Nueva edición en versión corregida y aumentada:
“La perversión democrática” de Antonio
Caponnetto
Librería y Editorial Santiago Apóstol:
santiagoapostol_bellavista@yahoo.com.ar
WhatsApp: 1137828582
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“La perversión democrática” de Antonio
Caponnetto
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Entre gobiernos militares (que asumían para salvar la
democracia) y gobiernos democráticos, la Argentina fue convirtiéndose de una
casa en ruinas a un circo destartalado.
Un general le entregaba el gobierno a los Montoneros
(1973), otro general se lo entregaba al abogado defensor de terroristas
erpianos (1983). Un presidente era llamado "El Tío", otro "El
Turco", otra "La Yegua"... Los banqueros internacionales vienen
todos los años a cobrar intereses usurarios mientras el capital adeudado sigue
en aumento. Entre auditoría y auditoría alcanzamos el divorcio, el casamiento
homosexual, los vientres de alquiler, el aborto como derecho, la educación
sexual en el jardín de infantes, el "orgullo", las "casas
trans", el cannabis "medicinal" y el "paco" sin
receta, los motochorros y los robos "piraña", los "pueblos
originarios", los saqueos, los cortes de calles, rutas y avenidas; la
desaparición de la autoridad, la ausencia de jerarquías, la desaparición de las
FFAA, la corrupción de la policía, deserción escolar, villas miserias en
aumento, cierre de industrias y algunos logros más.
Cada dos años se vota para cambiar nada y cada cuatro
para tampoco cambiar nada. Promesas de 'salariazos', cohetes por la
estratósfera, trenes bala, "fin del curro de los derechos humanos",
un dólar un peso, "con la democracia se come, se educa y se cura", y
más palabrerío vacuo. La gente sigue votando. Y puteando mientras sigue votando.
Votan "al mal menor", casi tapándose la naríz. Pero siguen votando.
Un nuevo payaso malo se asoma en el horizonte. Es 'la
esperanza'. Lo votaron hasta en la Antártida, donde la mayoría son militares...
Ellos sabrán. Que no se quejen después. Viene acompañado de la Villarruel como
vice, que tenía un kiosco en el que vendía la defensa de las víctimas del
terrorismo. ¿Alguien vio algo más inútil que un vicepresidente? Pato Bullshit,
montonera retirada, es la otra esperanza de la derecha. Así estamos.
En la democracia caben todos, todas... y todes.
Y la gente seguirá votando.
DIJIMOS AYER
Por Antonio
Caponnetto
La nota que reproduciremos a continuación fue
publicada en Cabildo la última semana de septiembre de 2010; es decir, hace
trece años. Al conocerse hoy, viernes 18 de agosto de 2023, la noticia del
encumbrado cargo que Bergoglio le ha conferido al rufián Zaffaroni en un nuevo
organismo académico del Vaticano –puesto bajo el patrocinio del orate mendaz y
filibustero de Bartolomé de las Casas- nos ha parecido pertinente recordar lo
dicho entonces. Sin olvidarmos de que, bastante antes, en noviembre del 2003,desde
la tapa de otro número de Cabildo, el 32, titulamos categóricamente: “Zaffaroni
en la Corte, fiesta en el hampa”.
No hay mucho para analizar sobre el reciente
nombramiento decidido en los cubiles caliginosos del Vaticano. O sí. Pero
únicamente nos ceñiremos a tres enunciados. El primero, que Bergoglio compite
contra sí mismo en la carrera vertiginosa y sórdida de su apostasía. Nadie
puede empardarlo si de iniquidades se trata. El segundo, es que la predilección
por el submundo sodomítico se ha acentuado tanto pero tanto con sus últimos
actos, dichos y nombramientos, que no queda sino aplicar, para inteligir cuanto
ocurre, aquella máxima clásica, según la cual, lo equivalente busca lo
equivalente. O con mejor metafísica hispánica: Dios los cría y ellos se juntan.
El tercer enunciado no es menos preocupante: Bergoglio se ha dispuesto a
provocar con violencia a los católicos fieles hasta la exasperación;es más,
hasta el escándalo, la crispación y el estupor. Casi como si se complaciera en
fomentar un cisma, siquiera de hecho. Una escapada o huida de la Barca, al
advertir sus castigados tripulantes, horrorizados, que ya no es Pedro quien la
conduce sino una suerte de Sarumán y Nefarius; o más módicamente, un Pulchinella
argento con grotesco tridente. ¿Quién en su sano juicio de católico a secas querría
tener por Cabeza eclesial a semejante personaje?.
Dios no deje impune tantas ofensas a Su Santo Nombre.
Que la Justicia prevaleza sobre la lenidad, y que el Señor no se canse de
repetir: <Yo rezaré por tí para que
no desfallezca tu fe>(Ls.22,32).
