Francisco niega la existencia del infierno[1]
Alejandro Sosa Laprida - 18/03/2023
¡Con Francisco a mi lado, infierno asegurado!Descargar el PDF:
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Periodista: “¿Cuál es su propia
interpretación del infierno y del paraíso? ¿Y qué les pasa a las personas que
van al infierno y qué a las que van al paraíso?”
Bergoglio:
“El infierno no es un lugar; si uno va a asistir al Juicio Final, y ve las
caras de los que van al infierno, se asusta. Si uno lee a Dante, se asusta.
Pero son representaciones mediáticas. El infierno es un estado, hay gente que
vive en un infierno continuamente. (…) El infierno es un estado, es un estado
del corazón, del alma, de una postura frente a la vida, a los valores, a la
familia, a todo. Hay gente que vive en un infierno porque se lo busca, hay
otros que no, que son sufridos. ¿Y quién va al infierno, a ese infierno, a ese
estado? Ya se va viviendo desde aquí. (…) La misericordia de Dios está siempre
a nuestro lado, y lo que Dios quiere es siempre estar con su gente, con sus
hijos y no que se le vayan.” Entrevista para el diario Perfil, publicada el 11/03/2023, con motivo del décimo aniversario
de su elección.[2]
Esto no es sino la conocida doctrina
modernista de la salvación universal: si no existe el infierno -o si está
vacío, según otra variante de esta herejía-, nadie se condena, lo que implica
una unión esencial del hombre con Dios -por naturaleza, y no por gracia-, lo
que, a su vez, supone, al menos implícitamente, una profesión de fe panteísta.
Esta falsa doctrina ha sido proclamada
por Bergoglio en varias oportunidades durante su “pontificado”. Transcribo una
del dos de febrero de 2022, durante una audiencia general:
“En virtud de la comunión de los santos, de esta unión, cada
miembro de la Iglesia está unido a mí de forma profunda (…) y esta unión es tan
fuerte que no puede romperse ni siquiera por la muerte. (…) en Cristo nadie
puede nunca separarnos verdaderamente de aquellos que amamos porque la unión es
una unión existencial, una unión fuerte que está en nuestra misma naturaleza;
(…) ‘Padre, pensemos en aquellos que han renegado de la fe, que son apóstatas,
que son los perseguidores de la Iglesia, que han renegado su bautismo: ¿también
estos están en casa?’. Sí, también estos, también los blasfemos, todos. Somos
hermanos: esta es la comunión de los santos. La comunión de los santos mantiene
unida la comunidad de los creyentes en la tierra y en el Cielo.”[3]
Existen innumerables declaraciones de
Bergoglio y de sus predecesores conciliares en las que se significa -más o
menos sutilmente- la salvación universal de los hombres, basada en la divinidad
subyacente del ser humano, aboliendo la distinción entre naturaleza y gracia,
entre orden natural y sobrenatural. En esto reside la esencia del modernismo,
el cual no es sino el avatar contemporáneo del gnosticismo panteísta, con
ropaje cristiano. Toda la praxis ecuménica conciliar se basa en este falso
principio: pensemos, por ejemplo, en las múltiples reuniones interreligiosas de
Asís, acaecidas durante los tres últimos “pontificados”. Podría brindar una interminable
lista de citas del “magisterio” conciliar al respecto. Seguidamente cito
algunos pasajes de viejos artículos en los que trato el tema.
I. “El modernismo es la infiltración del gnosticismo en la
Iglesia. Podría resumirse así: Dios -es decir, el espíritu universal y
absoluto-, va tomando conciencia de sí mismo de manera progresiva en el
transcurso del proceso evolutivo, hasta alcanzar la plenitud a través de la
conciencia del ser humano. La gnosis es la expresión conceptual del “seréis
como dioses” con el que la Serpiente tentó a Eva en el jardín del Edén y es,
básicamente, en lo que consistirá la religión mundial del Anticristo. La
libertad religiosa, el ecumenismo, la nueva eclesiología y el “diálogo
interreligioso”, adoptados por Roma desde el CVII, son de fundamento gnóstico:
Dios habita en lo profundo del psiquismo de cada hombre, y eso es lo esencial;
las diferencias dogmáticas son secundarias y no deben ser un obstáculo para el
establecimiento de la unidad religiosa del género humano. La “presencia” de la
divinidad en nosotros es lo que nos une, y este vínculo es mucho más importante
que las divergencias teológicas que nos separan, que no son más que maneras
subjetivas -relativas a cada cultura, provisorias y mutables-, de expresar la
experiencia primordial de la unión con Dios que cada ser humano vive en la
intimidad de su conciencia, lo que los modernistas llaman la “inmanencia
vital”. Dios es así concebido como “inmanente” al hombre, no es más un ser
“trascendente”, exterior al ser humano y a su conciencia, lo que implica, por
tanto, una visión panteísta de la realidad. El panteísmo excluye, por
definición, la alteridad Creador-creatura, el pecado, la condenación eterna, la
Redención, etc. Y, huelga decirlo, es totalmente incompatible con la religión
bíblica y destruye los cimientos sobre los que se apoya el cristianismo.”
