiere,
cualquier observador atento no puede ignorar que los efectos secundarios son
numerosísimos y que revisten una gravedad inaudita...
Seis
meses de Tiranía Sanitaria Mundial - 19/09/2020
“La
historia nos enseña que la humanidad solo evoluciona significativamente cuando está realmente asustada.
(…) Una gran pandemia aumentará entonces, mejor que cualquier discurso
humanitario o ecológico, la conciencia de la necesidad de altruismo (…) Y, aun
si esta crisis -de 2009- no resultara muy grave, no debemos olvidarnos, al
igual que con la crisis económica -de 2008-, de aprender la lección, para que,
antes de la próxima, que es inevitable,
preparemos mecanismos de prevención y de control, y procesos logísticos para
una distribución equitativa de medicamentos y vacunas. Para eso, tendremos que
instaurar un poder policial mundial, un
almacenamiento global y, por ende, una fiscalidad global. De este modo,
llegaremos a sentar las bases de un verdadero gobierno mundial,
mucho más rápido de lo que lo hubiesen permitido motivos exclusivamente
económicos.” Jacques
Attali, 03/05/2009
Jacques Attali es un prestigioso e
influyente intelectual francés de origen judío, socialista, asesor político y
financiero al más alto nivel del Estado, cuya participación en la vida política
francesa y europea de los últimos cuarenta años ha sido muy importante. Es uno
de los principales “gurús” del mundialismo, un promotor entusiasta de la
inmigración masiva del tercer mundo hacia los países desarrollados y adversario
acérrimo de las fronteras “cerradas”, de los “repliegues identitarios” y de la
permanencia de las soberanías nacionales. Es un autor prolífico y un referente
ineludible de la prensa francesa y europea cuando se trata de cuestiones
económicas, financieras y políticas de actualidad.
En 2009, con motivo de la
“pandemia” de gripe A (H1N1), explicó con meridiana claridad el papel que estas
“crisis pandémicas” desempeñan en el establecimiento progresivo de un gobierno
a escala planetaria, cuya finalidad sería la de administrar eficazmente los
recursos globales de la humanidad, tanto a nivel económico como sanitario, para
lo cual: “tendremos que instaurar un poder policial mundial, un
almacenamiento global y, por tanto, una fiscalidad global”. Son sus
textuales palabras. Y él mismo nos explica que el principal motor para acelerar
el proceso de unificación política y económica mundial es el miedo: “la
historia nos enseña que la humanidad solo evoluciona significativamente cuando
está realmente asustada”. Para la élite iluminista el miedo es la
herramienta fundamental con vistas a la implementación de un gobierno mundial
unificado. Y las “pandemias”, uno de sus principales disparadores, junto con
las guerras y las crisis financieras globales.
Jacques Attali publicó en
2011 un libro intitulado: ¿Quién gobernará el mundo mañana?, en el que
preconiza la unificación de la humanidad bajo la dirección de un gobierno
planetario, garante de la paz universal, única solución para protegerla del
caos generalizado que la amenaza. Transcribo seguidamente la breve presentación
del libro, que puede leerse en la página internet de Amazon:
“Mañana, ¿quién gobernará el mundo? ¿EE.UU? ¿China?
¿India? ¿Europa? ¿El G20? ¿La ONU? ¿Las multinacionales? ¿Las mafias? ¿Qué
país, qué coalición, qué institución internacional tendrá los medios
para controlar las amenazas ecológicas, nucleares, económicas, financieras,
sociales, políticas y militares que se ciernen sobre el mundo? ¿Quién podrá valorar el formidable potencial de
todas las culturas? ¿Deberíamos dejar el poder sobre el mundo a las religiones?
¿A los imperios? ¿A los mercados? ¿O debería devolverse a las naciones,
cerrando las fronteras? Algún día la humanidad comprenderá que tiene mucho que
ganar si se une a un gobierno democrático del mundo, yendo más allá de los
intereses de las naciones más poderosas, protegiendo la identidad de cada
civilización y gestionando los intereses de la humanidad de la mejor manera
posible. Un gobierno así existirá algún día. Después de un desastre, o en su
lugar. Es urgente atreverse a pensarlo, por el bien del mundo.”
¿Qué más hace falta saber
para comprender que la casta de iluminados que dirigen, en buena medida, los
acontecimientos mundiales, no se detendrán ante ningún obstáculo, hasta que
hayan logrado instaurar su tan anhelado gobierno mundial? Habría que ser muy
ingenuo para suponer que semejantes genocidas -todos activos promotores de la
eutanasia y del aborto, que despedaza a cincuenta millones de niños cada año- serían incapaces de
servirse de medios inmorales para alcanzar su objetivo, como podrían serlo un
atentado de falsa bandera, el desencadenamiento de
una crisis financiera, de un conflicto bélico o de una “pandemia”…
¿Cómo es posible que la
gente crea a pies juntillas la narrativa oficial acerca de lo que está
ocurriendo? Hay que rendirse ante la evidencia: el grado de lavado cerebral
operado por los medios de desinformación del sistema, infundiendo el pánico de
manera continua, les ha dado resultado. La mayoría de la gente ha perdido todo
rastro de espíritu crítico, de independencia de juicio y de apego a su libertad
personal, y está presta a sacrificar todo en aras de conservar su salud y su
seguridad física, supuestamente amenazadas por esta “crisis sanitaria global”,
completamente ficticia y artificial.
Los mundialistas deben de
estar frotándose las manos, al comprobar cuán sencilla les ha resultado la
tarea de engañar y de manipular al conjunto de la población mundial en un tan
breve lapso de tiempo. Un auténtico juego de niños. “Pan comido”, se dirán a sí
mismos, jactanciosos, con una sonrisa socarrona perfectamente justificada.
Siendo así las cosas, la consigna será, evidentemente, ne varietur. Les
bastará con perseverar en la misma estrategia tan eficaz de hacer cundir el
pánico generalizado, de inducir miedo, de azuzar el temor, de provocar inquietud,
de sembrar incertidumbre, de generar angustia y de suscitar terror en la gente.
Terror sanitario. Terror
económico. Terror social. Terror ecológico. Terror bélico. Terror de cualquier
tipo, sabiamente orquestado y hábilmente explotado para ajustar aún más las
clavijas de un engranaje totalitario, cada vez más sofisticado, de control
estatal, sobre una población masificada, amorfa, carente de toda lucidez y con
una capacidad de reacción prácticamente nula, fruto de un adoctrinamiento
mediático sistemático y del poder disuasorio exhibido por el omnipresente
aparato represivo estatal.
Volviendo a nuestro
personaje de marras, figura emblemática de los iluminados mundialistas, en un
reportaje difundido por el canal Public Sénat el 16 de febrero de 2010,
intitulado El futuro de Jerusalén, Jacques Attali declaró:
“Podemos soñar con una Jerusalén convertida en
capital del planeta, el cual un día estará unificado en torno a un gobierno
mundial. Es un lindo lugar para un gobierno mundial.”
El 5 de junio de 2010, en
el canal Arrêt sur Images, Attali se refirió nuevamente a la cuestión de
la gobernanza global:
“Pienso que hay que apuntar a un gobierno mundial
como una estrategia. Además, cuando los gobiernos hablan del G-20, es una
ilusión, una especie de retraso antes del gobierno mundial. Hacia ahí nos
dirigimos. ¿Lo haremos en lugar de la guerra o después de la guerra? Lo ignoro.
Pero ése es el objetivo.”
El 9 de abril de 2011, en
el canal Public Sénat, Attali volvió a pronunciarse sobre el tema del
gobierno mundial:
“Primeramente, hay algo que puede hacerse en 24
horas: fusionar el Consejo de Seguridad -de la ONU-, el G-20 y el
Comité Monetario del FMI. Es decir, las tres instancias clave (…) Es muy
simple. Si hoy se fusiona el Consejo de Seguridad y el G-20, tenemos un
instrumento de acción. Es muy simple, se puede decidir en 24 horas. (…) Ninguna
nación está a la altura de los problemas mundiales. (…) Lo único que podría
estarlo, es un Consejo de Seguridad planetario, con un verdadero poder
ejecutivo planetario. Eso ocurrirá. La única cuestión es saber si
ocurrirá luego de una catástrofe o en lugar de una catástrofe.”
En un reportaje de 1981,
publicado en forma de libro, El futuro de la vida, Attali habló acerca
de su manera de concebir la libertad, la eutanasia y el suicidio, en el marco
de una futura sociedad planetaria regida por una suerte de síntesis monstruosa
de capitalismo y socialismo:
“La eutanasia será uno de los instrumentos
esenciales de nuestras sociedades futuras. En una lógica socialista, para
empezar, el problema surge de la siguiente manera: la lógica socialista es
libertad y la libertad fundamental es el suicidio; por ende, el derecho al
suicidio directo o indirecto es un valor absoluto en este tipo de sociedad. En
una sociedad capitalista, las máquinas de matar, las prótesis que eliminarán la
vida cuando sea demasiado insoportable o económicamente demasiado cara,
surgirán y serán una práctica común. Entonces creo que la eutanasia, ya sea un
valor de la libertad o una mercancía, será una de las reglas de la sociedad
futura. Podríamos aceptar
la idea de extender la esperanza de vida a condición de que las personas
mayores sean solventes y así se pueda crear un mercado. Por mi parte, como
socialista, estoy objetivamente en contra de prolongar la vida porque es una
ilusión, un problema falso. En todo caso, la eutanasia será uno de
los instrumentos esenciales de nuestras sociedades futuras. (…) Desde el punto de vista de la sociedad, es
mucho mejor si la máquina humana se detiene abruptamente en lugar de
deteriorarse gradualmente. Eso queda claro si recordamos que dos tercios
del gasto sanitario se concentra en los últimos meses de vida.”
Hasta aquí, las ideas
preconizadas por este gurú del mundialismo, en guisa de caso ejemplar de esta
perniciosa corriente ideológica. Del mismo modo podrían citarse las de
cualquier otro miembro de la élite “progresista”, pues encontraríamos en todos
ellos una convergencia en lo esencial. Este es el mundo globalizado que esta
banda de terroristas psicópatas busca denodadamente construir, a expensas de la
libertad de las naciones y de sus habitantes, en beneficio exclusivo suyo, de
esta élite megalómana e inescrupulosa de millonarios “filántropos” que se
arrogarán el derecho a decidir por cada uno de nosotros cómo deberemos vivir,
bajo qué condiciones podremos viajar libremente, lo que deberemos pensar, lo
que estaremos autorizados a decir y a hacer, qué vacunas recibiremos, cuántos
hijos podremos tener y a qué edad habremos de morir…
Llegado a este punto, me
parece esencial tener presente que no es posible hacerse una idea cabal de la
situación actual sin adoptar una mirada teológica frente a los acontecimientos
que se desarrollan ante nosotros, en particular desde el comienzo de esta
supuesta “crisis pandémica mundial”. Y una mirada escatológica, para ser más
precisos.
