San Juan Bautista

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miércoles, 19 de junio de 2024

Alperovich y la guerra semántica - Antonio Caponnetto

Mientras fue gobernador de Tucumán, varias veces le salimos al cruce a José Alperovich, por sus manifiestas, reiteradas y explícitas acciones anticatólicas, inequívocamente movilizadas por su odio judío a la Fe Verdadera. Bajo su ignominiosa gestión no sólo hubo una actitud ultrajante hacia la Cruz (al punto de derogar la bandera provincial por ser portadora del Signo de Nuestra Salvación) sino que fue evidente la propensión de rodearse de declarados agentes sionistas. Se permitieron sacrilegios monstruosos, sin la reacción condigna de las jerarquías eclesiásticas locales, y tanto el gobernador como su esposa hebrea, lucieron su insolencia anticristiana en cuanta oportunidad tuvieron.

El ataque al pabellón provincial, oportunamente denunciado e impugnado por el Dr. Exequiel Ávila Gallo, no tendría que haber sido un episodio que quedara impune. Pero como frente a muchos otros, tanto o más graves, prevaleció la lenidad. Sólo las familias católicas salieron valerosamente a las calles –recordamos, por caso, lo acontecido en noviembre del 2009- para frenar a los vándalos de la contranatura, respaldados además por todo el aparato kirchnerista dominante. Bien advertía Cervantes en su Coloquio de los perros, el mal enorme que se entroniza en una sociedad cuando “la costumbre del vicio se vuelve naturaleza”. Del otro lado de Hispania, Martín Fierro cantó para siempre: “Y sepan que ningún vicio, acaba donde comienza”. Y así sucedió.

Pero ahora resulta que este personaje salido de las sinagogas y las logias (uno de los típicos muchachos peronistas judíos que estudió Ranaam Rein),consolado por rabinos y sosteniendo una medalla cabalista durante el proceso judicial, acaba de ser condenado a dieciseís años de prisión por delitos sexuales graves. Y no hay uno solo, desde el juez, los fiscales, las víctimas, los periodistas, los opinadores, las empoderadas, los libertarios y los trotskistas, las Lemonine o las Bregman, que no sostenga que Alperovich se comportó como un señor feudal, conectando así su figura patibularia y siniestra, no con el judaísmo en el que nutrió y abreva, sino con la cristiana Edad Media. El malvado, en suma, lo sería, y por eso su castigo duro, por reeditar tan pésima costumbre de los medievales y cristianos tiempos. Una jugarreta más de la guerra semántica: el villano tiene que ser descalificado asociándoselo a cierta categoría católica. La leyenda negrísima del ius prima noctis retorna inverecunda en pleno siglo XXI, cuando ya ningún medievalista serio se atreve a sostenerla. Empezando por la siempre lúcida y veraz Régine Pernoud.

¿Qué tal si probamos decir –con la misma unanimidad con que se lo acusa de señor feudal- que la conducta del judío Alperovich lleva el ominoso atributo de la libido dominandi como arma de control político, con la cual, los judíos de todos los tiempos, especialmente los modernos, vienen corrompiendo y envileciendo a las sociedades? ¿Qué tal si en vez de los folletines turbios sobre el derecho de pernada, estudiamos seriamente la enjundiosa obra de Michael Jones, eruditísima y exhaustivamente documentada, precisamente sobre la Libido dominandi? ¿Qué tal si en vez de repetir de modo machacón y cursi que triunfó la justicia contra los abusos de un señor feudal, no empezamos a repetir que se castigó a un tunante hebreo, dedicado al mercenarismo de la carne humana, como lo hicieron sus paisanos, en esta pobre patria, desde los tiempos de la tenebrosa Migdal?

Nada de esto será posible en una sociedad gobernada por un golem espeluznante como Milei, secundado por católicos estultos, derechitistas cómplices, pseudo oposición macabra y partidocracia tan perversa como la democracia que la prohija. Nada de esto será posible mientras la Iglesia sea la principal aliada de los deicidas. No vamos a renunciar a la esperanza que cantara oportunamente Pemán:

“...todo el oro judío,

no podrá contra el brío

y la entereza sana,

de esta tierra que aún tiene desplantes de aldeana

que a la hora de parida se va a lavar al río...”.

Pero para elevar tamaña impetración, La Argentina necesita con urgencia que vuelva a ondear hasta el tope el estandarte de Facundo Quiroga. Por eso, al menos, queden ofrecidas nuestras pobres manos de testimoniales mástiles.


                                                                          Antonio Caponnetto


martes, 18 de junio de 2024

Novedad Editorial: Esencia de la Democracia de Bruno Acosta Pastore

 


Estimados amigos argentinos:

Me es grato comentarles que mi opúsculo “Esencia de la Democracia: y cómo es contraria a la sana filosofía política y el catolicismo” ya está en la imprenta. Ha sido confeccionado por una fina y distinguida editorial de Buenos Aires.

La primera semana de julio estará en venta en Buenos Aires y en Uruguay.



Por más información: escbrunoacostapastore@gmail.com

Cordial saludo en Cristo y María.

BRUNO ACOSTA



lunes, 17 de junio de 2024

Bergoglio, Apóstol LGTB - Alejandro Sosa Laprida

 

Breve reseña de la sistemática promoción de la contranatura practicada por el actual ocupante de la sede petrina, el impostor argentino Jorge Mario Bergoglio, falso Vicario de Cristo y auténtico Precursor del Anticristo.