II. “He aquí
otra declaración de Francisco, tomada de su entrevista con Eugenio Scalfari, en
la cual expresa sin vueltas su creencia panteísta:
«Dios es luz que ilumina las tinieblas y, aunque no las disuelva, hay
una chispa de esa luz divina dentro de cada uno de nosotros. En la carta que le
escribí recuerdo haberle dicho que también nuestra especie se terminará, pero
que no se terminará la luz de Dios, que en ese punto invadirá todas las almas y
será todo en todos.» [4]
Puede
comprobarse que Francisco no recurre a circunloquios, sus dichos son de una claridad
resplandeciente y no se necesita de una hermenéutica enrevesada para
desentrañar su sentido: «hay una chispa de esa luz divina dentro de cada uno de nosotros » y
un día esa luz «invadirá todas las almas y será todo en todos.» Se colige de
esta doctrina gnóstica que la salvación tiene un alcance universal, que nadie
se condena ni corre el riesgo de ir al infierno.
Francisco, a falta de profesar la fe católica, es
coherente con sus ideas, puesto que: ¿cómo podría concebirse la condenación
eterna, la cual implica una separación irreversible con respecto a Dios y a los
bienaventurados, en una lógica panteísta, en la que, por definición, nada puede
sustraerse a la única substancia divina y de la cual toda dualidad se encuentra
excluida (creador-creatura, gracia-naturaleza, cielo-infierno, etc.)?
Pero, si no
existe la posibilidad de condenarse, entonces, tampoco existe el pecado, ni,
por tanto, la necesidad de la redención, la cual, a fin de cuentas, no
consistiría sino en la «toma de conciencia» de nuestra prístina naturaleza,
logrando, mediante este acto «salvador», disipar la dualidad y la división de
nuestras vidas, causa de todos los males. De este modo puede comprenderse mejor
la manida expresión «inalienable dignidad de la persona humana», suerte de
mantra conciliar cuyo significado último es el que acabo de explicar. Lo que,
por supuesto, no significa que todos aquellos que la emplean sean conscientes
de sus implicancias metafísicas.
La lógica es
imparable: si la dignidad de la persona humana es inalienable, una punición sin
fin es algo impensable, y si nadie puede separarse jamás de Dios, esto no puede
deberse sino a una razón de orden metafísico, esto es, a la adhesión a una
visión monista de la existencia.
La religión de los modernistas, devenida en religión conciliar, no es
otra cosa: una gnosis luciferina disimulada bajo la apariencia de cristianismo,
es decir, la deificación del hombre a través de una evolución inexorable, de un
«progreso» necesario de la conciencia en el hombre y por el hombre, la cual
conduce al surgimiento del espíritu «absoluto». No olvidemos las palabras de la
Serpiente a Eva en el jardín del Edén: «seréis como dioses» (Gn. 3, 5). Esta
concepción panteísta del universo, disimulada bajo un vocabulario cristiano por
el iluminado «paleontólogo» Teilhard de Chardin, y que desemboca en el culto
del hombre divinizado, ha sido de una influencia decisiva en el CVII y en todo
el «magisterio» post conciliar.”
III. “Dios no puede estar sin nosotros: Él
no será nunca un Dios sin el hombre; ¡es Él quien no puede estar sin nosotros,
y esto es un misterio grande! Dios no puede ser Dios sin el hombre: ¡este es un
gran misterio! (...) Pensemos también en el Padre, en nuestro Padre, que no
puede estar sin nosotros, y que en este momento nos está mirando.”[5]
Con estas palabras, tomadas de su
Audiencia General del 7 de junio de 2017, Francisco expresa acabadamente la
tesis central de la gnosis panteísta y evolucionista, la de un Hegel o un
Teilhard de Chardin, por ejemplo, y la de todos los teólogos modernistas, a
pesar de que la mayoría toma precauciones oratorias para disfrazar su
pensamiento con un lenguaje cristiano y así poder engañar mejor a los fieles
desprevenidos.