El libro del Apocalipsis,
en su decimotercer capítulo, describe el panorama que ofrecerá ese mundo
unificado política y religiosamente, bajo el mando del Anticristo y del Falso
Profeta, ambos al servicio del Dragón, con los “moradores de la tierra”
sucumbiendo masivamente ante el engaño universal montado por esta trinidad
diabólica. Y quien no se deje arrastrar por su poder seductor, y rehúse recibir
“la marca de la bestia” en la mano derecha o en la frente, no podrá “comprar ni
vender”, se convertirá en un paria social y sufrirá una persecución despiadada.
El Anticristo aun no se
ha manifestado públicamente, y la “vacuna salvadora” decretada por el
“filántropo” Bill Gates para toda la humanidad -que nadie debe dejarse aplicar,
pues está concebida para causar daño-, no es la “marca de la bestia”. No
obstante, todo lo que viene sucediendo desde hace seis meses apunta
inequívocamente en esa dirección, es un entrenamiento, un ensayo general,
que persigue el objetivo último de instaurar ese Nuevo Orden Mundial a cuya
cabeza estará el Hombre de Pecado.
Así
pues, esta crisis “plandémica” global nos ha hecho entrar de lleno en la “recta
final” que conduce inexorablemente a los tiempos escatológicos anunciados por
el apóstol San Juan. El período conocido como “Apocalipsis” se refiere,
bíblicamente, a la fase histórica que precederá la Parusía o regreso glorioso
de Nuestro Señor Jesucristo, y su duración es de siete años. El libro de Daniel
es claro al respecto: habla de una “semana de años”, conocida como la
“septuagésima semana”, de su célebre profecía de las “setenta semanas”, en su
capítulo noveno.
Esta
semana de años aún no ha comenzado y, obviamente, ignoro cuando lo hará. Su
inicio estará dado por la venida del profeta Elías para evangelizar al pueblo
judío, cuya misión ocupará la primera mitad de la semana. La segunda mitad
corresponderá al reinado universal del Anticristo. Esta semana de años -es
decir, el Apocalipsis-, como es bien sabido, será un tiempo muy difícil de
sobrellevar, para emplear un eufemismo. Nuestro Señor lo expresó con claridad:
“Habrá entonces gran
tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni
la habrá” (Mt. 24, 21).
Para
no sucumbir al desaliento tendremos que armarnos de paciencia y encomendarnos a
la protección de Dios, con total fe y esperanza en su misericordia. Jesucristo
nos enseñó que, cuando estos tiempos lleguen, a pesar de lo difíciles que
serán, lejos de dejarnos arrastrar por el desánimo, nuestra esperanza deberá
redoblar, pues esto significa que su glorioso retorno está muy próximo, y con
él, nuestra liberación:
“Cuando estas cosas
comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra
redención está cerca” (Lc. 21, 28).
Por
lo tanto, velemos y oremos, para que, en estos tiempos aciagos, podamos
perseverar en la fe, en la esperanza y en la caridad, a la espera de que se
cumpla la promesa divina:
“Los hombres prudentes
resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que hayan enseñado a
muchos la justicia, brillarán como las estrellas, por los siglos de los
siglos.” (Dn. 12, 3).
La
cuenta regresiva - 09/06/2021
“La
normalidad solo volverá cuando hayamos vacunado a toda la población
mundial” Bill
Gates,
02/04/2020, entrevista con el Financial
Times: https://gloria.tv/post/LKFbpfnE8Pvs4bEUa1vNWBXov
La
mayoría de los gobiernos han seguido servilmente las instrucciones de este
“filántropo” iluminado, destruyendo la economía y la salud física y psíquica de
la gente, a la que aseguran querer “proteger del virus”. Esto es no solo
completamente absurdo y surrealista, sino, sobre todo, falso
y, peor aún, lisa y llanamente criminal. Gates y sus secuaces (Schwab, Fauci,
Tedros, etc.) han decretado que no podremos volver a vivir normalmente hasta
que los casi ocho mil millones de habitantes del mundo hayamos recibido la
“vacuna” genética experimental que ellos han hecho fabricar en tiempo record,
con el pretendido objetivo de “salvarnos” de un supuesto virus cuya letalidad
es insignificante. Los cuales, por otra parte, son partidarios declarados del
programa eugenésico de reducción de la población mundial.
A
quien no lograra percibir que todo este circo macabro, esta comedia grotesca,
esta farsa colosal, de principio a fin, en su conjunto, sin matices ni
circunstancias atenuantes de ningún tipo, es una locura absoluta, un descomunal
atropello a la razón, un engendro jurídico de una perversidad a toda prueba, un
lavado de cerebro permanente, una manipulación emocional descarada, una
gigantesca maniobra de ingeniería social, una agresión caracterizada contra el
ser humano, un ataque alevoso del mundialismo tecnocrático contra las naciones
soberanas, un acto de un despotismo tan hipócrita como brutal y malévolo, la
instauración en toda regla de una tiranía sanitaria mundial sin precedentes y
un auténtico crimen contra la humanidad, solo tengo una cosa para decirle: con
gente como tú, decididamente, la humanidad está perdida.
Espero
que nadie vaya a sentirse ofendido por mis palabras, que no buscan sino
suscitar una indispensable toma de conciencia y una necesaria reacción, por
tardía que pudiera ser. La realidad es que, si todavía quedara alguna
posibilidad de poner un término a esta tiranía sanitaria, ella solo podría
venir de la disidencia, es decir, de aquellos que, viendo el problema, lo
denuncian y advierten del peligro -a riesgo de sufrir la incomprensión y el
repudio de sus semejantes-, y no de quienes aceptan sumisamente y sin cuestionamiento
el discurso oficial y se someten sin rechistar al abuso cotidiano y al maltrato
sistemático que nos infligen desde más de un año los gurús del confinamiento,
del enmascaramiento, de la “neo-vida-virtual” y de la
“vacunación-experimental-para-todos”.
Pero,
aparentemente, a la mayoría de la gente, quince meses de vejaciones continuas
no les han sido suficientes ni tan siquiera para comenzar a comprender de qué
se trata todo esto. Lo cual, debo confesarlo, constituye para mí un
impenetrable misterio. Las distopías imaginadas por Huxley y Orwell el siglo
pasado, sobre el control mental totalitario y la manipulación psicológica de
las masas, se están verificando delante de nuestras narices día tras día, pero,
curiosamente, casi nadie parecería darse por enterado.
Para
colmo, ante el estrés y la angustia que genera la incertidumbre de esta
situación inédita, prolongada indefinidamente y con un desenlace imprevisible,
se activa en el inconsciente colectivo un mecanismo reflejo de auto
preservación -completamente ilusorio- que conduce a la justificación de la
situación y a la defensa de quienes la han provocado, algo análogo a lo que
ocurre con el síndrome de Estocolmo entre las víctimas y sus secuestradores,
por el cual estos son percibidos como benefactores a quienes se debe lealtad.
Entonces,
a quien se atreva a cuestionar la versión oficial -señalando sus numerosas
incoherencias-, a dar la señal de alarma y a acusar a quienes dicen querer
“confinarnos”, “enmascararnos” y “vacunarnos” mirando solo por nuestra salud y
por el bienestar de la población, automáticamente se lo considera peligroso, se
lo ignora, se lo censura y se lo ridiculiza, acusándolo con un desdén palpable
de ser “conspiracionista” y de difundir “fake news”, cuando no directamente de
sufrir de alguna patología mental.
Como
si las conspiraciones no existiesen y como si las explicaciones oficiales
fuesen siempre necesariamente verdaderas -pensemos, por ejemplo, entre muchos
otros casos, en las famosas “armas de destrucción masiva” que sirvieron de pretexto
a la guerra contra Irak en 2003-. Como si los “fact checkers” no estuviesen
financiados -directa o indirectamente-, por “Big Pharma” y “Big Tech”, los
únicos que se han beneficiado -y de manera exponencial- con la “pandemia”. Y,
sobre todo, como si fuese imposible que un engaño de tal magnitud pudiese
acontecer, olvidando que el demonio es el “padre de la mentira” y nada menos
que el “príncipe de este mundo”…
Por
último, al cristiano que no atinara a vislumbrar el carácter claramente
diabólico e inequívocamente anticrístico que reviste absolutamente todo lo que
viene ocurriendo desde hace más de un año, no puedo sino compadecerlo
profundamente por la ceguera espiritual
de que adolece, por su inquietante miopía profética y por su incapacidad
teológica radical para discernir los signos de los tiempos escatológicos en los
que esta “crisis sanitaria global” nos ha hecho ingresar.
La
cuenta regresiva ha comenzado y ella conduce de manera ineluctable al cada vez
más próximo reino universal del Anticristo, secundado por el Falso Profeta
-quizás Bergoglio, o algún sucesor suyo-, quien hará que toda la humanidad
reciba la marca de la bestia “en la mano derecha o en la frente”, sin la cual
no se podrá “comprar ni vender”, y de la cual no me cabe la menor duda de que
esta minuciosamente orquestada y mundialmente ejecutada “vacunación mundial”, es un siniestro
preludio y un ensayo a gran escala…
“El gobierno te cuida” - 31/07/2020
La inmensa mayoría de la gente no puede o no quiere
comprender lo que está ocurriendo, a pesar de que todo muestra con claridad
meridiana la flagrante anormalidad y el carácter arbitrario, surrealista y
deshumanizante de la situación que atravesamos desde el mes de marzo.
Seguramente se trata de un mecanismo de defensa psicológico, por el cual se
prefiere desviar la mirada ante lo que podría resultar inquietante o
perturbador. Pero la realidad debe mirarse de frente. Y esta realidad, por difícil
que nos resulte aceptarla, es que, desde hace casi cinco meses, el
totalitarismo sanitario impuesto por los poderes globales en cada país,
secuestra nuestras vidas, destruye las economías, avasalla las libertades
personales y arruina la salud de la gente. Y esto hay que proclamarlo a los
cuatro vientos. Nuestro honor y nuestra libertad nos va en ello.