Va la nota de trece años atrás:
BERGOGLIO:
LA TRAICIÓN QUE NO CESA
Ha tomado
conocimiento público una noticia, según la cual, el próximo martes 28 de
septiembre, en el Auditorio San Ignacio de Loyola de la Universidad del
Salvador, tendrá lugar el XI Encuentro Arquidiocesano de Niñez y Adolescencia.
Hablarán en el mismo Monseñor Eduardo García, los
presbíteros Ernesto Salvia, Gustavo Carrara y Pedro Bayá Casal. El mismísimo Cardenal
Primado, Jorge M. Bergoglio, tendrá a su cargo una disertación alrededor del tema
“Proyectando la patria hacia una nación sin excluidos”; y a modo de cierre se
anuncia textualmente en el programa la actuación de “la murga Padre Rodolfo
Ricciardelli, de la parroquia Madre del Pueblo, del Bajo Flores”. Para quien no
lo sepa, el Diccionario define una murga como una compañía de músicos malos,
que molestan con palabras o acciones impertinentes; y no ya el sabio lexicón
sino la elemental memoria, define al cura Ricciardelli como uno de los
capitostes del marxismo clerical nativo.
El hecho no
pasaría de ser una expresión más de la manada progresista, si no lo agravaran
dos factores. El uno, la presencia estelar de Eugenio Zaffaroni, de inverecunda
militancia en las huestes de la sodomía, y partidario explícito de cuantas
degeneraciones caben en el orden moral. Y el otro, el patrocinio que de tal
Encuentro Arquidiocesano hacen entidades como YMCA Asociación, Unicef o el
Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires. La primera
—oportunamente denunciada como sociedad filomasónica por el Padre Röttjer— fue
condenada por la Santa Sede en 1920, en tiempos de Benedicto XV. La segunda se
enrola claramente en pro de la cultura de la muerte, repudiada por Juan Pablo
II en la Evangelium vitae, de 1995; y el Ministerio, obviamente, es una de las
redes cloacales del macrismo, desde el cual, por ejemplo, se sostiene
abiertamente la perspectiva del género. La misma que reprobara la Sagrada Congregación
para la Doctrina de la Fe, en su Carta sobre la colaboración del hombre y la mujer
en la Iglesia y en el mundo, del año 2004.
De modo que una
vez más en su carrera sin quicio, el Cardenal Primado humilla a la Iglesia,
auspicia el error cuanto el pecado público, se exhibe en ostentoso maridaje con
los protervos y se rodea de los enemigos declarados de Dios y de la Patria. Le
caben con entera propiedad los dicterios evangélicos dirigidos a los pastores
devenidos en mercenarios. Y el lamento trágico del profeta Nahun: “tus
funcionarios son como la langosta, como un enjambre de insectos que se posan
sobre los cercos en un día de frío […] tus pastores están dormidos” (Nah.
17-18).
Comentando el
Evangelio de San Juan, Santo Tomás distingue entre
el buen y el mal pastor por una triple diferencia. En
cuanto al fin, porque el malvado no anhela la salvación del rebaño. En cuanto a
los cuidados, porque no tiene solicitud por las ovejas. Y en cuanto al afecto, porque
descastado del amor verdadero, huye cuando viene el lobo, si no es que él mismo
lo aproxima aviesamente a la grey.
Quienes todavía dudan de si nos es legítimo atacar al
Primado, porque suponen que proceder de tal modo es alimentar a los enemigos de
la Iglesia, sepan de una vez por todas que no hay enemigo peor y más sedicioso
que el pastor traicionero y felón. Aquel al que San Agustín, en su Sermón sobre
los Pastores, llama despectivamente foenus custos. Algo así como un guardián de
paja, un espantapájaros colocado en los viñedos, sin poder evitar que las prefiguradoras
y turgentes uvas sean roídas por las alimañas.
Es hora de
preguntarse, seriamente —por éste y por tantísimos hechos penosos que venimos
denunciando durante largos años— si el Cardenal Bergoglio no es el prototipo
del mal pastor, al que los súbditos estamos obligados a desenmascarar y aún a
desobedecer. Porque a causa de sus múltiples desaguisados se ha expuesto a la
reprensión divina, según explica la Regla Pastoral de San Gregorio Magno. Y es
hora de pedirle al Santo Padre con amor y dolor filial, que —si no quiere
quedar respaldando a quienes no merecen la confianza de la Iglesia— aplique de
una vez el fortísimo y justiciero remedio paulino: “¡Quitad, pues, a ese
perverso de entre vosotros!” (San Pablo, I Corintios 5, 9-13).
Entretanto, recemos por los niños y adolescentes. Para
que no los alcancen las enseñanzas que sobre ellos, y con el respaldo de la
Arquidiócesis de Buenos Aires, volcarán impunemente los apóstatas, los masones
y los degenerados.
