DIJIMOS AYER
Por Antonio
Caponnetto
La nota que reproduciremos a continuación fue
publicada en Cabildo la última semana de septiembre de 2010; es decir, hace
trece años. Al conocerse hoy, viernes 18 de agosto de 2023, la noticia del
encumbrado cargo que Bergoglio le ha conferido al rufián Zaffaroni en un nuevo
organismo académico del Vaticano –puesto bajo el patrocinio del orate mendaz y
filibustero de Bartolomé de las Casas- nos ha parecido pertinente recordar lo
dicho entonces. Sin olvidarmos de que, bastante antes, en noviembre del 2003,desde
la tapa de otro número de Cabildo, el 32, titulamos categóricamente: “Zaffaroni
en la Corte, fiesta en el hampa”.
No hay mucho para analizar sobre el reciente
nombramiento decidido en los cubiles caliginosos del Vaticano. O sí. Pero
únicamente nos ceñiremos a tres enunciados. El primero, que Bergoglio compite
contra sí mismo en la carrera vertiginosa y sórdida de su apostasía. Nadie
puede empardarlo si de iniquidades se trata. El segundo, es que la predilección
por el submundo sodomítico se ha acentuado tanto pero tanto con sus últimos
actos, dichos y nombramientos, que no queda sino aplicar, para inteligir cuanto
ocurre, aquella máxima clásica, según la cual, lo equivalente busca lo
equivalente. O con mejor metafísica hispánica: Dios los cría y ellos se juntan.
El tercer enunciado no es menos preocupante: Bergoglio se ha dispuesto a
provocar con violencia a los católicos fieles hasta la exasperación;es más,
hasta el escándalo, la crispación y el estupor. Casi como si se complaciera en
fomentar un cisma, siquiera de hecho. Una escapada o huida de la Barca, al
advertir sus castigados tripulantes, horrorizados, que ya no es Pedro quien la
conduce sino una suerte de Sarumán y Nefarius; o más módicamente, un Pulchinella
argento con grotesco tridente. ¿Quién en su sano juicio de católico a secas querría
tener por Cabeza eclesial a semejante personaje?.
Dios no deje impune tantas ofensas a Su Santo Nombre.
Que la Justicia prevaleza sobre la lenidad, y que el Señor no se canse de
repetir: <Yo rezaré por tí para que
no desfallezca tu fe>(Ls.22,32).
Va la nota de trece años atrás:
BERGOGLIO:
LA TRAICIÓN QUE NO CESA
Ha tomado
conocimiento público una noticia, según la cual, el próximo martes 28 de
septiembre, en el Auditorio San Ignacio de Loyola de la Universidad del
Salvador, tendrá lugar el XI Encuentro Arquidiocesano de Niñez y Adolescencia.
Hablarán en el mismo Monseñor Eduardo García, los
presbíteros Ernesto Salvia, Gustavo Carrara y Pedro Bayá Casal. El mismísimo Cardenal
Primado, Jorge M. Bergoglio, tendrá a su cargo una disertación alrededor del tema
“Proyectando la patria hacia una nación sin excluidos”; y a modo de cierre se
anuncia textualmente en el programa la actuación de “la murga Padre Rodolfo
Ricciardelli, de la parroquia Madre del Pueblo, del Bajo Flores”. Para quien no
lo sepa, el Diccionario define una murga como una compañía de músicos malos,
que molestan con palabras o acciones impertinentes; y no ya el sabio lexicón
sino la elemental memoria, define al cura Ricciardelli como uno de los
capitostes del marxismo clerical nativo.
El hecho no
pasaría de ser una expresión más de la manada progresista, si no lo agravaran
dos factores. El uno, la presencia estelar de Eugenio Zaffaroni, de inverecunda
militancia en las huestes de la sodomía, y partidario explícito de cuantas
degeneraciones caben en el orden moral. Y el otro, el patrocinio que de tal
Encuentro Arquidiocesano hacen entidades como YMCA Asociación, Unicef o el
Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires. La primera
—oportunamente denunciada como sociedad filomasónica por el Padre Röttjer— fue
condenada por la Santa Sede en 1920, en tiempos de Benedicto XV. La segunda se
enrola claramente en pro de la cultura de la muerte, repudiada por Juan Pablo
II en la Evangelium vitae, de 1995; y el Ministerio, obviamente, es una de las
redes cloacales del macrismo, desde el cual, por ejemplo, se sostiene
abiertamente la perspectiva del género. La misma que reprobara la Sagrada Congregación
para la Doctrina de la Fe, en su Carta sobre la colaboración del hombre y la mujer
en la Iglesia y en el mundo, del año 2004.
De modo que una
vez más en su carrera sin quicio, el Cardenal Primado humilla a la Iglesia,
auspicia el error cuanto el pecado público, se exhibe en ostentoso maridaje con
los protervos y se rodea de los enemigos declarados de Dios y de la Patria. Le
caben con entera propiedad los dicterios evangélicos dirigidos a los pastores
devenidos en mercenarios. Y el lamento trágico del profeta Nahun: “tus
funcionarios son como la langosta, como un enjambre de insectos que se posan
sobre los cercos en un día de frío […] tus pastores están dormidos” (Nah.
17-18).