El discurso practicado, de una arrogancia y un autoritarismo
intolerables, y digno de una novela distópica terrorífica, es, a grandes
rasgos, el siguiente:
“Quédate en casa. Mantén la distancia social. Ponte la
máscara. Haz fila para entrar al supermercado. Pide permiso al gobierno cada
vez que debas alejarte de tu domicilio. No uses el transporte público si no
eres un trabajador “esencial”. Si estás en Capital Federal, ni se te ocurra ir
a la Provincia de Buenos Aires, y viceversa, aunque tus familiares y amigos
vivan al otro lado de la autopista General Paz. Si no tienes covid -cuyo grado
de letalidad es infinitesimal-, no acudas a hospitales -que están vacíos,
cancelaron los turnos dados hace meses y no atienden nuevas consultas- y que
Dios te ayude si formas parte del 99, 99 por ciento de los enfermos que sufren
de otras dolencias. Pero no dudes en recurrir a sus servicios si lo que quieres
es abortar, porque ese sí que es un servicio “esencial” -sobre todo en tiempos
de “pandemia”- y un auténtico “derecho humano”.
La
libertad de culto, de trabajo y de movimiento, en cambio, ya no lo son: solo
las ejercerás en la medida en que cuentes con el beneplácito del omnímodo poder
estatal. No te reúnas con amigos ni visites a tus familiares. Que los ancianos
se las arreglen como puedan -muchos morirán de tristeza, pero en el acta de
defunción figurará “por coronavirus”-. Que los niños no vayan a la escuela, ni
a los parques, ni vean a sus amiguitos. Que se pudran el cerebro con ingentes
dosis de tele, internet y videojuegos. Y que se acostumbren a no salir nunca de
entre cuatro paredes y a llevar una vida de encierro malsano y de total
pasividad física y mental. Y tú, no trabajes, así se hunde tu empresa, tus
finanzas y las del país; de ese modo, todos dependerán del subsidio estatal y
no se atreverán a cuestionar las políticas del gobierno.
No
desarrolles tu espíritu crítico ni te dejes tentar por los cantos de sirena de
la disidencia: tienes que creer a pies juntillas lo que digan los noticieros y
los medios de prensa del sistema, y repetirlo como un loro a todo el mundo.
Cuando oigas versiones alternativas, que se atrevan a poner en tela de juicio
la veracidad del relato oficial, no debes caer en la trampa: se trata de
despreciables fake news y de
peligrosos delirios complotistas. Cuando llegue la vacuna de Bill Gates, para
inmunizarte contra un virus artificial -que para entonces habrá mutado y que
por ende no tendrá utilidad alguna (salvo para modificar tu ADN, con vistas a
debilitar tu sistema inmunitario, así el “filántropo” multimillonario podrá
continuar con su lucrativo negocio de vacunador universal)-, sé un buen
ciudadano y confía en nosotros, que, como bien sabes, solamente perseguimos tu
bienestar.
Si
cumples con las reglas del juego, te dejaremos tranquilo, y podrás seguir
viviendo sin mayores sobresaltos en la prisión física y mental que te hemos
asignado. Pero si te atreves a insubordinarte, haremos caer sobre ti todo el
peso de la ley -en aras del bien común, por supuesto-, para neutralizar tu
egoísmo asocial y debilitar tus reticencias conspiranoicas. No olvides que
pronto deberás tener tu carnet digital de vacunación al día; de lo contrario,
las represalias administrativas, judiciales y financieras te convertirán en un
paria: padecerás incontables dificultades materiales, serás objeto del escarnio
proferido por la masa conformista y tendrás que vivir en un aislamiento social
creciente y extenuante.
Para
terminar, queremos que te quede bien en claro que, todo esto, lo hacemos por
ti, para que puedas disfrutar plenamente de los beneficios de la “nueva
normalidad” que hemos decidido instaurar, arrasando tu vida anterior, haciendo
añicos tu pasado, trastornando tus hábitos y fragilizando tus vínculos, por
seguir al pie de la letra las directivas recibidas de nuestros amos
mundialistas, sin cuyos subsidios no podríamos ni en sueños mantenernos en el
poder. Por último, hacemos votos para puedas disfrutar de este “mundo feliz”
que hemos preparado para ti y los tuyos, sin consultarte, y del cual, tenlo por
seguro, no podrás evadirte. Pero recuerda lo esencial de nuestro mensaje, para
que sea éste la guía segura de tus pasos de ahora en adelante: todo lo que
hemos hecho, desde el comienzo de esta “crisis sanitaria”, ha sido siempre
mirando por tu bienestar. Firmado: Big
Brother (I am always watching you).”
Conclusión: Considero indispensable comprender que nos hallamos ante una
gigantesca operación de ingeniería social y de manipulación mental, sin
precedentes en la historia de la humanidad. En primer lugar, por su extensión
geográfica y, sobre todo, por las herramientas tecnológicas altamente
sofisticadas de control de la población y de lavado cerebral de las masas de
que disponen los autores de esta siniestra “plandemia”.
Auténtica agresión contra la humanidad, minuciosa maniobra de
inteligencia del poder global, criminal y totalitaria, planificada y disparada
desde los organismos internacionales, que los gobiernos títere que padecemos,
supuestamente “democráticos” y “soberanos”, acatan servilmente y sin ningún
tipo de espíritu crítico. Tristes y dañinos lacayos de los señores del mundo,
de los cuales esperan con avidez y deshonor recibir las retribuciones contantes
y sonantes que usualmente los amos prodigan a sus esclavos diligentes.
Somos testigos de una operación subversiva global, cuyo único objetivo
es dar un paso más -quizás decisivo esta vez, vistos el sopor y la pasividad
inaudita que exhibe el rebaño humano- hacia la unificación política y monetaria
del planeta, en beneficio exclusivo de la élite financiera internacional, cuyo
rostro visible se encarna en magnates falsamente “filántropos” y
pretendidamente “humanistas”, como Bill Gates, cuya lucrativa fundación
promueve por doquier el aborto, la teoría de género y la reducción de la
población mundial.
Dictadura
Sanitaria Mundial y Mentira Universal - 26/08/2020
Me
parece que ha llegado ampliamente el momento de convencerse de que esta
situación que vivimos es un despropósito absoluto y un atropello flagrante a la
razón y a las libertades básicas del ser humano. Lo que vivimos desde el mes de
marzo parece salido directamente de la peor pesadilla distópica imaginable:
aislamiento, distanciamiento, confinamiento, enmascaramiento, prohibición de
circular, de visitar a familiares, de reunirnos con amigos, de visitar a los
ancianos enfermos, de dar cristiana sepultura a nuestros seres queridos, de
trabajar, de practicar el culto religioso, de reconocernos visualmente y de
poder expresarnos gestualmente, de sonreírnos y darnos un abrazo, de poder
hablar y respirar normalmente, de ver a los niños en las calles, jugando libremente
y riendo felices, y esto durante ya más de cinco meses.
Cinco
interminables meses durante los cuales el gobierno se la ha pasado destruyendo
la economía nacional, fundiendo las empresas, empobreciendo a la gente,
vulnerando las garantías constitucionales, cercenando las libertades
individuales, desatendiendo a la inmensa mayoría de los enfermos, perjudicando
la salud y las finanzas de todos los argentinos, por una “pandemia” artificial
e imaginaria, con cifras manipuladas, falsos positivos, y una campaña de pánico
ininterrumpida orquestada desde todos sus órganos propagandísticos.
Se
ha vuelto indispensable hablar con claridad y llamar las cosas por su nombre:
esta situación que padecemos y que nos ha sido impuesta por la oligarquía
política que nos oprime, sin distinción de signos partidarios, con una brutalidad
incalificable, bajo la apariencia engañosa de un supuesto “cuidado sanitario”,
es absolutamente demencial, completamente inhumana y ciento por ciento
diabólica.
No
es razonable que nos sigamos tapando los ojos ante esta “nueva normalidad”
aberrante que una banda de terroristas psicópatas pretende imponernos: estamos
ante una agresión caracterizada contra el ser humano y contra la sociedad en su
conjunto, perpetrada por la élite mundialista que persigue la reducción de la
población mundial y el control totalitario de cada aspecto de nuestras vidas
-sanitario, laboral, financiero y digital-, a través de este auténtico golpe de
Estado planetario, efectuado bajo el pretexto de una “pandemia” artificialmente
provocada y estadísticamente manipulada e implementada minuciosamente por las
autoridades locales a su servicio.
Con respecto a la vacuna de Bill Gates, que se fabricará en Argentina[60],
la consigna es simple y clara: no dejarse vacunar, bajo ningún concepto, sea
cual fuere el tipo de presión o de chantaje psicológico padecido. Rehusar
serena pero firmemente dar su consentimiento a este atentado contra la libertad
individual y contra la salud personal, ejecutado por esta dictadura sanitaria,
autoritaria e inmoral, de Bill Gates, la OMS y “Big Pharma”. No dejarse
adoctrinar por los serviles medios des-informativos del sistema, que no son más
que la caja de resonancia infernal de las directivas recibidas de los amos del
mundo a cambio de espurios intereses financieros. Mantener en toda
circunstancia la paz y la libertad interiores. Confiar siempre y en todo
momento en la Divina Providencia y en la misericordia infinita de Dios, que
jamás abandonará a quienes lo aman y le son fieles.
Considero indispensable comprender que nos hallamos ante una gigantesca
operación de ingeniería social y de manipulación mental, sin precedentes en la
historia de la humanidad. En primer lugar, por su extensión geográfica y, sobre
todo, por las herramientas tecnológicas altamente sofisticadas de control de la
población y de lavado cerebral de las masas de que disponen los autores de esta
siniestra “plandemia”. Verdadero atentado contra la humanidad, minuciosa
maniobra de inteligencia del poder global, criminal y totalitaria, planificada
y disparada desde los organismos internacionales, que los gobiernos títere que
padecemos, supuestamente “democráticos” y “soberanos”, acatan servilmente y sin
ningún tipo de espíritu crítico.
Tristes y dañinos lacayos de los señores del mundo, de los cuales
esperan con avidez y deshonor recibir las retribuciones contantes y sonantes
que usualmente los amos prodigan a sus esclavos diligentes. Somos testigos de
una operación subversiva global, cuyo único objetivo es dar un paso más -quizás
decisivo esta vez, dada la pasividad inaudita que exhibe la masa, complemente
aletargada- hacia la unificación política y monetaria del planeta, en beneficio
exclusivo de la élite financiera internacional, cuyo rostro visible se encarna
en magnates falsamente “filántropos” y pretendidamente “humanistas”, como Bill
Gates, cuya lucrativa fundación promueve por doquier el aborto, la teoría de
género y la reducción de la población mundial.