Alejandro Sosa Laprida - 15/06/2024 [1]

Francisco y la ideología homosexualista - 13/03/2014

Con motivo de una conferencia de prensa dada el 29 de julio de 2013 en el vuelo entre Río de Janeiro y Roma, de regreso de las JMJ, Francisco pronunció la frase siguiente: «Si una persona es gay y busca al Señor con buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgar?» Frase extremadamente ambigua y perturbadora, ya que el término gay no designa genéricamente a los homosexuales, sino especialmente a aquellos que reivindican públicamente la «cultura» y el estilo de vida de la impureza contra natura. ¿Por qué haber utilizado una palabra generadora de confusión, totalmente extranjera al vocabulario católico y tomada justamente de la jerga del lobby «gay», avalando de este modo indirectamente su lenguaje subversivo y manipulador? ¿Por qué no haberse apresurado a añadir, para evitar malentendidos, que si bien no se juzga moralmente a la persona que padece esta tendencia, el pasaje al acto, en cambio, constituye un comportamiento gravemente desordenado en el plano moral?

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Sorprendentemente, no lo hizo, y naturalmente, al día siguiente, la abrumadora mayoría de la prensa mundial intituló el artículo dedicado a la atípica conferencia de prensa pontifical retomando textualmente la pregunta formulada por Francisco. ¿Podrá hablarse de impericia de parte de alguien que domina a la perfección el arte de la comunicación mediática? Resulta difícil creerlo. E incluso si así fuera, el contexto exigía eliminar todo riesgo de ambigüedad efectuando inmediatamente las precisiones del caso. Mas las precisiones jamás llegaron. Ni durante la conferencia de prensa ni después. Ni de su boca, ni de la del servicio de prensa del Vaticano. Mientras tanto, la prensa mundial se regodeaba impúdicamente con la consternante salida bergogliana…

En la extensa entrevista concedida por Francisco a las revistas culturales jesuitas los días 19, 23 y 29 de agosto y publicada en l’Osservatore Romano del 21 de septiembre, habría podido suponerse que Francisco no dejaría pasar la oportunidad para dar muestras de claridad acerca de esta espinosa cuestión, cortando por lo sano las polémicas que sus desafortunadas declaraciones habían suscitado y disipando drásticamente la confusión y la inquietud generalizada que habían provocado.

Veamos si aprovechó la ocasión para hacerlo:

«En Buenos Aires recibí cartas de personas homosexuales heridas socialmente porque se sienten desde siempre condenados por la Iglesia. Pero eso no es lo que la Iglesia quiere. Durante el vuelo de regreso desde Río de Janeiro dije que si una persona homosexual tiene buena voluntad y está buscando a Dios, yo no soy quien para juzgar. Al decir eso, dije lo que indica el Catecismo [de la Iglesia Católica]. La religión tiene derecho a expresar su opinión al servicio de las personas, pero Dios nos ha creado libres: la injerencia espiritual en la vida de la gente no es posible. Un día alguien me preguntó de manera provocante si yo aprobaba la homosexualidad. Yo le respondí con otra pregunta: “Dime: Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza condenándola?” Siempre hay que considerar a la persona. Entramos aquí en el misterio del hombre. En la vida cotidiana, Dios acompaña a la gente y nosotros debemos acompañarla tomando en cuenta su condición. Hay que acompañar con misericordia. Cuando esto sucede, el Espíritu Santo inspira al sacerdote para que diga la palabra más adecuada.»

Habría mucho para decir respecto a estas declaraciones. Mucho, para utilizar un eufemismo, excepto que destaquen por su claridad. En aras de la concisión, sólo haré algunas observaciones someras:

1. Contrariamente a lo que afirma, sus dichos brillan por su ausencia en el catecismo conciliar. En éste -a pesar de las graves objeciones que podría formular al respecto pero que no vienen a cuento acá-, se encuentra claramente expuesta la doctrina de la Iglesia (§ 2357 a 2359), precisamente la que Francisco no expresó en la entrevista, durante la cual cultivó la ambigüedad, usó un lenguaje demagógico y añadió aún más confusión.

2. Resulta inconcebible escucharlo decir que «la religión tiene derecho a expresar su opinión al servicio de las personas.» Perdón: ¿La religión? ¿Cuál? ¿O acaso se tratará de las religiones en general, es decir, de «las grandes tradiciones religiosas que ejercen un papel fecundo de levadura en la vida social y de animación de la democracia»? Lenguaje sorprendente en la boca de quien se encuentra sentado en el trono de San Pedro. ¿Por qué no haber dicho simplemente «la Iglesia»? Aquí corresponde proclamar sin ambages que la Iglesia no expresa de ninguna manera «su opinión» -como sostiene falazmente Francisco-, sino que Ella instruye a las naciones, en conformidad con el mandato que recibiera de su Divino Maestro: «Id y enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre,                         y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo cuanto os he mandado.» (Mt. 28, 19-20)

3. Y a renglón seguido añadió: «pero Dios nos ha creado libres: la injerencia espiritual en la vida de la gente no es posible.» Ambigüedad sibilina, característica detestable de parte de quien ha recibido la misión de «enseñar a las naciones», pero rasgo clásico ya en labios de Francisco. Porque si el hombre puede, en virtud de su libre arbitrio, negarse a obedecer a la Iglesia, no es en cambio moralmente libre de hacerlo: la Iglesia ha recibido de Jesucristo el poder de obligar las conciencias de sus fieles (Mt. 18, 15-18). 

Pretender que «la injerencia espiritual en la vida de la gente no es posible» equivale a divinizar la conciencia individual y a hacer de ella un absoluto: estamos ante el principio fundamental de la religión humanista y masónica de 1789: «Nadie debe ser inquietado por sus opiniones, incluso religiosas.» (Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, artículo X) Esta libertad de conciencia falaz y revolucionaria fue condenada por el magisterio de la Iglesia: Gregorio XVI afirmó que pretender «garantizar a cada uno la libertad de conciencia» no solo es absurdo sino además «un delirio» (Mirari Vos, 1832).

