El blog “Wanderer” podría definirse como una página
dedicada al chimento eclesial y al divague filosófico- cristiano, con marcado
acento liberal, anglófilo y burgués. Su influencia ha sido nefasta para el
conservadurismo o tradicionalismo católico argentino, y, también, para el de
otras regiones hispanoamericanas. Puesto que, de ese modo edulcorado, informal,
zigzagueante, biempensante, ha infectado, de a poco, inadvertidamente, las
conciencias cristianas de liberalismo, de anglofilia y de aburguesamiento. Hace
un tiempo, se lo hizo saber otro blog argentino, “Los Cocodrilos del Foso”,
dirigido por Dardo Juan Calderón, hijo del insigne historiador Rubén Calderón
Bouchet. Lastimosamente, los artículos –jamás contestados- de esa página han
desaparecido.
Quisiéramos hoy nosotros, humildemente, ocuparnos
de este blog, con ocasión de las elecciones en la Argentina. Cada
vez que hay comicios allí, entre los más formados católicos se suscita la disputatio acerca
de la participación en el sistema democrático y el voto al “mal menor”.
Discusión que ni siquiera debería darse, si los principios estuviesen claros:
la democracia liberal partidocrática es, en esencia, una perversión. ¿Cuál es
la postura del sitio “Wanderer”? Una postura, por supuesto, ni fría ni
caliente: tibia. Hasta podríamos decir candorosa e inocente. Pueden
leerla AQUÍ y AQUÍ. Mas, de todo el palabrerío del anónimo escriba -¿por qué se oculta?-
rescataremos, para nuestro análisis, una oración. Es esta:
“[…] a fin de evitar equívocos, comienzo con una
aclaración. Votar o no votar es una decisión de cada uno, y si vota, es
su decisión a quién vota.”
Haciendo una chanza de mal gusto –pero no
inconsecuente en cuanto a los fundamentos- esto de la “decisión” nos trae a la
memoria aquél macabro mantra de las aborteras: “mi cuerpo, mi decisión”. Y sí:
sobre mi decisión no hay nada, ni nadie. Hago absolutamente lo que quiero. Del
liberalismo al planteo de las infanticidas hay un paso; o ni siquiera un paso.
Pero yendo al punto, esta sola frase del
“caminante” demuestra lo que sosteníamos: su pensamiento es liberal. E infecta
de liberalismo, entre dos vasos de whisky, sentados en cómodas poltronas -tal
la “canchera” imagen que quiere dar- a sus incautos lectores.
Porque, primero: “¿votar o no votar es decisión de
cada uno?”. Es decir: participar o no en un sistema condenado por la Iglesia,
¿es decisión de cada uno? Recuérdese que la Iglesia ha condenado todas las
dimensiones del inicuo régimen: el sufragio universal, la soberanía popular, el
liberalismo, los partidos políticos. No obstante ello, ¿está en mí elegir, con
mi voto, participar o no del sistema?
En segundo lugar: “si voto, ¿es mí decisión a quién
voto?” Entonces: ¿está en mí decidir autónomamente a quién
votar? ¿No debo, llegado el caso, regirme por principios heterónomos que
me indiquen a quien debo elegir?
De este planteo se desprende paladinamente un
pensamiento liberal y –consecuentemente- erróneo del responsable del blog
“Wanderer”. Pensamiento que ha contaminado –como decíamos- durante años a sus
seguidores.
Para terminar, su filosofía nos recuerda las
palabras de León XIII en su trascendental encíclica “Libertas”. Leámoslo:
“Esta es la pretensión de los referidos seguidores
del liberalismo; según ellos, no hay en la vida práctica autoridad
divina alguna a la que haya que obedecer; cada ciudadano es ley de sí mismo. De
aquí nace esa denominada moral independiente, que, apartando a la voluntad,
bajo pretexto de libertad, de la observancia de los mandamientos divinos,
concede al hombre una licencia ilimitada”.
Para el articulista, “no hay en la vida práctica
autoridad divina alguna a la que haya que obedecer; cada ciudadano es ley en sí
mismo”. En sus palabras: Votar o no votar es una decisión
de cada uno, y si vota, es su decisión a quién vota. Es la consagración
de la “moral independiente” propia del liberalismo –tal como denunciaba León
XIII-, por más que esté adornada de perendengues cristianos.
Fuente: Revista
Verdad
Perfecto. Totalmente de acuerdo. Nada que agregar.
ResponderBorrarAunque el blog de Los cocodrilos del foso de Calderón no era de mi devoción, justamente por parecerme que traicionaba el sentir de don Calderón Bouchet, admito que siempre se opuso al liberalismo de Peretó (Wanderer). Los que siguen a este último, parecen adolescentes. No saben o desconocen , o lo que es peor, rechazan la doctrina de la Iglesia sobre cuestiones sobre la moral que tienen que ver con el gobierno de los pueblos. Son liberales.
ResponderBorrar