Sí; recemos por nuestros niños y adolescentes, y
ofrezcámosle, no ya los grotescos sones murgueros que les entregan estos
demagogos, sino los cánticos de júbilo,
de alabanza, de gloria y de resplandor sagrado acuñados por la mejor tradición
católica y argentina.
San Martín pronuncia su propio discurso
Por Antonio Caponnetto
Me llego hasta este patio de una escuela en agosto,
acostumbrado al frío de los vientos andinos.
Parezco uno de aquellos paisanos correntinos
que conocí de niño como el labriego al mosto.
Llego entre pizarrones, pupitres, libros viejos
o acaso entre pantallas que confunden mi vista,
hay un mástil alzado, que convoca y alista
a flamear los colores con marianos reflejos.
Voy llegando con miedo a mi propio homenaje
convertido en rutina, feriado o la costumbre
de negarle a mi vida la feliz reciedumbre
de haber sido soldado de hispánico linaje.
Si ha de ser mi destino vivir entre discursos
que oyen más los umbrales que las almas atentas,
pido que se proceda a borrar las afrentas
y cuenten de mi historia los reales decursos.
Mi nación: La Argentina; mi madre patria Iberia,
mi sangre limpia supe derramar en batalla,
el broquel de mi hogar sólo un lema amuralla:
Si es por Dios, por el Rey, la guerra es cosa seria.
En América quise conservar lo heredado,
no cambié de enemigo sino de territorio,
ni liberé países de ningún purgatorio
que causara el Imperio del Sol enamorado.
Castigué la blasfemia, desprecié a los logistas,
a las revueltas rojas las llamé insurrecciones,
agradezco a los bravos de mis firmes legiones
galopando paisajes de luchas imprevistas.
Repartí escapularios y a la Virgen del Carmen
la nombré Generala de tropas belicosas,
mi espada fue a las manos de Juan Manuel de Rosas
y pedí que a sus huestes no olviden ni desarmen.
No me llamen el santo, no el padre ni el tribuno
de libertades falsas que maldije y desprecio,
amé la monarquía y al gobernante recio
que prefiere la muerte al vivir lacayuno.
Pronuncié una proclama de sables arrumbados
que esperaban los brazos capaces de empuñarlos,
hoy pido como antaño, ¡que vengan a tomarlos
los que tengan el temple de monjes y soldados!
28/07/2023
Descargar el PDF:
https://drive.google.com/file/d/1EBigbYRJWqF67MIqesStkSDGqzdfvVbK/view
Lamento mucho tener que discrepar con el
diagnóstico sobre el “punto de no retorno” en la crisis de la Iglesia tal cual
fue expuesto ayer en el blog argentino Caminante-Wanderer[1].
A mi entender, dicho “punto de no retorno” en la Iglesia no está dado por
Bergoglio ni por su ominoso “pontificado” -ni siquiera por el actual “camino
sinodal”-, sino que ha tenido lugar con la promulgación del herético y subversivo
CVII[2]
por “San” Pablo VI.
Para los “distraídos”, se podría
“flexibilizar” el calendario y proponer como ruptura definitiva con el
catolicismo el abominable aquelarre de Asís del año 1986, convocado por “San”
Juan Pablo II[3],
siendo el cardenal Ratzinger nada menos que el prefecto de la Congregación para
la Doctrina de la Fe. Dicho evento interconfesional ha sido la realización
emblemática de los falsos principios conciliares concernientes a la libertad
religiosa, al ecumenismo, a la relación con las religiones no cristianas y a la
nueva eclesiología latitudinarista del subsistit
in.
Además, con todo respeto, debo decir que
considerar al modernista bávaro como un obstáculo para la apostasía en la
Iglesia, cuando él ha sido uno de los principales artífices del conciliábulo de
perdición y partícipe necesario de las cinco reuniones interreligiosas
blasfematorias de Asís -tres con JPII, una como BXVI y otra con Bergoglio, en
su calidad de “papa emérito”-, se me antoja un juicio de una ingenuidad
desarmante, por decir lo mínimo.
Los “papas conciliares” -BXVI incluido-,
han sido coautores y/o cómplices entusiastas de la colosal impostura y la
apostasía propiamente escatológica que ha sido el CVII, asamblea revolucionaria
que constituyó el triunfo en la Iglesia del modernismo condenado por San Pío X,
su legitimación aparente a través de los falsos pastores modernistas,
usurpadores de la sede petrina. Comprendo que esto pueda ser malsonante para
los oídos de los católicos desprevenidos, pero no por eso deja de ser cierto. A
quien deseara investigar el asunto, lo remito al artículo Benedicto XVI: ¿Doctor de la Iglesia?, publicado en mi blog en
enero de este año.[4]
Conste que de ninguna manera estoy
relativizando el nefasto “pontificado” de Bergoglio[5],
simplemente digo que la ruptura ha acaecido mucho tiempo antes: la gran
apostasía ha comenzado con el CVII y se ha vuelto patente desde el evento
interreligioso de Asís. Esto, al menos, para cualquiera que tenga ojos para ver
y cuente con la lucidez suficiente para juzgar ese acontecimiento inaudito a la
luz del magisterio bimilenario de la Iglesia y de la revelación divina.