4. Finalmente, el hecho de responder a una pregunta -¿aprueba la homosexualidad?- con otra pregunta -que es, para colmo, de un hermetismo poco común-, es indigno de aquel a quien fue confiada la tarea de enseñar a la universalidad de los fieles. Respuesta en la que se halla nuevamente esta ambigüedad exasperante que lo caracteriza, aquí al no distinguir entre la condenación del pecado y la del pecador, y dando a entender que el hecho de «aprobar la existencia» (sic) del pecador volvería inútil la reprobación que su acto pecaminoso exige. Sin embargo Nuestro Señor nos enseñó a hablar de otro modo: «Que vuestro lenguaje sea sí, sí; no, no; todo el resto proviene del Maligno» (Mt. 5, 37).

Pero retornemos a nuestra conferencia de prensa aérea, tras la celebración de las JMJ de Río de Janeiro.  Francisco agregó que esas personas «no deben ser discriminadas, sino integradas en la sociedad». Perdón, pero ¿a qué personas hace alusión? ¿A aquellas que sin pudor alguno se proclaman «gay» o a las que, padeciendo sin culpa de su parte la mortificante inclinación contra-natura se esfuerzan meritoriamente por vivir decentemente? Una ambigüedad suplementaria que naturalmente permanecerá sin aclaración vaticana, pero cuya interpretación «progresista» abandonada a los «medios de información masiva» será la que se impondrá masivamente en el imaginario colectivo.

Pero, a decir verdad, hay algo peor que la recurrente ambigüedad bergogliana presente en esta afirmación y que se manifiesta en esa disyuntiva irresuelta que he señalado. Me refiero a que sus palabras no sólo cultivan la ambigüedad, elemento suficiente para cuestionarlas, sino que son pura y simplemente falsas. Ellas se inscriben en el marco de la ideología igualitarista de la lucha «contra las discriminaciones» que promueven los partidarios del feminismo y del homosexualismo, genuina maquinaria de combate al servicio de la legitimación de cuanta aberración el partido del «progreso» se esmera en pergeñar, principalmente el infame «matrimonio» homosexual.

¿En dónde reside la falsedad? En el hecho de que, inclusive en el segundo caso de la disyuntiva, es perfectamente legítimo y razonable efectuar ciertas discriminaciones que, atendiendo al bien común social, marginalizan a esas personas en determinados contextos. Y eso es, por ejemplo, lo que la Iglesia siempre ha hecho en lo tocante al sacerdocio, a la vida religiosa y a la educación de los niños. Ni que decir tiene que dichas discriminaciones son más legítimas aun cuando se trata de gente que, además de padecer esa tendencia desordenada, lleva una vida homosexual activa, aunque fuese de manera discreta, y, a fortiori, si hay que vérselas con quienes exhiben pública y desvergonzadamente sus malas costumbres, reivindicando orgullosamente sus fantásticos derechos: me refiero a los «gay», para emplear el atípico vocabulario bergogliano, ciertamente inusitado en el lenguaje de un sucesor de San Pedro.

Retomando el hilo de la conferencia pontifical en pleno vuelo, asistimos pasmados a la prosecución del extraño discurso de Francisco ante un auditorio cautivado por su desarmante espontaneidad y por el tenor altamente mediático de sus palabras:

«El problema no es el de tener esta tendencia, sino de hacer lobbying, eso es lo grave, porque todos los lobbies son malos.»

Desafortunadamente, esta aseveración es perfectamente gratuita y no resiste el menor análisis: que el hecho de poseer esa tendencia constituya un grave problema de orden psicológico y moral para la persona afectada, así como también un serio motivo de inquietud para su entorno, es algo indiscutible. Y pretender que la homosexualidad no sea algo problemático, sino solamente el hacer «lobbying», es una falacia notoria que contribuye a trivializar la homosexualidad y a volverla aceptable.

Por último, es menester afirmar que, contrariamente a lo que sostiene Francisco, ningún lobby es intrínsecamente perverso. Efectivamente, dado que un lobby es «un colectivo que realiza acciones dirigidas a influir ante la administración pública para promover decisiones favorables a los intereses de ese sector concreto de la sociedad» (Wikipedia), un lobby será bueno en la medida en que combata por causas justas y será malo cuando lo haga por causas inicuas. Para dar un ejemplo, las acciones conducidas por los grupos feministas en favor del aborto son reprobables, mientras que las realizadas por los grupos pro-vida en su lucha contra la legalización de dicho crimen son encomiables.

Todas estas declaraciones de Francisco se ven particularmente agravadas por el contexto internacional en el que se producen, a saber, en medio de una violenta batalla cultural entre partidarios y opositores del «matrimonio» homosexual, el cual se extiende como reguero de pólvora a escala planetaria. Resulta difícil atribuirlas solamente a eventuales imprecisiones de lenguaje, así como tampoco parece posible negar la complicidad objetiva de sus palabras con los propósitos manifiestos del lobby «gay»: la normalización de la homosexualidad y la legitimación de sus insostenibles reivindicaciones sociales.

Esas declaraciones han sembrado confusión entre los católicos y han favorecido objetivamente a los enemigos de Dios, quienes combaten encarnizadamente para que se acepten los supuestos «derechos» de los homosexuales en el interior de la Iglesia y en la sociedad civil. Prueba irrefutable de ello es que la más influyente publicación de la comunidad LGBT de los Estados Unidos, The Advocate, eligió a Francisco como la «Persona del año 2013», deshaciéndose en alabanzas hacia él por su actitud de apertura y de tolerancia hacia los homosexuales.                                

 « Hombre del Año 2013 » para el lobby LGBT

Esas desafortunadas declaraciones se produjeron apenas dos meses después de que el cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, celebrara en Génova las exequias de Don Gallo, famoso sacerdote comunista y anarquista, adepto al aborto e incondicional de la causa homosexual, durante las cuales hizo un panegírico suyo y autorizó que dos transexuales hicieran la apología de la ideología LGBT en la lectura de la «plegaria universal», durante la cual agradecieron al clérigo apóstata por haberlos ayudado a «sentirse creaturas trans-gender (sic) deseadas y amadas por Dios», y a los que distribuyó luego la comunión, profanando así las santas especies eucarísticas, escandalizando gravemente a los fieles y sembrando la confusión en las almas.