Para el modernista, Dios es concebido
como “inmanente” al hombre, no es más un ser “trascendente”, exterior al ser
humano y a su conciencia. Es más, Dios deviene “espíritu absoluto” -toma
conciencia de sí mismo-, a través del proceso evolutivo, en el hombre y por el hombre, de ahí la idea delirante y completamente
blasfema de Bergoglio según la cual “Dios no puede ser Dios sin el hombre”. Ésa
es la religión profesada por Francisco. Me parece importante que comencemos a
abrir los ojos al respecto…
El panteísmo que profesa excluye la
alteridad entre Dios y la creatura, con lo cual el pecado, la condenación
eterna, la Redención -por dar solo estos ejemplos-, se vuelven nociones huecas
e inoperantes. La visión panteísta de la realidad es incompatible con la
revelación divina y demuele los fundamentos sobre los que descansa el
cristianismo. El modernista utiliza la terminología bíblica, pero vaciándola de
su contenido y dándole un significado gnóstico que hace añicos la fe católica,
reduciendo la Redención a una mera toma de conciencia de nuestro verdadero ser,
a la comprensión existencial de la inalienable
dignidad de la naturaleza humana, es decir, de nuestra propia divinidad.”
IV. “Juan Pablo
II enseñaba la salvación universal[6],
que es equivalente a la negación del infierno e implica el panteísmo:
1. “Cristo Señor ha indicado estos
caminos sobre todo cuando -como enseña el Concilio- mediante la encarnación el Hijo de Dios se ha unido en cierto modo a
todo hombre. […] Este hombre es el camino de la Iglesia, camino que conduce
en cierto modo al origen de todos aquellos caminos por los que debe caminar la
Iglesia, porque el hombre -todo hombre
sin excepción alguna- ha sido redimido por Cristo, porque con el hombre -cada hombre sin excepción alguna- se ha
unido Cristo de algún modo, incluso cuando ese hombre no es consciente de
ello”. JPII, Redemptor Hominis n.
13/14.[7]
2. “[…] debemos […] manifestar al mundo nuestra unidad […] en la revelación de la dimensión
divina y humana […] de la Redención, en la lucha con perseverancia incansable
en favor de esta dignidad que todo hombre
ha alcanzado, […] que es la dignidad de la gracia de adopción divina.” Idem, n. 11.
3. “Nace el Redentor del hombre. Con Él
nace la humanidad nueva. Y con Él nace la Iglesia […] A la Iglesia, por su misión primordial,
nacida con Cristo nacido, y recibida de Él con mandato solemne, incumbe
defender la dignidad del hombre: de cada
hombre -como he escrito en mi primera Encíclica-. Porque cada uno ha sido
comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno se ha unido Cristo, para siempre, por medio de este
misterio.” JPII, discurso a la curia romana, 22-12-1979, n. 3.[8]
4. “Cristo […] nos conoce con el conocimiento y con
la ciencia más interior, con el mismo conocimiento con que Él, Hijo, conoce y
abraza al Padre y, en el Padre, abraza la verdad infinita y el amor. Y,
mediante la participación en esta verdad y en este amor, Él hace nuevamente de
nosotros, en Sí mismo, los hijos de su Eterno Padre; obtiene, de una vez para
siempre, la salvación del hombre: de cada
uno de los hombres y de todos, de aquellos que nadie arrebatará de su
mano... En efecto, ¿quién podría arrebatarlos?”
JPII, homilía del 27-04-1980, n. 5.[9]
5. “[…] como el Concilio Vaticano II recuerda,
[el hombre] es la única criatura que Dios ha querido por sí misma y sobre la
cual tiene su proyecto, es decir, la participación en la salvación eterna. No
se trata del hombre abstracto, sino del hombre real, concreto e histórico: se
trata de cada hombre, porque a cada uno llega el misterio de la
redención, y con cada uno se ha unido
Cristo para siempre a través de este misterio.” JPII, Centesimus Annus n. 5.[10]
6. “En el hecho de la Redención está la salvación de todos, porque cada uno ha sido comprendido en el
misterio de la Redención y con cada uno
Cristo se ha unido, para siempre, por medio de este misterio.” JPII, Redemptoris Missio n. 4.[11]
7. “Este rayo de la noche de Navidad […] es la chispa de luz más profunda de la
humanidad a quien Dios ha visitado, esta humanidad acogida de nuevo y asumida por Dios mismo […] La naturaleza humana asumida
místicamente por el Hijo de Dios en cada
uno de nosotros, que hemos sido adoptados en la nueva unión con el Padre.
La irradiación de este misterio se expande lejos, muy lejos; alcanza también
aquellas partes o esferas de la existencia de los hombres en las que todo
pensamiento acerca de Dios […] parece estar ausente.” JPII, audiencia
general, 27-12-1978, n. 1[12].
8. “La Eucaristía: el Sacramento de la
Alianza del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, de la Alianza que es eterna. Esta
es la Alianza que abarca a todos.