Bill Gates ya controla nuestra salud a través de
la OMS, de la cual es el principal contribuyente. En abril decidió que la
humanidad en su conjunto deberá recibir la vacuna anti coronavirus que él
fabricará y venderá al mundo entero, para “solucionar” esta crisis pandémica
planetaria totalmente artificial provocada por él y por sus cómplices
mundialistas. Mientras el confinamiento arbitrario al que estamos sometidos por
los dementes que nos gobiernan -serviles marionetas del poder global- destroza
las economías locales y empobrece masivamente a la gente, la empresa Microsoft, por él
fundada, embolsa dividendos a carradas gracias al “teletrabajo” y al
“telestudio” generalizados.
En definitiva, este hombre controla, en gran
medida, nuestras comunicaciones, nuestro trabajo, nuestra salud y pronto
nuestra alimentación[61].
Me parece de capital importancia alertar al respecto, para que la gente
comience a abrir los ojos ante lo que está ocurriendo: la instauración
progresiva de un estado totalitario a escala global, promovido por un grupo de
magnates mundialistas iluminados -Gates, Soros, Rockefeller-, quienes, con sus
inmensas fortunas, controlan los principales organismos internacionales y
promueven activamente el inmigracionismo de masa, los movimientos subversivos
del tipo “Antifa” y “Black Lives Matter”, la ideología de género, la eutanasia,
el aborto y la reducción de la población mundial.
Covid-1984 - Mirar la realidad de frente - 07/09/2020
“Mensaje
de Alerta Internacional de profesionales de la salud a los gobiernos y
ciudadanos del mundo”:
https://gloria.tv/post/M7bNLEJ6Qvx72eLX8mZNr139S
Este
documento sobre la crisis actual, firmado por destacados científicos
independientes, cuya atenta lectura y amplia difusión recomiendo calurosamente,
es un texto de una enorme importancia, pues en él se desmontan una a una las
falacias del relato oficial acerca de la supuesta pandemia de coronavirus,
promovido por los adalides del sistema mundialista, con el único propósito de
mantener asustada a la gente, aislada, encerrada, distanciada de sus seres
queridos, sin acceso a las relaciones interpersonales y presenciales normales
que todo ser humano necesita para llevar una vida sana y equilibrada, con
trabajo, viajes, reuniones en familia y con amigos, práctica de deportes al
aire libre, contacto con el sol, el aire y la naturaleza, etc.
Todo
está hecho con la única finalidad de desmoralizarnos, empobrecernos económica y
afectivamente, impedir que desarrollemos la inmunidad natural de nuestro
organismo, fragilizar nuestros vínculos sociales, familiares y afectivos; en
definitiva, deshumanizarnos, volviéndonos pusilánimes, temerosos, dependientes
de la ayuda estatal para subsistir, sometidos al permanente lavado de cerebro
24/7 a través de los medios de desinformación masiva que ellos controlan
financieramente y mediante la censura sistemática en la prensa y en las redes sociales de las voces
disidentes que ponen en entredicho el relato oficial, inmediatamente tachadas
de “conspiracionistas” y “negacionistas”, cuando no de “egoístas sociópatas”,
incapaces de sacrificar su interés particular en aras del bien común, etc.
Me
parece que ha llegado la hora de decir basta a esta farsa siniestra. Abramos
los ojos de una buena vez. No hagamos el juego de esta panda de manipuladores
sin escrúpulos ni seamos cómplices de su engaño por pasividad, indiferencia o
pusilanimidad, ya que solo la verdad nos hará libres, como nos enseñó Nuestro
Señor Jesucristo (Jn. 8, 32). No renunciemos a nuestra libertad personal por
temor a una falsa pandemia provocada por un virus artificialmente producido
para crear un control masivo de la población y una crisis económica
generalizada, con vistas a volver a la gente ciento por ciento dependiente del
Estado tiránico y totalitario, lacayo servil del poder global financiero y
apátrida.
Que
el virus es de origen artificial no lo digo yo, sino científicos de renombre,
como el doctor Jean-Luc Montagnier,
premio nobel de medicina y descubridor del virus del SIDA, quien además afirmó
que pudo comprobar personalmente que el Covid-19 contiene una secuencia
genética del virus del HIV añadida en laboratorio.
Contrariamente
a lo que afirman los “filántropos” sanitarios megalómanos que gobiernan el
planeta, no nos están “cuidando” ni nos quieren “curar” absolutamente de nada,
sino mantenernos en una continua dependencia de sus productos farmacológicos,
en particular de sus lucrativas e incesantes vacunas, con las cuales buscan
disminuir la fertilidad de la gente y debilitar su sistema inmunológico, para
reducir la población mundial y para que sigamos atrapando nuevos virus, que
obviamente requerirán nuevas vacunas, y así indefinidamente.
Me
permito subrayar que el omnipresente “humanista” Bill Gates, quien financia la
OMS y es gran accionario de la “Big Pharma”, financia desde hace décadas,
siguiendo con la tradición eugenésica de su familia, el aborto, la
contracepción y la esterilización en todo el mundo -la “salud reproductiva”, en
la neo lengua orwelliana- (recordemos que su padre
fue un importante dirigente de Planned Parenthood) y afirmó públicamente que se
debe reducir la población mundial.
¿Quién en su sano juicio podría en esas condiciones confiar en la vacuna acerca
de la cual él decretó solemnemente en marzo -cual oráculo infalible del
Altísimo- que toda la humanidad deberá aplicársela para recobrar una vida
normal? Y esto casualmente poco tiempo después del gran ejercicio de simulación
de una pandemia de coronavirus a escala global que él organizó en octubre del
año pasado. Son hechos de dominio público.
Es
tiempo de despertar del letargo y de abrir bien los ojos ante lo que está
sucediendo. Nos tienen anestesiados e intimidados, reducidos a un lamentable
estado de miedo y de angustia permanente con el cual nos manipulan y chantajean
emocionalmente sin solución de continuidad, aprovechándose igualmente de
nuestra pasividad y credulidad no exentas de responsabilidad personal.
Hago
hincapié en el hecho de que no solo existe el conflicto de intereses por las
inversiones de Gates en la industria farmacéutica y su financiación de la OMS,
sino que es él mismo quien dice, al igual que todos los iluminados globalistas
que dirigen el sistema -los Soros, Rockefeller, Clinton, Ford, foros de Davos y
Bilderberg, etc.-, que debe reducirse la población mundial “por el bien del
planeta”. Es el mismo discurso ecologista de la Carta de la Tierra, texto de
corte gnóstico-panteísta, que inspira también los relatos catastrofistas
referidos al “cambio climático”.
Nos
tienen controlados mentalmente por el discurso de miedo al que nos someten 24/7
por el sistema mediático a su servicio: cuando no es el “calentamiento global”
provocado por el hombre es una supuesta pandemia que usan como pretexto para someternos,
debilitarnos y aislarnos. Vivimos una hora crucial en la historia de la
humanidad, esto no tiene precedente alguno en los anales, cuando menos, no a
esta escala planetaria y con los sofisticados medios tecnológicos de los que
dispone esta banda de terroristas de guante blanco para llevar adelante su
objetivo.
Es esencial que no nos dejemos engañar y
que preservemos nuestra libertad interior. Debemos comunicar entre nosotros,
cuidar los vínculos interpersonales, no ceder ante el discurso de pánico que
promueve el sistema, no perder el espíritu crítico ni la capacidad reflexiva,
no dejar que introduzcan en nuestros cuerpos substancias acerca de las cuales
es perfectamente fundado -como mínimo- desconfiar, que además serían contra un
virus de una bajísima letalidad y para cuya neutralización basta con la
actividad normal de nuestro sistema inmunitario, que para eso Dios lo concibió.
Sistema inmunitario, dicho sea de paso,
para cuyo normal funcionamiento justamente no es aconsejable vivir encerrados,
aislados, confinados, sin contacto con el sol y la naturaleza, estresados,
angustiados, deprimidos, con una pobreza vincular creciente, enmascarados, sin
poder vernos la cara ni comunicar normalmente -gracias a las expresiones
faciales, a las sonrisas, los abrazos, el contacto físico, cálido y presencial,
con nuestros congéneres-, sin poder reconocernos, hablando y respirando con
dificultad, etc. Paz interior y unión con Dios ante todo, eso es lo más
importante, pues Él no abandona jamás a quienes le son fieles.
Bill
Gates: “Prepárense para la siguiente pandemia como si fuera una guerra” -
29/01/2021
Bill Gates afirmó que el mundo debe prepararse para la
próxima pandemia “como si se tratara de una guerra”, incluyendo la inversión de
decenas de miles de millones de dólares cada año, en una carta publicada el
miércoles 27 de enero.
Hagamos un sucinto recordatorio de los dichos y hechos de
este hombre en relación a la “pandemia” para luego atar cabos que nos permitan
comprender quién es este personaje omnipresente en los medios de prensa y en
los organismos internacionales que gestionan la “crisis sanitaria”.
En octubre de 2019, Bill Gates y compañía organizaron el
“Evento 201”,
simulando una pandemia planetaria de coronavirus. En diciembre apareció el virus
Covid-19 en China. En marzo la OMS -cuyo principal contribuyente es Bill Gates-
declaró el estado de “pandemia”. Tres semanas después, Bill Gates dijo que solo
se podrá volver a la normalidad cuando haya sido vacunada “toda la población
mundial”.
Al cabo de un par de meses el augur de calamidades
anunció la llegada de una nueva “pandemia”. Y he aquí
que ahora nos advierte que debemos prepararnos para ella tal como lo haríamos
para “una guerra” y que deberíamos ejercitarnos practicando “germ games” (juegos
de gérmenes), al modo como hacen los militares con los “war games” (juegos de
guerra). El cinismo y la malicia de este individuo son incalificables:
realmente no hay palabras para caracterizar adecuadamente lo que este
pretendido “benefactor” de la humanidad está haciendo, junto con sus cómplices
criminales de la élite mundialista eugenésica.
El cariz satánico de todo cuanto viene acaeciendo desde
el inicio de la “crisis sanitaria global” salta a la vista de cualquier
espectador medianamente lúcido e intelectualmente honesto. Nos mantienen en un
estado de incertidumbre permanente, de infantilización sistemática, de un
chantaje emocional detestable y atizan el pánico por todos los medios
imaginables. Todo lo cual constituye un cóctel explosivo, deletéreo para la
salud física y psíquica, un poderoso generador de angustia y de estrés,
factores estos que perturban profundamente la vida de la gente, disminuyendo
las defensas naturales del organismo, sin mencionar los casos de aislamiento,
pobreza, marginalización, enfermedades no tratadas, adicciones, depresión y
suicidio que esta situación absolutamente inhumana provoca.