Más inquietante todavía: no hubo ninguna reacción oficial del Vaticano reprobando los hechos. Corresponde destacar que Don Gallo ejercía su «ministerio pastoral» con total impunidad, sin jamás haber sido importunado ni sancionado por la jerarquía eclesiástica. Y cabe añadir que los funerales fueron oficiales, celebrados con gran pompa, nada menos que por la figura más destacada del episcopado italiano, con homilía ditirámbica incluida.


El cardenal Bagnasco dando la comunión al activista transexual LGBT Vladimir  Luxuria

Escándalo de proporciones mayúsculas que, huelga decirlo, no provocó ninguna reacción por parte del Vaticano. Podríamos añadir muchísimos otros casos de semejante tenor, como por ejemplo el de la pareja de «madres» lesbianas cuya «hija» fue bautizada con gran pompa mediática en la Catedral de Córdoba el mes pasado[2], con la anuencia pública del arzobispo del lugar[3], siendo la madrina nada menos que la actual presidente de la nación argentina (me estoy refiriendo a la harpía furiosa que engendró la ley del «matrimonio igualitario» y la «adopción homoparental en mi país, ahora devenida en improbable colaboradora de la «educación cristiana» de la pobre niña).

Desgraciadamente, los ejemplos públicos de esta locura «gay friendly» en la Iglesia son legión. Como ser el del cardenal Dolan[4], arzobispo de Nueva York, quien congratuló públicamente a un jugador de fútbol homosexual por haber hecho su «coming out» («¡Bravo, me alegro por él, que Dios lo bendiga!»), o el del cardenal Schönborn, arzobispo de Viena[5], quien felicitó calurosamente a su compatriota, la «drag queen» barbuda Conchita Wurst por su triunfo en el festival de Eurovisión («¡Me alegro que haya tenido tanto éxito! En el colorido jardín de Dios hay variedad de colores: rezo para que su vida sea bendecida.»), o el de Bergoglio, caminando tomado de la mano ante las cámaras de la televisión italiana con el sacerdote homosexualista Luigi Ciotti[6] o bien besando las manos públicamente al sacerdote homosexualista Michele de Paolis[7], luego de haber concelebrado Misa con él en la capilla de la Casa Santa Marta, ni la inaudita recompensa ya mencionada que atribuyera a Francisco la revista The Advocate -la principal publicación LGBT de los Estados Unidos-, al elegirlo nada menos que como la «Persona del Año»[8] en diciembre de 2013, sin que hubiese habido la menor reacción o aclaración por parte del Vaticano ante la atribución de un premio tan embarazoso y acerca del cual, lo menos que podría decirse, es que resulta desconcertante y que crea inmensa confusión entre los fieles…

Francisco besando la mano de Michele de Paolis, sacerdote homosexualista italiano

Otro hecho sintomático, seleccionado entre muchos otros: la Universidad Pontifical San Francisco Javier de Bogotá, en Colombia, fundada y dirigida por jesuitas, desde hace doce años organiza anualmente un «Ciclo Académico Rosa», que fomenta desembozadamente el estilo de vida «gay». En 2013, por primera vez, iba a tener lugar en los locales de la universidad, del 28 al 30 de agosto. Eso provocó una importante reacción de laicos escandalizados quienes, gracias a un accionar digno de un auténtico «lobby» católico, forzaron la universidad a buscar otro sitio para organizar su inmundo coloquio de degenerados. Huelga decir que no se registró sanción alguna hacia los organizadores del infame evento de parte de las autoridades universitarias. Algo que va de suyo, en la era del culto al «diálogo» con el error y en tiempos de exaltación del «pluralismo» ideológico. Y esta impunidad dura desde hace ya doce largos años. Ninguna sanción tampoco por el lado de la Conferencia Episcopal Colombiana. Ni falta hace precisar el silencio absoluto del Vaticano.

Cabe destacar la reacción del director de la universidad, el Padre Joaquín Emilio Sánchez: ella fue inmediata y sumamente edificante. En efecto, en un áspero comunicado de prensa dirigido a la «comunidad educativa», hizo constar su indignación ante la «violación de la legítima autonomía universitaria», declaró que «ninguna discriminación sería tolerada» y advirtió amenazante a sus adversarios: «Actualmente efectuamos las gestiones necesarias ante las instancias competentes para que una situación tan irregular y dolorosa como la que vivimos con motivo del “Ciclo Rosa” no se repita nunca más.»

Francisco de la mano con el sacerdote homosexualista Luigi Ciotti

Por su lado, el Padre Carlos Novoa, antiguo rector de la universidad, profesor titular de teología moral y titular de un doctorado en «ética sexual» (sic) y promotor desvergonzado del aborto, sostuvo que la medida «testimonia de un retorno de la Inquisición en un sector de la Iglesia católica y es la resultante de grupos obscurantistas y fanáticos». Su pública posición contraria a la enseñanza del magisterio eclesial no le ha acarreado ninguna sanción de parte de la jerarquía de su país y menos aún de las autoridades de la citada universidad «pontificia». Huelga decir que este edificante sacerdote continúa ejerciendo afanosamente su «ministerio pastoral» y dispensando con ahínco su «enseñanza universitaria» a estudiantes que, imaginando recibir una instrucción católica, son objeto de una perversión sistemática de sus inteligencias.