Esta Sangre llega a todos y salva a todos.”
JPII, homilía, 06-06-1985, n. 7[13].
V. “El pluralismo y la diversidad de
religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad
divina, con la que Dios creó a los seres humanos.”[14]
Esto es lo que puede leerse en la
declaración conjunta que Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar firmaron el 4 de
febrero en Abu Dhabi, durante la visita “apostólica” efectuada por Francisco en
los Emiratos Árabes Unidos. Ahora bien, pretender que las falsas religiones
(heréticas, cismáticas, idólatras, etc.) son positivamente queridas por Dios en
su sabiduría infinita, es no sólo un error gravísimo, sino una blasfemia
incalificable, ya que de esta manera se hace del Creador la fuente del mal y de
la división entre los hombres. Lamentablemente, este tipo de insensatez no es
algo nuevo en boca de Francisco. Muy por el contrario. Recordemos, por ejemplo,
la que profirió al finalizar la audiencia con miembros de la Cruz Roja italiana
el 27 de enero de 2018, en la Sala Pablo VI del Vaticano:
«Pido para todos ustedes la bendición de Dios, Padre de
todos nosotros, Padre de todas las confesiones.»[15]
Huelga decir que semejante declaración
es absolutamente contraria a la fe católica, e incluso al sentido común, ya que
viola el principio lógico de no contradicción. Esto es algo tan manifiesto que
no requiere demostración alguna, a menos que uno haya perdido completamente
toda noción acerca de lo que es el cristianismo.
Esta aseveración bergogliana,
diametralmente opuesta tanto a la enseñanza del Magisterio de la Iglesia como a
la de la Sagrada Escritura, es eminentemente gnóstica y panteísta, puesto que
realiza la identificación de los contrarios, equiparando la verdad con el error
y la mentira, conciliando la luz con las tinieblas, identificando la revelación
divina con las abominaciones de la idolatría, nivelando el dogma católico con
las incontables herejías inventadas por los enemigos de la Iglesia, sosteniendo
implícitamente que la doctrina revelada por Jesucristo es equivalente a las de
las perversas fábulas anticatólicas inspiradas por el Padre de la Mentira.
Las declaraciones de este tipo son numerosas,
y lo eran también con sus predecesores conciliares. Veamos lo que Francisco
dijo el 5 de septiembre en Mozambique, en un encuentro interreligioso:
«Gracias por estar presentes las distintas confesiones
religiosas. Gracias por animaros a vivir el desafío de la paz y a celebrarla
hoy juntos como familia; también a aquellos que sin ser parte de alguna
tradición religiosa estáis participando. Es hacer la experiencia de que todos
somos necesarios, con nuestras diferencias, pero necesarios. Nuestras diferencias
son necesarias.»[16]
Estamos, evidentemente, ante la tesis
modernista, condenada por San Pío X, según la cual Dios sería inmanente al
hombre, revelándose a éste en su conciencia, y las diferentes religiones
expresarían, cada una a su manera, esta experiencia psíquica primordial. De ahí
la necesidad de las diferentes religiones, puesto que, en cada una de ellas,
Dios se manifestaría al hombre, quien luego conceptualizaría esta revelación
divina empleando sus propias categorías culturales.
Obviamente, acá no hay cabida para el
Dios bíblico, personal y trascendente, ni para su unigénito Jesucristo,
Redentor del género humano, ni para su Cuerpo Místico, la Iglesia Católica,
única Arca de Salvación. Francisco no profesa otra cosa que la quintaesencia de
la doctrina modernista -avatar “católico” de la gnosis panteísta-, condenada
por San Pío X en su encíclica Pascendi
y en el decreto del Santo Oficio Lamentabili, según la cual la “experiencia
religiosa” emanada de las “profundidades del subconsciente” constituye la
revelación divina de un Dios inmanente al hombre.
De esta experiencia primordial surgen
las diferentes confesiones religiosas, cuyos diferentes dogmas y ritos son la
expresión más o menos exacta de dicha teofanía fundacional. De allí que no haya
que poner el acento en las divergencias teológicas entre los diversos credos
-lo que “separa”; cf. los famosos “muros” que Francisco nos invita
recurrentemente a “abatir”-, sino en el común substrato “psico-espiritual” del
que derivan, el “sentimiento religioso”, -es decir, lo que “une”;
cf. los “puentes” a erigir, otro clásico de la jerga bergogliana-.
Así es como se explican, por ejemplo,
las múltiples jornadas interreligiosas de “oración por la paz” convocadas por
Juan Pablo II, Benedicto XVI y el mismo Francisco.