Una pregunta: ¿No les “hace ruido” todo esto? ¿Qué tiene
de normal que un técnico informático devenido en “vacunador universal” y en “profeta
de catástrofes” -de las cuales él asegura querer “salvarnos”, no faltaría más-
se la pase tomando decisiones que conciernen a toda la humanidad y
anunciándonos lo que va a suceder en el futuro del mundo?
¿Es aceptable acaso que este individuo -al igual que sus
colegas “filántropos”- continúe amasando dinero a carradas con el negocio
redondo que este confinamiento mundial representa para sus acciones en las
industrias digital y farmacéutica -las únicas ganadoras en la “pandemia”-, en
esta situación inaudita y demencial que dura desde hace ya casi un año?
Y esto mientras la inmensa mayoría de la gente se
empobrece día tras día con esta política brutal y absurda del confinamiento
generalizado y permanente, con las graves consecuencias que esto acarrea.
Pregunto nuevamente: ¿A alguien le queda todavía alguna
duda razonable de que este “filántropo” multimillonario es un psicópata de la
peor especie que se está burlando de nosotros con un sadismo a toda prueba?
Este iluminado megalómano es, muy probablemente, un
poseído por el demonio, y está, sin lugar a dudas, trabajando activamente para
la instauración del gobierno mundial del anticristo, el cual se avecina a pasos
agigantados.
Por todos estos motivos es que nunca me cansaré de
repetirlo: Bill Gates es un auténtico enemigo del género humano y cuanto antes
lo hayamos comprendido, mejor será. El momento
de despertar, de abrir los ojos y de alzar la voz contra esta diabólica tiranía
sanitaria mundial es AHORA.
Hay valores superiores a los de la vida biológica. El
sentido del honor, el testimonio de la verdad, el resguardo de la libertad
interior y la preservación de la dignidad personal son algunos de ellos. Los
esbirros de Satanás como Bill Gates y sus cómplices carecen por completo de
ellos. A esos agentes infernales les ha sido concedido poder por un tiempo
efímero para ejecutar sus planes criminales. Podrán arrebatarnos, como mucho,
la vida corporal, pero no la vida eterna ni la resurrección gloriosa a la que
están llamados los hijos de Dios, en Jesucristo Nuestro Señor.
Totalitarismo Sanitario
Brutal - 12/04/2021
La policía
reprimiendo violentamente a pacíficos manifestantes anti confinamiento en
Holanda
Ver el
video: Totalitarismo
sanitario brutal y despiadado bajo el pretexto de “cuidarnos”.
Hay que abrir los ojos de una buena vez. Ya ha
transcurrido más de un año desde el comienzo de este atropello inaudito a la
razón, a nuestros derechos personales y a nuestras libertades fundamentales y
la mayoría de la gente sigue como si nada ocurriera, sumida en la pasividad y
la indiferencia más absolutas, cual rebaño de borregos masificados, incapaces
de pensar por sí mismos, de cuestionar la versión oficial, de investigar
recurriendo a fuentes de información independientes, sin conflictos de interés
con la industria farmacéutica ni con el Estado, de percibir la profunda
anomalía de todas las medidas brutales que se han impuesto a escala mundial y
que están devastando la economía, la salud y la vida social y familiar de la
gente.
Basta ya de hacerse eco de la propaganda del miedo
impartida por los medios de prensa subvencionados por el sistema para
adoctrinar a la gente, silenciando sistemáticamente a las voces disidentes y
descalificando como “conspiracionistas” a quienes se atreven a señalar las
incoherencias del relato oficial y la nocividad de las disposiciones adoptadas
por los gobiernos, que siguen servilmente las consignas emanadas de los
organismos eugenésicos mundialistas, promotores de la “cultura de la muerte”
contraria a la familia y a la simple decencia natural (aborto, eutanasia,
homosexualismo, transexualismo, etc).
Hay que tener muy en claro cuál es la mentira de base
sobre la cual se funda esta patraña global: esto no es ni nunca ha sido para
cuidar nuestra salud de un supuesto “virus devastador” -su tasa de letalidad es
bajísima-, acá no hay ni nunca ha habido una “pandemia”, las cifras así lo demuestran:
la mortalidad en 2020 ha sido la misma que la de los años precedentes, en
Argentina y en cualquier país del mundo.
La verdadera pandemia es la de los falsos positivos,
fabricados en serie con una prueba de PCR que no fue concebida para efectuar
diagnósticos médicos. Así lo declaró públicamente su inventor, Kary Mullis,
premio Nobel de química en 1993, quien curiosamente “falleció” poco antes de
que este circo infernal comenzara.
Mullis, hombre de gran personalidad e independencia de
juicio, se habría opuesto categóricamente a que se utilizara su invención para
declarar una “pandemia”, confinar al mundo entero e imponer la “vacunación universal”
preconizada por Bill Gates. Es en base a estos “diagnósticos” falsos que se han
tomado todas las medidas nefastas para la vida de la gente -desde el
“confinamiento” hasta la “virtualidad”- en prácticamente todos los ámbitos de
la vida social.
Pongamos las cosas al derecho: no es la “vacuna” la que vendrá
a poner un término a la “pandemia”, sino que es la “pandemia” la que fue
artificialmente creada para forzar a toda la humanidad a recibir la “vacuna”. Y
para ello utilizarán todo tipo de extorsión, coacción y chantaje imaginable:
emocional, administrativo, profesional, familiar y financiero -pensemos, por ejemplo, en el
proyecto de pasaporte sanitario digital-.
Detrás de la fachada de “filántropos” que se han
fabricado, se disimula una casta de multimillonarios perversos y megalómanos,
carentes de toda conciencia moral y desconocedores de lo que es la empatía
hacia sus congéneres, a quienes solo consideran como parte de sus estadísticas
de población, producción y consumo, con vistas a incrementar sus colosales
fortunas.
Ya
es tiempo de dejar de mirar hacia otro lado y de ignorar la realidad. Todo esto
APESTA y transpira la MENTIRA por donde se lo considere. La verdad es que nos
hallamos ante un ENGAÑO CRIMINAL sin precedentes, ante una MANIPULACIÓN
PSICOLÓGICA de una perversidad nunca vista, ante un GOLPE DE ESTADO planetario
del mundialismo financiero eugenésico (Bill Gates y sus secuaces), y ante lo
que es, sin asomo de duda, la mayor operación de INGENIERÍA SOCIAL de la
historia y el mayor CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD que se haya perpetrado jamás.
Atrevámonos a llamar las cosas por su nombre: estamos
confrontados a una auténtica TIRANÍA SANITARIA MUNDIAL, cuyo único objetivo es
el de empobrecernos, silenciarnos, controlarnos, doblegarnos psíquica y
emocionalmente, disminuir drásticamente la población mundial, reemplazando al
ser humano por la robótica y la inteligencia artificial, y convertir a quienes
sobrevivan a las tóxicas “vacunas” experimentales en una suerte de esclavos
-auténticos zombis espirituales- del mundialismo tecnocrático, ciento por
ciento dependientes de las subvenciones del Estado -ya se habla de instaurar
una “renta básica universal”-, sin las cuales casi nadie podrá subsistir.
SALGAMOS
DE NUESTRO LETARGO. MIREMOS LA REALIDAD DE FRENTE. LA HORA DE REACCIONAR ES AHORA:
ALZAR LA VOZ, CON SERENIDAD Y PACÍFICAMENTE, PERO CON FIRMEZA Y CONVICCIÓN
- DECIR BASTA AL ATROPELLO, A LA PREPOTENCIA Y A LA ARBITRARIEDAD - ALERTAR A
NUESTROS SERES QUERIDOS - PERDER EL MIEDO - PROTEGER NUESTRA LIBERTAD -
DEFENDER NUESTROS DERECHOS - DENUNCIAR LA MENTIRA - REHUSAR SER CÓMPLICES DEL
ENGAÑO - NO DEJARSE VACUNAR BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA Y RECHAZAR TODO TIPO DE
CHANTAJE EMOCIONAL AL RESPECTO - OBRAR SIEMPRE CON PLENO DISCERNIMIENTO Y SOLO
DAR NUESTRO CONSENTIMIENTO LIBRES DE TODA PRESIÓN SOCIAL, EXTERNA O INTERNA -
PROTEGER A NUESTROS NIÑOS - RESPIRAR, HABLAR Y ESCUCHARNOS NORMALMENTE - DECIR
“NO” AL CONFINAMIENTO, AL DISTANCIAMIENTO, AL ENMASCARAMIENTO Y A LA
“VIRTUALIDAD”.
PRESERVEMOS NUESTRA HUMANIDAD: EL SER HUMANO VIVE DE “PRESENCIA” Y SE
EXPRESA A TRAVÉS DE SUS GESTOS FACIALES Y CORPORALES Y DE LA MODULACIÓN DE SU
VOZ: SONRISAS, ABRAZOS, ENTONACIONES Y TODA LA GAMA DE SU SOCIABILIDAD NATURAL
Y ESPONTÁNEA.
VIVAMOS SIN TEMORES ARTIFICIALES, INOCULADOS POR UNA BANDA DE PSICÓPATAS
QUE BUSCA REDUCIRNOS A UN ESTADO PATOLÓGICO DE ANGUSTIA PERMANENTE Y A
CONTROLARNOS A TRAVÉS DEL MIEDO Y DEL AISLAMIENTO SOCIAL.
MARCHEMOS CON LA FRENTE EN ALTO Y LA MIRADA
SERENA PUESTA EN EL CIELO, NUESTRA VERDADERA PATRIA, ADONDE ALGÚN DÍA IREMOS,
JUNTO A QUIENES AMAN LA VERDAD Y DAN TESTIMONIO DE ELLA.
Digamos NO a la tiranía
sanitaria mundial - 27/04/2021
Hay
que abrir los ojos de una vez por todas y manifestarnos públicamente, por todos
los medios a nuestro alcance, de una manera clara y contundente, diciendo NO a
esta tiranía sanitaria aberrante, que deteriora cada día más la economía, la
salud física y mental y la vida social y familiar de la gente.
BASTA
YA de creer en la narrativa oficial del temor, machacada 24/7 por los medios de
“desinformación” masivos subvencionados por el sistema.