Un último ejemplo: el de la Universidad Católica de Córdoba, en Argentina, que también está dirigida por jesuitas. En una entrevista publicada el 12 de agosto de 2013 a quien es su rector desde 2005, el Padre Rafael Velasco, gran especialista en «Derechos Humanos», en medio de una letanía de sentencias heterodoxas, nos hizo el honor de participarnos su profunda visión teológica: 

«Si la Iglesia quiere ser un signo del hecho que Dios está cerca de todos, lo que debe hacer, antes que nada, es no excluir a nadie. Debe encarar reformas muy importantes: los divorciados tienen que ser admitidos a la comunión, los homosexuales, cuando viven de manera estable con sus compañeros, también deberían poder comulgar. Decimos que la mujer es importante, pero la excluimos del ministerio sacerdotal. Esos son signos que serían más comprensibles.»

Estos casos que he citado, tomados de un interminable listado de situaciones similares, ilustran acabadamente el progreso continuo, consentido y alentado, de la ideología homosexualista y de la «teoría de género» en el interior de la Iglesia. Y es justamente en ese contexto alarmante de avance permanente e incontenible de las ideas LGBT, tanto en la sociedad civil como en el seno del clero, que se inscriben esas palabras inauditas de Francisco en una conferencia de prensa internacional en pleno vuelo, a modo de broche de oro de las archimediáticas JMJ  de Río de Janeiro: «¿Quién soy yo para juzgar a una persona “gay”?».

Francamente, debo admitir que esto se asemeja a un mal sueño, a una pesadilla indescriptible, de la cual desearía poder despertarme cuanto antes…

Francisco promueve la agenda LGBT - 28/08/2020

La Hermana Mónica lucha por los “derechos transexuales” desde la infancia

El primer complejo de viviendas para mujeres trans a nivel mundial fue inaugurado esta semana en la ciudad de Neuquén por iniciativa de una monja en un terreno cedido a su monasterio por el municipio y con fondos aportados por el Gobierno provincial, una experiencia que mereció palabras de felicitación hasta del papa Francisco. Este “Condominio Social Tutelado para mujeres trans” cuenta con 12 monoambientes que representan una solución habitacional permanente para una docena de personas trans de entre 40 y 70 años en situación de vulnerabilidad, que las recibieron en formato de comodato y serán transferidas a otras compañeras en caso de fallecimiento.[9]

Hace pocos días Francisco escribió un mail a una religiosa carmelita argentina para felicitarla por su labor realizada en beneficio de “mujeres transexuales” neuquinas:

“Querida Mónica, Dios, que no fue al seminario ni estudió teología, te pagará abundantemente. Rezo por vos y por tus chicas (sic).[10]

Antes de instalarse en Roma, Bergoglio ya había alentado a la Hermana en su “apostolado” con los “travestis” de Neuquén:

“Te pido que las acompañes, que no las dejes. Este es un trabajo de frontera que te puso el Señor y para lo que necesites, contá conmigo”.[11]

Que Bergoglio se refiera a estos hombres disfrazados de mujeres como a “chicas”, es algo que deja boquiabierto, por emplear un eufemismo. Con respecto a la obra desarrollada por la Hermana Mónica, digamos simplemente que está muy bien ayudar a la gente que padece necesidades sociales y materiales, la Iglesia siempre ha alentado la práctica de las obras de misericordia corporal. Pero no se puede olvidar que las obras de misericordia espiritual son más importantes, pues se refieren a la salvación eterna, mientras que aquellas, por necesarias y meritorias que sean, persiguen bienes temporales y transitorios.

 

El serio problema con esta religiosa es que ella no cuestiona la transexualidad de “sus chicas”[12]. En vez de invitar a esos pobres hombres a respetar los mandamientos y a vivir en conformidad con la identidad sexual que Dios les dio, ella los mantiene prisioneros de su perversión. Y Bergoglio, nada menos que el supuesto “Vicario de Cristo” en la tierra, anima a esta “carmelita” extraviada a perseverar en su mal camino…

 

El carácter aberrante de esto es algo que incluso el clero conciliar “conservador” lo tiene muy en claro. Cito a este respecto una de sus últimas “declaraciones”, a través de las cuales pretenden, muy ilusamente, “corregir” los despropósitos del “Santo Padre”:

“Los sexos masculino y femenino, hombre y mujer, son realidades biológicas, creadas por la sabia voluntad de Dios (cf. Gn 1, 27; CIC, 369). Es, por tanto, una rebelión contra la ley natural y Divina y un pecado grave que un hombre intente convertirse en mujer mutilándose, o que simplemente se declare mujer, o que del mismo modo una mujer trate de convertirse en hombre, o bien afirmar que las autoridades civiles tengan el deber o el derecho de proceder como si tales cosas fuesen o pudieran ser posibles y legítimas.”[13] 

La monja carmelita abraza la causa feminista y homosexualista

 Lamentablemente, este tipo de actitud no es algo novedoso en Bergoglio. Recordemos lo que dijo a Juan Carlos Cruz, un periodista homosexual chileno, en el Vaticano, en mayo de 2018[14]:

“Francisco me dijo: “Juan Carlos, que tú seas gay no importa. Dios te hizo así y te quiere así y a mí no me importa. El Papa te quiere así, tú tienes que estar feliz con quien tú eres”.[15]

Lo dicho por Bergoglio no solo es algo totalmente falso, sino, sobre todo, blasfematorio, pues de ese modo constituye a Dios como causa del pecado contra natura, que está claramente condenado en la Sagrada Escritura. Para convencerse del carácter engañoso que revisten las palabras de Francisco basta con leer a San Pablo:

“Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen” (Rm. 1, 24-28).

El homosexualismo no es condenado sino integrado - 15/08/2015

En una época en la que la tiranía del lobby homosexual se ejerce casi sin restricción en todo el planeta, Francisco ha hecho declaraciones y ha realizado gestos que refuerzan claramente la ideología homosexualista. Veamos algunos ejemplos. Todo el mundo recuerda la explosiva frase que pronunció en su conferencia en pleno vuelo al volver de las JMJ de Río de Janeiro en julio de 2013: «¿Quién soy yo para juzgar?», en alusión a los homosexuales. Esta breve frase dio inmediatamente la vuelta al mundo y le valió a Francisco ser elegido Hombre del Año 2013 por la revista americana LGTB The Advocate.