No hay, por tanto, sendas erróneas ni
caminos inadecuados para allegarse a la divinidad, puesto que ella reside en el
alma de cada cual, y se manifiesta en todas las religiones. Es importante
comprender que esta concepción modernista de la religión no es exclusiva de
Bergoglio, sino que ha sido profesada oficialmente por la jerarquía eclesiástica
a partir del Concilio Vaticano II, de un modo más o menos explícito
-principalmente en los documentos Nostra
Aetate, Unitatis Redintegratio y Dignitatis Humanae- y de manera cada vez
más precisa en los diferentes documentos magisteriales y actos ecuménicos post
conciliares. En aras de la brevedad, me circunscribiré aquí a citar un solo
ejemplo, tomado de la Audiencia General dada por Juan Pablo II el 9 de
septiembre de 1988:
«Ante todo, es preciso tener presente que toda búsqueda del
espíritu humano en dirección a la verdad y al bien, y, en último análisis, a
Dios, es suscitada por el Espíritu Santo. Precisamente de esta apertura
primordial del hombre con respecto a Dios nacen las diferentes religiones. No
pocas veces, en su origen encontramos fundadores que han realizado, con la
ayuda del Espíritu de Dios, una experiencia religiosa más profunda. Esa
experiencia, transmitida a los demás, ha tomado forma en las doctrinas, en los
ritos y en los preceptos de las diversas religiones. En todas las auténticas experiencias
religiosas la manifestación más característica es la oración. Teniendo en
cuenta la constitutiva apertura del espíritu humano a la acción con que Dios lo
impulsa a trascenderse, podemos afirmar que ‘‘toda oración auténtica está
suscitada por el Espíritu Santo, el cual está misteriosamente presente en el
corazón de cada hombre’’ En la Jornada mundial de oración por la paz, el 27 de
octubre de 1986 en Asís, y en otras ocasiones semejantes de gran intensidad
espiritual, hemos vivido una manifestación elocuente de esta verdad.» [17]
Recordemos
que el juramento antimodernista, contenido en el Motu Proprio Sacrorum Antistitum, promulgado por San
Pío X en 1910 y que todos los clérigos debían prestar antes de recibir las
órdenes mayores e igualmente para poder acceder a una cátedra de enseñanza o a
un oficio eclesiástico, fue suprimido por Pablo VI en 1967[18],
ya que era manifiestamente incompatible con el aggiornamento emprendido por Juan XXIII desde el inicio de su
pontificado y continuado luego por todos sus sucesores. Esto significa que no
es posible alegar ignorancia por parte de los papas conciliares, puesto que
todos ellos prestaron dicho juramento, para luego quebrantarlo
sistemáticamente. Todas las novedades doctrinales de Vaticano II y de las subsiguientes
reformas litúrgicas y canónicas, así como el magisterio post conciliar y la
praxis ecuménica e interreligiosa, abrevan en la cloaca modernista -“sumidero de todas las herejías”, al
decir de San Pío X- e incurren en
las condenaciones pontificales de las que el modernismo fue objeto a comienzos
del siglo pasado.”
Mi blog
en castellano:
https://gloria.tv/Miles%20-%20Christi
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Sobre el
pontificado de Bergoglio:
https://gloria.tv/post/UEqqVjZCCVLQ6g89ps67irXSM
[1] Publicado aquí: https://gloria.tv/post/aRh3cYAJmb9K6epAqUFVeAQsE.
[2] https://www.perfil.com/noticias/periodismopuro/papa-francisco-se-puede-dialogar-muy-bien-con-la-economia-no-se-puede-dialogar-con-las-finanzas-por-jorge-fontevecchia.phtml
[3] https://www.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2022/documents/20220202-udienza-generale.html
[4]
Entrevista
con Eugenio Scalfari el 24 de septiembre de 2013, publicado el 1 de octubre en La Repubblica - cf. p. 10: https://www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf
- La traducción oficial castellana, defectuosa, fue modificada en base al texto
original italiano: «Osservo dal canto mio che Dio è luce che illumina le tenebre anche se
non le dissolve e una scintilla di quella luce divina è dentro ciascuno di noi.
Nella lettera che le scrissi ricordo d’averle detto che anche la nostra specie
finirà ma non finirà la luce di Dio che a quel punto invaderà tutte le anime e
tutto sarà in tutti.»
