domingo, 26 de noviembre de 2023

Se viene nomás la batalla cultural - Antonio Caponnetto

¿Y ESTE ES EL ROSTRO DE LA BATALLA CULTURAL?

Cuando el delegado y elegido de Perón, Héctor Cámpora –el hombre alfombra del General, como lo llamara Genta- asumió el poder en el infausto 1973, desde la revista Cabildo, sacamos una tapa con la caripela asqueante y satisfecha de náusea de José Ber Gelbard, formalmente nombrado Ministro de Economía. El retrato, claro, iba acompañado de una leyenda que decía: “¿Y este es el rostro de la liberación?”. Una larga y fundada nota apuntando las fechorías del hebreo, daba cuenta de su pasado delictivo, ligado al ámbito de la usura, de las finanzas turbias y del dinero malhabido. La pregunta de aquella tapa era retórica, por cierto. Pero hacía alusión a uno de los ejes centrales de la campaña peronista para llegar al poder; a saber, que combatirían la dependencia y nos darían la liberación.

Pues resulta que ahora, entre los nombramientos formalmente asegurados de Milei se cuenta con el de Leonardo Cifelli como Secretario de Cultura. “Leo”, para sus amigues, tiene frondosos antecedentes como productor teatral en el submundo de la farándula, del espectáculo en su peor acepción política y del universo de actrices y actores putoides; verbigracia, de ese despojo humano que se llama Pepito Cibrián Campoy, cuya inverecundia compite con su nadería.

Una vieja noticia de julio de 2013, nos lo muestra a Cifelli festejando efusivamente el “casamiento” de Marilina Ross con su pareja Patricia Rincci.

No sólo eso, nos lo muestra, junto con otra invertida como Sandra Mihanovich, “asesorando a las novias en todo” y “el festejo que se hará en el restaurante mexicano de Marita, la pareja de Sandra, en Martínez”. Todo puede saberse con estos y muchos más detalles con una simple <gugleada>, de las que proponía el infame Massa. (https://www.continental.com.ar/espectaculos/a-los-70-anos--se-casa-marilina-ross_a60e45ec9771a9219a550e210)

Pues bien, la comparanza es casi obvia entre aquel 1973 y este exacto medio siglo después. ¿Este es el rostro de la batalla cultural, que nos prometían y aseguraban los pandilleros mileistas de la Nueva Derecha? ¿Esta es la esfinge, el emblema o el signo de quienes nos acusaban de no comprender la gesta intelectual que se abalanzaría sobre la sociedad al solo conjuro de la victoria peluquense? ¿Esta es la señal de los festejos de que ha sido derrotado el progresismo, la zurda y el detrito cosmovisional del kirchnerismo? ¿Esta es la epopeya recuperadora de la cultura, anunciada por los paladines de La Libertad Avanza, y que por no saber valorar ni comprender ni votar, fuimos catalogados de irrecuperables para la vida política? ¿Y si no lo fuera, nada tienen que protestar, ni ninguna disculpa que ofrecernos, los que rifaron la ortodoxia católica, como platejo de lentejas, para que se alzara con el poder tamaño golem, parido entre las usinas más turbias de la sinagoga?

No esperábamos que el esperpento libertario nombrara en el área al Cardenal Cisneros o a Alcuino. Pero al menos a alguien a quien le funcionaran normalmente las hormonas, como para tomar distancia de todo ese burdelesco aparato al servicio de la mentira, de la maldad y de la fealdad en que se ha convertido hoy la cultura.

En rigor, no nos preocupa el nombramiento de Cifelli o desquiciado análogo. Estamos acostumbrados a enfrentarlos. Nos preocupan dos cosas: la ceguera obtusa y recalcitrante de los supuestos <buenos>, que siguen apostando a Milei; y la obscenidad pronunciada e insolente con que éste sigue dando muestras de su alineación en el bando judeomasónico. En tal sentido, la Argentina nunca ha conocido un presidente más pornográfico en la materia.