Poco después sobrevino la llamada telefónica a un transexual español, una mujer devenida en «hombre», Diego Neria, a quien invitó a Roma para recibirlo en audiencia privada junto a su «novia», a expensas del Vaticano, encuentro que tuvo lugar el 24 de enero de 2014. Francisco se hizo fotografiar en el Vaticano con la dupla lésbica y la foto dio la vuelta al mundo. Según «Diego», Francisco le habría dicho, al momento de llamarlo, que:

«Dios quiere a todos sus hijos, estén como estén, y tú eres hijo de Dios y por eso la Iglesia te quiere y te acepta como eres.»[16]

El 21 de marzo de 2014 Francisco se paseaba de la mano con el sacerdote homosexualista italiano Luigi Ciotti, hecho oportunamente efectuado bajo las cámaras de la televisión italiana[17]. El 6 de mayo de 2014 concelebró en el Vaticano con otro sacerdote homosexualista, Michele de Paolis, a quien besó las manos después de la Misa delante de los periodistas encargados de inmortalizar la escena[18]. El Jueves Santo de 2015 lavó los pies de un transexual en una prisión, el cual, a continuación, recibió la comunión[19]. Todas estas imágenes conocieron una difusión planetaria inmediata.

Francisco recibió en audiencia “privada” a un dúo lésbico español, invitado telefónicamente por él mismo, a expensas del Vaticano

En el curso de una entrevista con el padre Antonio Spadaro, director de la revista jesuita La Civiltà Cattolica, en agosto de 2013, declaró:

«Una vez una persona, para provocarme, me preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra pregunta: “Dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza y la condena”?»[20]

Francisco, entonces, se rehúsa a afirmar que él condena la homosexualidad y, en el colmo de la mala fe, pretende hacer creer que el amor que Dios tiene a los homosexuales comportaría la aprobación de su pecado.

Durante su viaje a Estados Unidos, en setiembre de 2015, acordó una única audiencia,  de carácter privado[21], y fue a una pareja de homosexuales, uno de los cuales era un viejo conocido de Francisco en la Argentina. La escena -e insisto en que se trataba supuestamente de una audiencia «privada»- fue filmada y difundida inmediatamente por la prensa, mostrando a Francisco a los besos y a los abrazos con el dúo sodomita[22].

Luego, cuando Francisco se dirigió al Congreso de Estados Unidos, no dijo ni una palabra a propósito del «matrimonio» gay, que acababa de ser impuesto por vía judicial en todo el país. Ni tampoco lo hizo a propósito del crimen del aborto, que cada año se cobra innumerables víctimas en aquel país; y esto cuando, poco tiempo antes, había estallado el escándalo del tráfico de órganos de bebés abortados, a instancias del Planned Parenthood[23], en aras de la «investigación médica».

Empero, en el mismo recinto, Francisco encontró oportuno abogar en favor de la abolición de la pena de muerte, condenándola como intrínsecamente injusta y atentatoria contra la «dignidad inalienable de la persona humana», lo que resulta falso, pues tal aseveración contradice la revelación divina y el magisterio de la Iglesia[24]. De este modo, durante su resonante alocución ante la principal asamblea «democrática» del orbe, Francisco se declaró en favor de la preservación de la vida de los asesinos, pero no de dignó a decir ni tan siquiera una palabra sobre la de los inocentes masacrados en el vientre materno…

               Francisco recibió a un dúo sodomita en la única audiencia “privada” durante su visita a los USA

He aquí una cifra que ilustra perfectamente la mala fe de Francisco: el año pasado hubo 1.200.000 abortos en los Estados Unidos por sólo 28 penas capitales. Pero es contra la pena de muerte que él se pronuncia ante el Congreso, y no acerca del genocidio de los niños por nacer ni sobre los crímenes abominables perpetrados por el Planned Parenthood. Otro dato muy significativo: en su discurso al Congreso estadounidense, sobre 3500 palabras empleadas, ni una sola estuvo reservada a Nuestro Señor Jesucristo. Por el contrario, nombres de subversivos notorios, como los de Martin Luther King o Dorothy Day, ocuparon un sitial de honor.

Para concluir este apartado, he aquí lo que dijo Francisco el 16 de junio pasado durante su conferencia de prensa en el vuelo de regreso de Armenia. Un periodista le había preguntado lo que pensaba de la declaración del cardenal Marx, según el cual la Iglesia católica debería pedir perdón a los «gays» por haberlos «discriminado». Ésta fue su respuesta:

«Creo que la Iglesia no sólo tiene que pedir disculpas[25] -como dijo el cardenal «marxista» [cardenal Marx]- a esta persona gay, a la que ha ofendido, sino también a los pobres, a las mujeres y a los niños explotados en el trabajo. Tiene que pedir disculpas por haber bendecido muchas armas. […] Los cristianos deben pedir disculpas por no haber apoyado muchas opciones, a muchas familias: por ejemplo, recuerdo que de niño, según la cultura de Buenos Aires, una cultura católica cerrada -yo vengo de allí-, no se podía entrar en casa de una familia divorciada. Estoy hablando de hace ochenta años. Gracias a Dios, la cultura ha cambiado[26]

Francisco se convierte así, abiertamente, en el portavoz de los enemigos de la Iglesia, de los homosexualistas y feministas que se dedican a atacarla y a difamarla sin cesar, exponiendo su complicidad con ellos a plena luz del día y sin ningún embozo…


El Vaticano bendice la sodomía - 28/12/2023

Con la declaración Fiducia Supplicans[27] del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del 18/12/2023 el Vaticano ha autorizado las bendiciones a “parejas irregulares y parejas del mismo sexo”, lo que implica legitimar implícitamente el concubinato, el adulterio y la sodomía. Esto es un escándalo inimaginable y una abominación moral sin nombre, amén de ser un hecho de un nítido sesgo diabólico.