[5] http://www.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2017/documents/papa-francesco_20170607_udienza-generale.html - Video: https://gloria.tv/post/DUSimJHrubnC29eYpaszyP9GC
[6] Leer al respecto el
siguiente estudio: “Juan Pablo II profesaba la herejía de la salvación
universal” https://gloria.tv/post/6zthWmGbzH4c1khnBxDXRbRGf
[7] https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_04031979_redemptor-hominis.html#-2O
[8] https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/speeches/1979/december/documents/hf_jp-ii_spe_19791222_auguri-collegio.html
[9] https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/homilies/1980/documents/hf_jp-ii_hom_19800427_visita-parrocchia.html
[10] https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_01051991_centesimus-annus.html
[11] https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_07121990_redemptoris-missio.html
[12] https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/1978/documents/hf_jp-ii_aud_19781227.html
[13] https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/homilies/1985/documents/hf_jp-ii_hom_19850606_corpus-domini.html
[14]
Documento intitulado “La fraternidad
humana por la paz mundial y la convivencia común”: Esta declaración pronto
formará parte del adoctrinamiento practicado por los organismos mundialistas
-con la complicidad del Vaticano- para allanar el camino a una futura religión
mundial que “garantice” la paz y la seguridad del planeta. Cito el texto, para
que no queden dudas: “[…] la Iglesia
Católica y al-Azhar, a través de la cooperación conjunta, anuncian y prometen
llevar este Documento a las Autoridades, a los líderes influyentes, a los
hombres de religión de todo el mundo, a las organizaciones regionales e
internacionales competentes, a las organizaciones de la sociedad civil, a las
instituciones religiosas y a los exponentes del pensamiento; y participar en la
difusión de los principios de esta Declaración a todos los niveles regionales e
internacionales, instándolos a convertirlos en políticas, decisiones, textos
legislativos, planes de estudio y materiales de comunicación. Al-Azhar y la
Iglesia Católica piden que este documento sea objeto de investigación y
reflexión en todas las escuelas, universidades e institutos de educación y
formación, para que se ayude a crear nuevas generaciones que traigan el bien y
la paz, y defiendan en todas partes los derechos de los oprimidos y de los
últimos.” http://press.vatican.va/content/salastampa/it/bollettino/pubblico/2019/02/04/0097/00199.html#tradinglese
[15]
Ver desde 20:57 hasta 21:08 = https://www.youtube.com/watch?time_continue=1269&v=COHGXGo0IdU
- https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2018/january/documents/papa-francesco_20180127_croce-rossa-italiana.html
- Ésta es la cita completa: «Pido por
esto sobre todos vosotros la bendición de Dios -Dios Padre de todos nosotros,
Padre de todas las confesiones- y la invoco en particular por los que han
perdido la vida cumpliendo su servicio y por sus seres queridos. Me encomiendo
también yo a vuestras oraciones.»
http://voxcantor.blogspot.com.ar/2018/01/bergoglio-god-is-father-of-all.html - http://catapulta.com.ar/?p=4855
[16] http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2019/september/documents/papa-francesco_20190905_giovani-mozambico.html
Le agradezco mucho la publicación. Un cordial saludo en Cristo y María.
ResponderBorrarAñado una cita de Bergoglio que acabo de descubrir y que es muy esclarecedora en cuanto al proyecto en curso .de promover la unificación religiosa de la humanidad:
ResponderBorrar“Si en el pasado las diferencias religiosas nos han puesto en contraste, hoy vemos en ellas la riqueza de caminos distintos para llegar a Dios y para educar a las nuevas generaciones a la convivencia pacífica en el respeto recíproco.”
Discurso a los Representantes de las Religiones durante el encuentro Religiones y Educación: hacia un Pacto Mundial por la Educación el 05/10/2021, en el marco del Pacto Mundial por la Educación, convocado por Francisco el 12/09/2019 para educar a las nuevas generaciones en la fraternidad:
https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2021/10/05/encun.html
No debería mezclar las churras con las merinas. Me refiero a que si indica continuidad en los papados anteriores con Bergoglio, quien lea este escrito no entenderá quien es realmente Bergoglio. Estoy de acuerdo en que los papas anteriores cometieron errores porque son humanos y la perfección no existe. Pero si damos a entender que Bergoglio es la continuación de los errores anteriores nos equivocamos.
ResponderBorrarBergoglio ha sido colocado en el trono sagrado por la mafia de S. Galo, tras haber sido quitado de él al Papa legítimo B-XVI. Por lo tanto no existe continuidad alguna porque no es papa legítimo, es un usurpador. Es masón, como lo demuestra el hecho abominable de dicha mafia masónica al elegirle a él para cumplir con la profecía de Daniel 9,27.
Es una de las bestias de Apocalipsis 13, y quien dará paso al falso mesías o anti-cristo. No olvidemos que nos encontramos en el último tramo del período bíblico denominado "Fin de los Tiempos".