Es su “proyecto personal de vida”, por cierto. Y al no haberlo ocultado nunca, hay que decirlo, el perengano no engañó a nadie.

Pero se engañan, sí, y mucho, todos aquellos que no presienten, olfatean o intuyen que detrás de ambos fenómenos –la ceguera empecinada de los buenos y la pornografía política de los malos- hay algo que huele a preternaturalidad. Milei las llamó “fuerzas celestiales”. Se olvidó de decir que, son las fuerzas caídas, las rebeladas contra Dios Uno y Trino, las ofensoras del plan creacional, las vociferantes del <non serviam>,las emponzoñadas en la soberbia, las castigadas por ende con el soplo arrollador del Señor de los Ejércitos.

Terminará esta bacanal maldita peor de lo que ya empezó. Terminará con un desparramo de vesania, filfa y hemorragia. Y los que lo anunciamos, no seremos precisamente blancos de pedidos de disculpas, sino de piedras con las que querrán lapidarnos. Reste decir, porque siempre hay un imbécil sofista que se hace el que no entiende, que la bacanal cuya ruindad anunciamos, se vale de los Milei o de los Massa o los malparidos de turno. Las ranas del Apocalipsis, de las que habló Castellani. Pero su verdadero nombre es democracia. Contra ella nuestra lucha, por un Orden Social Cristiano. Aunque no lo vean nuestros ojos terrenos ni lo entiendan los oportunistas. Dios me entiende, musitaba Don Quijote.



12 comentarios:

  1. Es el rostro de la "batalla cultural" de dos de los caraduras de la "nueva derecha" los liber otarios de Nicolás Márquez, Agustín Laje bendecidos por el rabino Olivera Ravasi.
    Consecuencia, hay que decirlo, del eterno desastre que nos dejan los peronistas, falso partido nacional y eterno sirviente del capital financiero mundial.
    Solo resta saber el día que vuelva el helicóptero.
    Esteban Nieves.

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    1. Olivera Ravasi. Yo pensé que era la reencarnación de Mariano Grondona. Aunque, a decir verdad, no sé si ese fulano haya muerto todavía. Pero son iguales.

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    2. Que charlatán es ese Nieves.

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    3. No son iguales, Mariano Grondona es masón, Ravassi no.

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  2. El rígido Porteño27/11/23, 12:14 p.m.

    Gracias Antonio, acabo de escuchar al esperpento de Laje decir que hay que bancar a Milei, que lo banque él con el capellan de Nor Delta, porque los verdaderos católicos y nacionalistas no debemos hacerlo si queremos ser coherentes. Ellos liberales o adoradores de Mamon, con sotana que hagan lo que quieran pero que no insulten nuestra inteligencia.

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  3. Los católicos son cómplices por negligencia, no tienen ningún partido político, no participan.

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    1. ¿O sea que para usted el deber ser político del católico es participar de un sistema que es la negación misma de la Soberanía de Cristo? ¿Qué no existe posibilidad de acción política fuera del sistema partidocrático? ¿Qué hay que elegir entre opciones perversas en vez de seguir proponiendo y buscando el verdadero bien posible y resistiendo las falsas opciones del sistema? En fin... siga participando.

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    2. Lo que tiene que hacer el católico es no mezclar la religión con la política, así podrá participar en los partidos políticos y tener partidos ellos también; acaso no son ciudadanos como el resto de los ciudadanos de los países?, no tienen libre albedrío para decidir por si mismos?

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  4. Realmente, creo que estamos peleando contra las fuerzas preternaturales, si no , no se explica tanta ceguera de parte de los católicos.

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    1. Estoy completamente de acuerdo. Aquí hay un fenómeno preternatural. De naturaleza parecida a los que cegó a tantos durante la falsa pandemia, y no sólo a católicos.

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    2. La religión es preternatural.

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