CARLOS
ALBERTO SACHERI
Tríptico
a medio siglo de su muerte
-I-
Omnia instaurare
in Christo
San Pablo
La
vida por delante para el mundo
cátedras,libros,
becas, conferencias,
la
fama del dominio de las ciencias
y
un futuro solvente cuan fecundo.
Y
sin embargo <desde lo profundo>
Dios
te pedía lides y pendencias,
batallar
con celestes corpulencias
hasta
caer invicto y moribundo.
Llegó
el día y algunos no entendieron
que
el valor de esa sangre derramada
era
la lumbre de un amar previsto.
Porque
esa sangre, Carlos, camarada,
fue
la simiente que en el surco abrieron
las
tropas del ejército de Cristo.
-II-
“El que cree en
mí, aunque esté muerto vivirá”
San Juan
Lo
sabías como ellos lo sabían,
tú
con la gracia propia del martirio,
el
enemigo en su voraz delirio
y
los héroes que ya te presentían.
Lo
sabías y no te callarían
ni
esconderías a la Luz del Cirio,
como
ese pájaro al que llaman virio
tus
alas nunca al vuelo se rendían.
Toda
enseñanza tuya estaba urgida
de
salvar almas, de cuidar a Roma,
velando,
varón fiel, por la Argentina.
Denunciaste
al hereje en su guarida
al
agua eterna diste su redoma
y
un leñazo a la iglesia clandestina.
-III-
“Para los
buenos, la muerte es un puerto de descanso” San Ambrosio
Adviento
y San Isidro. Rumbo a casa,
con
dominguera placidez me aguarda,
esa
costumbre paternal, gallarda,
de
jugar a que el tiempo se retrasa.
El
pesebre está armado, lo acompasa
de
cada hijo su ángel de la guarda,
hay
una bendición que nunca tarda
y
hay un aroma navideño a masa.
Sin
embargo, Señor, tu itinerario...
otro
camino para mí elegiste
a
la par de tu huella nazarena.
Del
altar al hogar, el funerario
dolor
de cruz sentí con que crujiste.
Y
en el cielo viví la Nochebuena.
Antonio
Caponnetto