BASTA
YA de tragarnos las mentiras propaladas por el “adoctrinamiento del miedo”
masivo y la metódica “propaganda del pánico” a la que nos exponen sin solución
de continuidad. Sin esta campaña publicitaria digna del régimen soviético la
farsa “covídica” se desvanecería al instante.
BASTA
YA de dar crédito a la pretendida necesidad de una “vacuna” para retornar a la
“normalidad”, al surgimiento de “peligrosas cepas”, a la irrupción de “brotes”
alarmantes, a la inminencia de un “colapso sanitario”, a la prolongación sine die de las medidas insensatas y
liberticidas que están devastando el país y arruinando la salud física y mental
de la gente, principalmente la de los más vulnerables: las personas mayores,
los niños y los adolescentes.
BASTA
YA de aceptar el maltrato permanente e intolerable que supone este lavado de
cerebro incesante, cuya única finalidad es la de mantenernos atemorizados,
angustiados, distanciados, infantilizados, atontados, incapaces de pensar y de
decidir nada por nosotros mismos, despersonalizados, fragilizados emocional,
física y psíquicamente. Nos quieren ASUSTADOS Y AISLADOS para poder
controlarnos mejor: ¿cómo es posible que no nos demos cuenta de algo tan
notorio?
BASTA
YA de esta credulidad malsana que consiste en creer a pies juntillas -sin
ningún espíritu crítico y desestimando con arrogancia a las voces disidentes-
el relato monopólico gubernamental acerca del “covid” y de esta “pandemia”
eterna, con una tasa de mortalidad ínfima y con estadísticas de fallecidos en
2020 similar a la de los años precedentes, tanto en Argentina como en el resto del
mundo. “Pandemia” basada en el fraude mayúsculo de la prueba PCR, que no fue
concebida para realizar diagnósticos médicos.
BASTA
YA de aceptar sumisa y pasivamente el insoportable confinamiento indefinido, el
distanciamiento perpetuo, el enmascaramiento asfixiante, el aislamiento social,
familiar y profesional deletéreo, la erradicación perversa de la
“presencialidad” natural y la imposición generalizada de una “virtualidad”
inhumana, el avasallamiento de nuestras libertades básicas y de nuestros
derechos fundamentales a circular libremente, a trabajar, a practicar la
religión, a viajar, a estudiar y a llevar una vida social y familiar normal.
NINGUNA
DE LAS MEDIDAS ADOPTADAS POR EL GOBIERNO SE JUSTIFICA. Todas y cada una de
ellas llevan la impronta inequívoca de la irracionalidad, la prepotencia, la
estupidez y la irresponsabilidad más absolutas. Por todas y cada una de ellas
las autoridades que las adoptaron deberán rendir cuentas minuciosas y exhaustivas
ante el tribunal de Dios, de Quien -es cosa bien sabida-, NADIE SE BURLA.
Todas
estas medidas -dignas de una novela distópica barata y de una tragicomedia
infernal-, SIN EXCEPCIÓN ALGUNA, son absurdas, arbitrarias, odiosas, brutales y
profundamente nocivas para el ser humano y para la sociedad en su conjunto. Las
consecuencias nefastas que resultarán de ellas son INFINITAMENTE PEORES que los
eventuales daños provocados por un supuesto virus de insignificante letalidad, los
que en nada se distinguen de los causados por cualquier gripe estacional.
JAMÁS
se había paralizado la economía del país ni restringido la libertad de sus
ciudadanos para, supuestamente, tratar de “evitar contagios” y que haya menos
gente engripada. Son medidas nunca antes vistas, tan absurdas y dañinas como
carentes de todo sustento científico. ¿Acaso esto a nadie le “hace ruido”?
Sin
mencionar la duración absolutamente DEMENCIAL de esta farsa siniestra,
prolongada continuamente por un gobierno de incompetentes, corruptos e imbéciles,
enteramente al servicio de los organismos mundialistas y de su proyecto
tecnocrático totalitario de “reseteo global” y de “vacunación universal”, con
el control absoluto de la vida privada y la libertad de la gente a través del
“pasaporte sanitario” orwelliano en gestación.
Miremos
la realidad de frente: estamos ante un flagrante atropello a la razón, ante un
atentado colosal contra la vida en sociedad, somos testigos de una operación de
manipulación psicológica caracterizada, presenciamos un arrebato de locura e
insensatez colectiva sin precedentes.
Atrevámonos
a llamar las cosas por su nombre: asistimos, desde hace ya más de un año, a una
inédita PSICOSIS COLECTIVA artificialmente inducida y a un CRIMEN CONTRA LA
HUMANIDAD de un refinamiento diabólico. No tengamos miedo en proclamar esta
verdad a los cuatro vientos: contribuyamos a que se produzca una indispensable
y liberadora toma de conciencia colectiva. Nuestro futuro y el de nuestros
hijos están en juego, no menos que nuestra honra y nuestra dignidad personal.
En
definitiva, nos hallamos confrontados a la puesta en práctica progresiva y
sistemática -cínica e
hipócritamente encubierta en razones humanitarias y en pretextos de “urgencia
sanitaria”- de lo que amenaza con convertirse en el mayor GENOCIDIO jamás
perpetrado.
Crimen
de proporciones bíblicas y que clama al Cielo, ejecutado maquiavélicamente por una banda de multimillonarios
psicópatas -astutamente disfrazados de “filántropos”-, cuyos objetivos son los
de constituir un Nuevo Orden Mundial transhumanista -el “Gran Reinicio” de
Klaus Schwab- y efectuar una drástica reducción de la población mundial,
mediante la “vacuna” experimental impuesta al género humano por Bill Gates y
sus secuaces.
No
percibir el sesgo diabólico de los acontecimientos actuales ni percatarse de su
proyección anticrística constituye, a mi entender, algo que no vacilo en
calificar como un inquietante síntoma de CEGUERA ESPIRITUAL, cuyas
consecuencias, a corto o a mediano plazo -una vez que se haya manifestado el
“hijo de perdición”-, podrían ser, no solo de una gravedad extrema, sino, sobre
todo, irreversibles...
El
totalitarismo sanitario es absoluto - 26/05/2021
La policía reprimiendo
violentamente a pacíficos manifestantes anti confinamiento en Rosario
Mirar el video: https://gloria.tv/post/1Ggnp1NovBBB2kZXUkjPgo76z
La policía encarceló ayer al Dr. Mariano Arriaga,
fundador de Médicos por la Verdad de Argentina,
junto con varios otros integrantes del grupo, impidiendo la realización del
acto patrio del 25 de Mayo previsto en la ciudad de Rosario, en señal de protesta
contra las medidas absurdas, arbitrarias y dañinas adoptadas por el gobierno
desde hace más de una año, bajo el pretexto de una falsa pandemia -las cifras,
groseramente fraguadas por una prueba PCR inespecífica,
así lo demuestran-, cuyo objetivo principal es lograr la inoculación masiva de
la “vacuna” genética experimental de Bill Gates, quien busca reducir la
población mundial
a través de la vacunación de toda la humanidad, mediante el odioso chantaje
emocional de no poder retornar a una vida normal.
A estos médicos lúcidos, valientes y honestos -sin
conflictos de interés con la industria farmacéutica ni con organismos
gubernamentales- no solo se los ignora olímpicamente en los medios de prensa
del sistema y son sistemáticamente censurados en las redes sociales de las “Big
Tech”, sino que ahora, directamente, se los arresta cuando quieren expresar su
punto de vista en público, para lanzar un mensaje de alerta a la ciudadanía
acerca del atropello inaudito que padecemos desde hace más de una año, con
grave ultraje de nuestras libertades personales y de nuestros derechos fundamentales -familiares,
laborales, de culto, de reunión, de circulación, de asistencia médica, etc-.
La represión, la censura y el totalitarismo sanitario
imperantes en nuestro país saltan a la vista de cualquier observador medianamente
lúcido y atento al desarrollo de los hechos, a condición de no creer a pies
juntillas en la incesante propaganda del pánico machacada por los medios de
comunicación al servicio del sistema, para mantenernos aislados, angustiados y
controlados mentalmente a través del miedo constante, la incertidumbre
creciente y una percepción de la realidad cada vez más difusa y alterada.
Este 25 de Mayo ha sido una triste fiesta patria en la
que escandalosamente los patriotas han sido maltratados, vilipendiados,
detenidos y arrestados por denunciar el atentado terrorista perpetrado por la
élite mundialista eugenésica -con la abyecta complicidad de los gobiernos
locales-, consistente en la supresión de hecho de lo que todavía subsiste de
las naciones soberanas e independientes, para instaurar en su lugar un gobierno
global totalitario, tecnocrático, transhumanista y anticristiano, preludio
evidente del reinado universal del anticristo, el cual probablemente no se
encuentre demasiado lejos…
¿Es
pecado recibir la “vacuna” experimental? -
15/08/2021
Me
han hecho esta pregunta, referida a la “vacuna” contra el “covid”: “¿Es pecado
dejarse vacunar o no?”. La cuestión no es sencilla, y ciertamente requiere de
distinciones necesarias y de matices importantes. Para aquellos que aún no
hayan comprendido de qué va esta “vacuna” y todo el contexto “pandémico” en
curso -de manifiesto corte criminal-,
mi respuesta es negativa. En este caso, considerando la acción desde un punto de
vista subjetivo o formal, la persona no cometería un pecado.
No
obstante, si a alguien se le presentaran dudas sobre su seguridad y su
moralidad, estaría obligado en conciencia a informarse al respecto y a
investigar de manera seria el tema antes tomar una decisión. Y, en caso de no
hacerlo, ya sea por pereza o bien intimidado por la coacción externa recibida,
sería imputable, en mayor o menor grado, dependiendo del nivel de conciencia
que tuviera acerca de la malicia intrínseca de estas falsas vacunas y
verdaderas manipulaciones genéticas experimentales, cuya inoculación constituye,
objetivamente, un pecado, es decir, una acción intrínsecamente mala, moralmente
desordenada y reprobable, por atentar contra la salud y la vida del ser humano.
En
cambio, para aquellos que hayan comprendido que estas “vacunas” constituyen un
atentado bioterrorista de la élite mundialista para reducir la población
mundial, la situación sería muy diferente, en lo que a la imputabilidad se refiere.
En ese caso, sí habría pecado formal -como mínimo, de imprudencia grave-, el
cual guarda analogía con, por ejemplo, la práctica de “ruleta rusa” o con cualquier
tipo de actividad en la que se asume un daño o un riesgo de manera innecesaria
o imprudente, en clara transgresión del quinto mandamiento, que dispone el
cuidado y la preservación de la vida humana inocente, incluida la propia.