Pero cabe precisar que los pecados contra la fe y contra Dios -como por ejemplo los protagonizados por los dos predecesores de Bergoglio[28] en los aquelarres apostáticos de Asís, convocando a las falsas religiones a “orar por la paz en el mundo”, en una explícita aplicación “pastoral” de los heréticos documentos conciliares sobre el ecumenismo, la libertad religiosa y el diálogo interreligioso-, revisten mayor gravedad: las faltas contra el primer mandamiento son mucho peores que las que vulneran el sexto. Y es precisamente ese tipo de crimen el que se viene perpetrando activamente desde el CVII, bajo la conducción decidida y entusiasta de todos y cada uno de los “papas conciliares”.

Lo que está sucediendo actualmente no debería asombrar a nadie: una vez que se ha atacado y demolido la fe católica, y se ha blasfemado contra Dios y despreciado la revelación divina y el magisterio eclesial, es solo una cuestión de tiempo para que se produzca el derrumbe en el plano moral. Por eso considero indispensable hablar con claridad al respecto: en las dramáticas circunstancias en que nos hallamos, limitarse a criticar a Bergoglio sin remontar a la raíz de los males presentes[29], exonerando de responsabilidad a los “papas conciliares” que concibieron, promulgaron y aplicaron el subversivo y modernista CVII, es una actitud incoherente e inconducente -cuando no también deshonesta intelectualmente-, pues hace creer a los fieles que bastaría con que desapareciera el blasfemador argentino para que la vida de la Iglesia retornara a su cauce normal. Quienes así proceden -y son muchos, por desgracia-, se engañan y engañan a los fieles.

Bergoglio a transexual: “querida hermana” - 25/11/2022

Bergoglio escribió una carta a un transexual validando su falso cambio de sexo[30]

El “transexual” italiano “Alessia” Nobile, que ha visitado en varias ocasiones a “Francisco”, mostró a la prensa una carta de puño y letra que le envió el “Santo Padre”, llamándolo “querida hermana”.

“Querida hermana, muchas gracias por tu correo electrónico. Me conmovió. Estoy de acuerdo contigo en el problema de los prejuicios. ¡Duele tanto! A los ojos de Dios todos somos sus hijos, ¡y eso es lo que cuenta! Tenemos un Padre que nos ama, que está cerca con compasión y ternura. A todos, nadie excluido. Este es precisamente el estilo de Dios: cercanía, compasión, ternura. Rezo por ti, hazlo por mí. Que el Señor te bendiga y la Virgen te guarde. Fraternalmente, Francisco.”[31]

“Alessia” Nobile, activista “transexual” italiano, autor del libro El niño invisible, junto con otros cinco “transexuales”, se reunió en el mes de junio con “Francisco” en audiencia privada -a pedido del argentino-, y ha narrado el encuentro al portal italiano de noticias Fanpage.

Fue Sor Geneviève, una monja francesa que vive en un parque de atracciones cerca de Roma, quien propuso la reunión a Bergoglio, a lo que éste respondió: “tráelos a todos”.

“Nos reunimos en el Vaticano junto con la monja y un sacerdote, que forma parte del grupo cristiano LGBT + Nazionale TRANSizioni. El Papa nos recibió individualmente y yo fui la primera. Llevarle mi libro fue un sueño hecho realidad”, confesó Nobile.

“No quería que me arrodillara, me dio la mano y cuando me presenté como una chica transgénero me respondió que no le importaba quién era yo, que tenemos un único Padre, que ‘eres una hermana’.”

“Alessia” le entregó su libro a “Francisco”, quien “lo tomó y me dijo que tenía razón al escribir mi historia. Entonces me recomendó ser siempre yo misma, pero no envolverme en prejuicios contra la Iglesia.”

El reconocimiento explícito por parte de Bergoglio de que el género que corresponde a Nobile no es el que Dios le ha dado sino el que “ella” ha elegido, nos lleva a preguntarnos si las palabras del Génesis “hombre y mujer Dios los creó” siguen siendo válidas…

Los homosexuales “viven el don del amor” - 15/03/2024

Bergoglio aprueba la necesidad del reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo

Cita tomada del extracto del nuevo libro de Francisco, publicado por el diario italiano Corriere della Sera[32]:

“Es justo que estas personas que están viviendo el don del amor puedan tener una cobertura legal como cualquier otra persona. Jesús a menudo salía al encuentro de personas que vivían en los márgenes, y eso es lo que la Iglesia debería hacer hoy con personas de la comunidad LGBTQ+, quienes dentro de la Iglesia a menudo son marginadas: hacerlos sentir como en casa, especialmente aquellos que han recibido el bautismo y son, de hecho, parte del pueblo de Dios. Y aquellos que no han recibido el bautismo y desean recibirlo, o aquellos que deseen ser padrinos, por favor, permitámosles ser bienvenidos.”

Esta aceptación de las uniones civiles de “parejas del mismo sexo” es la negación completa de dos mil años de enseñanza de la Iglesia y constituye un escándalo colosal, que solo puede provenir de una mente malvada y pervertida que opera bajo el influjo del padre de la mentira...

“Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni siquiera comáis.” I Cor. 5, 9-11.

San Pablo no se pregunta: “¿quién soy yo para juzgar?” sino que dicta sentencia y condena a un pecador público por su depravación sexual. El castigo es la excomunión, la expulsión de la Iglesia. Mientras que Bergoglio dice que los escandalosos no deben ser marginados porque “están bautizados e integran el pueblo de Dios”, San Pablo utiliza su bautismo en contra de ellos: el hecho de que sean miembros de la Iglesia es para él un problema que debe resolverse precisamente expulsándolos de la comunidad cristiana, a los efectos de que se corrijan y no escandalicen a los fieles.

