Antonio Caponnetto, María Montessori. Aportes para un análisis crítico, Buenos Aires, Bella Vista Ediciones, 2024.
Un fragmento ilustrativo
[...]Por
lo tanto, y recapitulando, no nos encojamos de hombros ni nos lavemos las
manos, ni minimicemos el asunto, diciendo que, con Montessori, estamos ante un
simple método, que se usa como quien usa un electrodoméstico. O lo que es más
necio aún, creer –con la mayoría esnobista e indocta– que estamos ante un
simple estilo mobiliario para amueblar las aulas del Ciclo Preescolar. Nada de
eso. Montessori, además es
un “método” o unos enseres aparentemente encantadores. Pero empieza y termina
siendo una propuesta integral muchísimo más grave y de serias consecuencias.
Una de esas consecuencias, y no
es casual, es la expresa reivindicación que hacen de Montessori los enajenados
grupúsculos LGTB, sea presentándola como modelo y precursora de mujer
feminista, liberada de padre, hijo y marido; o como fuente de inspiración para
respetar la diversidad sexual y romper con los supuestos estereotipos sexistas
e imponer la perspectiva de género.
Una
pareja lésbica compuesta por dos degeneradas italianas, Elena Favilli y
Francesca Cavallo, se ufana de haber escrito dos tomos titulados “Cuentos para
niñas rebeldes”.Son 200 biografías de mujeres “extraordinarias, ninguna santa,
sólo una española, un niño trans y activistas LGTB”. Pues bien, en el volumen
I, aparece María Montessori. De tamaña guarrada dio cuenta el sitio “Religión
en Libertad” y allí pueden verse los escabrosos detalles (cfr. https://www.religionenlibertad.com/polemicas/884281807/Cuentos-para-Ninas-Rebeldes-anticatolico-antiespanol-propaganda-de-genero-para-nuestras-hijas.html ). En otro sitio, llamado
“Every”, se lee que el método Montessori es “lo más beneficioso para les
peques(sic) y “lo que más se adapta a las necesidades actuales de les
niñes”(sic) (https://every.lgbt/metodo-montessori/ ). En otro, llamado “Educando
en conexión”, aparece un artículo que reza: “Reflexionando los estereotipos de
género y Montessori”. La administradora del sitio, que firma Bei, explica cómo
el método Montessori la ayuda a cumplir su misión materna inclusiva, no sexista
ni discriminadora, y qué buenos frutos obtiene al respecto con sus propios
hijos (https://educandoenconexion.es/reflexionando-los-esterotipos-de-genero/ ). Por último –para no volver
interminable esta lista de penosos y abundantes ejemplos– en el “Club de
pequeños lectores”, se presentan una cuarentena de relatos infantiles “de
inspiración montessoriana”. El cuento nº 33 de la colección se llama: “Las
muñecas son para las niñas”, de Ludovic Flamant y Jean-Luc Englebert, y en sus
páginas, a ninos de 5 años, se los inicia en la justificación y aceptación
natural de la homosexualidad (cfr.http://www.clubpequeslectores.com/2017/10/cuentos-infantiles-inspiracion-montessori.html)
A la
vista de estas pruebas, y de muchas otras que pueden presentarse, a través de
las cuales es concreta la vinculación Montessori-perversión de menores, ¿cómo
es posible que sigan existiendo católicos defensores de la Doctora o ganados
por una ingenuidad cómplice, según la cual, el método es eficaz y puede
utilizarse con éxito? (ps. 205-207)