Francisco no ha hecho sino llevar hasta sus últimas consecuencias[6]
las falsas premisas sentadas en el conciliábulo vaticanesco, concebido y
realizado por los archimodernistas infiltrados Roncalli y Montini.[7]
Aprovecho este comentario para recordar
a los desmemoriados que el cuestionamiento radical al CVII fue neutralizado por
el “tradicional” cardenal Ratzinger y su falaz “hermenéutica de la continuidad”,
acompañada luego -siendo ya BXVI-, con algunas concesiones tácticas hacia el
tradicionalismo, como ser la del Motu
Proprio Summorum Pontificum, para hacer que los refractarios a la
revolución conciliar deglutieran con mayor facilidad la píldora envenenada del
“continuismo” conciliar.
NOTA: Este post es la transcripción ligeramente
modificada del comentario que hice en el artículo de marras, pero que no fue
publicado por Wanderer. Lo que no me
ha sorprendido en absoluto, dado que jamás ha sido publicado en esa página “tradicionalista”
un comentario mío, a pesar de que siempre han sido respetuosos y
argumentados. Lo cual, por cierto, no deja de ser sintomático de un pensamiento
sectario e intolerante, incapaz de aceptar la confrontación de ideas en el
marco de un debate intelectual honesto y desapasionado, prefiriendo apelar al
fácil recurso de la censura, invisibilizando a quien se atreve a cuestionar su
postura.
A lo largo de la década que llevo
publicando e interviniendo en el debate público acerca de la crisis eclesial,
he podido comprobar que, por desgracia, esta es una actitud frecuente. Y, en
algunos casos, sistemática, como sucede con el blog Caminante-Wanderer. Lo cual, además de ser una actitud odiosa, es
absurda e incomprensible, pues las coincidencias superan con creces a las
divergencias. Negarse a responder a las objeciones que le planteo es indicio de
una convicción endeble y de una manifiesta dificultad para defender su posición,
prefiriendo eludir la confrontación de ideas franca y viril, en una actitud que
es tan deshonesta como pusilánime.
Les recomiendo leer un artículo que
considero muy ilustrativo de este lamentable proceder, tan en boga en los
círculos de tendencia “tradicional” o “conservadora”, tratándose nuevamente de
un blog argentino, Linum Fumigans,
administrado por un sacerdote mendocino empecinado en pretender demostrar la
supuesta ortodoxia de Bergoglio y del CVII, intitulado Debate sobre la crisis eclesial[8],
publicado en mi blog en abril de 2020, y que versa sobre la misma temática, a saber,
los orígenes de la crisis post conciliar, intercambio de puntos de vista que
desembocó en la censura total de mis comentarios al respecto a partir de
entonces.
Novedad
Editorial: APOSTASÍA VATICANA
https://gloria.tv/post/7ynAG7ZfxBvK1MBD4MqN3aMxn
[1] “Punto de no retorno”: http://caminante-wanderer.blogspot.com/2023/07/punto-de-no-retorno.html - Este artículo fue
publicado en mi nueva cuenta en Gloria TV (Super
Omnia Veritas - https://gloria.tv/user/uCZ9iiNQ3eKS1zgLg6MSCmbjY), en este enlace: https://gloria.tv/post/PfSfqK47y4GD1BSRMsbgyP719
[2] “El Concilio Vaticano
II inició la pasión de la iglesia”: https://gloria.tv/post/h9BNFYZP1fZX3ch72xV8np9nd
[3] Sobre Wojtyla ver “Juan
Pablo II profesaba la herejía de la salvación universal”: https://gloria.tv/post/6zthWmGbzH4c1khnBxDXRbRGf
[5] Ver al respecto la
recopilación de publicaciones “Diez años
con Francisco”: https://gloria.tv/post/UEqqVjZCCVLQ6g89ps67irXSM
[6] Consultar el estudio
“El Vaticano promueve la apostasía y una religión global”: https://gloria.tv/post/bUsSsFR763PH42N9dkudYoCLQ
[7] Leer sobre el tema
“Francisco, Teilhard de Chardin y el panteísmo”: https://gloria.tv/post/kpjo9SAYhnqn1YM7HScvWZNZE y “John XXIII was a
Mason”: https://gloria.tv/post/qkBGk7ferFBH1CVfyQMsWoM3B