A la vista de esta situación absolutamente inimaginable en la Iglesia a la que asistimos azorados, protagonizada por quien supuestamente es el Sucesor de San Pedro y el Vicario de Cristo en la tierra, formulo públicamente la siguiente pregunta:

¿Puede acaso caber alguna duda razonable de que Jorge Mario Bergoglio es un hombre de una impiedad manifiesta, un falso profeta y un esbirro del demonio?

PARA MÁS INFORMACIÓN

“Diez años con Francisco”: https://gloria.tv/post/UEqqVjZCCVLQ6g89ps67irXSM

NOVEDAD EDITORIAL

“Apostasía vaticana”: https://gloria.tv/post/7ynAG7ZfxBvK1MBD4MqN3aMxn

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[12]  “Me siento mujer, ¿Dios me va a castigar?”, le preguntó un docente de 23 años a la hermana. Mónica respondió: “Dios no te va a castigar. Dios busca nuestra felicidad, Dios no nos creó infelices y si vos no sos feliz así, sé lo que quieras ser”. - https://www.buzzfeed.com/lucasfauno/la-hermana-monica

[15] Poco tiempo después Bergoglio lo designaría miembro de la Comisión para la Protección de los Menores: “El Papa Francisco nombró este miércoles a Juan Carlos Cruz, un hombre abiertamente homosexual, a la Comisión Pontificia para la Protección de Menores. El mismo Cruz es víctima de abuso sexual clerical. (...) Anteriormente, en 2018, Cruz ya se había reunido con el Papa Francisco en el Vaticano para una reunión privada donde alegó que el Papa lo afirmó en su homosexualidad, diciéndole que Dios lo había hecho así.” Fuentes: https://gloria.tv/post/upGEMYsQbcxm6272yNVwFtze1 - https://www.pauta.cl/actualidad/2021/03/24/juan-carlos-cruz-papa-francisco-vaticano-abusos-sexuales.html

[21] https://www.theguardian.com/world/2015/oct/02/pope-francis-kim-davis-audience-gay-student

«The Vatican has confirmed that the only “real audience” Pope Francis had while he was in Washington last month was with a gay former student and his longtime partner -a day before the pontiff met Kim Davis, the Kentucky clerk who was jailed for refusing to grant same sex couples marriage licenses for religious reasons. On Friday, the Vatican sought to distance itself from Davis, saying in a statement that her encounter with the pope did not represent an endorsement of her opinions or actions.» 

[23] La mundialmente famosa organización criminal que promueve la fornicación, la contracepción y el aborto como estilo de vida: «El aborto es seguro y legal. Conocer más acerca de las opciones y métodos existentes para realizarte un aborto probablemente te ayude a decidir si ésta es la opción adecuada para ti. […] Planned Parenthood trabaja con organizaciones asociadas en todo el mundo para mejorar la salud y el bienestar sexual de personas y familias de todo el planeta.» https://www.plannedparenthood.org/esp

[24] Leer al respecto “Francisco y la pena de muerte: https://gloria.tv/post/4mjXh3amvcHc6GLYwnbxnTMdT

[25] La pregunta que me viene a la mente es la de saber si algún día Francisco se atreverá a exigir a Dios mismo que pida disculpas por haber destruido Sodoma y Gomorra: «En cuanto a los ángeles que no supieron conservar su preeminencia y abandonaron su propia morada, el Señor los tiene encadenados eternamente en las tinieblas para el Juicio del gran Día. También Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, que se prostituyeron de un modo semejante a ellos, dejándose arrastrar por relaciones contrarias a la naturaleza, han quedado como ejemplo, sometidas a la pena de un fuego eterno» (Judas 6-7).

[27] https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2023-12/declaracion-doctrinal-se-abre-a-endiciones-para-las-parejas.html - “Comunicado de prensa del Superior General de la FSSPX sobre la declaración Fiducia Supplicans”: https://gloria.tv/post/MF8PnBaR4FPC3A8nhkMFCqKDo - “El Vaticano bendice las uniones contranatura”: https://gloria.tv/post/FZay6BtKRY9R6zZ4feajLD73V

[28] Sobre el pontificado de Bergoglio recomiendo consultar  en mi blog el informativo compendio “Diez años con Francisco”: https://gloria.tv/post/UEqqVjZCCVLQ6g89ps67irXSM y el libro de descarga gratuita “Once años con Francisco”: https://gloria.tv/post/QV4fhqLCux9k2szUzMopcT9NJ

[29] Ver al respecto los siguientes artículos “Crisis de la Iglesia y punto de no retorno”: https://gloria.tv/post/PfSfqK47y4GD1BSRMsbgyP719  y “El Concilio Vaticano II inició la Pasión de la Iglesia”: https://gloria.tv/post/h9BNFYZP1fZX3ch72xV8np9nd

[31] «Cara sorella, grazie tante per la tua mail. Mi ha commosso. Sono d’accordo con te sul problema dei pregiudizi. Fanno tanto male! Agli occhi di Dio tutti siamo i suoi figli, e questo è quello che conta! Abbiamo un Padre che ci ama, che è vicino con compassione e tenerezza. A tutti, nessuno escluso. Proprio questo è lo stile di Dio: vicinanza, compassione, tenerezza. Prego per te, per favore fallo per me. Che il Signore ti benedica e la Madonna ti custodisca. Fraternamente, Francesco».

[32] https://www.corriere.it/cronache/24_marzo_14/autobiografia-papa-francesco-a2146ff2-e16a-11ee-918b-52ad040c4f25.shtml - https://adelantelafe.com/no-solo-bendiciones-francisco-aprueba-el-renocimiento-legal-de-parejas-del-mismo-sexo/ - 15/06/2024 [1]