En Garabandal nos dijo la Virgen a la muerte de Juan XXIII: ya solo quedan cuatro papas y comienza el fin de los Ultimos Tiempos. El cuarto Papa es B-XVI, por ello Bergoglio no cuenta para Dios en continuidad con los anteriores papas. Recientemente se ha demostrado que no fue ordenado Diacono, paso imprescindible para ser ordenado sacerdote. Este hijo de las tinieblas no es consagrado, no es católico. En Apocalipsis 19,20 nos describe S. Juan la Parusía o regreso de Jesucristo en Gloria, y a este personaje y a su jefe los arroja al lago de fuego y azufre.
Un saludo.
Respuesta de Alesolap: Los papas anteriores no cometieron "errores" solamente, el asunto reviste una gravedad mucho mayor que la de un simple y desafortunado "desliz" ocasional, y luego retractado públicamente, lo que, de hecho, ellos jamás se dignaron hacer. Muy por el contrario, desde 1986, no han dejado de reiterar el aquelarre apostático de Asís, y de reivindicarlo a los cuatro vientos. No, acá el verdadero problema es que los "papas conciliares" no han cesado de promover de modo sistemático doctrinas y prácticas inequívocamente condenadas por la Iglesia, como el modernismo, el liberalismo, el laicismo, el naturalismo y el indiferentismo religioso. Los papas anteriores son tan modernistas como Bergoglio, es decir, herejes, que se han dedicado a aplicar las herejías modernistas del CVII a lo largo de sus respectivos "pontificados". Todos los "papas conciliares" lo han sido, desde Roncalli en adelante, sin excepción. Su coherencia en materia de ecumenismo, libertad religiosa, colegialidad, diálogo interreligioso, nueva eclesiología y liturgia neoprotestante lo prueba fehacientemente. En el artículo explico la incompatibilidad radical que existe entre el modernismo y la fe católica, entre gnosis y revelación divina, entre panteísmo y fe bíblica. El modernista es, básicamente, un gnóstico/panteísta, por más que utilice un vocabulario cristiano para despistar, desvirtuando su contenido. Relea el artículo. Bergoglio no es, en lo esencial, una novedad en este proceso de destrucción conciliar del catolicismo ni representa ruptura de fondo en relación a sus predecesores conciliares, sino en las formas y en su objetivo manifiesto de consumar la obra de devastación iniciada por esa funesta asamblea concebida, planificada y ejecutada por los iluminados Roncalli y Montini. Le paso algunos enlaces para que investigue:
Borrar“Juan Pablo II profesaba la herejía de la salvación universal”: https://gloria.tv/post/6zthWmGbzH4c1khnBxDXRbRGf
“Francisco, Teilhard de Chardin y el panteísmo”: https://gloria.tv/post/kpjo9SAYhnqn1YM7HScvWZNZE
“El Vaticano promueve la apostasía y una religión global”: https://gloria.tv/post/bUsSsFR763PH42N9dkudYoCLQ
“Benedicto XVI: ¿Doctor de la Iglesia?”: https://gloria.tv/post/QWAHiwPvTe3y1Fy9RnHPNGYb4
“El Concilio Vaticano II inició la Pasión de la Iglesia”: https://gloria.tv/post/h9BNFYZP1fZX3ch72xV8np9nd
“El Vaticano prepara la religión del Anticristo”: https://gloria.tv/post/STtdmyGuwjYX4jSzHdxxFDA7V
Jorge Mario Bergoglio va a negar, si no lo hizo ya y no nos enteramos, al propio Dios.
ResponderBorrarLa ley del aborto salió en diciembre del 2020 con un máximo responsable: Jorge Mario Bergoglio; este y el 99% de obispos y sacerdotes tibios y felones, NO OLVIDAR.
Alesolap:
ResponderBorrarLos ataques contra la Iglesia no se iniciaron en el V-II, vienen desde que Judas traicionó a Jesucristo, pasando por el cisma que provocó Lutero y otros como el que originó la Iglesia ortodoxa. Te has quedado atrapado en el tiempo histórico. Te daría la razón si no hubieran atentado contra la vida del Papa legítimo JP-II y si no hubieran presionado con chantajes al Papa legítimo B-XVI. Si existiera continuidad no lo habrían hecho.
Me da la impresión de que aceptas a Bergoglio por papa legítimo, asi las cosas cuando se manifieste el anticristo te unirás a él porque vives en el engaño masónico.
Te recomiendo la lectura del libro titulado "el secreto de B-XVI" de Antonio Socci.
Un saludo.
Cuando Judas traicionó a Jesucristo, la Iglesia no existía, el famoso dicho "tu eres Pedro y sobre esta piedra fundaré mi iglesia.." fue después de la resurrección.