Comentando el
Evangelio de San Juan, Santo Tomás distingue entre
el buen y el mal pastor por una triple diferencia. En
cuanto al fin, porque el malvado no anhela la salvación del rebaño. En cuanto a
los cuidados, porque no tiene solicitud por las ovejas. Y en cuanto al afecto, porque
descastado del amor verdadero, huye cuando viene el lobo, si no es que él mismo
lo aproxima aviesamente a la grey.
Quienes todavía dudan de si nos es legítimo atacar al
Primado, porque suponen que proceder de tal modo es alimentar a los enemigos de
la Iglesia, sepan de una vez por todas que no hay enemigo peor y más sedicioso
que el pastor traicionero y felón. Aquel al que San Agustín, en su Sermón sobre
los Pastores, llama despectivamente foenus custos. Algo así como un guardián de
paja, un espantapájaros colocado en los viñedos, sin poder evitar que las prefiguradoras
y turgentes uvas sean roídas por las alimañas.
Es hora de
preguntarse, seriamente —por éste y por tantísimos hechos penosos que venimos
denunciando durante largos años— si el Cardenal Bergoglio no es el prototipo
del mal pastor, al que los súbditos estamos obligados a desenmascarar y aún a
desobedecer. Porque a causa de sus múltiples desaguisados se ha expuesto a la
reprensión divina, según explica la Regla Pastoral de San Gregorio Magno. Y es
hora de pedirle al Santo Padre con amor y dolor filial, que —si no quiere
quedar respaldando a quienes no merecen la confianza de la Iglesia— aplique de
una vez el fortísimo y justiciero remedio paulino: “¡Quitad, pues, a ese
perverso de entre vosotros!” (San Pablo, I Corintios 5, 9-13).
Entretanto, recemos por los niños y adolescentes. Para
que no los alcancen las enseñanzas que sobre ellos, y con el respaldo de la
Arquidiócesis de Buenos Aires, volcarán impunemente los apóstatas, los masones
y los degenerados.
Sí; recemos por nuestros niños y adolescentes, y
ofrezcámosle, no ya los grotescos sones murgueros que les entregan estos
demagogos, sino los cánticos de júbilo,
de alabanza, de gloria y de resplandor sagrado acuñados por la mejor tradición
católica y argentina.
Damos gracias a Dios por este hermano argentino, que lleva en sus venas, de la más pura sangre española.
ResponderBorrarPor favor alguien podría aclararme la expresión de Antonio en su introducción cuando dice:
ResponderBorrar"...Una escapada o huida de la Barca, al advertir sus castigados tripulantes, horrorizados, que ya no es Pedro quien la conduce sino una suerte de Sarumán y Nefarius,..."
Yo siempre entendí que la estructura exterior, la jerarquía de la Iglesia, los templos, estaban hace mucho tiempo tomados por la masonería eclesiástica. El falso Pedro está muy cómodo en ese lugar. Desde esa posición de poder destruye todo a gusto. Por lo tanto quienes se van somos los que advierten tal situación, huyen al desierto donde seremos perseguidos tal como lo dice el Apocalipsis. Allí seremos defendidos y alimentados. Este será el remanente fiel.
Si no es así, alguien podría corregirme. Gracias.
Fuimos ( ya han fallecido tres) 6 primos en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fé, teniendo dos de nosotros como Sub Prefecto de la 2ª División, a un curita de cara bonachona, siempre sonriente y pérfido maricón pederasta. Éramos pupilos (internos) y de noche sabíamos que el maricón pederasta estaba al acecho, en las rondas con linterna a través del cristañ redondo de nuestras puertas. Afortunadamente mis padres me llevaron de regreso al Salvador, a Buenos Aires, donde volví a encontrar al maricón pederasta, y allí me enteré por uno de mis primos en vacaciones, que al mayor de los nuestros lo había violado. Y quedamos varios que por cariño a nuestro primo , a los dos Colegios y a la Compañía que nos formó, no lo hemos hecho público. Pero me refiero al entonces P.Jorge S.I., hoy Francisco.
ResponderBorrarA.M.D.G.
Sr. Roberto Romero su denuncia es gravísima y suena a fake news. Además si no han hecho denuncia del grave hecho tanto sea canónica o en la justicia es una grave irresponsabilidad y no veo se haga cargo de la misma. A ver si se anima y ahí veremos
BorrarLos que eligieron al cardenal Bergtuabaoglio en el cónclave, sabian, pues, quién era, cómo era, cómo pensaba, cómo ac
ResponderBorrarMuy buen artículo! Gracias Dr Caponnetto.
ResponderBorrarSr. Roberto Romero su denuncia es gravísima y suena a fake news. Además si no han hecho denuncia del grave hecho tanto sea canónica o en la justicia es una grave irresponsabilidad y no veo se haga cargo de la misma. A ver si se anima y ahí veremos.
ResponderBorrarCuántas más desilusiones tiene que llevarse el fiel modernista que concurre a misas novus ordo en comunión con la Falsa iglesia que dirige hoy Bergoglio? Hay que despertar de una vez, los catolicos hace 60 años que vivimos engañados y dormidos frente a tanta apostasía. Recomiendo al fiel que tiene amor por la verdad investigar por sí mismo cómo era la Iglesia antes del conciliábulo vaticano II.
ResponderBorrarTenían sus mezquindades también en aquellos tiempos.
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