Por
otro lado, está el aspecto “abortivo” que revisten estas “vacunas”, las que
fueron desarrolladas y/o probadas empleando cultivos celulares obtenidos de
células de fetos provenientes de abortos provocados, y cuyos tejidos -de
múltiples órganos-, además, les fueron extirpados en vida -requisito
indispensable para que sean de utilidad en la experimentación biológica-, lo
cual añade al infanticidio una capa suplementaria de crueldad de una malicia
propiamente luciferina.
A
mi entender -pero esto es solo una opinión, no soy moralista de formación-,
quien, siendo consciente de esto, aceptara no obstante “vacunarse”, también
incurriría en falta. Y esto es así porque, sinceramente, no veo como se podría
evitar cierta complicidad y cooperación -aunque mas no
fuera lejana-, con este crimen primordial.
El
comunicado del Vaticano
al respecto, que va en sentido contrario, me parece un craso error. Y, para ser
franco, completamente escandaloso. ¿En qué mente cabe legitimar y remunerar los
“servicios” prestados por una “industria” que basa sus multimillonarias
ganancias en la ejecución programada y el desmembramiento despiadado de seres
humanos indefensos e inocentes, contribuyendo de este modo con la continuidad
indefinida del macabro comercio instaurado por una organización criminal de
infanticidas disfrazados de sanadores?
Se
dice en el documento que hay tan solo una “cooperación material, pasiva y
remota” con los abortos efectuados hace años, pero ¿quién no ve que detrás de
este argumento que suena a disculpa -y que considero éticamente cuestionable-,
se disimula, de hecho, el visto bueno otorgado a la “cooperación formal, activa
e inmediata” con una industria farmacéutica criminal, que favorece la
contracepción, el aborto, la eutanasia, las manipulaciones genéticas y toda
suerte de abominaciones bioéticas desde siempre y a cara descubierta, sin que
nadie se atreva a interponerse en su camino?
Por
otra parte, considero también, desde una perspectiva simbólica, que no sería
descabellado establecer una analogía entre el bautismo cristiano y la
inoculación de este brebaje maligno, el cual podría concebirse como un “anti
bautismo” satánico. En efecto, en el ocultismo, la brujería y el satanismo, el
valor atribuido a los símbolos es análogo al de los sacramentos cristianos, que
actúan ex opere operato”, es decir,
al margen de las disposiciones subjetivas de los participantes de la ceremonia.
Y este aspecto a la vez simbólico y espiritual de estas “vacunas” me parece
gravísimo, aunque quien las reciba carezca de plena conciencia al respecto.
Este
último argumento, de todos modos, no hace sino sumarse al anterior -que no se
trata de verdaderas vacunas
(evito adrede abordar aquí el debate pro o anti “vax”), que no impiden ninguna enfermedad, y, sobre
todo, que son, en realidad, un atentado bioterrorista camuflado-, el cual basta
y sobra para rehusar categóricamente esta imposición falsamente sanitaria pero
realmente tiránica y satánica impuesta por Bill Gates y la OMS a toda la
humanidad, en un acto de psicopatía y de megalomanía sin precedentes en la
historia...
¿Contagian
los “vacunados” contra el “covid” - 27/08/2021
Las mentiras de la élite mundialista
superan todo lo imaginable
Me han preguntado si “los vacunados pueden
contagiarse el covid -es decir: dar positivo a una PCR- y a su
vez, contagiar a los demás”. Seguidamente transcribo la respuesta:
Le respondo en base a lo que creo saber al día de
la fecha, basándome en la opinión de gente de la “disidencia” mucho más
instruida y competente que yo -todos ellos científicos-, aunque, por obvias
razones, excluidos sistemáticamente de los medios de “desinformación” masiva
subvencionados por el sistema para adoctrinar a la gente con la “narrativa”
oficial:
1. No existe el
virus “SarsCov2”. Se trata literalmente de una farsa, de un fraude criminal de
proporciones inauditas.
Su existencia no ha sido demostrada científicamente por la OMS ni por ningún
ministerio de sanidad del mundo, como ellos mismos lo han dado a entender en
repetidas oportunidades al serles solicitadas las pruebas de su aislamiento.
2. Por ende, es evidente que nadie puede
“contagiar” ese “virus”, ya sea que uno esté “vacunado” o no.
3. Los “vacunados” pueden dar “positivo” sin
problema, porque la prueba fraudulenta PCR
no tiene finalidad de diagnóstico ni sirve para detectar ningún virus
específico, sino que solo identifica un fragmento de ADN de solamente 300
nucleótidos -el “SarsCov2” tendría 30.000- que “teóricamente”
corresponderían a este “nuevo coronavirus”, pero que, de hecho, corresponden a
muchísimos otros virus, bacterias, e incluso, a secuencias de ADN contenidas en
nuestro propio genoma.
4. Con lo cual el fraude es
manifiesto. Y ni hablar si se amplifican los testeos más allá de 25 o 30
ciclos, en cuyo caso prácticamente todo el mundo podría dar positivo. El
fraudulento test PCR es, ni más ni menos, el arma de guerra de que se vale la
élite para legitimar todas las medidas terroristas adoptadas desde hace un año
y medio -confinamiento,
enmascaramiento, distanciamiento, vacunación universal, vida virtual, pasaporte
sanitario, etc.
5. Obviamente, tampoco existen las
“cepas” o “variantes”,
declinadas fantasiosamente en todas las letras del alfabeto griego para inducir
un estado de angustia permanente en la gente, lo que la vuelve más fácilmente
manipulable y, además, contribuye a
debilitar el sistema inmunitario.
6. Todo esto es pura y
simplemente propaganda terrorista para mantener asustada y controlada a la
población, en un acto diabólico de extorsión emocional para que la gente siga
inyectándose el brebaje envenenado de la élite mundialista con vistas a reducir
la población mundial.
7. Recordemos el principio
fundamental que rige toda esta gigantesca patraña de la “crisis sanitaria
global”: no se ha fabricado una “vacuna” para “protegernos” de un peligroso
“virus”, sino que se ha inventado una “pandemia” como pretexto para “vacunar” a
toda la población mundial con fines eugenésicos.
A quien no comprenda esto, lamento tener que decirle que no comprende
absolutamente nada de lo que está ocurriendo.
8. Ya sé que esto a más de
uno podrá parecerle “excesivo” o “conspiracionista”, cuando no directamente
sacado de una pieza de ciencia ficción. Pero, lamentablemente, no lo es. Lo
anunciado en las obras de ficción “distópicas” de Orwell y Huxley
se está verificando día tras día ante nuestras narices, pero la mayoría
prefiere hacer la vista gorda y persuadirse de que nuestros gobernantes solo
buscan “cuidarnos”.
9. Obviamente, eso es mucho
más “tranquilizador” que mirar la realidad de frente. Pero, huelga decirlo,
mucho menos eficaz para protegerse contra esta agresión caracterizada -verdadera declaración de
guerra contra la humanidad- a la que asistimos desde hace casi dieciocho meses.
10. En definitiva, esta es
la cruda realidad de la “pandemia”, de la “vacunación universal” de Bill Gates
-sin la cual “no habrá retorno a la normalidad”: son sus textuales palabras-,
del “Gran Reinicio” transhumanista de Klaus Schwab y el Foro Económico Mundial
y de la “Agenda 2030” de la ONU.
Hechos que han sido meticulosamente concebidos,
engañosamente publicitados y despiadadamente ejecutados, y que apuntan
inequívocamente al advenimiento cada día más próximo del hijo de iniquidad...
A
veinte años del 11/S - 11/09/2021
El
atentado del 11-S prueba que existen conspiraciones a gran escala y que no es
razonable descartar que algo semejante haya ocurrido con respecto a la “crisis
sanitaria” actual. En efecto, en septiembre de 2001, los mismos personajes
siniestros que hoy están detrás de la “pandemia”,
del “Gran Reinicio”
y de la “vacunación universal”
-la élite globalista plutocrática, eugenésica y transhumanista- realizaron un
atentado terrorista de envergadura inaudita en el que asesinaron a 3000
personas, con demoliciones controladas en Nueva York y probablemente un misil
en Washington, haciendo creer al mundo, mediante imágenes digitales, que unos
aviones habían impactado contra las torres del World Trade Center y el Pentágono
(en donde no se encontraron vestigios de ningún avión ni se han hecho públicas
las imágenes del impacto, que las cámaras de seguridad, omnipresentes en un
sitio de máxima seguridad como ése, deberían haber registrado). Pero la
realidad es muy distinta, ya que los testigos que se expresaron en el momento
no vieron ni escucharon avión alguno, sino tan solo explosiones.
Ahora
bien, quienes disponen de un poder tan inmenso como para preparar y ejecutar un
atentado de esta magnitud, e imponer su relato falaz al mundo entero, y esto
durante dos décadas, sin ser inquietados por la justicia, ¿no podrían acaso
crear una “pandemia” para hacer que la humanidad en su conjunto aceptara
recibir una “vacuna” eugenésica con vistas a reducir la población mundial? ¿O
acaso olvidamos que el “príncipe de este mundo” es también “homicida desde el
principio” y “padre de la mentira”? Quien no crea en el demonio -o viva como si
no existiera-, lamentablemente, no podrá comprender jamás en profundidad las
causas y el sentido de los principales acontecimientos que jalonan la historia…
Como
a los conspiradores les es de vital importancia no ser descubiertos para poder
conseguir sus objetivos, hacen todo lo que esté a su alcance para desacreditar
a quienes buscan desenmascararlos. Con esa finalidad acuñan epítetos
descalificadores -conspiracionista, complotista, negacionista, etc- que sus escribas a
sueldo -los fact checkers (“verificadores
factuales”, “agencias de verificación”), al igual que los mass media subvencionados por el sistema- se ocupan de endilgar a
quienes rehúsan morder el anzuelo del relato oficial e intentan poner al
descubierto sus incoherencias y contradicciones. La conspiración “plandémica”
que padecemos no es un hecho aislado ni novedoso, solo se destaca por ser la
última en curso e, incuestionablemente, la de mayor envergadura en la historia
de la humanidad.