BorrarNunca dije que los ataques se hayan iniciado en el concilio. Lo que sí digo es que fue en el concilio que la secta modernista logró cumplir su objetivo, haciendo que su doctrina gnóstica y diabólica, revestida de un barniz cristiano y valiéndose de una terminología bíblica adulterada, vaciada de su contenido original, fuera consagrada oficialmente en la Iglesia, mediante una auténtica revolución bajo la forma aparente de un concilio ecuménico legítimo. Ahora bien, el Vicario de Cristo es infalible en materia de fe cuando ejerce su poder magisterial, resultando imposible que pueda promulgar, profesar y difundir doctrinas heréticas, razón por la cual estimo que los papas conciliares no son legítimos papas, puesto que manifiestamente no han sido investidos con el poder jurisdiccional de pastores de la Iglesia universal, la que los hubiera preservado de adherir a las tesis modernistas y conducir a los fieles hacia la apostasía. Y cae de su peso que el CVII es una asamblea subversiva nula de toda nulidad, puesto que sus enseñanzas se oponen en puntos esenciales a la revelación divina y al magisterio eclesiástico...
ResponderBorrarAsí es, Dios quiere a todos, sean de la religión que sean.
ResponderBorrarhttps://religionlavozlibre.blogspot.com/2023/03/logias-masonicas-en-el-vaticano.html
ResponderBorrarSu comentario me deja atónito. Le hago una pregunta: El hecho de que Dios ame a todos los hombres -por Él redimidos en la Cruz y llamados a la conversión con vistas a su salvación-, ¿implica acaso que las diversas religiones son "distintos caminos para llegar a Dios", como sostiene Bergoglio? ¿Hace suya usted esta idea? Le informo, por si no lo supiera, que esto es algo rotundamente contrapuesto a la enseñanza bíblica y al magisterio de la Iglesia...
ResponderBorrarhttps://ultimostiempos.org/es/blog/item/109-es.html
ResponderBorrar.
Le contesto: ¿Es que usted cree que Dios comenzó a amar al hombre recién cuando Cristo murió en la cruz y apareció la Iglesia católica?, y en los miles de años anteriores no?. Dios ama su creación mas importante el hombre sin importar que religión profesen. ¿ Y cuando adoraban al sol y a la luna? no era culpa de ellos si creían que eran dioses, Dios los amaba igual.
ResponderBorrarEstoy de acuerdo. Pero le hago notar que no ha respondido a mi pregunta. Según Bergoglio la pluralidad de religiones es querida por Dios y los diferentes cultos son distintos caminos para llegar a Él. ¿Está usted de acuerdo con esto? ¿Le parece que esta postura es compatible con la revelación divina y con el magisterio eclesiástico?
ResponderBorrarEsa postura de Bergoglio no es compatible con la doctrina anterior al CVII "usted se salva creyendo en Jesucristo y solo a través de la Iglesia Católica", pero en la escritura dice "Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad", si los de otras religiones buscan a Dios de corazón, pueden llegar a el.
ResponderBorrarRespuesta de Alesolap: No sé si usted toma conciencia del peso que tienen sus palabras: “la doctrina anterior al CVII”. He ahí el meollo de la discusión. Y es exactamente en eso que se funda mi posición teológica respecto a la crisis eclesial: el concilio ha efectuado una ruptura esencial en el magisterio. Lo cual es fruto de la infiltración del modernismo en la Iglesia, según el cual, todas las religiones son caminos legítimos para relacionarse con Dios, y de su legitimación contra natura en la subversiva asamblea conciliar. Una aplicación práctica y elocuente de este principio condenado por la Iglesia lo vemos en las múltiples reuniones interreligiosas de Asís, convocadas por los tres últimos “papas”. La conclusión cae de su peso: ni el “concilio” ni los “papas conciliares” son católicos. Comprendo que esto sea una situación inimaginable, intolerable, tremendamente dura de aceptar, pero es la realidad, los hechos están a la vista, son de dominio público, y la conclusión es inexorable. En la Escritura se nos advierte que antes de la manifestación del Anticristo tendrá lugar la apostasía. Pues bien, en ese proceso apostático nos encontramos. Por último, le aclaro que coincido con usted cuando dice que la gente de buena voluntad que buscan a Dios con recta intención en las religiones falsas pueden llegar a Él, pero esto de ninguna manera implica que todas las religiones sean “caminos válidos” para dirigirse a Dios; es más, de suyo son exactamente lo opuesto, la idolatría, el cisma y la herejía constituyen un obstáculo para conocer al verdadero Dios, para santificarse y para salvar su alma, el indiferentismo religioso de Bergoglio y sus predecesores conciliares es algo totalmente herético y blasfematorio...
ResponderBorrarEl indiferentismo religioso de Bergoglio no es tal, hay imágenes en internet donde aparece ante una imagen de la Virgen María en actitud contemplativa.
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