Cuando el delegado y elegido de Perón, Héctor Cámpora
–el hombre alfombra del General, como lo llamara Genta- asumió el poder en el
infausto 1973, desde la revista Cabildo, sacamos una tapa con la caripela
asqueante y satisfecha de náusea de José Ber Gelbard, formalmente nombrado
Ministro de Economía. El retrato, claro, iba acompañado de una leyenda que
decía: “¿Y este es el rostro de la liberación?”. Una larga y fundada nota
apuntando las fechorías del hebreo, daba cuenta de su pasado delictivo, ligado
al ámbito de la usura, de las finanzas turbias y del dinero malhabido. La
pregunta de aquella tapa era retórica, por cierto. Pero hacía alusión a uno de
los ejes centrales de la campaña peronista para llegar al poder; a saber, que
combatirían la dependencia y nos darían la liberación.
Pues resulta que ahora, entre los nombramientos
formalmente asegurados de Milei se cuenta con el de Leonardo Cifelli como
Secretario de Cultura. “Leo”, para sus amigues, tiene frondosos antecedentes
como productor teatral en el submundo de la farándula, del espectáculo en su
peor acepción política y del universo de actrices y actores putoides;
verbigracia, de ese despojo humano que se llama Pepito Cibrián Campoy, cuya
inverecundia compite con su nadería.
Una vieja noticia de julio de 2013, nos lo muestra a
Cifelli festejando efusivamente el “casamiento” de Marilina Ross con su pareja
Patricia Rincci.
No sólo eso, nos lo muestra, junto con otra invertida como Sandra Mihanovich, “asesorando a las novias en todo” y “el festejo que se hará en el restaurante mexicano de Marita, la pareja de Sandra, en Martínez”. Todo puede saberse con estos y muchos más detalles con una simple <gugleada>, de las que proponía el infame Massa. (https://www.continental.com.ar/espectaculos/a-los-70-anos--se-casa-marilina-ross_a60e45ec9771a9219a550e210)
Pues bien, la comparanza es casi obvia entre aquel
1973 y este exacto medio siglo después. ¿Este es el rostro de la batalla
cultural, que nos prometían y aseguraban los pandilleros mileistas de la Nueva
Derecha? ¿Esta es la esfinge, el emblema o el signo de quienes nos acusaban de
no comprender la gesta intelectual que se abalanzaría sobre la sociedad al solo
conjuro de la victoria peluquense? ¿Esta es la señal de los festejos de que ha
sido derrotado el progresismo, la zurda y el detrito cosmovisional del kirchnerismo?
¿Esta es la epopeya recuperadora de la cultura, anunciada por los paladines de
La Libertad Avanza, y que por no saber valorar ni comprender ni votar, fuimos
catalogados de irrecuperables para la vida política? ¿Y si no lo fuera, nada
tienen que protestar, ni ninguna disculpa que ofrecernos, los que rifaron la
ortodoxia católica, como platejo de lentejas, para que se alzara con el poder
tamaño golem, parido entre las usinas más turbias de la sinagoga?
No esperábamos que el esperpento libertario nombrara
en el área al Cardenal Cisneros o a Alcuino. Pero al menos a alguien a quien le
funcionaran normalmente las hormonas, como para tomar distancia de todo ese
burdelesco aparato al servicio de la mentira, de la maldad y de la fealdad en
que se ha convertido hoy la cultura.
En rigor, no nos preocupa el nombramiento de Cifelli o
desquiciado análogo. Estamos acostumbrados a enfrentarlos. Nos preocupan dos
cosas: la ceguera obtusa y recalcitrante de los supuestos <buenos>, que
siguen apostando a Milei; y la obscenidad pronunciada e insolente con que éste
sigue dando muestras de su alineación en el bando judeomasónico. En tal
sentido, la Argentina nunca ha conocido un presidente más pornográfico en la
materia.
Es su “proyecto personal de vida”, por cierto. Y al no
haberlo ocultado nunca, hay que decirlo, el perengano no engañó a nadie.
Pero se engañan, sí, y mucho, todos aquellos que no
presienten, olfatean o intuyen que detrás de ambos fenómenos –la ceguera
empecinada de los buenos y la pornografía política de los malos- hay algo que
huele a preternaturalidad. Milei las llamó “fuerzas celestiales”. Se olvidó de
decir que, son las fuerzas caídas, las rebeladas contra Dios Uno y Trino, las ofensoras
del plan creacional, las vociferantes del <non serviam>,las emponzoñadas
en la soberbia, las castigadas por ende con el soplo arrollador del Señor de
los Ejércitos.
Terminará esta bacanal maldita peor de lo que ya
empezó. Terminará con un desparramo de vesania, filfa y hemorragia. Y los que
lo anunciamos, no seremos precisamente blancos de pedidos de disculpas, sino de
piedras con las que querrán lapidarnos. Reste decir, porque siempre hay un
imbécil sofista que se hace el que no entiende, que la bacanal cuya ruindad
anunciamos, se vale de los Milei o de los Massa o los malparidos de turno. Las
ranas del Apocalipsis, de las que habló Castellani. Pero su verdadero nombre es
democracia. Contra ella nuestra lucha, por un Orden Social Cristiano. Aunque no
lo vean nuestros ojos terrenos ni lo entiendan los oportunistas. Dios me entiende,
musitaba Don Quijote.
Es el rostro de la "batalla cultural" de dos de los caraduras de la "nueva derecha" los liber otarios de Nicolás Márquez, Agustín Laje bendecidos por el rabino Olivera Ravasi.
ResponderBorrarConsecuencia, hay que decirlo, del eterno desastre que nos dejan los peronistas, falso partido nacional y eterno sirviente del capital financiero mundial.
Solo resta saber el día que vuelva el helicóptero.
Esteban Nieves.
Olivera Ravasi. Yo pensé que era la reencarnación de Mariano Grondona. Aunque, a decir verdad, no sé si ese fulano haya muerto todavía. Pero son iguales.
BorrarQue charlatán es ese Nieves.
BorrarNo son iguales, Mariano Grondona es masón, Ravassi no.
BorrarGracias Antonio, acabo de escuchar al esperpento de Laje decir que hay que bancar a Milei, que lo banque él con el capellan de Nor Delta, porque los verdaderos católicos y nacionalistas no debemos hacerlo si queremos ser coherentes. Ellos liberales o adoradores de Mamon, con sotana que hagan lo que quieran pero que no insulten nuestra inteligencia.
ResponderBorrarLos católicos son cómplices por negligencia, no tienen ningún partido político, no participan.
ResponderBorrar¿O sea que para usted el deber ser político del católico es participar de un sistema que es la negación misma de la Soberanía de Cristo? ¿Qué no existe posibilidad de acción política fuera del sistema partidocrático? ¿Qué hay que elegir entre opciones perversas en vez de seguir proponiendo y buscando el verdadero bien posible y resistiendo las falsas opciones del sistema? En fin... siga participando.
BorrarLo que tiene que hacer el católico es no mezclar la religión con la política, así podrá participar en los partidos políticos y tener partidos ellos también; acaso no son ciudadanos como el resto de los ciudadanos de los países?, no tienen libre albedrío para decidir por si mismos?
BorrarRealmente, creo que estamos peleando contra las fuerzas preternaturales, si no , no se explica tanta ceguera de parte de los católicos.
ResponderBorrarCoincido totalmente...
BorrarEstoy completamente de acuerdo. Aquí hay un fenómeno preternatural. De naturaleza parecida a los que cegó a tantos durante la falsa pandemia, y no sólo a católicos.
BorrarLa religión es preternatural.
Borrar