Las
“conspiraciones” cuentan con un sinnúmero de precedentes históricos, como ser,
por ejemplo, el ataque de falsa bandera del 11-S, que hizo posible las guerras
sucesivas en Afganistán y en Irak. Hay mucho material para leer al respecto,
pero no hay nada más contundente para desvelar estas bajas maniobras que
ofrecer una imagen desnuda en la que se demuestra sin asomo de duda la
impostura criminal de ese atentado terrorista cometido por el Deep State, sirviéndose de la excusa
pueril del “complot” (porque, aparentemente, ellos sí tienen derecho a invocar
su existencia, cuando sirve a sus propósitos...) de un puñado de “terroristas
islámicos” secuestrando sofisticadas aeronaves, armados con cutters , con una aptitud para pilotear
mediocremente rudimentarias avionetas y conduciendo esas imponentes máquinas
con una maestría de la que difícilmente podrían dar muestras los más avezados
pilotos profesionales. Seguidamente, les paso enlaces a una serie de videos
gracias a los cuales podrán formarse su propia opinión acerca de este evento
clave de la historia contemporánea:
I. 9/11: NO HUBO AVIONES - PARTE II - Dato importante: Desde la
perspectiva en que fue filmada la explosión, si hubiese habido colisión de un
avión contra la torre número 2 -la que aparece en el video-, la llegada de la nave hubiese quedado
registrada, y se vería el impacto, como sucede en las imágenes “oficiales”
difundidas por televisión. La imagen adjunta, con el plano del sitio, les
servirá para comprobar lo que digo. Las pruebas fácticas y los argumentos
científicos contra la impostura del 11-S son numerosísimos, pero considero que,
de no existir sino este único video, sería
una prueba más que suficiente para desmontar la colosal mentira sostenida por
la “versión oficial”. - Video de
treinta segundos: https://gloria.tv/post/8QvhWUFVpqYm4KtYzRJmamAFA
II. 9/11: NO HUBO AVIONES - PARTE IV: EL
CASO DE LA TORRE 7. Como es bien sabido, la torre número 7 del World Trade Center no fue alcanzada por
un avión, a pesar de lo cual se derrumbó luego de las dos torres principales,
supuestamente a causa de un incendio. El inmueble, de 47 pisos y 190 metros de
altura, se desmoronó sobre sí mismo en tan solo siete segundos. Nunca antes se
había derrumbado un rascacielos a causa de un incendio. Pero resulta que el 11
de septiembre de 2001 fue precisamente eso lo que ocurrió, y nada menos que con
tres inmensos, modernos y robustos edificios, en el breve lapso de siete horas.
Y repito, la torre 7 no había sido objeto de impacto de ningún tipo, y
presentaba focos de incendio solo en dos o tres pisos diferentes, de un aspecto
perfectamente controlable para cualquier sistema anti incendios, reforzado por
el accionar inmediato de un nutrido contingente de bomberos de la ciudad de
Nueva York.
Su
colapso súbito y casi instantáneo, en caída libre, perfectamente vertical, en
solamente siete segundos, para un gigante arquitectónico de casi 200 metros de
altura, es absolutamente inexplicable si se descarta la hipótesis de un trabajo
ultra profesional de demolición controlada. Por la envergadura del edificio,
semejante trabajo, según los expertos, no pudo haber sido inferior a una semana
de duración, y realizado solo en horario nocturno, puesto que durante el día
las oficinas estaban en servicio. Dicho sea de paso, lo mismo tiene que haber
ocurrido con las dos torres principales, con la diferencia de que la tarea
preparatoria en su caso tiene que haber sido bastante más prolongada, ya que su
altura, de 415 metros, era de más del doble que la del edificio 7 - Video de 20 segundos:
https://gloria.tv/post/1Noepr3qS2xWAA8pnLCD4X7ah
III. 9/11: NO HUBO AVIONES - PARTE III - Lo
que el mundo está padeciendo desde hace dieciocho meses es un auténtico Golpe
de Estado Mundial de la élite globalista, con vistas a instaurar una tiranía
tecnocrática y transhumanista -el Nuevo Orden Mundial-, preludio del reinado
universal del Anticristo, probablemente muy cercano. Considero oportuno
recordar aquí lo que esta misma banda de genocidas hizo a principios de siglo,
para poder disponer de un pretexto ideal con vistas a iniciar, poco tiempo
después, la segunda guerra del Golfo Pérsico y la invasión de Afganistán. Para
aquellos que estarían escépticos con respecto a lo que yo no vacilo en
calificar de atentado terrorista sin precedentes, de impostura “sanitaria” y de
farsa “plandémica” -pues: “¿cómo podría alguien atreverse a hacer algo
semejante?”-, será sin dudas de gran utilidad recordar lo sucedido en aquel ya
lejano 11 de septiembre de 2001. Y, en caso de que alguien no tuviera en claro
lo que causó esa catástrofe, le sugeriría que dedicara una parte de su valioso
tiempo a investigar el hecho, ya que no hay nada más valioso que conocer la
verdad, y vivir en conformidad con ella, sin importar cuál sea el precio que
haya que pagar. Porque, como nos enseñó Nuestro Señor Jesucristo: “conoceréis
la verdad y la verdad os hará libres” (Jn. 8, 31). Video de cuatro minutos:
https://gloria.tv/post/Sz18mAxhJB7A3fwWnQJNPr1RY
IV. 9/11: NO HUBO AVIONES - PARTE V - Video de quince minutos:
https://gloria.tv/post/GzpkTa24LxBR1ygem4M2QL1zt
V. 9/11: NO HUBO AVIONES - PARTE I -
Atentado terrorista de falsa bandera del 11/09/2001: no hubo aviones, solo
explosiones y un ejercicio minuciosamente preparado de demolición controlada de
tres edificios, uno de los cuales, además, ni siquiera había sido alcanzado por
ningún “avión”. - Video de cinco
minutos:
https://gloria.tv/post/fUfVxKBMYbvx19WQx6Q1jSwnW
Sólo dos meses antes del 9/11 el World Trade Center fue privatizado y
vendido a Larry Silverstein, relacionado con el Mossad, servicio de inteligencia israelí. Cada mañana, él tomaba su
desayuno en la Torre Norte, en el piso 91, pero, “curiosamente”, no lo hizo el
11/S, ya que su esposa le había programado una “cita de emergencia” con el
médico para ese día. Él también había contratado un seguro que,
“afortunadamente”, cubría el terrorismo. Luego del ataque llevó a la Compañía
de Seguros a juicio. Lo ganó y recibió doble pago, siendo premiado con un total
de 4.5 billones de dólares. Éste podría ser el fraude de seguros más grande de
la historia. Y, a veinte años de los “atentados”, Silverstein sigue siendo un
hombre libre y disfrutando de su inmensa fortuna...
VI. 9/11: There were no planes - Part IV -
North Tower Exploding by David Chandler. Video
de cinco minutos en inglés: https://gloria.tv/post/BKtTfzZEtxUv3d6WdhwXzo2NJ
VII. 9/11: There were
no planes - Part V - About the WTC 7 Collapse : SEVEN Official Trailer: A Dylan Avery Film on Building 7. Video
de dos minutos en inglés:
https://gloria.tv/post/KnsExc8Cbog44nhBbu7ykcNHW
VIII. 9/11: There were no planes - Part VI:
“Architects and Engineers Solving the Mystery of Building 7” - Video de quince minutos en inglés:
https://gloria.tv/post/oysqvB1RBFYV3NHL44mLLLBQa
IX. “El 11-S explicado en 5 minutos” - Video de cinco minutos:
https://gloria.tv/post/9CRU6BvjZhzR2fmA6PCA1Sngk
X. “11 de septiembre de 2001” - Canción:
“No lo contó la TV” - Autor: Mero - No es mi género musical preferido -para
emplear un eufemismo- pero comparto plenamente el mensaje transmitido y
considero valiosa su difusión, a pesar de la “música” utilizada. Video de cinco minutos: https://gloria.tv/post/srXjzHRzL38D69UxsJsE4JtgK
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN VOS CONFÍO
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA,
RUEGA POR NOSOTROS
Para
mayor información:
Miles-Christi-Castellano
Miles-Christi-English
Ver el
video: https://gloria.tv/post/LKFbpfnE8Pvs4bEUa1vNWBXov - Eso
fue lo que dijo Bill Gates el 2 de abril de 2020, en una entrevista con el Financial Times, apenas tres semanas
después del inicio de la “pandemia”, declarada por la OMS, financiada por Bill
Gates y dirigida por Tedros Adhanom, militante comunista etíope pro chino y
encargado de ejecutar las órdenes del “vacunador universal” y fundador de Microsoft.
Ver:
“Event 201 Pandemic Exercise”: https://www.youtube.com/watch?v=Vm1-DnxRiPM&list=PL9-oVXQX88esnrdhaiuRdXGG7XOVYB9Xm&index=2: - Los genocidas en acción: “Event 201 is a pandemic tabletop exercise
hosted by The Johns Hopkins Center for Health Security in partnership with the
World Economic Forum and the Bill and Melinda Gates Foundation on October 18,
2019, in New York, NY. The exercise illustrated the pandemic preparedness efforts needed to
diminish the large-scale economic and societal consequences of a severe
pandemic.” https://www.centerforhealthsecurity.org/event201/ - Los que están detrás de la
“pandemia”: “The Johns Hopkins Center
for Health Security in partnership with the World Economic Forum and the Bill
and Melinda Gates Foundation hosted Event 201, a high-level pandemic exercise
on October 18, 2019, in New York, NY. The exercise illustrated areas where
public/private partnerships will be necessary during the response to a severe
pandemic in order to diminish large-scale economic and societal consequences.”
https://www.bloomberg.com/news/audio/2020-03-04/event-201-preparing-for-a-pandemic-audio - Pero todo esto no es más que
una simple “coincidencia”, naturalmente: “As the coronavirus outbreak approaches a pandemic, global leaders and
health officials are scrambling to contain the fallout. That has sparked
quarantines and other emergency action around the world. It’s a scenario that
was planned for, in one case just months ago, at a gathering of leaders in
global finance, policy and healthcare. Bloomberg’s Janet Wu was there and
brings us this report.” https://www.weforum.org/agenda/2020/06/now-is-the-time-for-a-great-reset/ La “pandemia”, ocasión soñada
para establecer el NWO a través del pánico: “COVID-19 lockdowns may be gradually easing, but anxiety about the
world’s social and economic prospects is only intensifying. There is good
reason to worry: a sharp economic downturn has already begun, and we could be
facing the worst depression since the 1930s. But, while this outcome is likely, it is not
unavoidable. To achieve a better outcome, the world must act jointly and
swiftly to revamp all aspects of our societies and economies, from education to
social contracts and working conditions. Every country, from the United States
to China, must participate, and every industry, from oil and gas to tech, must
be transformed. In short, we need a “Great Reset” of capitalism.”